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Never give Up por Misa Tsukamoto

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—Eres idiota.


Oh sí, así iniciaba otro día en la vida de Jung Daehyun; oyendo como un divertido Youngjae le insultaba gratis.


Después de la noche que habían pasado los cuatro miembros en aquel apartamento, entre un ir y venir de curiosas situaciones, habían ido a la empresa. Dos promocionaban pronto, y los otros dos le servían de compañía, sin contar que aprovechaban para organizar algo de trabajo para ellos también. Y por supuesto, Himchan no dejaría solo a Jongup junto a su compañero enamorado.


Daehyun se encontraba ensayando su baile, mientras que por lo que escuchó, Jongup estaba en una reunión a causa de su solo. Youngjae a su lado, sentado en el lustrado suelo de la sala de ensayos observaba al mayor, en sus manos tenía el guion del musical en el que Daehyun participaría; si se ponía a pensar el joven estaba hasta el tope de cosas, entre su vida amorosa y profesional le extrañaba que ya no hubiera explotado.


—¡Te digo que se veía muy lindo durmiendo! — Daehyun bufó y la coreografía frenó mientras la música seguía sonando. Frustrado miró a Youngjae molesto.


—¡Y yo te digo que tenías que haberle despertado! — El menor tomó el control del reproductor y frenó la canción. — Eres un blando, si Himchan hyung se te adelanta te jodes.


—¡¿Eh?! — Iba a protestarle, Himchan no quería a Jongup, confiaba en que le había dicho la verdad, pero en cuanto abrió sus labios la música empezó de nuevo.


— ¡Concéntrate!


— Tsk... Me tratas peor que un esclavo y soy tu hyung. — Refunfuñó por lo bajo y el menor sonrió intentando disimular aquel gesto mientras volvía a ojear el guion.


Intentó concentrarse más, esta vez su mirada fue una fiera al frente mientras su piernas se movían, sin duda su coreografía no era tan complicada como muchas otras que había tenido que practicar antes. A esa hora estaba solo con Youngjae en aquella sala, sus bailarines, los que le servirían de apoyo en el escenario no le acompañaban en esos momentos y sin duda se perdía un poco. La canción le sabía a un sentimiento amargo, cerró sus ojos y dejó que sus pasos guiaran, y aunque tuviera que repetir cien veces más la coreografía lo haría, pues quería dar lo mejor de sí.


Aunque si no estás en tu 100% es imposible dar lo mejor de ti, y en realidad la cuestión amorosa con la amenaza de Himchan le había bajado más del 60% de su estabilidad. Estaba atravesando una crisis, su pecho se oprimía recordando las palabras del mayor; pero no se iba a rendir, necesitaba decirle a Jongup que todo había sido un malentendido y además averiguar un poco sobre ese primer beso; esa pequeña esperanza que tenía sobre eso era lo que le hacía sacar fuerzas de donde no las tuviera.


Podía tener una oportunidad, pero debía andar con cuidado, podía hasta quizás confesar sus sentimientos y no ser rechazado, al menos no de manera bruta.


El pecho le dolía, cada vez más la respiración faltaba, sus ojos ardían... ¿Por qué le dolía tanto querer en aquel oculto silencio?


«Help me now, help me now, help me now, help me now bebe»


«Ayúdame Jongup... ayúdame a que toda esta angustia pase, no quiero que solo seas un sueño que se desvanezca... ayúdame ahora»


Ante la incrédula mirada de Youngjae quien levantó la cabeza para ver cómo iba su amigo, Daehyun estaba llorando, no era un llanto, no era un sollozo, tan solo escasas lágrimas iban cayendo de sus ojos y rodando por las mejillas, tranquilas; acompañaban esa salvaje mirada determinada y una expresión de dolor. Youngjae hizo una mueca y se levantó de donde estaba, tenía claro por lo que su amigo y compañero callaba y no dejaría que aquello siguiera así de ser por él; echarse encima la bronca de Himchan no iba a ser impedimento para que le ayudase, podía ser que el grupo se derrumbara luego de eso pero... el grupo ya se estaba derrumbando tal y como Daehyun lo estaba haciendo


Además odiaba perder y había quedado muy clara su posición en el momento en el cual llevó a Daehyun al departamento; Youngjae se había unido a la guerra lado a lado con Daehyun. Con un suspiro de nuevo levantó el control del reproductor de música para frenarlo, dispuesto a caminar hasta el mayor y abrazarle con fuerza para transmitirle su compañía, que no estaba solo.


