Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La marca del lobo por Kuroyami Mirai

[Reviews - 152]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!! Aquí la actu. Creo que es un milagro que la pueda traer esta semana. No me creerán, pero cuando ya tenía el capítulo casi terminado, lo perdí. Lo tenía en una USB que se mojó porque me atrapó una lluvia repentina y torrencial y la tenía en mi bolsillo. En fin, tuve que formatearla y perdí el capítulo.

Estuve deprimida por unas cuantas horas, oyendo One Republic (Its too late to apologize, súper recomendadísima) y lamentando mi miserable existencia (es que detesto ver mi trabajo en la basura). Bueno, cuando terminé de lamentarme conmigo misma, puse algunas canciones de mi nueva pasión (Descendants, de Disney) y logré hacerlo otra vez antes de que terminara la semana.

Uff… que día.

Bueno, ya estoy desahogada. Por favor, disfruten la lectura. Nos vemos al final…

Durante dos días, Sasuke se quedó en la forma de lobo mientras cuidaba de Naruto. Pero con cada minuto, se sentía como si estuviera siendo brutalmente torturado. Su instinto natural era reclamarlo de una vez por todas.

¿Dónde estaban los lobos asesinos cuando más los necesitaban?

Si tan sólo Naruto fuese un lobo, hubiera estado dentro de él incluso en ese momento. Mostrándole cuan fuerte era, su destreza y autoridad. Porque la bestia en él exigía el cortejo. El humano en él…

Eso era lo que más le asustaba. Ninguna de las partes escuchaba su tranquilo raciocinio.

Adoraba la forma en que se sentaba en su taburete, en que se mojaba los dedos con la punta de la lengua para ojear sus revistas del DC. Todo lo ponía a mil. La necesidad de tocarlo se hacía tan feroz que hasta temía estar cerca de él. Y debía estar lejos. Lejos, maldición.

Pero le costaba tanto. Estaba tan cansado de estar solo. Tan cansado de no confiar en nadie. De no tener a nadie que riese con él. Tal vez Naruto era su futuro. Tal vez debería intentarlo después de todo.

Alzó la cabeza, observándolo mientras el chico organizaba unos catálogos sobre la encimera del recibidor, junto a la caja registradora. Había pasado casi toda la mañana limpiando y dando vueltas de aquí para allá. Después del almuerzo, Naruto por fin se sentó en el taburete de la entrada.

Los días pasados habían sido horribles mientras se acomodaba en su diminuto apartamento y hacía todo lo posible para olvidar a Neji y su crueldad. Excepto que el cerdo bastardo aún tenía que devolverle sus pertenencias.

-No me hagas ir a buscarlas, bastardo. Porque juro que llevaré a Hinata conmigo- susurraba malhumorado mientras ojeaba una revista.

Hinata era la venganza perfecta. Y si ella pensaba lanzarle su bate de beisbol a su encantador hermano… Bueno, no era como si Naruto pudiera detenerla. Vivían en un país libre, después de todo. Y si el bate terminaba por caerse sobre los testículos de Neji una vez o dos o tres… docenas, bueno, los accidentes realmente pasaban.

Sintiéndose mejor al pensar en esta idea, estiró su mano hacia la parte baja del taburete para mimar a su lobo detrás de las orejas. Increíblemente se sintió mejor al instante.

Durante los últimos dos días, Sasuke se había hecho su compañero inseparable. Se sentaba religiosamente detrás de la caja registradora a sus pies, contento sólo con estar a su lado. Si sólo pudiera encontrar un hombre así de fiel y leal.

La puerta de la tienda se abrió. Naruto alzó la vista para ver entrar a Neji. Su corazón se detuvo.

Neji era alto y apuesto en aquella falsa imagen de presentador de televisión. Llevaba un par de pantalones caquis y una camisa Ralph Lauren de color negro. El cabello largo, atado en una coleta baja. Y los ojos perlados, serios, observaban todo su alrededor con una expresión absolutamente snob.

