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¿Amante? por Pikacha-sama

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Notas del capitulo:

Shiki esto es todo tuyo, seguimos avanzando.

Gracias a mi amiga MRIYU por ayudarme con el fic mientras mi beta regresa.

[5]

 

 

 

Arreglar tu casa, debe lucir impecable; haz una última ronda antes de que tu marido llegue.

 

Cuando Naruto entró a al cuarto de su hijo frunció al instante el ceño ¡¿Ccómo era posible?! Su hijo era un adicto a la limpieza y al orden, al igual que Sasuke. ¡No había nada que limpiar! Había revisado hasta debajo de la cama y dentro del closet; el niño estaba tan obsesionado que tenía sus pares de calcetines acomodados por colores.

 

Era peor que su esposo.

 

Suspiró sentándose en la pequeña cama individual, Menma era mucho más estricto de lo que era él. Al vivir con Jiraiya no hubo quien le riñera por su desorden, el viejo casi nunca la pasaba en casa (antes de casarse), cuando Orochimaru llegó a su mundo supo atender más su cuarto para no tener problemas con el azabache.

 

Dio un impulso para acostarse. Sonrió risueñamente pensando en que podía hacer algún desastre en el cuarto para poderlo arreglar, pero no contaría ¿o sí? ¡Al diablo la limpieza de su cuarto! Debía haber alguna parte de la casa que tuviera un desastre que arreglar. Salió de la recamara y entró a la habitación de huésped, donde actualmente dormía Sasuke.

 

Sin querer el aroma a “teme” lo embargó con nostalgia, después de todo, esas semanas no habían hecho más que pelear por cosas que ya ni siquiera recordaba. Tal vez había llegado el momento de dar el brazo a torcer y permitirle volver a dormir juntos, se mentiría a su mismo si dijera que no lo extrañaba. Odiaba amar tanto a ese bastardo, celoso y soberbio.

 

Y como si fuera un adolescente de quince años se tiró sobre la cama, embriagándose de ese olor que tanto le gustaba. Era tonto, e infantil, pero Sasuke olía bastante bien. Tomó la almohada para apretujarla entre sus brazos cuando un extraño sonido llamó su atención. Cuando se movía sobre la cama, un ruido a papel salía a flote. Afiló la mirada buscando el provenir de ello.

 

Debajo del colchón encontró varias revistas adultas ¡Eeran de su marido! Con la poca paciencia que le quedaba fue revisando cada una, mientras un tic nervioso se presentaba sobre su ojo derecho. Con furia comenzó a romper las revistas sin importarle nada más ¡Sasuke iba escucharlo!, ¡joder! Sí una que otra ocasión habían mirado pornografía juntos para darle un poco de morbo a la situación ¡Ppero aquello era inverosímil!

 

¿Dónde estaba su maldito teléfono cuando quería despotricar todo lo que pudiera contra su marido? Gruñóo sin proponérselo, mientras pateaba lo primero que encontró ¡Eese maldito bastardo! Seguramente debía de estar dándose trabajos manuales mientras que él estaba todo sediento y necesitado de “amor”, pero lo iba a escuchar ¡Ccómo que se llamaba Naruto Uzumaki!

 

Azotó la puerta saliendo del lugar, ¡Ttenía que encontrar algo que limpiar, ya!, Sasuke iba a pagarle eso, definitivamente se la regresaría con intereses.

 

 

 

 

Sasuke estaba trabajando cuando sintió un pequeño escalofrío recorrerle. Definitivamente la falta de sexo lo estaba comenzando a afectar, por las Deidades, Naruto se había comportado muy arisco con él todo el mes. No sabía a que se debía esa actitud, sólo que no le gustaba en absoluto. Una parte de su esposo estaba a la defensiva y no entendía por qué.

 

Sentía que lo estaba dejando de lado, no le contaba sus problemas y le evadía… ¡sexualmente! No es como si su relación se basara en ello, pero estaba tan acostumbrado a hundirse en ese rubio, que su cabeza ya hacía estragos en su mente. Los celos le invadían la cabeza cada vez que pensaba en ese pay. Nadie, absolutamente que conociera al trigueño creería que lo había hecho el postre solo.

 

El cambio en su ropa había levantado muchas más sospechas de las que tenía, es decir, Naruto era sumamente atractivo, ni siquiera cuando estuvieron saliendo había cambiado su atuendo cómodo y de color naranja ¿Y de re pende para un partido de niños lo hacía? Olía a quemado y definitivamente no era él.

 

No quería pensar en ello, pero los malditos celos estaban ahí, a quema ropa. Invadiendo sus sentidos ¡No podría soportarlo ni un día más!, ¡iba a darle a Naruto!, ¡literalmente!

 

 

 

 

Menma se anduvo del viaje de la escuela a su casa en silencio, su padre no decía absolutamente nada, definitivamente el ceño fruncido y la mueca de su labio torcido indicaba con alarmas en rojo que estaba muy molesto. No entendía porque, pero era difícil de cuestionar. No le gustaba molestarlo con preguntas infantiles, ni hacerlo sentir incomodo, así que deseo que esta vez Sasuke no hubiera hecho nada.

 

La tarde la pasaron tranquila mirando una serie de Netflix con palomitas, su padre era muy afectivo con los sentimientos, siempre se había dado cuenta de ello. Afortunada o desafortunadamente en ese aspecto era igual al moreno, muy indiferente, a decir verdad, la serie no llamó mucho su atención, pero el rubio estaba tan emocionado que ni siquiera se dio cuenta cuando cayó dormido arriba de sus piernas.