—¿Hyung estás bien?


Daehyun salió de su pequeño trance y miró hacia la puerta, Youngjae dejó caer a su lado la mano que sostenía el mando y también dirigió su vista al recién llegado.


Zelo se encontraba de pie junto a la puerta, con un look casual y despreocupado, su cabello parecía algo agitado como si recién hubiera entrado batallando con el viento de la calle.


Miraba con preocupación al mayor de los tres en la sala y éste comprendió recién que su rostro se sentía húmedo, ¿había llorado?, llevó su mano a la mejilla y en efecto, la cristalina humedad pasó a sus dedos sorprendiéndose él mismo.


—Sí... — Contestó aun aturdido. — Es solo... creo que la vista me duele, he estado muy ocupado y no he descansado bien — Mintió con una alegre sonrisa que fingía ser fresca.


Zelo hizo una mueca y se acercó a Youngjae tomando el aparato de sus manos.


—No te esfuerces mucho... ¿sí? No debes enfermarte. — Rebobinó la canción y se acercó al mayor. — Hazlo de ésta manera, afloja ésta pierna, es más fácil — Murmuró tocando una de las piernas del contrario y explicándole con ejemplos cómo debía hacerlo.


Daehyun sonrió, sabía que Zelo se preocupaba por él, por lo que habían pasado y por los años que habían permanecido juntos; de nuevo la opresión en el pecho, ¿estaría siendo muy egoísta pensando solo en él y Jongup sin tomar en cuenta a los demás compañeros?


—Junhongnnie... — Youngjae se acercó a ellos y sonrió, algo maquinaban sus astutos ojos. — ¿Has visto a Jongup y Himchan hyung?


— Sí, me los crucé cuando venía hacia acá, Jongup había terminado su reunión, estaban en el primer piso bebiendo café.


— Genial... ¿Me acompañas? Creo que Daehyun no puede concentrarse si estamos aquí, vayamos con los otros. — Youngjae sonrió estirando su brazo y apoyando la mano en el hombro de Zelo, el cual le miró confundido.


Miró a su hyung y éste hizo una mueca con una sonrisa de labios cerrados. Tampoco sabía qué tramaba Youngjae pero aun así no se opuso, seguro deseaba dejarlo solo y darle espacio al ver que estaba llorando. ¡Dios! Era vergonzoso.


— Está bien — Zelo asintió y le sonrió al mayor de los tres —. Ánimo hyung, lo haces bien. — Daehyun agradeció con una pequeña reverencia y observó como Youngjae y el menor se iban.


En la soledad suspiró, la canción seguía sonando de fondo con su tan romántica y dolorosa letra.


— ¿De verdad Daehyun hyung solo estaba cansado? — Zelo caminaba con las manos en los bolsillos mirando al suelo. Youngjae le miró de reojo.


— Quién sabe... también me sorprendí de verle llorar... — Mintió, sabía lo que pasaba y aun así no lo diría, no iba a actuar como un traidor. — Seguro también está nervioso y estresado, ¿viste el guion del musical? Es sorprendente. — Zelo no respondió, tan solo recordaba las lágrimas del mayor en su rostro.


Bajaron las escaleras casi arrastrando los pies, no tenían prisas. Y una vez llegaron al primer piso siguieron el camino de un ancho pasillo hasta encontrarse con los otros dos.


Jongup y Himchan estaban frente a la cafetería de la empresa pero sin entrar en ella. Himchan sostenía un café en sus manos en un descartable vaso mientras Jongup bebía una bebida energética; al parecer la reunión había terminado y se estaba tomando un descanso junto a su hyung.


Youngjae miró la escena frente a sus ojos con intenciones de analizar en profundidad lo que veía, sus observaciones no dieron más que un resultado normal; Himchan no parecía interesado en Jongup, la mirada de éste mayor no era especial para con el pequeño como las miradas de un par de enamorados. Sintió alivio de que no fuese el caso.


— ¿Sigues preocupado por Daehyun? — Youngjae miró a Zelo mientras se acercaban a los otros dos que al parecer no notaban la presencia de estos.


— Un poco...