Cruzó la tienda de un par de zancadas como si fuera el dueño. Como si no le importara que le hubiera roto el corazón tan solo un par de días atrás.

-Hola, Naruto- le dijo con su sonrisa perfecta de dientes brillantes y blanquísimos- ¿estás solo?

El lobo comenzó a gruñir.

-Hola, Neji- respondió, alargando la mano para tocar y calmar a su peludo compañero- a excepción de mi amigo, sí, estoy solo.

-¿Amigo?- el ojiperla echó una mirada por encima del mostrador para ver a Sasuke, que estaba sobre sus patas con las orejas echadas hacia atrás y los colmillos desnudos.

Dio un paso atrás- que monstruosa mascota la que tienes ahí. ¿Te lo dio tu padre?

Naruto miró a su lobo, que no dejaba de gruñir por lo bajo, y luego osciló su mirada hacia Neji.- ¿Qué quieres? Sé que no has venido porque deseas hablar de los viejos tiempos.

-Tengo, umm…, tengo tus cosas afuera y quiero saber que hacer con ellas.

Mirando hacia fuera de la tienda, Naruto pudo ver una furgoneta de mudanzas estacionada detrás del Alfa Romeo azul oscuro de Neji. Alzó una ceja- se suponía que las ibas a traer hace dos días.

El mayor hizo un sonido de disgusto, rodando sus perlados ojos- sí, bueno, he estado ocupado. Sabes, tengo una vida.

Naruto apretó los puños encima de la mesa, conteniendo a la ira que empezaba a burbujear dentro de su estómago.- Oh, que interesante. ¿Quieres que te diga algo divertido? Yo. También.

-Sí- rió suavemente- comer dulces y mirar la TV consume mucho esfuerzo.

-Eres un imbécil- resopló el blondo- ¿qué vi en ti alguna vez?

Sasuke se hizo internamente la misma pregunta. Oscilando su mirada de Naruto hasta Neji.

Este último extendió los brazos como si se presentara a sí mismo y sonrió.- ¿No es obvio? Lo mismo que cada ciudadano de Konoha ve en mí, bebé. Enfréntalo, ambos sabemos que nunca tendrás otro tipo que luzca tan bien como yo, y que además se fije en algo tan pequeño como tú.

-¡Sasuke!- gritó el rubio a su lobo, pero era demasiado tarde. Sasuke había saltado por encima de la mesa recibidor, sobre Neji y con las fauces abiertas, aferrándose al brazo del hombre.

Neji chilló de dolor.

Naruto también saltó sobre la mesa y se apresuró hacia el lobo, agarrándolo y tirando de él hacia atrás. Sasuke luchó contra su agarre, ladrando y gruñendo ferozmente cuando soltó el brazo de Neji. Naruto logró separarlo antes de que se lo arrancara. Sostuvo al lobo con todas sus fuerzas, sorprendiéndose de que sólo se mostrara agresivo con su ex y no se volteara hacia él en son de ataque.

Como pudo lo empujó hacia el cuarto trasero y lo encerró. Cuando volvió a la tienda, Neji sostenía su brazo herido, aún sangrando, contra su costado.

-Considérate demandado.

Naruto lo retó con la mirada- no te atrevas- advirtió mientras su temperamento se fortalecía en lo que se acercaba a donde él estaba de pie.- Esta es mi propiedad y tú estás en ella. Será suficiente con decirle a las autoridades que tú me estabas amenazando.

-De acuerdo. ¿Tú y cuantos más creerían esa historia?

-Cualquier presentador de las otras estaciones que te odian tanto como yo.

Neji se puso pálido.

Naruto se acercó dos pasos más, alzando la cabeza para mirarlo directamente a los ojos.- Recuerda a todos los que este pequeño e insignificante estúpido conoce en esta ciudad. Piensa, que soy la última persona a la que quieres joder.

