Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El precio de la libertad por Elizabeth-Hummel

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero les guste el capítulo :)

3

Regreso

 

 

Harry apareció en la sala de su casa, caminó hacia el estante de las bebidas y se sirvió una copa de Whiskey de Fuego para luego sentarse en el sillón. Recordó lo sucedido aquella noche y una sonrisa apareció en sus labios, jamás pensó que tener a Draco Malfoy en su cama iba a ser una experiencia tan gratificante, sabía perfectamente que sólo lo había hecho para cumplir uno de sus muchos caprichos, pero es que Draco era simplemente un joven demasiado apuesto y Harry no podía negar eso.

 

Aquella primera experiencia había sido sin duda una de las mejores que había tenido en mucho tiempo, y por supuesto él estaba seguro de que muy pronto aquello volviera a suceder, tenía a Malfoy en sus manos y seguramente luego de que ambos estuvieran enlazados él no podía negarse a estar con él nuevamente en la intimidad.

 

«Vas a ser mío para siempre, Draco», pensó.

 

 ***

 

Draco despertó cuando sintió los cálidos rayos del sol sobre su rostro, abrió sus ojos y contempló su habitación. Fue en ese momento en el que se percató de que se encontraba completamente desnudo y los recuerdos de la noche anterior golpearon fuertemente en su cabeza. Sujetó con fuerza las sabanas entre sus manos sintiendo sus ojos escocer, pero se negaba a llorar, a pesar de todo él era un Malfoy y ellos jamás demostraban debilidad, debía ser fuerte.

 

Se levantó de la cama, y envuelto en las sábanas fue hacia el baño, abrió la regadera y dejó que el agua cayera sobre su cuerpo. Pronto las imágenes de lo sucedido la noche anterior regresaron nuevamente y sin poder soportarlo más tomó la esponja y comenzó a tallar su cuerpo con fuerza, no le importaba hacerse daño, sólo quería borrar de su cuerpo cualquier rastro de las caricias de Potter. Había entregado algo que jamás podría recuperar, pero aunque al hacerlo había salvado a su padre, aun así se sentía sucio. ¿Cómo iba a mirar a su padre ahora? ¿Qué sucedería si Lucius llegaba a saber la verdad? Eran tantas preguntas que pasaban por su cabeza, que sin poder soportarlo más las lágrimas pronto corrieron por sus mejillas siendo borradas por el agua. Estaba sucio, y él sentía que debía limpiar toda esa suciedad no sólo de su cuerpo sino también de su alma. La noche anterior todo había cambiado, había permitido que Harry Potter profanara su cuerpo, dejando atrás los principios que sus padres le habían inculcado, ahora no podía mirar a Lucius a la cara, le daba vergüenza la sola idea de que él supiera la verdad.

 

«Perdóname, padre», pidió en su mente.

 

Estuvo bajo el agua por unos veinte minutos. Cuando salió, se vistió y estuvo por volver a recostarse en su cama pero no pudo hacerlo, ese lugar tenía recuerdos dolorosos. Llevó las sabanas sucias al cuarto de lavado y las dejó allí para luego caminar hacia la sala, se dejó caer en si sillón y cerró sus ojos, en un intento de borrar lo sucedido, aunque sabía que sería imposible.

 

 ***

 

Harry caminaba por los pasillos del Ministerio de Magia con una sonrisa en su rostro mientras en su mano derecha llevaba un importante documento, finalmente había conseguido lo que necesitaba para continuar sus planes, tuvo que hacer favores y prometer algunas cosas, pero todo valía la pena si con eso lograba que todo saliera como él deseaba.

 

En sus manos se encontraba nada más ni nada menos que la orden de que Draco Malfoy regresara al Mundo Mágico, cuando Potter realizó aquella petición nadie comprendió absolutamente nada y por supuesto se negó a dar detalles, pero gracias a su buen nombre finalmente aquello se le fue concedido y ahora Malfoy debía agradecerle por eso también. Decidió que era ahora de que Draco supiera lo que sucedía y lo que debería hacer a partir de ese día.