— Ah... el maknae tan bueno como siempre, ¡deja de preocuparte tanto!, tu hyung sabe lo que hace — Youngjae sonrió y le dio un golpe en la espalda, el menor se sorprendió. — ¡Anímate! ¡¿Tú eres el espíritu joven del grupo?! — Le había tomado con ambas manos con fuerza y sacudía el cuerpo más alto. —. Deja de preocuparte por ése bueno para nada y ve a saludar a tus hyungs.


Después de pronunciar aquellas palabras Zelo se notó siendo empujado por el mayor, sintió un golpe seco en su cuerpo y oyó un fuerte quejido alto. Había cerrado sus ojos debido al impacto y cuando los abrió se encontró con la espalda de Himchan, Youngjae le había empujado contra él, pero no un leve empujón, uno bastante fuerte como para chocarlo y de paso, dejando a un lado el dolor de ambos cuerpos golpeándose, había provocado que el café caliente que Himchan sostenía se derramase en su pecho.


— ¡JODER! — Himchan gritó sintiendo como la piel le ardía por debajo de la camisa, sin contar que era una camisa casi nueva y no le había salido nada barata. — ¡¿Pero qué mierda te pasa?! — Volteó mirando a Zelo con una gran expresión de enfado; el maknae palideció.


— ¡No fui yo! L-lo siento... Youngjae hyung... él me empujó — Acusó al mayor señalándole y Himchan desvió su vista hasta él.


— Lo siento hyung, no me di cuenta del café, pretendía ser solo una pequeña broma, intentaba animar a Zelo... — Hizo una leve reverencia en disculpa, con la expresión más arrepentida que podía fingir.


Himchan chasqueó la lengua y miró a un costado, haciendo un movimiento con sus hombros intentó calmar el dolor de la espalda y empezó a caminar por el pasillo de forma apresurada; su pecho le ardía y necesitaba agua, además una camisa nueva. Con furia arrojó el vaso aplastado por su mano en un tacho de basura.


— ¿A dónde vas hyung?


— Al baño. — Respondió con voz seca y Zelo se apresuró en seguirle. La culpa podía con él.


— Ah... que mal... solo quería hacer una broma. — Mintió Youngjae apoyando su codo en el hombro de Jongup, descansando su brazo. Le miró de lado y el menor le miró a él; Youngjae parecía tener una mirada pícara en su rostro, Jongup aún no comprendía qué había pasado, todo sucedió tan rápido. — Oye, Daehyun estaba teniendo problemas con su coreografía, Zelo le estaba ayudando pero ya ves... ¿le darías una mano?


— ¿Eh? — Jongup le miró incrédulo. Por un momento el recuerdo de la noche anterior volvió a él, cuando fingía hacerse el dormido. — S-sí... voy. — Asintió y dejándole la lata de la bebida que tomaba a Youngjae, casi vacía, se fue.


Una sonrisa se expresó en los labios de Youngjae, más le valía a Daehyun que todo aquello no hubiera sido en vano.


Jongup aún intentaba descifrar lo que antes había ocurrido cuando sus piernas ya habían subido rápido las escaleras. Caminó unos pasos más y oyó la canción de Daehyun, sonrió al sentirse afortunado de encontrarle; quizá era un pequeño sentimiento de culpa por cómo se había comportado con el mayor lo que le invadía y le hacía sentir que si al menos le ayudaba con la coreografía compensaría eso.


No había sido un buen dongsaeng con Daehyun, le había prejuzgado suponiendo que se burlaría de su secreto más vergonzoso, en cambio, éste hasta le había pedido disculpas mientras supuestamente dormía; se sentía un tonto y quería remediarlo.


Una vez llegó a la entrada vio a Daehyun desde afuera, observó sus pasos y como éste se miraba fijo en el espejo mientras practicaba. De pronto la mirada de Daehyun se desvió de reflejo, ya no se veía a él sino que veía a Jongup por medio del vidrio. Sus miradas se conectaron desde esa distancia, y Daehyun había parado de bailar perdido en las profundidades de ese negro océano de los ojos ajenos. Jongup sonrió, la enorme y blanca sonrisa tan característica de él, haciéndole casi perder la mirada en sus rasgados ojos; el mayor sintió su corazón acelerarse, el calor volvía a su pecho, esa sensación tan agradable que transmitía paz a su cuerpo.


