Había terminando jadeando en busca en aire después de aquél ejercicio tan agotador.
Y lo peor de todo era que Steve aún se veia fresco como una lechuga... Maldito suero de supersoldado.
-¿ya te has cansado?-
-no, para nada-negó Tony-solo creí que recostarme en el suelo era buena idea- dijo con sarcasmo.
Había sido agradable pasar tiempo con Steve, pero su cuerpo se quejaba por el extremo agotamiento.
¿cuánto tiempo habían estado entrenando?
No lo sabía. Solo recordaba que Steve le había hecho hacer el ridículo.
Lo derribaba y cargaba como si de peso pluma se tratara... Bueno, probablemente así era.
Tony por fin se levantó, aún tratando de normalizar su respiración.
-¿estás bien?-le preguntó el Cap, no pudiendo ocultar un tono divertido en su voz.
-si, de maravilla-le contestó el Stark, comenzando a quitarse las vendas de sus manos, siendo imitado por el super soldado-¿tienes hambre? Conosco un buen restaurante donde podemos ir a desayunar-
-no es necesario Tony-
-¡claro que es necesario! Nadie se morira de hambre en mi torre, tú y yo y el resto del grupo iremos a desayunar ahora mismo y no aceptare un no como respuesta ¿escuchaste Jarvis?-
-les notificare al resto de los vengadores señor-
Steve nego con una sonrisa mientras veía alejarse al millonario, con sus modos tan únicos de expresarse.
Se apresuro a tomar una ducha rápida y cambiarse antesde que el resto saliera.
No le gustaba aprovecharse de todas las atenciones que Tony les estaba dando, se esforzaba demaciado en complacerlos.
Lo notó por los excesos que habia hecho durante su almuerzo.
Realmente no creyo que Thor fuera capaz de comer tanto ¡incluso el mismo había perdido la cuenta de todo lo que había comido!
Se había negado a pedir un plato más, pero Tony no se lo permitió, ordenando incluso más comida que terminaron por llevarse a la torre para comerlo más tarde.
Nadie parecía querer ponerle un alto a los excesos de Tony, acostumbrados como estaban a su excentrica actitud y excesos vistos en su vida gracias a los medios.
Pero para Steve era diferente, simplemente no podía decirle que no.
Lo veía con esa luminosa sonrisa y el brillo en sus ojos que... Bueno, nada malo ocurriría si le seguía un poco la corriente ¿o si?
Esa fue la primera vez en la que los vengadores comenzaron a parecerse a un grupo de amigos más que a simples compañeros de trabajo.
Las personas se acercaban a ellos y les pedian autografos o alguna foto.
Todos mencionando lo ocurrido en Nueva York.
Ante eso, Tony solo sonreía, miraba a Steve de reojo sin que este lo notara y luego respondia con algún comentario gracioso.
Así de simples se habían vuelto las cosas.
La llegada a la torre estuvo llena de:
"Creo que explotare" de parte de Clint.
"¿que tan diferente es la comida de Londres de la de aquí?" de Nat.
"La comida mortal es deliciosa" de Thor o...
"No tenias que gastar tanto" por parte de Bruce y Steve.
Pero apesar de lo bien que parecian llevarse, extender aquél tiempo compartido no era una opción.
Apenas llegaron a la torre, cada uno se fue a sus respectivas obligaciones, principalmente con Tony y Bruce encerrandose en el laboratorio.
-¿les llegó mi paquete?-le preguntó Tony a Jarvis en un momento que tuvo a solas.
-el paquete llegó sin mayores inconvenientes y también tiene una llamada de Londres señor-
-¿de Londres? ¿quién?- preguntó Tony un poco desconcertado.
Hasta donde sabía, ni Watson ni Holmes entendían de tecnología y de ser John o Sherlock, Jarvis habría identificado la llamada.
-buenas tardes señor Stark-saludo el hombre-mi nombre es Microft Holmes y tengo algunos asuntos que quisiera tratar con usted-
* * *
La llegada al 221 b solo les trajo un profundo interrogatorio por parte de la señora Hudson, quien se encontraba de todo menos sorprendida por que Holmes y Watson estuvieran por ahí.
-¡quien lo diria! Yo crei que el señor Stark exageraba pero veo que ha tenido razón ¿han estado fuera toda la noche? Que manía la suya de poner su cuerpo tan al límite ¡y arrastrar a ambos John con ustedes! Ahora veo que no existe mucha diferencia entre ustedes dos...-
-¿qué es eso?- preguntó Sherlock, interrumpiendo el sermón de su casera, observando unas prendas perfectamente planchadas y en un gancho, traidas por correspondencia sin duda, de una elegante y muy cara tienda de ropa masculina.
