Sherlock caminaba mucho más rápido de lo que lo haría Holmes, por suerte no fue difícil para Watson seguirle el paso.
Para el detective le resulto extraño el silencio, acostumbrado a que sea John quién comenzara con la conversación.
Pero claro, esta vez venía con Watson, no con John.
Eran varios departamentos, algo que extraño bastante a Watson.
No hubo necesidad de subir escaleras, ya que el departamento se encontraba en el primer piso.
-según los registros aquí debe ser donde viven la madre y la hermana menor Edward Harrilson-
-¿interrogaremos a su familia?-
-obviamente sí Watson-contestó el detective antes de tocar a la puerta.
Espero un par de segundos antes de volver a intentar, pero nadie contestaba.
-no se encuentran-les avisó un hombre que salía de su departamento, de frente a ellos.
-¿sabe a que hora regresan?-se aventuro a preguntar Sherlock.
-tal vez mañana o dentro de un mes, dependiendo de cuanto duren sus vacaciones-
-¿vacaciones?-preguntó Watson.
-¿quiénes son ustedes? ¿los conocen?-
-la señora Harrilson hiso tramites para entrar a un programa de ayuda económica, mi compañero y yo venimos a hacer el examen socioeconómico-mintió Sherlock, haciendo que su doctor acompañante lo mirara bastante confundido por aquélla mentira.
-debió hacer esos trámites hace bastante tiempo, llevan fuera poco más de un año-contestó el inquilino, entrecerrando los ojos, un poco dudoso de lo que el pelinegro le decía.
-¿no cambiaron de dirección?-
-no, hasta donde sé siguen pagando la renta, pero eso tendría que hablarlo con el casero, a mi no me consta, es el dueño del edificio, su nombre es André Wensesslas-
-¿sabe dónde podemos encontrarlo?-lo interrogó Watson.
-a estas horas el tampoco está, regresa hasta las ocho-dijo el hombre mientras revisaba su reloj-faltan cinco horas para eso, podrian regresar más tarde-
-solo por curiosidad ¿sabe a dónde fueron de vacaciones?-preguntó Sherlock.
-solo escuche al señor André hablar de las vacaciones con un hombre de mediana edad y pelo negro, supongo que era su hijo-
-muchas gracias por la información- sonrio Sherlock, borrandosele de su cara apenas el hombre se alejo.
-¿qué fue todo eso?-le susurró Watson, no entendiendo que era lo que su nuevo compañero deseaba lograr con eso.
-no pueden haber ido de vacaciones, mira el edificio, mira las puertas y los muros, los costos de alquiler son bajos y el hombre con el que nos encontramos vive al día, apenas sobreviviendo, en este lugar habitan las personas de clase baja-
-¿por eso la excusa de la ayuda económica?-
-dijo que nadie había venido aquí en mas de un año, pero la puerta se abre regularmente-siguió diciendo Sherlock mientras observaba con su lente los engranes poco oxidados de la puerta-le han puesto aceite, eso evita que rechine, alguien obviamente entra y sale de aquí pero no quiere que le descubran-
-tal vez se guía por lo horarios en los sabe que no hay nadie, el casero debe tener una rutina marcada y el hombre con el que nos encontramos parecía trabajar en la limpieza-
-bastante acertado Watson, aunque supongo que era obvio por el uniforme con el que venía vestido, pero es una deducción aceptable-dijo Sherlock-siguiendo su teoría, nuestro sujeto vendría aquí en un momento en que nadie lo viera entrar, en estos momentos cuenta con poco más de cinco horas para actuar, debemos encontrar la manera de entrar antes de que llegue, tal vez podamos atraparlo en el acto...-había comenzado a alejarse mientras seguía hablando, pensando como entrar, hasta que un ruido sordo lo hiso girarse y mirar la puerta abierta del lugar.
Watson la había abierto de una patada.
-eso también funciona- aceptó Sherlock, internandose en el lugar de inmediato, con el doctor siguiendo sus pasos.
Sherlock había tenido razón respecto a la situación económica de los habitantes de ese edificio.
En el lugar solo había pocos muebles, bastante viejos pero muy bien cuidados.
Solo contaba con una habitación y un baño completo, aunque este último se veía en pésimas condiciones.
El cuarto solo tenia dos colchonetas y un par de cobijas dobladas sobre ellas.
