El camino fue extrañamente agradable.
Viajaron por alrededor de dos horas hasta que lograron ve el hospital psiquiátrico de la ciudad de Tokyo, Nagisa no había borrado la tranquila sonrisa de su rostro que se había dibujado cuando subió al auto, y eso le tranquilizaba a Karma, haciendo que se sintiera mal de alguna forma.
Estacionaron el automóvil lo mas lejas de la entrada del edificio, caminaron a paso lento ya que Nagisa así lo marcaba, parecía que no quería llegar a ese lugar.
Cuando estuvieron ya a un metro de la puerta, Itona salio a recibirles junto con Takebayashi.
-Karma, Nagisa... Que bueno que han venido - habló el de cabellos blancos con su típico tono vacío, tono que cambio cuando volteo a donde están el peliazul - Nagisa... Yo... Lamento lo de tu madre - hablo con tristeza.
-Ah, si... No importa - respondio tan frío como siempre - Hay algo que nos lleve al Shinigami? - preguntan directo a los que habían salido a recibirnos.
-Nagisa, estas seguro de estar bien? Sigues en shock? - pregunto Takebayashi preocupado.
-Shock? No, por qué Kōtarō? - respondio el peliazul con normalidad.
-Por lo de tu madre... Acaba de morir... Bueno... La asesinaron - dijo el de lentes sin entender la aptitud del mas bajo.
-No es el primer asesinato del que me entero, sabes?- pregunto ironico el peliazul con una sonrisa en el rostro - Además, tampoco es la primer persona cercana a mi que asesinan...- aclaro restando importancia a todo eso - Si una pequeñes como esta me afectara, no serviría para el asesinato -
-entiendo... Pero de igual forma debería afectarte un poco...- murmuro el de lentes reprochando la falta de sentimientos que demostraba el peliazul.
-Si tienes que decir algo, dilo en voz alto Kōtarō, no es como que vaya a matarte - dijo el peliazul con expresión tranquila que tranquilizo al de lentes - Claro, a no se que no me guste lo que digas... En ese caso, igual y si te mato - pero volvió a alterarlo cuando una sonrisa demente acompaño las palabras del mas bajo.
-Ammm... Yo... Yo no dije nada...- respondió Takebayashi siguiendo sus instintos de auto preservación.
-Ah, bueno... En ese caso, entramos? - indico el peliazul y todos los que estaban con el asintieron caminando al interior del hospital.
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La escena no era algo estremecedor a primera vista, todo se veía completamente normal... Hasta que llegaban a donde reposaba el cuerpo de Hiromi.
La mujer parecía tranquila, como cualquier persona cuando duerme, sus manos se encontraban cruzadas sobre su vientre, y era sobre esa zona donde el horror de aquella escena se hacia presente.
Un enorme hueco en donde se supone debía estar el estomago y el útero, sus órganos, ya mencionados, habían sido extraídos de forma quirúrgica y ahora estaban colocados en frascos sobre la pequeña cómoda que había en la blanca habitación, tenían pequeñas notas; pequeñas notas de contenido extraño.
"Mami nunca te quiso, ella quería una niña... Pero tuvo un niño... Mami ya no pudo concebir otro hijo, ni podra...
No es eso triste?"
Leyó en la primer nota que había sido colocada en el frasco que contenía el útero.
"Mami amaba cocinar, pero odiaba comer sola. Es cruel tener algo que no se usa, no te parece?"
Leyó sobre la segunda nota en el frasco del estomago.
-Bueno, es claro que fue un profesional... Pero no fue el Shinigami- dijo Nagisa decepcionado.
-Como lo sabes? - pregunto Karasuma tratando de no prestar atención en la falta de sentimientos del peliazul, después de todo, Nagisa era un asesino también.
-Porque esta no es su letra (Conozco su trabajo) y esto es obra de otro colega mío explico Nagisa viendo con detenimiento cada uno de los frascos en el estante - Karasuma-san, no hay un tercer frasco por aquí? -le cuestiono al mayor.
-No, registramos todo el lugar y solo encontramos esos tres - respondió el de cejas particulares.
-Hmmm... Ok...- dijo el peliazul sacando su celular - Ritsu -
-Que sucede Snake? - pregunto la IA apareciendo en la pantalla del celular.
-Quiero que revises en todas las habitaciones del departamento y me digas si alguien entro, si dejo algo y si se llevó algo - mando el peliazul y de inmediato la pelilila desapareció para volver a los pocos minutos.
-Snake, parece ser que entraron y dejaron un frasco sobre el escritorio del estudio, no parece que se hayan llevado algo - informo la chica artificial.
-ok, quiero que veas que tiene el frasco, esta bien? - pidió/mando el peliazul y de repente ya no veía a la chica, veía el departamento por medio de la cámara instalada en el robot de Ritsu.
Fue directo al estudio, encendió la luz y camino hasta el escritorio para tomar el frasco y mostrarlo.
Y tal como esperaba Nagisa, el corazón de quien una vez llamo madre. Igual que los otros botes, este tenia una nota, solo que la única diferencia era que este tenia firma.