 

Naruto le siguió a los minutos en el mundo de Morfeo.

 

Cuando el moreno llegó a casa encontró a ambos dormidos y una sonrisa de medio lado apareció en su rostro. Las vacaciones de su esposo estaban por concluir y era gratificante que lo haya pasado alrededor de su primogénito. Aunque las cosas no estuvieran del todo bien entre ambos, le amaba y eso no iba a cambiar.

 

Apagó la televisión y se fue a la cocina, prepararía la cena para los tres. Y después se prepararía para comer narutomaki, era tiempo de arreglar las cosas con su pareja. A pesar de que un monstruo de celos nacía entre sus entrañas, extrañaba la calidez que se brindaban entre ambos, sobre todo el dormir en la misma cama.

 

Sacó los ingredientes y comenzó a preparar todo para la sopa de miso, no paso mucho tiempo para que el olor a comida despertara a Menma. Le gustaba mucho el miso y más cuando lo preparaba el moreno. Se despegó con delicadeza del rubio y fue a la cocina a saludar al mayor.

 

—Buenas tardes, papá — susurró mientras se tallaba uno de sus ojos, terminó bostezando. Tenía mucho tiempo que no dormía con Naruto, a pesar de que las tardes la pasaban juntos, a veces el de ojos azules se quedaba dormido sobre la laptop o en el sillón, siendo su otro progenitor siempre quien velaba porque durmiera en un lugar decente.

 

—Hm… — contestó con un monosílabo, ese pequeño niño le hacía recordar muchísimo a su conyugue con esas actitudes tan despreocupadas —. La cena casi está, ve poniendo la mesa.

 

—Olvidaba lo amargado que a veces eres ´ttebane.

 

—Y yo lo fastidioso que eres, enano — replicó Sasuke para acercarse a acariciar su cabellera negra para el disgusto del otro. Caminó a la repisa para sacar otros ingredientes mientras el pequeño seguía sus instrucciones.

 

—Papá, el sábado será el evento del colegio ¿asistirás?

 

—Ya está, Itachi cubrirá mis horas.

 

—¡¿De verdad?! — preguntó con euforia, ¡su tío era el mejor!, siempre ayudaba a su padre cuando de trabajo se trataba —. ¡¿Podremos llevar nuestro traje especial?! — exclamó sin quitar la sonrisa de su rostro, los ojos le habían relucido totalmente ilusionado.

 

—Haz lo que quieras — musitó mirando como el pequeño daba un salto de júbilo. El año pasado habían usado un conjunto igual para las actividades escolares. Menma y él habían ganado por mucho a otros niños.

 

—¡Genial!, ¡este año aplastaremos a Shinki ´ttebane! —rugió pensando en la victoria inminente que tendrían. Ese niño se creía una genialidad andante con su arrogancia, ¡él y su papá serían imparables! — ¿Sabes dónde quedó el traje, papá?

 

—Está detrás de las cajas de arriba del closet — contestó restándole importancia, ni siquiera sabía quién era ese niño de nombre raro, ni le interesaba.

 

—¡Excelente! — volvió a clamar con felicidad, estaba por correr a su cuarto cuando la presencia de Naruto con la cara deprimida le sacó de su ensoñación. Parecía perdido en otro mundo, completamente fuera de escena —. ¿Papá? — cuestionó sin llamar la atención del otro.

 

¡¿Es que no podía ganarle a Sasuke?! ¡Se estaba esforzándose muchísimo! ¡Demasiado! Y parecía ni llegarle cerca. Menma jamás le había comentado nada sobre el evento de la escuela, era verdad que había olvidado el ultimo por el trabajo, pero no por eso deberían excluirlo de ello. En ocasiones trabajaba los sábados o dormía hasta tarde por ser los viernes un día saturado.

 

No sabía si rabiar, llorar, o exclamar algo. Miró a ambos azabaches enfocados en él y desvió la mirada, se sentía apenado e intimidado. ¡Iba a convertirse en el mejor padre del mundo!, ¡no le importaba nada!, tomó la mano del más pequeño y lo jaló hacia su habitación, ¡él tenía un traje mucho mejor que podrían usar!

 

Uchiha no estaba seguro de que fuera una buena idea seguirlos. Apagó la lumbre mientras se quitaba el mandil con forma de ramen para encontrarlos a ambos en el cuarto que debería de compartir con el rubio. No pudo más que sonreír y tener un tic nervioso cuando miro la cara estoica del pequeño varón.

 

¡Su papá debería estar jugando! ¡No iba a ponerse esa cosa verde como traje conjunto en un evento donde sus demás compañeros lo mirarían! ¡Esa cosa debería ser un pecado capital usarlo! Naruto sostenía entre sus manos un traje completamente de licra color verde olivo, sonreía con emoción esperando la aceptación de su hijo ¡Sasuke jamás podría superar su genialidad! 

Notas finales:

¡Holis! perdonen el retraso pero tuve pequeñas complicaciones con la edición del capítulo, pero ¿qué importa? ya está aquí para ustedes. El siguiente también está escrito, recuerden que son escritos cortos con un poco de comedia.


Dejen comentarios y votos.


Se los agradezco de todo corazón.


Saludos :)


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