El ojiperla alzó la barbilla con arrogancia, girando sobre sus talones para salir. Naruto lo siguió al exterior y lo escuchó gritarle a los hombres de la mudanza.- Sólo tiren su mierda en la acera. Amontónenla como un montón de basura. Y si trata de pagarles para que no lo hagan, yo duplicaré la oferta.

El rubio lo observó boquiabierto, sin podérselo creer.- Neji…

-¡Háganlo!

Para disgusto del menor, los hombres obedecieron de inmediato. Abrieron la parte trasera de la furgoneta y comenzaron a descargar sus cosas. Fue entonces que se volvió hacia su ex, que lo observaba todo mientras se acunaba el brazo herido contra el pecho. Cuando sus ojos se encontraron, Neji separó los labios para decirle algo seguramente insultante, pero el ruido de un motor lo interrumpió.

Ambos voltearon la cabeza, encontrando una hermosa Harley Night Road que venía rugiendo hacia ellos. Naruto frunció el ceño al ver que el conductor, autoritario y arrogante, aparcaba delante del Alpha Romeo, frente a su tienda. En el instante que el motorista se quitó el casco, su corazón comenzó a palpitar con fuerza dentro de su pecho.

Era Sasuke, y no el peludo.

Vestido en una chaqueta negra de cuero y unos vaqueros descoloridos, con unas botas negras de motero, se veía tan bueno como podía estarlo un hombre en carne y hueso. Sinceramente, su ruda belleza dejaba al aspecto de niño bonito de Neji en ridículo. Sasuke era salvaje. Duro… Arrollador.

Y Neji era alto, no se podía negar. Pero Sasuke… No sólo le sacaba unos cuantos centímetros por encima de la cabeza, sino que su porte era enorme. Imponente. Intimidante.

Neji los miró fijamente mientras Naruto acortaba la distancia entre ellos. Sasuke bajó el pie de sostén del vehículo, pasó una larga y masculina pierna sobre la moto y se incorporó en la acera, subiendo unos lentes de sol sobre la cabeza.

En un movimiento fluido, Sasuke lo atrajo contra su cuerpo firme y duro y lo besó de una forma tan pasional y ardiente como dulce.- Hola, cachorro- suspiró el hombre lobo contra sus labios.

Naruto le sonrió- hola, Sasuke.

-¿Qué demonios es esto?- preguntaba Neji con el rostro contraído.

Sasuke le lanzó un vistazo aburrido que decía que su presencia no le importaba en lo absoluto.- Soy su pareja, capullo. ¿Quién demonios eres tú?

Naruto no apartó los ojos de Sasuke. Verlo protector y enfadado, como lo estaría su lobo minutos antes, lo hizo llenarse de goce. Se mordió el labio, pensando en que quería besarlo otra vez.

-Soy su novio.

-Ah- dijo Sasuke, sonando desinteresado de su respuesta- eres el sucio hijo de puta.- Se volvió hacia Naruto, pasándole las manos por los hombros- pensé que te habías desecho de este perdedor.

El blondo sonrió, lanzándole una mirada maligna al ojiperla- lo hice, pero volvió.

Sasuke entonces se fijó en los trabajadores que rápidamente amontonaban los muebles y cajas sobre la acera.- ¿Qué están haciendo?

Naruto soltó un derrotado suspiro ante la crueldad de su ex.- Neji les paga por dejar mis cosas en la calle. Por todo lo que intente pagarles para que lo lleven a mi departamento, él les paga el doble.

Sasuke parecía menos contento por esto- ¿en serio?- preguntó interesado, volteándose hacia los hombres- ¡Hey, cabrones!

Ellos hicieron una pausa para mirarlo.

-Les daré diez mil por llevar las pertenencias del joven adentro y ponerlas en cualquier parte que él desee.

El más viejo de ellos se rió- sí, claro. ¿Los llevas encima?

El moreno sacó su celular y se lo dio al hombre.- ¿Ves la foto de un tío albino en la pantalla? Toca en ella y te comunicarás directamente con Suigetsu. Él es el presidente del banco. Dale tu número de cuenta bancaria e inmediatamente girará los diez mil a tu nombre o al Polo Norte si lo prefieres.

