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Los chicos lloran lágrimas celestes [en REEDICIÓN] por DianaMichelleBerlin

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Notas del capitulo:

Gracias por ser tan pacientes, gracias por acompañarme en esta primera partecita del camino y por seguir esta historia <3 se les ama con todo el corazón :'3

 

Les comento que la verdad me arrepiento un poco de haber apresurado lo de Yulia xD realmente eso iba hasta mucho después, pero como había prometido aclarar quién es, pues aquí está.

 

Esto es apenas ni la mitad del camino <3

 

Anuncios parroquiales abajo!

 

Mrs. Hunter y Scherezada, se les adora!!

 

 

El teléfono está dando el tono de llamada. Sus padres son tan anticuados, que prefieren seguir teniendo estas llamadas tradicionales, por sobre otros métodos.

O al menos Papá.

 

–¿Bueno?
–¿Papá?
–¿Yulia?

Yulia no acostumbra usar el teléfono, así que eso sorprende en gran manera al señor Mijaíl.

 

Yulia elige no decir nada del proyecto de Johanna ni acerca de las hojas que le regaló el día anterior. La salud en la casa de sus viejos padres ya no es la misma y menos desde aquel diagnóstico, de hace ya ocho meses; pero las cosas van mucho mejor y “Papá” parece estar también de mejor humor. Los medicamentos están funcionando, pero seguramente el crédito de la constancia no es de Papá. Su vida estaba volviendo a la normalidad.

 

–Papá, ¿De casualidad has visto a Ari allá por la casa? –le pregunta al señor, de ya una edad muy madura.
–¿Ari?...
–A Aristeo, papá.
–Oh, bueno –contestó Mijaíl.– Pensé que hablabas de su madre…
–No, a las señoras las vi ayer después de ver a Johanna.
–Aquí no ha estado. Pero el joven quedó de venir el sábado, yo te aviso.
–Gracias, papá… Oye –Yulia se anima más– Te escucho mejor.
–Me cuidan bien.
–Me imagino, ja ja…
–No te olvides que el lunes tenemos un pendiente, Yulia. Tú, yo y tu hermana.

 

Yulia afirma ante el recordatorio. No se le ha olvidado que debe ir a visitar la lápida de su madre. Para ella había sido más como una tía, pero aún así la extraña mucho todavía.

 

Entonces vuelve a la conversación.

–Papá…
–Dime.
–…
–Yulia…
–¿Papi ya no está enojado conmigo?

 

Yulia escucha reír a Papá al otro lado de la línea y soltar un diálogo fuera de su conversación. Había hablado con el señor Ian.

 

–Yulia… fue un retraso de un día con el pago del tratamiento. Estás estresada, Ian lo sabe.
–Salúdalo por mí, por favor… ¿o puede contestar?
–Está dándole de comer al perro.
–Ja ja ja… –Yulia ríe al imaginarse a Papi alimentando al animal.
–¿Cuál es el chiste?
–Que al final ganaste tú. Tres mascotas…
–¿Y tú cómo sabes eso de las tres mascotas?
–…
–Yulia...–“Papá” hizo una pausa seria– ¿Ya leíste…?
–Algunas cosas.

 

No lo vio, pero Yulia adivina que los colores se le subieron al rostro al señor Mijaíl.

–Ja ja ja… (Los amo).
–(Y nosotros a ti, Yulka).
–Nos vemos el lunes, Papá.
–Hasta luego.

Y Yulia cuelga el teléfono, feliz de que a pesar de las cosas que han sucedido últimamente, sus padres están tan bien y tan contentos como siempre. El amor nunca falta en esa casa.
Decide que borrará de su mente el capítulo sobre esa primera vez de ellos y lo demás… lo demás lo atesorará como parte de su misma historia, de su hermosa familia. Tal vez ella también colabore en el proyecto.

 

Hay tantas cosas que Johanna aún no ha escrito sobre Yulia Lébedev y su familia.

 

 

- - - - - - - -

 

 

Para febrero, algunos meses después de todo ese drama en la clínica, el frío comenzó a ceder. El invierno ya estaba comenzando su recta final.

 

–¿Irás con él?

 

La señora Nubia se había acercado a la puerta de su cuarto esa tarde, cuando lo vio llegar de la escuela. Tuvo que pasar primero a su casa, porque se había olvidado de su libreta de ecuaciones avanzadas, para ayudarle a Misha. Ya era el sexto semestre del rubio y no quería quedarse un año más sólo por una materia. Por suerte, Ian salió temprano y prácticamente voló para su hogar antes de pegar la carrera hacia la casa rusa.

 

Ian iba recordando la conversación.

