El viento soplaba, columpiando las cortinas. Minho veía como Launcelot se enredaba en ellas, a pesar de que sería más que probable que termine rasgándolas. Ya se había rendido en eso, así que sólo se dedicaba a verlo en lo que Taemin terminaba de arreglarse.
No pasaron muchos minutos para que Taemin saliera, acurrucándose encima de él inmediatamente.
-No quiero salir, Minho.- Se quejó, tallando su rostro en el cuello del ángel.
-Me sorprende mucho que hayas decidido salir a comer, siendo que hoy es mi día libre.- De un tiempo a la fecha, Taemin siempre le hacía quedarse en casa cuando tenía el tiempo. Así que está situación era realmente fuera de lo común.
-Quisiera quedarme en casa, y comerte.- Le mordió el hombro, alegre al escucharle ahogar un grito. -Pero tengo cosas que hacer antes de regresar a la universidad, así que haré mis diligencias y te mantendré a mi lado.
-Tae, cariño, pediste una licencia de un mes para tu congreso, pero sólo fuiste dos semanas. Estuviste aquí dos semanas, ¿no te molesta ni un poco hacer todo al último?- Le arrastró hasta acomodarle sobre su regazo. -Además de que obviamente le mentiste a la universidad y estás tomando unas vacaciones.
-Nop, nada de remordimiento.- Se retorció hasta liberarse del agarre del ángel. -Vamos, solo ocupo unos libros, e ir a la casa de mi suplente. Tiene unos papeles que debo de revisar en clase. Después de eso podemos comer.
-Esta bien, vamos.- Minho no tardó en ponerse de pie, tomándole la mano y dirigiendose a las encomiendas del día.
Cuando Taemin tenía un plan tan bien trazado era fácil seguirle el ritmo, así que Minho casi no notó las tres librerías que visitaron, y que ya estaban llegando a la residencia del colega de Taemin. Le tomó un segundo notar que eran pocos los colegas de Taemin que conocía, el demonio no era muy dado a hablar de ellos en su día a día.
-Me tomará un segundo.- Taemin le despertó de sus pensamientos al detener el auto y marcar la pauta. -Henry suele ser ordenado, probablemente ya me está esperando con reportes en mano.
-Te acompaño. Me intriga conocer a tus colegas.- Le aseguró, bajándose del auto en automático.
Sabía que Taemin no le diría que no, así que seguirle tampoco fue una impertinencia. La vivienda era un departamento con acceso externo, en una zona de cierta posición económica. Minho estaba ciertamente muy intrigado, esperando quizás encontrarás con alguien más parecido a Kibum, que a alguien con los pies en la tierra.
No supo que sintió exactamente cuando la puerta se abrió tras el sonido del timbre. Taemin estaba alegre, saludando a su compañero de trabajo, pero… Minho miró el interior de la casa en cuanto Taemin le hizo entrar. Ambos se quedaron en el recibidor, mientras el compañero de Taemin buscaba los papeles en su oficina. No se detuvo, tomó la mano del demonio con fuerza, terminando de escanear el lugar.
-Min, ¿estás bien?- Por supuesto que Taemin notó la tensión, regalándole una mirada algo consternada.
-¿No lo notas?
-¿Qué cosa Minho?
Fueron interrumpidos por el regreso de Henry, carpeta en mano. El hombre no dudó en pasársela a Taemin, sonriendo del mismo modo en que lo había recibido.
-Aquí está Taem, fue interesante leerlo pero creo que tienes una fuerte opinión distinta a la mía.
-Siempre ha sido así.- Taemin rio, sintiendo rápidamente como Minho le apretaba un poco la mano. ¿Cuál estaba siendo su problema? -Henry, te presento a mi novio. Minho. Quizo acompañarme y ver qué de hecho si tengo más colegas que solo Kibum.
-Oh, un gusto.- Henry le saludo, rápidamente y poco formal. -Pero es cierto, de la generación solo tienes a Kibum actualmente, los demás nunca ejercieron. Y a mí me conoces porque estaba como asistente de tu titular en el último año que cursaste. No es como que seamos muchos.- Molestó a Taemin de manera inocente.
Taemin estuvo a punto de responder algo mordaz, pero se detuvo al escuchar un bajo gruñido venir de Minho. Le miró por un momento, cuestionándose toda su existencia. ¿Por qué carajos Minho estaba gruñendo? Que estupidez. Le regresó el apretón de mano, poniéndolo a raya en la situación.