 

 ***

 

Draco se encontraba en la cocina bebiendo una taza de té, para su buena suerte Potter no había vuelto a buscarlo y aquello lo tranquilizaba de alguna forma, no sabía cómo lo vería a la cara cuando él volviera a parecer en el lugar.

 

Durante toda la semana había intentado borrar aquella noche pero era imposible, se había cambiado de cuarto porque no podía soportar dormir en esa cama en donde había cometido quizás el mayor de sus pecados.

 

Era sábado y para su buena suerte su día de descanso además de que podría visitar a su padre, aquello era algo que también le preocupaba ¿Qué sucedería si su padre se percataba de algo? Le daba vergüenza el sólo hecho de pensar en eso; unos golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos. Poniéndose de pie fue a ver quién era, y cuando vio a Harry sintió que su corazón se detuvo. ¿Por qué él tenía que estar ahí en ese momento? Potter era la última persona que quería ver. Harry le sonrió y Draco no puedo evitar sonrojarse. ¡Potter lo ponía demasiado nervioso!

 

—¿Qué quieres? —preguntó sin ni siquiera saludar.

 

—Pues me gustaría repetir lo mismo de la otra noche —le dijo con una sonrisa perversa.

 

—Estás loco si crees que volveré a estar contigo —respondió.

 

—Eso lo veremos —aseguró—, pero no estoy aquí por eso. —Harry entró a la casa sin pedir permiso, pero para ese entonces Malfoy ya estaba acostumbrado a eso—. Arréglate que ahora mismo nos vamos al Mundo Mágico.

 

Cuando Draco escuchó aquello parpadeó un par de veces, pensó que quizás estaba dormido o que Potter le estaba haciendo una broma, pero al ver su mirada supo que aquello no era mentira.

 

—¿Por qué? —quiso saber.

 

Harry resopló, odiaba tener que darle explicaciones a Malfoy.

 

—Dentro de un mes habrá una importante cena que organiza el Ministerio de Magia y yo debo estar ahí —comentó—. Se supone que debo llegar acompañado, pero resultaría extraño que llegara contigo de una forma extraña, así que quiero que estés conmigo para que todo esto comience a ser creíble, además ya logré que puedas regresar al Mundo Mágico —finalizó su explicación.

 

Draco lo miró con sorpresa.

 

—¿Cómo lo lograste?

 

—Eso no te importa —respondió—, tú sólo haz lo que te pedí.

 

—Pero no puedo irme así nada más, ¿qué le voy a decir a mi padre? —se llevó una mano a su pecho, de sólo pensar en que quizás no vería a su padre en un tiempo hacia que un dolor muy fuerte creciera en él.

 

Harry se acercó a él y lo tomó fuertemente del brazo, Draco se quejó ante la brutalidad de Potter.

 

—Escúchame bien —le ordenó—. Tú vas a hacer lo que yo diga. Pero para que no creas que soy una mala persona vendré por ti en la tarde. —Harry lo soltó en ese momento—, sé que hoy puedes ir a visitar a tu padre, despídete  y arregla todo, estaré aquí a las cuatro de la tarde.

 

Potter terminó de hablar y sin siquiera decir adiós, se marchó de la casa.

 

Draco cerró la puerta y se apoyó en la misma, se cubrió los ojos con su mano y no puedo evitar sentir tristeza al saber que no vería a su padre, sólo podía esperar a que Potter cumpliera con su palabra de ayudarlo.

 

Caminó nuevamente a su cuarto y se duchó para luego vestirse con ropa cómoda. Ya listo comenzó a revisar todo en el lugar y fue guardando todo en las maletas que tenía. El estar guardando cosas en ella le hizo recordar a cuando preparaba su baúl para el regreso a Hogwarts y su madre lo ayudaba, Draco daría lo que fuera por volver el tiempo atrás y poder cambiar muchas cosas, pero lamentablemente aquello no era posible y debía afrontar con valor la vida que ahora le tocaba llevar.