El hombre lo miró escéptico, pero hizo lo que le pidió. En cuanto la llamada conectó, sus ojos se desorbitaron. Miró al resto de los peones y luego fue a la furgoneta a por su talonario de cheques.

Naruto lo observaba todo muy interesado. Sasuke le guiñó un ojo y le sonrió. Unos minutos más tarde, el sujeto regresaba y le devolvía el teléfono a su dueño.

-Él quiere hablar con usted para asegurarse que es el señor Uchiha.

Sasuke tomó el celular- Soy yo, Suigetsu. Sí, lo sé.- Mientras escuchaba, le echó un vistazo a Neji, que permanecía de pie frente a su auto en una pose arrogante.- ¿Sabes qué? Gírales quince mil. Parecen ser unos hombres decentes. No me estoy volviendo loco, pero hoy me levanté bastante generoso. Sí, está bien. Te hablaré después, bastardo.- Colgó y miró a los sujetos.

El responsable le dirigió una cabeceada de admiración.- Okey, muchachos. Oyeron al señor Uchiha. Tengan cuidado con las pertenencias del joven y pónganlas en cualquier parte que él quiera.

Sasuke le lanzó lo que se podría nombrar como una enorme sonrisa de desprecio a Neji.- ¿Tienes ganas de duplicarlo ahora?

El castaño caminó hacia él, pero la mirada salvaje en el rostro de Sasuke lo hizo dar un paso en falso y luego otro hacia atrás. Hizo un gesto de disgusto antes de hablar.- No te preocupes. Te regalo al zorro estúpido. Yo también me siento generoso el día de hoy.

Antes de que Naruto pudiera decir algo, Sasuke ya tenía a Neji tirado a través del capó de su coche, con su mano alrededor de la garganta. Y tenías tantas ganas de exprimirle la tráquea. Se podía ver la sed de sangre en sus ojos escarlatas, sus dientes afilados brillando mientras dejaba al ojiperla sin oxígeno.

Los humano eran tan débiles. Como los odiaba. Eran escoria. Miserable basura. Egoísmo en el sentido más literal. Deseaba tanto extirparlos. Exprimirlos como estaba a punto de hacer con este sujeto. Arrancarle la garganta de un mordisco sería tan sencillo…

-¡Sasuke! ¡Detente, por favor! Alguien llamará a la policía.

Sasuke entonces despertó de su trance. Parpadeando una vez, sintió como el lobo se dormía mientras el raciocinio humano salía a la superficie. Sacudió la cabeza, confundido. Nunca antes había salido de su lado animal con tanta facilidad. Normalmente le tomaría horas calmar a la bestia de su interior.

Aflojó el agarre alrededor del cuello de Neji, dejándolo libre. No sin antes darle un ultimátum:- Si alguna vez vuelves a insultarlo, o siquiera respirar en su dirección, juro que te arrancaré las piernas y se las daré a los caimanes del pantano como aperitivo. ¿Estamos?

Neji lo apartó rápidamente.- Estás loco. Pediré una orden de alejamiento contra ti.

Sasuke rió de manera insultante- por favor, inténtalo. Todo lo que tengo que hacer es llamar a mi abogado. Te golpeará contra tantas demandas por tantos años, que tus nietos serán los que acudan a los tribunales.

Escabulléndose del capó, Neji estrechó sus ojos, pero sabía claramente que había perdido la pelea. Con la barbilla en alto, se alisó los pliegues de la ropa, abrió la puerta de su coche y se metió dentro, saliendo del lugar tan rápido como pudo.

-Hey, chico- preguntó uno de los trabajadores- cuando esté listo para mostrarnos donde poner sus pertenencias, por favor avísenos.

Naruto abrió la puerta de la tienda para mostrarles el camino a su estudio en la parte trasera. Aún estaba un poco aturdido por el comportamiento tan sobreprotector de Sasuke. Mas no asustado. Cuando volvió, lo encontró recostado contra la pared de su edificio, mirando la tranquilidad de las calles aledañas con los brazos cruzados en el pecho y una expresión serena. Como si nada fuera de lo normal hubiera pasado.

