"Los tatuajes se dibujan por diferentes razones.
Algunos son por obligación, una forma de identificación entre un cierto grupo de gente.
Otros por moda y estética, son meramente por gusto.
Pero hay un tipo de tatuaje que va más allá de estas dos anteriores, existe un tipo de tatuaje que fungen como recuerdo, como conexión inexistente a un punto que ya no se tiene.
Son una promesa, una mentira y una verdad"
Caminaban despacio por las calles de la ciudad, hacía poco mas de una hora que el sol se había escondido y la luna iluminaba las andanzas de jóvenes parejas, traviesos mensajeros y almas sin techo.
Se podían distinguir los letreros neón de bares y centros, no exactamente apropiados.
Un mar de gente inundaba las calles en diferentes direcciones, algunos iban a lugares para divertirse, otros caminaban con pesadez para llegar a sus casas, otros mas caminaban por las calles buscando las maravillas de la noche, y era justamente lo que hacían Nagisa y Karma.
Iban en silencio, desde que habían salido de aquella tienda, pero no era incomodo para ninguno de los dos, habían reído bastante durante el tiempo que estuvieron probándose los trajes y también cuando cada uno de ellos salio con una bolsa en las manos.
-Oye Nagisa...- le llamo Karma al peliazul a su lado - recuerdas que una vez te pregunte sobre tu tatuaje? - le pregunto una vez que la mirada del mas bajo se posara en su persona.
-Si, lo recuerdo...- respondió Nagisa con una ligera sonrisa - que hay con el? -.
-Bueno... me preguntaba... Que representa para ti? O que te llevo a hacerlo? - pregunto Karma fingiendo desinterés.
-Por que debería contarte? - dio como respuesta el mas bajo mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.
-Bueno, no es como que me debas decir por obligación... Aunque tenemos un trato... Pero si no quieres, no es necesario que me digas...- dijo el de ojos cobrizos girando el rostros causa de los nervios.
-Sabes Karma...- hablo el mas bajo ganando la atenta mirada del pelirrojo - has cambiado... Bastante -.
-En serio?...- pregunto este con aire pensativo - por que lo dices? -.
-Bueno... Antes me hubieras obligado a responderte por todos los medios necesarios...- explico el peliazul tranquilo mientras recordaba sus años de academia - Es raro sentir que eres tan amable - expreso con una enorme sonrisa.
-Hmmm... Con que amable, eh~? - medito Karma poniendo una sonrisa burlona en su rostro - De verdad te lo parezco?- pregunto viendo directo a los ojos fe Nagisa, quien solo asintió tímidamente - ya veo... Pero debo confesarte algo, mi pequeño Nagisa - dijo deteniéndose y deteniendo a Nagisa para bajar hasta la altura del oído del peliazul - solo soy amable contigo - confeso en un susurro que hizo estremecer al mas bajo.
-De... De verdad? - pregunto el de ojos turquesa con un ligero sonrojo.
-Sip, ya sabes... A los pequeños animalitos que se rescatan, hay que darles confianza para que se sientan bien en su nuevo hogar - aclaro con su típica expresión de burla.
-Eres un idiota Akabane! - grito Nagisa empujando al pelirrojo para seguir caminando.
-Hmmm... Puede que lo sea... Pero no soy cualquier idiota - acepto sujetando el brazo de Nagisa para detenerlo y girarlo para que sus miradas conectaran - Soy el idiota que esta pérdidamente enamorado de ti, que no dudaría en matar a cualquiera si se trata de rescatarte o dar su vida si se trata de defender la tuya - hablo acercando al mas bajo hasta que quedaron abrazados - soy el idiota enamorado que te bajaría la luna si así lo deseas, que cumpliría cualquier capricho para hacerte sonreír y saldría hasta el infierno si es para contigo estar - le comento muy cerca de la oreja al peliazul.
Nagisa, por su lado, no sabia como reaccionar, esas palabras lo desarmaron por completo, aquella muralla de ladrillo puro, que había construido alrededor de su corazón, se había convertido en una fina hoja de papel que se rompió con su suspiro
Dejo de lado las maldiciones que momentos antes había dicho en contra del pelirrojo, soltó el pequeño cuchillo que estaba apunto de clavar en el costado del mas alto cuando lo abrazo, dejo de huir de sus emociones, sus sentimientos... Su realidad.