— Jonguppie  ¿También vas a ensayar? ¿No está disponible la otra sala? — El menor negó entrando.


— No vine a eso. Youngjae hyung me dijo que necesitabas ayuda. 


Ah, con que Youngjae.


— Sí, bueno no, en realidad estoy bien, solo algo tenso y no puedo moverme bien... — Murmuró, sin saber el porqué, sus mejillas parecían sonrojarse; miró al suelo de forma apenada.


Jongup hizo un gesto asentando sus labios de lado y frunciendo su ceño, se acercó al mayor manteniendo la expresión seria, cuando Jongup se ponía de ese modo profesional, las piernas de Daehyun parecían temblar.


— Uh, estás muy tenso hyung, de verdad — Jongup palpaba sus hombros, sus brazos, los apretaba con sus dedos como si pretendiera que se aflojaran sus músculos así. —. Debes soltarte más, ya hemos presentado estas canciones antes.


«Es fácil decirlo pero no hacerlo contigo tan cerca» pensó Daehyun, podía sentir la piel de los dedos del menor pasear por encima de la suya, presionarlo, darle masajes... un suspiro escapó de sus labios, el hecho de que el menor hiciera aquello parecía tensionarlo más. Cerró sus ojos, sus sentidos se agudizaron, y pudo oír y percibir la respiración ajena, lo hacía de forma calma; el aire chocaba en la nuca de Daehyun y el mayor sintió un estremecimiento. Poco a poco se fue relajando, acopló su respiración a la del menor, su cabeza se tiró hacia un costado tronando su cuello.


Podía sentir el calor de Jongup detrás de él y su corazón antes acelerado calmaba su ritmo; había viajado a un mundo externo donde solo existían ambos.


Jongup observó a su hyung, el largo cuello de éste extendido delante de sus ojos, sus dedos se presionaron más sobre los músculos y en su estómago sensaciones incómodas pero agradables aparecieron, Daehyun se veía tan calmo, tan entregado... y el recuerdo de la noche anterior volvió; sus caricias en el cabello, en su rostro, podía recordar la calidez de la mano de éste en su mejilla y por si aquello fuese poco, los suaves labios presionándose en su piel, casi cerca de los suyos. El menor tragó saliva de forma sonora al recordarlo.


Debía desviar sus pensamientos, pensar en otra cosa o mejor dicho concentrarse en ayudar al mayor, pronto sus manos viajaron a las piernas de Daehyun, apretó sus muslos tal cual lo había hecho con sus brazos, pero aquella zona volvió a tensar los músculos de Daehyun. El mayor abrió sus ojos de inmediato y se vio así mismo en el espejo con Jongup tan cerca de él; todo su rostro se puso rojo y sus nervios afloraron.


— ¿Hyung? ¿Estás bien? — Preguntó notando como el cuerpo ajeno se ponía rígido.


— Sí, creo que ya me siento mejor Jonguppie. — Mintió escapando de sí una risita nerviosa, quitando las manos del menor de su cuerpo. Sonrió girando sobre sus pies, quedando frente a Jongup. — Muchas gracias — Se quedó un rato observando los profundos ojos ajenos y respiró hondo. — ¡Ah! Cierto... Yo quería pedirte disculpas por lo de ayer. Me comporté algo tonto y te presioné a hablar sobre algo que al parecer no quieres — Susurró mordiendo sus labios arrepentido.


Jongup sonrió.


— No estoy molesto hyung, al contrario, discúlpame a mí por pensar algo malo de ti — Bajó su rostro con su tímida sonrisa — Es un tema que no me gusta recordar...


Daehyun le calló, sonriendo mientras con su mano tomaba el mentón del menor y lo elevaba.


— No tienes que excusarte, prometo ya no sacar ése tema, no hablemos más de ello ¿sí?


Daehyun sabía que había acertado, de lo contrario el menor no se hubiera puesto de aquel modo; mentiría si decía que no quería saber más acerca de ésa historia, pero si algo había aprendido la vez pasada era que no debía presionar a Jongup, el chico era reservado y debía aceptarlo, no era el momento ahora de averiguar nada, tal solo las disculpas bastarían y seguro en otra ocasión se daría su oportunidad de inquirir más.