 

Pasó toda la mañana guardando sus objetos personales y más valiosos, seguramente para Potter no sería complicado encogerlas para llevarlas fácilmente a la casa en la cual viviría.

 

Draco se preguntó cómo sería el hogar de Harry, si quedaba algo de bondad en el corazón del salvador del mundo mágico seguramente sería una casa acogedora y nada ostentosa. Cuando ya todo estuvo listo miró la hora, pronto el auror de siempre estaría ahí para llevarlo al mismo lugar de siempre.

 

***

 

Media hora después Draco caminaba por aquel pasillo que él conocía muy bien, colocó su mano en la perilla de la puerta, pero antes de abrirla pensó en que le diría a Lucius, no era fácil de mentirle y él sabía perfectamente cuando no decía la verdad, debía tratar de sonar lo más convincente que pudiera, con aquellos pensamientos abrió la puerta y entró.

 

—Padre, buenas tardes —lo saludó mientras caminaba hacia él.

 

—Draco, que bueno es verte —sonrió Lucius.

 

 

Malfoy acercó la silla y se sentó al lado de su padre.

 

—¿Cómo te has sentido? —preguntó tomando su mano.

 

—Estoy bien, no tienes de que preocuparte —aseguró Lucius—. ¿Quieres decirme algo? Siento que tienes dudas, puedes decirme lo que sea —lo animó.

 

Draco la tomó de las manos y las apretó suavemente.

 

—Padre, voy a irme por un tiempo —dijo él, y por alguna razón no había desconcierto en la mirada de Lucius.

 

—Sí debes irte yo lo comprendo —respondió—. Pero sólo quiero que sepas que aquí estaré siempre para ti —le recordó.

 

Draco no se pudo contener más y abrazó a su padre con fuerza, sentía ganas de llorar pero sabía que si lo hacia lo preocuparía demasiado. Él le susurró algo al oído a su padre y él abrió sus ojos con sorpresa pero luego sonrió y correspondió al abrazo de su hijo. Lucius confiaría en lo que Draco le acababa de confesar.

 

—Te quiero, papá. Ya debo irme —dijo cuándo se separaron.

 

—Cuídate mucho, hijo —pidió Lucius.

 

 ***

 

Cuando Draco abandonó el cuarto sintió que estaba dejando lo más valioso que tenía en aquel lugar, se marchó sin mirar atrás porque sabía que si lo hacía los deseos de regresar corriendo serían más fuerte que cualquier decisión que él hubiera tomado. Pero debía ser fuerte y no demostrar que tenía miedo de lo que vendría a partir de ese momento, pensaría en su padre y sólo por él viviría aquella vida que Harry Potter quería.

 

 ***

 

Llegó a su casa y se encargó de sacar las maletas de su cuarto para ir dejándolas en la sala, cuando estuvo todo listo se sentó en el sillón y miró el reloj esperando que la hora acordada llegara.

 

 ***

 

Una hora después alguien golpeó la puerta, Draco se puso de pie y caminó hacia la entrada abriendo la puerta, por supuesto no había que ser adivino para saber de quién se trataba.

 

—Hola, ¿ya estás listo? —preguntó Harry mientras entraba a la casa.

 

—Sí, lo estoy. —Ni siquiera se tomó la molestia de responder al saludo.

 

Potter miró las maletas y sacando su varita pronunció un hechizo que hizo que todo se encogiera, de esa manera sería más sencillo guardarlas.

 

—Entonces ven —le ordenó y Malfoy caminó hacia él—, me encargué de quitar las protecciones de mi casa para que podamos aparecernos —comentó—. Así no tendremos problemas. —Draco simplemente asintió. Harry lo tomó de la mano y no supo por qué pero la calidez de la piel de Draco lo hizo sentir un cosquilleo, decidió no darle importancia—. ¿Estás listo? —preguntó.

 

Draco observó por última vez la que había sido su casa en aquellos años y respirando profundo respondió:

 

—Sí —Cuando dijo aquello cerró sus ojos y extrañamente no sintió nada.