-Gracias- dijo suavemente.- Creo que es increíble que hayas llegado en el momento justo.

Sasuke lo miró con una seductora sonrisa ladeada, entrecerrando los ojos.- Yo también.

-Yo, hum, tendré que pagarte por lo de la mudanza.

-No te preocupes por eso, es un regalo.

-Sasuke…

-Insisto. Ya te había dicho que el dinero no tiene ningún valor para mí.

¿Cuánto dinero tenía que tener para ser capaz de decir eso sobre quince mil ryo? ¿Y por qué un tío tan poderoso se empeñaba en pasar tiempo con él? Fueron las preguntas que Naruto se hizo internamente y que no pudo responder.

-Bien, para mí si lo tiene. Y no quiero sentirme en deuda.

-No tienes que sentirte en deuda conmigo, cachorro. Nunca.

Naruto hizo un mohín- No, tengo que devolvértelo.

Sasuke lo observó en silencio. Por todo un minuto contempló sus ojos, la mueca de inconformidad en sus labios carnosos y suaves. Sus ojos brillaron mientras recordaba su sabor.- De acuerdo. Cena conmigo y la deuda está saldada.

El blondo lo miró incrédulo.- Ese no es modo de pagarte.

-Confía en mí. Lo es.

Él abrió la boca para responder, pero repentinamente recordó a su otro Sasuke.- ¡Ah! Mierda, tengo que sacar a mi lobo. ¡Debe estar fuera de sí!

Sasuke se puso pálido al escucharlo, pero el rubio no lo notó puesto que estaba regresando a su tienda casi corriendo. No podía permitir que lo descubrieran, así que se aseguró que nadie lo estaba mirando cuando la neblina púrpura destelló a su alrededor y regresó al apartamento de atrás en su forma de lobo. Apenas se había materializado cuando Naruto abrió la puerta de golpe.

-Ahí estás- suspiró aliviado, arrodillándose junto al animal para abrazarlo- lo siento tanto, amigo. Tuve que ponerte aquí. ¿Estás bien?- El lobo lo hocicó con cuidado. Sonriendo, Naruto ajustó el abrazo fuerte y luego se levantó.- Vamos, hay alguien que quiero que conozcas.

Sasuke levantó la cabeza y rechinó los dientes. ¿Cómo demonios podría encontrarse consigo mismo? Él era poderoso, pero esto se salía por completo de sus habilidades. Entonces se le ocurrió una única salida. Salió corriendo fuera de la tienda hasta que estuvo seguro de que estaba fuera de la vista del blondo.

Naruto salió corriendo detrás de él.- ¡Sasuke!- lo llamó, precipitándose por la puerta.

-Estoy aquí.

Dando un brinco, Naruto giró despacio para ver al Sasuke humano detrás suyo.- No, mi lobo…

-¿Se llama Sasuke?

Los colores subieron a su rostro. Separó los labios para explicar algo que de seguro lo humillaría por el resto de su vida.- Es una larga historia- dijo simplemente.

El moreno en cambio, le sonrió.- Yo no me preocuparía por él. Volverá tarde o temprano.

-Eso espero. Me he acostumbrado a él y, creo, que me sentiría solo si no vuelve.

El corazón de Sasuke se hundió. Esto era lo último que quería escuchar de Naruto. Pero siendo sincero, él también se había encontrado a gusto mientras estuvo a su lado. Algo que era una verdadera locura.

Dejó caer su mano en la cabeza rubia, acariciándola con cariño, enredando sus dedos en el enmarañado cabello cuando lo que en verdad quería era atraerlo a sus brazos y besar esos labios pecaminosos, acostumbrados a hacer pucheros. Ambas partes, humano y bestia, deseaban quitarle la ropa y devorarlo de a poquitos. Sentir su suave piel deslizándose contra la suya. Probar su carne con la lengua. Saborear en su paladar el agridulce sabor de su sangre.