"Mami siempre fue fría contigo, nunca te brindo el amor que debía darte, su corazón no funcionaba como debía...
Pobre mami inútil, nunca fue buena madre, pero tranquilo, ya esta en un lugar mejor... Quizás...
Atentamente: Jack"
El peliazul guardo silencio un momento mientras pensaba en lo que acababa de leer, veía con detenimiento la nota a través de la pantalla mientras mantenía uno de sus nudillos pegado a sus labios. Paso el móvil al mayor para que pudiera ver lo que habían encontrado y después de verlo, paso él teléfono a cada uno de los que estaban en la habitación.
-Nagisa... Como... Como t...- hablo Karasuma preocupado por la reacción del peliazul, aunque este lo interrumpió con una risa.
-Este idiota no sabe que soy yo! - se burlo causando que todos palidecieran pensando que, quizás, el pequeño peliazul había caído en la demencia - aunque debo aceptar que me sorprende, que tanto husmeo en mi pasado este cabrón...?- comento divertido - Como sea, si supiera que soy yo a quien intenta asustar, no habría hecho este trabajo, nadie quiere perder el único ojo que le queda o alguno de sus dedos...-
-Nagisa, conoces al asesino? - pregunto Karasuma inquieto.
-Claro! Usted no? - pregunto Nagisa como si cualquiera tuviera la obligación de conocer al sujeto responsable, pero al ver que nadie respondía, tuvo que explicar - Es Jack el destripador, un nombre muy cliché si me lo preguntan a mi, es un asesino mas de miedo que otra cosa, por lo general, lo contratan cuando quieren dejarle un mensaje a alguien o simplemente asustarle, también es uno de mis... Como decirlo... Sirvientes, en la organización - resumió sin dar importancia a nada de lo dicho.
-Tu sirviente? - pregunto Karma confundido.
-Si, le salve la vida una vez y también le demostrar que puedo matarlo sin esfuerzo si quiero, así que juro ser mi perro fiel - dijo el peliazul recordando como suplicaba Jack cuando se enfrentaron y le saco el ojo derecho - pero este perro idiota cometió un error, no le informo a su amo del trabajo que acepto... Debe morir - decreto con una alegre sonrisa dejando estupefactos a mas de uno de los ahí presentes.
-Nagisa, vas a matarlo? - le pregunto Karma.
-Yo no, me da paja ir hasta donde el esta... Le pediré a otra persona que lo haga por mi - dijo marcando un numero en su celular - Bahar, Jack'e bakmanızı istiyorum, bana itaatsiz davranmış, ne yapacağını biliyor musun* - hablo para después colgar el móvil.
-Con quien...-
-Con otra de mis sirvientes, ahora, vámonos que tengo sueño - informo el peliazul a Karma interrumpiendo a Itona, que apenas comenzaba a hablar.
-Y que hay del cuerpo de tu madre? - pregunto Karasuma sin saber que hacer.
-Yo que se, quemenlo, entierrenlo, donenlo si quieren - dijo Nagisa ya enfadado.
-Pero es...-
-Mi madre, si aja, pero no me importa, hagan lo que quieran con el! - les grito molesto halando al pelirrojo para irse de ese lugar.
-Esta bien, solo una ultima cosa - dijo Okuda, quien iba llegando, escuchando todo lo que el peliazul había dicho - Esta es una carta de la señora Shiota, creo yo que al menos debes leerla...- hablo tratando de no sonar nerviosa.
-Lo tendré en cuenta - hablo Nagisa arrebatando de las manos de Okuda el sobre con la carta.
Salieron de aquel lugar mas deprisa de lo que habían llegado, subieron al coche y mientras el de ojos cobrizos se colocaba el cinturón de seguridad, Nagisa miraba el sobre en sus manos, sentía varias cosas en su corazón, sentía Ira, asco, frustración, felicidad y en algún lugar de su oscuro y rencoroso corazón, sentía dolor y tristeza, pero esos sentimientos no eran algo de lo que el pudiera disponer, así que trataba de cubrirlos con los que solo hacían daño.
-(Después de tanto tiempo... Tantas cosas que tenia que reclamarte, tanto que tendrías que haberme respondido, y solo una puta carta!?)- pensó enojado hasta que un claxon lo hizo notar que ya se encontraban ya en la carretera con dirección a su departamento - Karma -
-Que sucede Nagisa? - pregunto tranquilo.
-Vayamos por unos tragos, no quiero volver aun - dijo Nagisa olvidando la carta que metía en su bolsillo.
-Oh~ sera acaso que me estas invitando a una cita? - pregunto Karma bromista notando que la atención que sintió unos minutos antes se había disipado.
-Hmmm... Si lo quieres ver así, por que no...- acepto el mas bajo recibiendo del mas alto una enorme sonrisa - pero tu seras la chica - informo tratando de molestarlo.
-Oye, si tu aceptas una cita, poco menos que nada me importa usar minifalda si tu lo quieres! -