Una pareja platicaba animadamente mientras se tomaban de las manos, bueno, en realidad era uno de ellos quien sostenía fuertemente al otro, pero era para que a todos les quedará claro que su chico ya tenía dueño y era él.
-Quita esa cara Sungmin, estás espantado a medio mundo
Las palabras pronunciadas venían acompañadas de una sonrisa burlona, unos chicos con el mismo atuendo ingresaron abrazados.
-Me alegro –contestó sin inmutarse.
-Minnie...
-Suelta a Wookie que no va a irse ¿o sí? –el chico mostraba sus encías, divertido con la situación de su amigo karateca.
-¡Claro que no! –exclamó el nombrado con energía, aquella idea era absurda.
-¿Ves? Deja de ser tan paranoico
-Mira quien lo dice, la persona que lanza miradas asesinas a cualquiera que voltea a mirar al pez
-Eso es diferente
-¿Por qué lo tuyo es diferente?
-Porque… Hae se va con cualquiera que le ofrezca dulces
-Yo puede decir lo mismo, con Ryeo solo se necesita nombrar la palabra “cocina” para que esté detrás de ti
Los mencionados no hicieron más que ruborizarse, sus novios sí que los conocían.
-A todo esto… –dijo el más bajo llamado la atención de sus amigos. -¿Por qué están aquí?
-¿Por qué estamos aquí monito?
Ryeowook soltó una pequeña risa ante la pregunta de su primo, Donghae a veces lo preocupaba, esperaba que no se perdiera en el instituto como lo hizo en el centro comercial la semana pasada, por suerte una señora lo vio todo despistado y lo llevo con el gerente, quien amablemente voceo su nombre. Sip, ese día casi muere a manos de Kyuhyun.
-Que no es obvio enano
-No me llames enano –bufó. -Ni que tú estuvieras tan al… bueno, si estas alto, pero eso no te da derecho a discriminarme
-Ya, ya, calma, ¿les toco este grupo?
-Sí, por fortuna Hae y yo compartiremos bancos
-¿Nos sentaremos juntos?
-¡Claro que sí! Y de una vez te digo, nada de saltarse clases ni de faltar, tenemos que completar el años sin ninguna inasistencia
-¡Pero Eunhyuk!
-¡Nada de peros!
Más que acostumbrados a aquellas peleas, Sungmin y Ryeowook pasaron a sentarse y esperar a que el maestro hiciera acto de presencia, al parecer ya habían llegado todos los alumnos.
Wook observó a su novio leyendo el libro de aquella asignatura, exhaló, realmente amaba a su conejo, él día que este se le confesó casi lloraba de emoción, contaba con 15 años cuando descubrió lo que sentía realmente por su mejor amigo, sin embargo nunca se lo declaró, tenía miedo de que sus sentimientos no fueran correspondidos, dos años después Heechul, su hermano mayor, fue el primero en descubrirlo y casi le da un infarto cuando intentó gritárselos a todos sus amigos en su fiesta de cumpleaños, gracias a Siwon, su otro hermano, el asunto no pasó a mayores, sin embargo la curiosidad de Sungmin brotó luego de presenciar esa escena.
Flash back
-¿Estás seguro de que todo está bien?
Diez veces.
Diez benditas veces había repetido esa interrogante.
-Si Minnie, TODO está bien
Y otras diez veces que respondía con lo mismo.
-Pero estás pálido
¿Y como no iba a estarlo?, si casi revelaban sus más profundos sentimientos, el maldito de Hee iba a pagarlo muy caro.
-Estoy bien, sólo tuve un pequeño altercado con la diva, ya sabes cómo se pone
-Pero Wookie…
-Ya no te preocupes, mejor ven –lo sujete con sutileza. –Volvamos a la fiesta
-Espera -apretó el agarre y note como evitaba mi mirada. –Tenemos que hablar
Tenemos que hablar…
Esas tres palabras me hicieron transpirar, intenté tranquilizarme diciéndome que todo estaba en perfecto orden. Pero ¡oh vamos! todos en este mundo saben que esa simple oración trae consigo malas noticias. A mi mente llegaron pequeños recuerdos que tenían que ver con aquella expresión, recuerdos donde era castigado por mamá por agotar todas las bananas o las ocasiones donde Heechul me dejaba afuera de la casa por tomar sus juguetes. Sude frío.
-¿De… de que quieres hablar?