Naruto tragó ante la expresión en el rostro de Sasuke. Lo miraba como si fuera un lustroso pedazo de alguna fruta prohibida que estaba a punto de devorar. Nadie jamás le había mirado de ese modo tan hambriento, tan necesitado. Estaba paralizado por eso.

-Hey, chico.

Brincó ante la llamada del trabajador.- ¿qué pasa?

-¿Dónde quiere que pongamos la cama?

Alzó la vista hacia el hombre más sexy que jamás haya visto.- Volveré, ¿de acuerdo?

Sasuke asintió. Naruto se fue de su lado, sintiendo una pesada y ardiente mirada sobre su piel todo el camino hasta que desapareció dentro de la tienda. Y Sasuke sólo podía luchar por respirar. Aquel humano, pequeño y frágil, tenía el mejor culo que había visto. Y él amaba y odiaba los vaqueros ajustados que delineaban aquellas piernas. Aquellos globos enmarcados como una obra de arte, con el tamaño exacto para caber en sus grandes y poderosas manos.

Tan seductor…

Y no lo sabía con seguridad, pero se sentía humano con él. ¿Esto era algo normal entre los de su especie cuando se emparejaban, o Naruto era algo especial? No tenía una respuesta, pero rezaba porque fuera la primera opción.

 

<><><><><><><><> 

 

Nunca, en toda su existencia, Naruto se había sentido tan torpe. ¿Qué le podía decir al hombre que lo salvó de tal humillación? Gracias sonaba tan vago. Y él era realmente un héroe. Uno muy sexy. Pensaba mientras salía de su departamento y se dirigía de regreso a la tienda.

Se sorprendió al verlo frente a una estantería que, debía admitir, era una de sus favoritas. En la vidriera se exhibían varios conjuntos que habían entrado temprano esa mañana. Todos de cuero y ajustados, los conjuntos consistían en vestidos, chores y pantalones con diseños sensuales y descarados.

Sasuke se detuvo en un elegante juego de camisa de seda y pantalón de cuero negro que antes había llamado la atención del blondo. Las mangas de la camisa llegaban hasta el codo, los botones superiores abiertos y pulseras de cuero a juego en cada muñeca. Los pantalones ceñidos, con cadenas colgando de los bolsillos delanteros y un cinturón delgado con hebillas metálicas. El maniquí lo exponía con orgullo en la figura perfecta que debería llevarlo. Alguien como Haku, pensaba Naruto.

El conjunto realmente combinaba a la perfección con el collar que le había comprado Sasuke. Incluso había pensado en exponerlos juntos, como había hecho con las pulseras.

-¿Quieres probarte alguno?- preguntó juguetonamente, dirigiéndose a Sasuke.

Él se rió, tratando de no imaginarse a sí mismo, con su cuerpo grande y fuerte, metido en un conjunto tan… lindo.

-No lo sé, creo que me vería gordo en esos pantalones tan ajustados.

Naruto se rió ante su ocurrencia. Por otro lado, Sasuke lo tomó por los hombros y lo hizo pararse frente a la vidriera en la que estaba metida el maniquí, de manera que viera su reflejo ilustrado junto con el sensual vestuario.

-Tú en cambio… te verías hermoso.

-Oh, no- se apresuró a decir, agitando las manos en negación.- Esto es demasiado ceñido para mí. Además, no me gusta mostrar mis brazos o mi pecho. Tengo que llevar mangas largas y el cuello cubierto.

Sasuke se vio confundido por sus palabras- ¿por qué?

El blondo se encogió de hombros- no lo sé. Me hace sentir realmente tímido.

El moreno miró el vestuario, luego lo miró a él, como si lo imaginara con la ropa.- Sí, probablemente tengas razón. Demasiados tipos te comerían con los ojos, entonces yo tendría que matarlos y tirarlos en el pantano.

Lo había dicho completamente en serio.