Jongup sintió su corazón acelerarse cuando se adentró en el laberinto de los ojos de Daehyun, tan misteriosos y con ocultos secretos que parecían gritar por revelarse más callaban en aquellos labios carnosos; respiró hondo aun conectado por esa mirada, por esa mano que le sostenía el mentón y por el ritmo de su propio pulso.


Seguro esto eran efectos de la bebida energética, sí, esta euforia que crecía en su interior solo podía ser a causa de la bebida.


— Gracias hyung.


— Gracias a ti Jongup...


El silencio, las miradas; Daehyun transformó el simple tacto de su mano en una caricia hacia la barbilla ajena, una caricia que fue subiendo hasta su mejilla. No importaba si por ahora o por siempre era lo único que podía hacer, mientras pudiera sentir el calor de su piel bajo las yemas de sus dedos, Daehyun era feliz.



 


Su respiración se aceleraba, había fuego en su corazón, un fuego nada agradable que hacía que su estómago se revolviese, se estremeció gracias al frío que le recorrió el cuerpo a pesar de arder por dentro, sus puños se apretaron y ante sus ojos no podía creer la escena de Daehyun y Jongup tan cerca, la mano del más grande acariciando la mejilla del menor... Himchan cerró sus ojos antes de entrar a la habitación, intentando calmarse.


Pero todo su él temblaba, estaba enojado, molesto con Daehyun, le había ignorado, le estaba desafiando y pasando por encima de él por completo.


— ¡Jongup! — La voz de Himchan sorprendió tanto a los menores que dieron un brinco en el lugar. La mano de Daehyun se retiró de inmediato y Jongup sintió su ausencia como un vacío. — Te estaba buscando — Su tono de voz bajó y sonó mucho más suave.


— Hyung ¿estás bien? — Jongup volteó a ver al mayor, notando la figura de éste vestido ahora con una remera de color negro.


— Sí ¿puedes venir conmigo?


— Ahm... — Miró a Daehyun quien los observaba sin mucho interés. Himchan volvía a fastidiarlo. — S-sí, es que yo estaba ayudando a Daehyun hyung a...


Himchan no le dejó terminar, le tomó de la mano y se lo llevó de allí, no sin antes lanzarle una fría mirada a Daehyun. El afectado levantó sus ojos con una expresión de hastío en su rostro, estaba harto de las interrupciones de Himchan, pero el mayor se lo había avisado, no le dejaría acercarse con intenciones a Jongup y el que avisa no traiciona.


Pero ¿qué más le daba?, quizá Himchan había ganado otra pequeña batalla de nuevo, pero Daehyun sentía que comenzaba a ganar terreno y una vez lo hiciera Himchan ya no le podría detener, y eso, esa pequeña ilusión era lo que le daba fuerzas para enfrentar a Himchan.


Jongup, extrañado por la actitud de su hyung recordó lo que había hablado con éste el día anterior; ambos se encaminaban a una sala cerrada, una especie de salón con un televisor y tres sillones, más algunos estantes, archiveros, una vitrina de trofeos y una decoración digna de la empresa con fotografías de sus ídolos. El menor detuvo sus pasos y frenó con ellos a Himchan, pues aún le seguía tomando de la mano.


— Hyung, para — Himchan le miró y en los ojos de éste encontró rabia, pero también había algo más... ¿tristeza? — Ya aclaré todo con Daehyun, él no bromeará con... con eso. — Resumió toda su experiencia de joven en aquella simple y llana palabra: "eso".


— ¿Qué?


— ¿No es por eso que me alejaste de él? — Ladeó su rostro y Himchan por fin aflojó su expresión y la fuerza con la que sostenía su mano.


Respiró profundo y le soltó, ahora recién recordaba la charla del día anterior.


— Sí, por eso... creí que necesitabas ayuda. — Bajó su mirada ante la mentira y Jongup sonrió poniendo una mano sobre el hombro ajeno.


— Tranquilo, me pidió disculpas y estoy seguro de que no lo tomará como futuras bromas. — El menor sonreía pensando que así calmaba a su hyung pero lejos de hacerlo Himchan se ponía más incómodo.


Ahora Jongup ya no se alejaría de Daehyun por sí solo...


— Está bien... me alegra — Fingió una sonrisa. — ¿Puedo saber sobre "eso"?


Jongup se tensó. ¿Estaría bien contarle a Himchan?