 

 ***

 

Al abrir sus ojos se encontraban en otro lugar. Estaba un poco desorientado, el cambio había sido algo brusco, pero cuando finalmente reconoció el jardín de aquel lugar sintió que el alma se le iba al piso, ¡esa era la Mansión Malfoy! La que había sido su hogar durante su niñez y adolescencia y la que le habían arrebatado sin el más mínimo remordimiento dejándolo a él y a su madre en la calle.

 

—¿Por qué estamos aquí? —preguntó aún sin comprender.

 

Harry no dijo nada y simplemente sonrió, había esperado ese momento por semanas y al fin había llegado, ignorando a Draco comenzó a caminar hacia el interior de la mansión. Malfoy al ver que no iba a responder a sus preguntas fue detrás de él y cuando entraron al lugar Harry lo llevó directamente a la sala en donde se detuvo y lo enfrentó con aquella sonrisa que a Draco no le gustaba.

 

—Bienvenido a la Mansión Potter —dijo con orgullo.

 

Cuando Draco escuchó aquello sintió que estaba viviendo una de las pesadillas más horribles de su vida, miró el lugar y todo estaba tan diferente a como él lo recordaba.

 

—¿Por qué? —murmuró.

 

—Pues la respuesta es simple, el Ministerio remató esta casa y yo la compré. —Su explicación era demasiado simple y llena de deseo de hacer sentir aún más miserable a Malfoy.

 

Fue en ese momento en el que algo en la mirada de Draco cambio, el dolor y la furia se podían reflejar en su mirada.

 

—¡Eres un infeliz! —gritó—. ¡Cómo te atreves a manchar este lugar con tu asquerosa sangre! —Vociferó lleno de cólera—, eres lo peor me ha pasado en la vida. Eres como él, ahora usas tu poder para conseguir lo que quieres, ¡eres la viva imagen de Voldemort! —gritó y en ese momento sintió un fuerte golpe en su mejilla que lo mandó directamente al suelo.

 

Levantó su mirada y vio la furia en aquellos ojos esmeraldas, Harry tenía aún su mano en el aire y respiraba rápidamente. Draco se llevó una mano a su mejilla y la sintió caliente producto del golpe, estaba a punto de decir algo pero en ese momento Harry lo levantó de la muñeca y tomándolo de los hombros lo sacudió con violencia.

 

—¡Nunca vuelvas a decir eso! —Gritó, haciendo que Draco abriera sus ojos con sorpresa—. Te juro que si vuelves a hablarme de esa manera te vas a arrepentir —amenazó—. ¡¿Me entendiste?!

 

Draco simplemente asintió aún sorprendido por el comportamiento de Harry, nunca pensó que él pudiera reaccionar de esa  manera.

 

—Esta es mi casa y tú vas a comportarte y seguir mis reglas —le advirtió—, créeme Malfoy, no quieres saber lo que haré si vuelves a comportarte de esa manera. —Aquello había sido una clara advertencia de lo que Potter podría llegar a hacer—. ¿Tienes algo para decirme?

 

Draco negó rápidamente.

 

—No —masculló.

 

—Perfecto —sonrió Harry para luego soltarlo—. Voy a salir, ve y escoge la habitación que quieras. —Le dio aquella libertad—, volveré en la noche.

 

Draco ya no dijo nada y simplemente permaneció de pie en el centro de la sala mientras observaba como Harry desaparecía entre las llamas verde esmeralda de la chimenea.

 

Subió las escaleras sujetándose de la barandilla y es que sentía sus piernas débiles en aquel momento, recorrió aquel pasillo que tan bien conocía y sin pensarlo fue hacia la que una vez fue su habitación, sólo esperaba que Potter no la hubiera cerrado con magia, pero para su sorpresa cuando entró, el lugar estaba impecable, sin pensarlo entró y cerró la puerta detrás suyo. Había tantos recuerdos en aquel lugar que sintió sus ojos escocer, se apoyó en la puerta y se deslizó por ella hasta quedar sentado en el suelo. ¿Cómo iba a soportar estar junto a Potter en la que una vez fue su casa? Todo era tan complicado, Harry ya no era la misma persona que él había conocido, parecía alguien completamente diferente, era un hombre a quien no le importaba pasar por sobre cualquier persona que se interpusiera en su camino. Draco no sabía cómo iba a enfrentar todo lo que tendría que vivir desde ese momento. Se levantó del suelo y fue hacia la cama en la cual se dejó caer, cerró sus ojos y se durmió en cuestión de minutos, habían sido horas muy agitadas y él ya no podía soportar más el agotamiento.