La pintura estaba bastante desgastada, pero no había rastros de que alguien haya estado viviendo ahí en los últimos meses.
No había nada que les dijera que realmente alguien se escabullera en ese lugar.
-algo tiene que haber-dijo Sherlock para si mismo, no admitiendo la falta de pistas en el lugar.
Miro los muebles de cerca, notando ciertas marcas.
Watson se había pasando caminando por el piso de madera hasta que su bastón le produjo un golpe hueco al golpearlo con el suelo.
Volvio a golpear, teniendo el mismo resultado.
Se alejo varios pasos y volvio a repetir el golpe, pero esta vez el sonido cambió.
Estuvo golpeando toda la extensión del suelo para delimitar el lugar donde se escuchara hueco, encontrandose con que era una gran área en aquel cuarto.
"Es una construcción mal hecha, tal vez dejaron el suelo así para ahorrar materiales" fue lo primero que Watson pensó.
Recordó a Holmes y decidió asegurarse de que estaba en lo correcto, nada seria peor si se le escapaba una pista por dar por hecho una situación sin haberla comprobado.
Con trabajo pudo quitar una de las tablas de madera, liberando una nube de polvo y un olor desagradable que se instaló en sus fosas nasales.
-Sherlock-lo llamó como pudo, bastante asqueado por aquélla fragancia.
El mencionado se acerco a él al escucharlo, parpadeando un poco al percibir el olor.
Un olor que solo podía significar una cosa.
Observó en aquél compartimento debajo de ellos, de no mas de 30 centimetros hasta tocar tierra.
Observó la madera y las uniones que mantenían el piso en su lugar.
-estas tablas fueron quitadas y vueltas a poner-murmuró el detective-hay que quitar las más que se puedan- ordenó, comenzando a arrancar tabla por tabla.
Watson obedeció de inmediato, luchando mientras tanto con las nauseas y las arcadas que amenzaban con darle por el olor que poco a poco se intensificaba.
Al llegar la luz del sol por una de las ventanas para cuando quitaron el tercer tablón, fue cuando lo vieron.
O más bien, los vieron.
-Santo Dios-murmuro Watson con sorpresa.
Larvas salian de sus bocas y de varias cortadas en el pecho de uno de los cuerpos.
En otro se hospedaban del hueco que había quedado por el brazo mutilado.
Tres cuerpos se encontraban amontonados y pegados al rincón, con varias tablas aún cubriendolos.
Dos adultos y un infante.
Tardaron varios minutos en quitar el resto de las tablas, dejando totalmente al descubierto los cuerpos.
De pronto Sherlock comenzó a buscar algo por todo el departamento, abriendo toda puerta con la que se encontrara, asomandose después por la ventana al no encontrar nada dentro.
-¿qué es lo que busca?- le preguntó Watson al verlo tan inquieto.
-obviamente hisieron ese agujero entre la tierra para poder poner los cuerpos ¿donde está esos kilos de tierra? ¿a dónde se los llevaron? ¿como la sacaron sin que nadie se diera cuenta?-
-debemos avisar a la policía-
-debe de estar en algún lado-murmuró Sherlock sin escuchar a su acompañante-hay algo que estoy pasando por alto ¿pero qué?-
-¡Sherlock!-
-ya lo tengo-el detective busco un objeto afilado mientras ignoraba a Watson.
Entro de nuevo a la habitación y corto una de las colchonetas.
Observo con gran satisfacción como la tierra se encontraba dentro de ellas.
Tomó la otra colchoneta que aún no había cortado, notando la zona donde había sido cocida.
"El relleno de ambas colchonetas era más fácil de transportar que aquellos kilos de tierra" pensó Sherlock.
Activó su celular y comenzó a textear con rapidez, enviando en segundos el mensaje.
-Sherlock, hay que llamar a la policía- insistió Watson, mientras aun miraba los cuerpos de esos pobres infortunados.
-Lestrade viene en camino, usted es el doctor ¿qué datos puede darme de los cuerpos?-le preguntó Sherlock, mirando con algo de impaciencia las observaciones que Watson comenzaba a hacer ante los cuerpos deshechos.
Miro de nuevo su telefono al sentir que vibraba, Lestrade había contestado bastante rápido y ahora se encontraba en camino.