-es para ustedes-dijo la señora Hudson mientras señalaba a los viajeros del tiempo-venia con esta nota-
Holmes la tomó y la leyó en seguida, pasandosela a su compañero mientras lanzaba un suspiro de molestia casi imperceptible.
-hey ancianos, espero que esta vez los usen, me encargue de que los trajes fueran de su aburrido estilo-leyó Watson también con molestia.
Tony no tenía remedio.
-también llegó esto para ustedes- les avisó la señora Hudson a sus inquilinos habituales, eran dos paquetes de mediano tamaño, ambos contenían un celular.
-vaya-exclamo John al verlos-esto simplemente es demasiado-
-sistemas mejorados, mayor velocidad de procesamiento, un sistema operativo más que competente con acceso exclusivo a los satelites de industrias Stark, capaz de conseguir informacion de multiples gobiernos y organizaciones en el mundo incluyendo a la CIA, el FBI y Shield, bastante resistentes a golpes, caidas y al agua, con un rastreador incluido y el número personal de Tony Stark en los contactos-observó Sherlock, comenzando de inmediato a darle uso al aparato.
-tiene que ser una broma ¿por qué nos da esto?- preguntó John, sintiendose demaciado abrumado por todas las sorpresas que iban durante el día.
-nos brinda todos los recursos que podriamos necesitar para resolver antes el misterio y mira ¿que tal? Acabo de burlar la seguridad del MI6 en tan solo 6.7 segundos-le mostró Sherlock, mientras revisaba las demas cosas que venían en su paquete.
-está ropa es más aceptable que la anterior, aunque de una calidad y costo demaciado excesivo-observó Holmes.
-es un millonario Holmes ¿qué esperabas?-
-un poco más de responsabilidad en la administracion de sus biene... ¡oye!- se quejo Holmes al sentir un piquete bastante doloroso en su brazo.
-¿qué es eso?- preguntó Watson al ver que Sherlock se acercaba con otra inyección.
-rastreadores-contestó Sherlock mientras inyectaba también a Watson-es para ssber donde están, una decisión bastante acertada por parte de Stark considerando que cierto hombre se escapa cada que tiene la oportunidad, así que si vuelves hacerlo Holmes, podremos rastrearte desde nuestros Starkphones-presumió Sherlock.
-bueno ya es suficiente, ya casi es medio día y estoy segura que ninguno de los cuatro a probado bocado desde ayer-les dijo su casera mientras se acercaba.
-¡auch!-
-¿y nosotros por qué?- se quejo John al sentir tambien un piquete en su hombro y ver como la señora Hudson le aplicaba a Sherlock una inyección similar.
-por si acaso-les contesto ella mientras les mostraba otra nota.
-le envío ese gigantesco arreglo de flores, debi verlo venir-murmuro Sherlock algo malhumorado, mientras John observaba bastante intrigado las flores.
Si, de alguna manera Tony había sobornado a la señora Hudson.
Los cuatro se vieron sentados frente a frente y con sus respectivos platos.
Aunque con hambre, John apenas y comía, no sintiendose bien para digerir la comida cuando aún tenía en su mente el beso que aquellos dos se habían dado.
Las luchas de miradas entre los detectives también se vio suspendida, con cada uno de ellos perdidos en sus pensamientos.
-¿hay alguna novedad?- dijo John, intentando abrir un tema de conversación.
-nuestro hombre ha matado a tres más- respondió Holmes de forma automática.
-pero nadie sabe que están muertos, usurpo su identidad- continuó Sherlock.
-¿qué? ¿Más identidades falsas?-quiso saber Watson, tomando un bocado del plato frente a él.
Holmes y Sherlock se miraron por unos momentos, para luego levantarse de su asiento casi al mismo tiempo.
-¿a dónde van?- pregunto John, listo al igual que su contraparte para seguirlos.
-no se molesten pueden seguir comiendo-les dijo Holmes.
-solo... Hablaremos-resumió Sherlock, sin darle demasiada importancia al asunto.
Alejandose y bajando al primer piso, ambos se quedaron frente al edificio antes de dirigirse nuevo la palabra.
-¿se fueron?-le preguntó Watson a John, que se había apresurado a mirar por la ventana.
-no, estan abajo...-contestó-¿de que estaran hablando?-