 

 ***

 

Harry apareció en casa de sus amigos, quienes se sorprendieron al verlo llegar, pero aun así lo recibieron con una sonrisa. Había decidido que era ahora de que ellos supieran lo que estaba sucediendo. Ron y Hermione solían visitarlo en su casa y no deseaba que un día se llevaran una sorpresa al encontrar a Draco viviendo allí. Se saludaron y los tres se sentaron en los sillones de la sala.

 

—Debo decirles algo —habló finalmente.

 

Ron y Hermione intercambiaron miradas, sabían que desde hacía semanas Harry estaba haciendo algo, pero él no les había contado nada.

 

—¿Qué sucede? —preguntó ella.

 

Potter respiró.

 

—Logre que Draco Malfoy regresara al mundo mágico y voy a casarme con él. —Harry habló con la verdad desde ese momento, no tenía caso alargar más las cosas.

 

—¡¿Qué?! —Vociferó Ron poniéndose de pie—. ¿Es que te has vuelto loco?

 

Hermione se puso de pie y tomó su mano, miró a Harry y supo que allí estaba sucediendo algo extraño.

 

—¿Cómo lo hiciste? Estoy segura de que él no aceptaría algo así —aseguró ella.

 

—No puedo decirles nada más, sólo espero que me apoyen en mis decisiones.

 

Harry se puso de pie y sin decir nada más caminó hacia la chimenea y desapareció entre las llamas verde esmeraldas. Ron se dejó caer en su sillón y se cubrió el rostro con sus manos.

 

—Algo extraño está sucediendo —le dijo—. Harry debió prometer algo muy importante para que Malfoy aceptara casarse con él.

 

Hermione se sentó a su lado.

 

—Estoy segura de que no es nada bueno, Ron —comentó—, estoy segura de que Harry le está haciendo pagar un precio muy alto a Malfoy.

 

—¿Qué haremos?

 

—No lo sé.

 

Permanecieron en el mismo lugar, sin saber que pensar de lo que estaba sucediendo, pero de algo estaban seguros, Harry había cambiado demasiado y sus decisiones no estaban siendo las mejores.

 

 ***

 

Harry regresó a casa y se extrañó de no encontrar a Draco en ningún lugar, fue hacia el segundo piso y recorrió las habitaciones hasta que entró a la que una vez fue la habitación de Malfoy. Se sorprendió al verlo completamente dormido y no puedo evitar acercarse a él a verlo dormir. Draco dormía de lado en la cama abrazado a la almohada y desde el lugar en que Potter se encontraba podía ver claramente una marca rojiza en la mejilla de Malfoy.

 

Pensó que quizás se había sobrepasado con aquel golpe que le había propinado pero luego borró aquellos pensamientos, Draco debía conocer cuál era su lugar y que él no le permitiría ninguno de sus caprichos, ahora estaba en sus manos y él se encargaría de que nunca escapara de ellas.

 

—Vas a respetarme Draco Malfoy —dijo mientras tomaba un mechón de su cabello rubio y lo colocaba detrás de su oreja—. Nunca vas a escapar de mí —prometió.

 

Caminó hacia la salida y apagando la luz se marchó por el pasillo hacia su cuarto, aún debía revisar algunos documentos importantes y planear cuál sería su primer movimiento para conseguir lo que más ansiaba ser, el Ministro de Magia.

Notas finales:

Y esto fue todo por ahora, Harry está comportandose muy malo con Draco, veremos cuanto dura así XD

 

Nos leemos pronto con la conti! Y que tengan una linda Navidad!

 

Bye <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).