-Está bien, yo tengo a mis contactos y es suficiente con eso. De nuevo, gracias por suplirme mientras estuve fuera en el congreso. Deberías volver a dar clases, sería divertido tenerte de regreso en la aulas de la universidad.- Fue amable, ignorando por completo a Minho y su actitud extraña del día.
-Lo he pensado, pero por el momento me gusta más estar como investigador independiente. Tal vez después.
La conversación no dio para mucho más, y menos cuando Minho estaba más que renuente a participar en la conversación. Taemin decision despedirse rápidamente, agradeciéndole a Henry una última vez por la ayuda de suplirle en clases mientras estuvo fuera. No mencionó más hasta que se subieron al automóvil y logró avanzar un par de cuadras.
-¿Qué rayos fue eso, Choi?- Exigió una respuesta. -Te comportaste como un idiota.
-Lo siento.- Minho masculló, cruzándose de brazos. -No pude evitarlo.
-¿Qué te molestó? Henry no hizo nada para merecer tal descortesía. Y toma en cuenta que te lo estoy diciendo yo, un demonio de tercera generación…
-Es precisamente eso Taemin.- Soltó, desesperado. -¿No lo percibes en él? Taemin, tu colega es un ángel.
-¿Qué? No, Henry definitivamente es un chico dulce y amable, pero llamarlo ángel es algo excesivo.- Taemin trató de corregir, cortando sus ideas al ver la seriedad en Minho. -¿Cómo es que no puedo notarlo? Además, él tampoco me ha dicho demonio nunca. No creo que sepa que lo soy.
-Quizás no es un ángel completo, ni medio ángel apostaría. Uno de sus abuelos debe de serlo, hasta dos generaciones arriba de eso, pero no creo que sea mucho más arriba en su héritage. Todavía se siente fuerte su esencia.- Minho supuso. -Tal vez no sepa que lo es, así que no entra en conflicto al estar cerca de ti…
-¿Y estás haciendo toda una escena por eso?- Señaló. -Minho, estás exagerando…
-No. No es sólo eso…- Suspiró, tallándose la cara con ambas manos. -Cuando nos conocimos, fue impactante para mí que no me quisieras atacar de inmediata, que yo haya sentido curiosidad por ti en vez de querer desaparecerte. Me gusta pensar que fueron nuestras singularidades embonando entre sí. Ahora descubro que no fui el primer ángel que conociste, y eso probablemente fue lo que te llevó a no atacarme. Acostumbrado a una presencia de luz.
Taemin le miro con la expresión en blanco, tratando de poner las ideas de Minho en orden y con algo de sentido.
-¿Eso es todo? Crees que que porque ya había hablado con Henry antes, me acerqué a ti sin intenciones de matarte.- Señaló. -Estás siendo un estúpido en este momento, Minho. No puedo creerlo.- Detuvo el auto, agregando seriedad a la discusión. -En realidad, estás siendo un imbecil. Asumes que me acerqué ti por qué estoy predispuesto a un trato amable por parte de un ángel. Excelente Choi, es la misma situación contigo entonces. Conociste el infierno antes de conocerme, maldita sea conociste a mi abuela antes de conocerme. ¿Qué debo pensar? ¿ sientes atraído por mi sólo porque emito el mismo aura que Lilith? Creí que al menos una parte de mi te gustaba por ser yo.
-Taemin…
Taemin hizo un gesto para que se callara. No quería escuchar más. Los celos de Minho eran estúpidos, la situación entera era estúpida. Apretó las manos alrededor del volante, sujetándolo con fuerza por largos minutos hasta que su enojo amainó.
-No me enamoré de ti porque fueras un ángel.- Exhaló lentamente. -No tienes idea de cuánto odio que seas uno.- Apretó los dientes al hablar. -Ultimamente sólo sabes ser eso, un ángel. Ya casi no veo al Minho de quién me enamoré. Al menos ten la delicadeza de admitir que te sientes celoso.
-Yo…- Minho suspiró, colocando una de sus manos sobre una de las de Taemin. -Lo estoy, quería ser especial para ti. Y pensar que tal vez no lo soy... No quería herirte con mi forma de pensar. Sin importar qué, te considero más que especial para mí.
-A veces no se siente así.- Taemin susurro, soltando su frustración y el volante