-Quisiera que fuera en privado, para evitar cualquier…sólo acompáñame, por favor
Acepté, sea lo que sea que fuera a decirme iba a afrontarlo con valor. Llegamos a la parte trasera de la casa, me situé en una de las bancas que rodeaban la gran fuente de agua. Sungmin se acercó a ella, dejando que varias gotas mojaran su atuendo, venía vestido de una manera que lo hacían lucir radiante, el pantalón y la camisa apretaban en los lugares justos, remarcando sus grandes dotes, el practicar karate le hizo muy bien
-Ryeowook… -Inicio, en definitiva algo andaba mal, él nunca me llamaba así a menos que estuviera molesto. –No sé cómo tomes esto que te diré, pero quiero creer que tu reacción será positiva y no dejaremos de hablarnos.
-Me estás asustando…
-Tu tranquilo y yo nervioso…Ryeo, tú… ¡Ahh! ¡Esto es difícil!, pero bueno, mejor tarde que nunca
-Sungm…
-¡No hables! –me interrumpió. –Lo siento, solo déjame terminar ¿sí? –asentí. –Bien, primero que nada ha sido tu comportamiento lo que me llevó a concluir esto -las manos me sudaban, al parecer ya sospechaba. -Todo indica que tú tienes sentimientos que van más allá de una simple y hermosa amistad y…quiero saber si mis suposiciones son ciertas
No me hagas esto, por favor.
-Así que dime, ¿estás enamorado de mí?
-Yo…
-Quiero que seas sincero conmigo, por la relación que tenemos, se honesto por favor, ¿me amas?
La seriedad en sus ojos hicieron que tragará grueso, inhale profundo y deje salir el aire de manera lenta, era ahora o nunca.
-Sí Sungmin –hablé con seguridad, si aquello iba a terminar al menos recordaré que tuve el valor de confesarme. –Te a…
Mi boca quedo aprisionada por unos suaves labios, Sungmin me besaba como si fuera su trabajo…
¡SUNGMIN ME ESTA BESANDO!
En cuanto procesé lo que ocurría cerré mis ojos y le correspondí gustoso, aquello de seguro era un sueño, un gran y placentero sueño, su sabor era exquisito, tan dulce y embriagador. Nos separamos una vez saciados nuestros deseos, podía sentir el calor por todo mi rostro.
-Te ves precioso sonrojado – su comentario aumentó el color en mis mejillas, una risa escapó de su boca y juro que su risa es la más hermosa de todas. –Yo también te amo Wookie, así que sé mi novio -demandó con voz autoritaria, se parecía a Kangin.
-Seré tu novio
Fin del flash back
Pronto sería su cumpleaños y con ello su aniversario, aún no decidía que le regalaría y eso lo atormentaba, deseaba demostrarle a su conejo lo mucho que le satisfacía compartir con él su vida.
Hubiera seguido recapitulando la historia que llevábamos, sin embargo un chico llamo mi atención y no fue en sí él, sino su atuendo, se supone que nuestra vestimenta consta simplemente de un pantalón gris a juego de una camisa con botones blancos y zapatos del mismo color, pero ese muchacho.
¡Oh no!
Traía un tipo de pañuelo que sobresalía en su pecho y mangas, un gran sombrero que lejos de lucir ridículo, le daba un aspecto aristocrático y para acabar de rematar, su pelo teñido de anaranjado. Ese hombre era la perfección en persona.
-Hola mucho gusto mi nombre es Zhoumi Lau y estaré este año acompañándolos, espero que nos llevemos bien –finalizó con una sonrisa matadora, escuche varios suspiros tanto de chicas y de chicos.
Mire a mis amigos y percibí un brillo en cada uno de ellos, los ojos de Donghae y Hyukjae reflejaban impresión, mientras que los de mi pareja mostraban inquietud.
-¿Todo bien amor? –se sobresaltó al oírme, al verme su mirada paso de inquieta a posesiva.
-No te acerques a él
-¿Qué?
-Lo que oíste Ryeowook, no te dejes atrapar por su aura de elegancia
-Creo que estás exagerando
-¡Claro que no! Sólo necesitas verlo para saber que traerá problemas
Lo detallé, por todos los cielos, el pobre lo único que hacía era charlar con los demás, tal vez si transmitía un aura de elegancia y todo eso, pero al mismo tiempo lucía amigable y amable.
-No creo que nos acarree problemas -luego, su mirada se posó en nosotros y volvió a sonreír, yo le regrese el gesto y Hae lo invitó a sentarse junto a nosotros. - Al menos no a nosotros