 

–¿A dónde más, señora? –respondió él, con su misma sonrisa de tarado.
–Ah pues, a ver a Jessie, a tus otros amigos… –Nubia rodó los ojos– Ya sólo quieres adherirte a tu novio.
–Usted no me va a decir lo que es hacer cosas locas por amor, señora.
–Grosero –rio la señora– ¿Van a salir juntos?
–Vamos a estudiar, mamá.
–Ay hijo, y yo soy la reina de Xochimilco…
–Ja ja ja, qué desconfiada es señora… mal, muy mal.
–Mmm bueno –la mayor asintió– Cualquier cosa, ya me informará Inessa.
–Ah… ya me imagino mujer –rio el moreno–, juntas son peor que la KGB.
–Payaso –Nubia se retiró del marco de la puerta y se alejó– Llega antes de las 9.
–Como ordene, general, ¡ja ja ja!

 

Acto seguido, Nubia le había dado con una chamarra en la cabeza… Y así, contento y baboso del buen sabor de boca de esa plática, Ian iba ya por la calle de Misha, usando un nuevo skate que estaba aprendiendo a manejar, del que sólo se bajó para recoger cortésmente el juguete que se le había caído a una niña que pasó junto a él con su familia.


El padre, quien le sonrió por el gesto, traía una playera con un estampado de una marcha de la familia tradicional… Si tan sólo supiera el camino que aquel niño moreno estaba construyendo. Uno ya de meses y piquito, con un jovencito venido del país más frío y mágico de Europa del este, con doscientas cincuenta y siete pecas que se volvían todas rojas al contacto de mejilla tostada con mejilla clara.

Para ese señor, Ian era sólo un niño más qué proteger de “el mundo”, pero Ian era un niño que disfrutaba su propio mundo. Y nadie le podría decir lo contrario.

 

En cuanto al otro niño, éste estaba ya cruzando la puerta de su habitación, después de ver que ya casi era la hora de que Ian arribara. Echó un vistazo al cuarto de su madre e Inessa hablaba con Pavel por teléfono como si nada. Ella guardaba bien el secreto y se volvió una aliada más, lo sería hasta aquel momento crítico en que su esposo tuviera que enterarse. Cómplice antes que nada, porque el amor del corazón de mamá hace que hasta los ojos vean el mundo de una forma totalmente distinta, y que la mente se abra hacia él.

 

Cuando terminó la llamada, Misha pudo escuchar desde el baño una tenue cancioncita punk y un canturreo dulce… Inessa también había hecho varias paces consigo misma. También consideraba hacerlas poco a poco con Nubia, pero únicamente porque entre las dos hacían un equipo maravilloso, cuidando bien de “los niños”.

 

Misha se enjuagó la cara, se miró un rato al espejo para comprobar que no lucía como un nido de pájaro ambulante y se sonrió confiado.
Bajó las escaleras con cuaderno y lápiz en mano. Oyó cómo Inessa volvía a hablar con su padre por teléfono. Vio de reojo el crucifijo ortodoxo fijado en la pared siguiente y le agradeció a Dios y a Theotokos porque todo en su mundo, el que compartía con Ian, crecía y crecía; dos años atrás ni siquiera se lo habría imaginado… ahora, ese príncipe de la Luna ya no era más un prisionero. Ahora era un guerrero que libraría todas las batallas que se pusieran en su camino.

Y el príncipe del Sol estaba tocando la puerta. Como siempre, como cada día entre semana y como quería pasar cada día de su vida. Con esa sonrisa de complicidad al llegar y ese beso de bienvenida.

 

Nada más bueno en ese pequeño mundo podía pasar.

 

La familia de la niña desapareció por la esquina y no pudo apreciar el momento en el que el niño de la piel canela tocaba sonriente la puerta caoba de una vivienda a media calle, con los ojos chispeantes de ansiedad. Tampoco vio cuando de ahí, un niño con maraña de queso en lugar de cabello abrió la puerta, ni el momento mágico de una mirada cómplice. La puerta se cerró y no permitió ningún otro testigo, cuando la mirada cómplice y el saludo de amistad producto de la petición de más discreción de una madre rusa, se convirtió en una locura repentina. Un beso, una mordida en los labios y una risa infantil fueron, como todos los días, un tesoro que sólo un par de chicos podían disfrutar.

 

 

Un mundo que sólo era de dos niños, con un cielo tan azul como la imaginación podría crear.

 

 

Donde los niños son tan celestes como puedan querer.

Notas finales:

Dije que esta era la despedida y que sólo nos íbamos a reencontrar por el epílogo... Mentí xD

Subiré el capítulo de curiosidades a petición de Mrs. Hunter.

 

También les comento que nos dejaremos de ver cierto tiempo, mientras preparo la segunda entrega y termino de publicar en Wattpad. Y sobre eso, les aviso que no se desconecten del fic por completo porque reeditaré algunas cosas en todos los capítulos; sin alterar sustancialmente la historia claro, pero seguro que les va a gustar jaja.

 

Estaré subiendo cositas como one shots o algo que se me ocurra también así que pendientes :3

 

Que estén muy bien. Coman rico, saquen buenas calificaciones y pórtense como les dé la gana.

 

Se les ama!! <3


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