Caminó unos pasos hasta el sofá y se sentó en él, el mayor le imitó y al verle tan cabizbajo le abrazó por los hombros. De pronto los labios de Jongup se abrieron, estaba a punto de contar su secreto al mayor, si confiaba en Daehyun, también podía confiar en Himchan, el mayor no se burlaría de él, y seguro entendería mucho más todo.


— Mi primer beso fue con un chico... — Himchan abrió sus ojos con sorpresa y le miró. ¿Daehyun tenía esa información? — ¡Pero no fue queriendo! — Se atajó rápido el menor levantando su rostro y sus manos con palmas extendidas. — De verdad, yo no quería, me lo robaron. Fue algo vergonzoso y....


— ¿Vergonzoso por ser un chico o porque fue un beso robado? — La pregunta tomó por sorpresa a Jongup.


— Creo... que por ser un chico.


— ¿Y eso es vergonzoso porque....? — Himchan le hizo una seña con su mano para que completase la oración.


— Porque ¿no soy gay?


— Eres un tonto... — Himchan rio mirando a su compañero. — No tienes que abochornarte por algo así, es penoso que haya sido un beso robado, sí, porque no fuiste quien eligió a la persona para eso, pero el que sea chica o chico, mientras sea alguien a quien tú quieras, da igual; uno se puede enamorar sin fijarse en el género de las personas.


Jongup le miró confundido achicando más sus ojos como muchas veces hacía.


— No da igual para la sociedad — Ah, Himchan le soltó del abrazo y se tiró hacia atrás en el sofá, apoyando su cabeza en el respaldo al escuchar la respuesta del menor.


— Nuestra sociedad es muy conservadora, es verdad, las personas sufren por los prejuicios pero, piénsalo ¿crees que una persona esté mal solo porque la mayoría diga que lo está? A veces, la minoría es más cuerda que las masas. — El mayor miró a Jongup y sonrió. — Te lo pondré con un ejemplo de internet, todos odian la pizza con piña, pero ¿acaso los que sí les gusta la pizza hawaiana están mal? No, tan solo tienen un gusto distinto a los demás, pero eso no quiere decir que sea peor que el de la mayoría.


— Entiendo. Creo que no es tan malo en realidad el hecho de besar a un chico... — Jongup sonrió. — Pero si los homosexuales son pizza con piña, yo soy homofóbico hyung — Soltó una pequeña risa ante la broma por la comparación y Himchan rio con él.


Pero había alguien que no reía, alguien que apenas si iba a entrar a la habitación cuando escuchó la última frase.


«Yo soy homofóbico hyung»


Eso había salido de los labios de Jongup, reconocería su suave voz donde fuese; ahora empezaba a comprender el porqué de que el menor no quería hablar de aquel primer beso; había sido con un chico pero quién sabe en qué circunstancias porque al parecer el menor no era muy afable con los homosexuales si decía ser alguien así.


Daehyun luego de haber visto como Himchan le robaba al pequeño de su lado se dio el valor de seguirlos, le tomó unos momentos encontrarlos pero no dejaría que Himchan lo separase así de Jongup.


Su corazón quebrado dio un vuelco, no solo el desamor, el rechazo, sino que la decepción surcaba las profundas marañas de sus sentimientos. Su mirada incrédula observó desde el marco de la puerta a ambos jóvenes en el sofá; Himchan levantó su mirada y le vio, la risa del mayor se cayó y enserió su rostro.


Daehyun distinguió una expresión de confusión en el rostro ajeno, y antes de que Jongup voltease a ver huyó. Quizá por eso Himchan no le dejaba acercarse al menor... quizá él ya lo sabía y pretendía cuidarlo.


Mientras que para Himchan eso había sido la oportunidad de oro, por el rostro de Daehyun suponía que solo había oído la última frase, y tenía dos opciones, aclarar el malentendido o... hacerse el tonto. ¿Sería capaz de dejar a Daehyun con un mal entendido tan grande?

Notas finales:

   

Alooo, BabyA al habla. Yes, no Misa, sino yo, BabyA. 

 

LOOK PUSE SEPARADORES

 

me los robé de Internet ok.

El capitulo llegó con atraso bc me, BabyA, la beta que debe corregir y nunca corrige bien, corrigió re tarde x'DDDD it's my fault, sorry </3


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