Un poco temeroso, Harry cerró el libro y lo deja encima de la mesa. No estaba muy seguro pero tenía la sensación de que él tenía uno de esos seres que venían en el libro. Estuvo pensando en sus opciones y en qué podía hacer, al final llegó a a conclusión de que lo mejor era hablarlo con Remus, porque aparte de tenerle confianza Remus sabía mucho sobre criaturas al ser profesor de defensa contra las artes oscuras.
Harry se levantó y salió de su cuarto corriendo, no se cruzó con ningún alumno de gryffindor, ya que todos estaban en clase a estas hora.Por suerte esa era la hora libre de Remus. Harry llamó a la puerta de su despacho y un adelanté se pudo oír. El chico entró, encontrándose con el licántropo sentado en su escritorio, revisando unas lecciones. El licántropo levantó la vista de los papeles para ver quien había entrado y al verle sonrió con dulzura.
-Hola cachorro, ¿Que necesitas? ¿No deberías estar en clase?- Preguntó Remus Lupin curioso por la llegada del chico. Harry se sentó en una de las sillas que estaban frente a su escritorio.
-Remus, Me gustaría hacerte unas preguntas, ¿Puedo?- respondió a la primer pregunta de Remus. El mayor, que aún seguía con la sonrisa en la cara, asintió esperando las preguntas del hijo de su amigo. -¿Es cierto lo de la criatura que se crea a partir de el alma de un niño mágico nonato muerto?- Remus se sorprendió por la pregunta del ahijado de su amigo y se quedó pensando un rato.
-Yo creo que puede ser posible, la magia es misteriosa, al igual que poderosa. ¿Por qué la pregunta, cachorro?
-Creo que una de esas criaturas me cuida. Desde pequeño he sentido que alguien me observaba. Cuando me dijeron sobre voldemort pensé que era él pero ahora… Creo que es esta criatura. Además cuando justo estaba leyendo sobre esas criaturas en mi cama, he notado como alguien se sentaba a mi lado y al mirar no había nadie
-Curioso… te prometo investigar sobre el tema, cachorro- contestó mientras le revolvía el cabello -¿Algo más?
-Sí, Sirius me ha enviado unas cartas que ha encontrado en donde se está alojando. Al parecer alguien se las envió a mi padre.
-¿Y cual es el problema?
-Pues que la persona que escribió las cartas parece ser mi verdadero padre y era James quien estaba embarazado y Lili solo era una tapadera para que alguien no les hiciera daño.
-Que extraño… eso no es lo que yo recuerdo- murmuró pensativo Remus- ¿Podrías traerme las cartas la próxima vez que Canuto las envíe?
-¡Claro Remus!
-Ahora ve a por tus libros que me toca clase contigo. Espero que estés atento cachorro, que este año son los TIMO
Harry asintió y volvió corriendo a su cuarto, cruzándose con Hermione y con Ron que iban para la clase. Hermione le cogió del brazo para pararle y hablar con él, pero Harry de un tirón se soltó.
-No tengo tiempo para esto, tengo que ir por los libros- Les dijo sin darse cuenta de que usaba un tono Slytherin. Harry se fue, dejando a sus “amigos” con la boca abierta por el trato recibido, y decidieron que debían informar de esto a “él”.
Harry llegó a su cuarto y tomó todo lo necesario para la siguiente clase, su clase favorita. Salió como alma que lleva el diablo de su cuarto, para llegar lo antes posible. Justo llega cuando la clase está a punto de comenzar.
Neville ya se encontraba sentado y había guardado un hueco para él, rápidamente, antes de que Remus comenzará a explicar, él se sentó a su lado y puso sus cosas sobre la mesa.
-Bienvenidos a todos a un nuevo año en esta clase de defensa contra las artes oscuras- comentó el profesor Lupin mientras se ponía al frente de ellos -Como ya todos me conocéis de hace dos años no hay necesidad de presentaciones. Este año os tocan los TIMOs así que espero que os esforcéis todos mucho ya que tenemos mucho trabajo por delante.
Todos los alumnos de Gryffindor se veían animados, pues Remus Lupin era el profesor de defensa contra las artes oscuras favorito. En cambio los Slytherin tenían su típica cara de indiferencia que tanto les caracterizaba.
-En esta clase comenzaremos a ver un hechizo protector que algunos de aquí conoceréis. Protego. ¿Alguien podría decirme qué hace ese encantamiento?- continuó Remus Lupin. Al instante, Hermione levantó la mano energéticamente, al querer que el profesor le preguntara a ella. Lo que no esperaba era que Harry también la levantara. -¿Harry?
-Es un hechizo que sirve para protegerse de maleficios que atentan contra tu bienestar. Aun así no es tan poderoso como para poder defenderte de maleficios imperdonables.
-Muy bien Harry, 10 puntos para Gryffindor- Comentó alegre Remus mientras que la tiza escribía en la pizarra el movimiento necesario para ejecutar tal hechizo, una raya vertical. -Ahora haced una fila que vamos a practicar el hechizo.
Harry se colocó en la fila, sin notar una leve mirada de odio de parte de Hermione. Lo que quedaba de clase se la pasaron practicando el hechizo uno por uno, cuando quedaban cinco minutos Remus mandó que todos se sentaran.
-Para la semana que viene, quiero que hagáis un proyecto por parejas, pero yo las haré. Además de que voy a mezclar casas.
Y así fue diciendo los grupos que había pensado, y como no, para la mala suerte de esta serpiente y este león, Harry e Hydrus quedaron juntos. Neville quedó con Pansy, Hermione con Blaise y Ron con Crabbe.
Harry suspiró agotado, porque al parecer sus profesores se habían aliado en su contra para ponerle todo el rato con ese Malfoy de las narices. Hydrus al verle la cara de asco le dijo:
-A mi tampoco me fascina estar contigo, Potter- Para después irse seguido de su séquito, sin decirle a Harry que días tenía libre para poder verse y hacer el trabajo.
El niño que vivió recogió sus pertenencias y salió de la clase, para pasar por su cuarto y coger los útiles necesarios para clase de transformación. Lo que él no esperaba era lo que ocurrió.
-¡Harry espera!