Asombrado por esto, Naruto arqueó sus cejas y boqueó como un pez, dando un paso hacia la vidriera para apreciar al maniquí una vez más.

Estaba tan cerca del lobo.

Sasuke lo observaba fijamente mientras su olor lo rodeaba. Pensando en él en aquellos pantalones de cuero… Estaba tan excitado que todo lo que podía hacer era mantenerse ahí y no saltar sobre el pequeño y vulnerable humano. Miraba la carne desnuda de su cuello, queriendo presionar sus labios allí y acariciar la piel con sus colmillos.

En su hábitat natural, se habría abalanzado sin piedad. Pero los humanos tenían reglas y protocolos que él no estaba muy seguro de cómo proceder.

Naruto se giró hacia él.

Sasuke lo miró, temeroso de que pudiera sentir cuan terriblemente lo deseaba. Cuan inseguro se sentía. Inseguro sobre su poder de autocontrol.- ¿Entonces, qué hacemos con la cena?- preguntó, intentando estar a medio camino entre el tipo inseguro y el poderoso.- ¿quieres que te de un par de horas para que los trabajadores arreglen todo y luego vuelva?

El rubio se mordió el labio.- No sé.

Y él alzó una ceja.- ¿Por favor?

El chico asintió, luego se ruborizó graciosamente. Y por alguna razón que no podía explicar, tenía ganas de aullar de triunfo. Entonces se le ocurrió algo interesante. Alargando su mano, abrió la vitrina y bajó el maniquí de su pedestal.

-¿Podrías usar esto?

Naruto lo miró dudando, pero la expresión en el rostro de Sasuke hizo que por fin asintiera. Al fin y al cabo, él había sido tan amable… No podía negarle nada.- Sólo si prometes que no te reirás de mí.

Su mirada roja y ardiente lo chamuscó- yo nunca me reiría de ti.

El blondo tragó ante el feroz temblor que lo atravesó.- Bien. ¿A qué hora estarás de vuelta?

Comprobó la hora en su reloj- a las seis.

-Es una cita.- Dijo, debatiéndose internamente en si debía arriesgarse por un tipo que no conocía de nada. Una cosa era un encuentro, pero otra diferente era llevar las cosas a otro nivel. Ya había sufrido tanto por Neji.

¿Sufriría por Sasuke también?

Valía la pena el riesgo. Así que, decidido, se preparó mentalmente para aquella cita. Uzumaki Naruto nunca había sido un cobarde. De vez en cuando había sido estúpido, como cuando dejó que Neji lo usara a su antojo. Pero nunca cobarde. Él enfrentaba a la vida y no iba a tener miedo de nada ni nadie. Mucho menos de Sasuke.

-A las seis en punto- aseguró.

-Te veré a esa hora- dijo Sasuke, inclinándose para darle un beso sumamente casto en la mejilla.

Aun así, Naruto se sintió inmensamente excitado, casi tanto como con una caricia verdadera. No apartó la vista de la seductora figura de Sasuke, alto y poderoso, mientras salía de la tienda. Afuera, el lobo hizo una pausa para mirarlo y sonreírle antes de ponerse sus lentes de sol.

Silbando ante la espléndida visión de él, Naruto miró como encendía su motocicleta para sacarla de la acera hacia la calle.

-Por favor, Sasuke. No rompas mi corazón tú también.

 

 

Continuará…

Notas finales:

Wonderfull!! Completed Chapter!

Espero que les haya gustado. En este capi vimos la primera aparición de Neji. Y por fin vimos al Sasuke humano entrar en acción. Pero, también vimos que se puede transformar en bestia con mucha facilidad. O al menos sacar un lado suyo muy salvaje. Y de la misma manera, Naruto fue capaz de volverlo humano (y estoy hablando de su raciocinio, porque él no llegó a transformarse en lobo), con unas pocas palabras. Si tienen dudas, no titubeen y pregunten en los rews, que yo siempre responderé.

Ahora, díganme vuestras opiniones.

Nos vemos en el próximo capítulo!!

See you!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).