Se aferro a la chaqueta de cuero negro que el mas alto traía puesta, hundió su cara entre el cuello y el hombro de Karma y al fin dejo salir las lágrimas que había estado guardando desde que salieron de aquel bar.
-Nagisa? Te sientes mal!? Te duele algo!? Dije algo que no debía!? - pregunto preocupado el pelirrojo cuando sintió la humedad de las lágrimas que salían de los ojos turquesa - Nagisa yo...-
-No es eso...- negó el mas bajo entre jadeos - Yo... Yo quiero que... Nos vayamos a... A casa - pidió sin soltar la chamarra de Karma - por favor -.
-Claro! Vamos al coche, no esta muy lejos -
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Llegaron al departamento después de una hora de viaje, una hora en la que el peliazul había llorado en silencio soltando algunos suspiros de vez en cuando para después dormirse.
Lo saco del automóvil en brazos, cuidando siempre de no despertarlo, subió hasta su piso con el pequeño peliazul profundamente dormido, aun tenia rojos los ojos, pequeños rastros de sus lágrimas permanecían en su rostro.
-Mi pequeño Nagisa...- susurro acariciando la mejilla de su amado - tu también has cambiado, ahora eres mas fuerte, tienes mas confianza en ti mismo y, sin duda alguna, has embellecido mas de lo que alguna vez soñé - confeso dejando un beso en la mejilla de Nagisa.
Lo observó por unos cuantos segundos mas y finalmente salio de la habitación que compartía con su pequeña serpiente.
-Karma... Que le paso a Nagisa-kun? - pregunto Ritsu apareciendo en la pantalla de la televisión.
-Yo... No lo se...- respondió el pelirrojo consternado - de un momento a otro comenzó a llorar... Supongo que su corazón lo necesitaba...- dijo para tratar de calmarse el y calmar a la pelilila que tenia los códigos de punta.
-Pero si salió de lo mas normal del hospital...- dijo Ritsu - aunque supongo que bien pudo ser así... Digo, primero lo de Shadow y ahora lo de su madre... Creo que es entendible -
-Correcto, ahora debe descansar - comentó Karma caminando a la cocina - mientras tanto, yo preparare la cena -.
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El dolor en su cabeza era enorme, sentía como si le clavaran una aguja de tejer repetidas veces en el cerebro.
-(Mierda! Hace demasiado tiempo que no lloraba!)- pensó molesto consigo mismo, tomo la almohada que estaba a su lado para cubrir su cabeza, pero ni eso mitigó el dolor que sentía -(Carajo! También tengo hambre!)- gruño tanto en su mente como en su estomago.
Bajo de forma perezosa de la cama, notando que traía su pijama puesto, sus mejillas se tiñeron de un ligero color carmín cuando imagino a Karma cambiándolo.
Salio de la cama y se echo a andar rumbo a la cocina para buscar algo que comer. Supuso que Karma estaría dormido ya, pues cuando vio la hora en el despertador sobre la cómoda junto a la cama, marcaba las 12:15 am, pero se sorprendió cuando un olor exquisito inundó sus fosas nasales.
Anduvo el resto del camino embelesado por el aroma, escuchó ruidos de que se estaba picando alguna cosa, agua hirviendo y el torno trabajando.
Cuando al fin llego a su destino, vio a un pelirrojo bastante entusiasmado cocinando.
-Karma...- le llamo desde la barra de la cocina - son las doce de la noche, que crees que estas haciendo? - pregunto para al fin recibir la atención del pelirrojo.
-Nagisa! - hablo Karma sorprendido pero sin dejar de hacer lo que fuera que hacia - No te escuche llegar, pero ya que estas aquí, puedes poner la mesa? - añadió con una gran sonrisa.
-Karma, son las doce y pico de la madrugada! No es hora de una cena tan pesada...- respondió el peliazul pero igual atendió el pedido de Karma.
-No es algo tan pesado, es solo un poco de lasaña de espinacas y atún - corrigió el pelirrojo sacando lo que estaba en el horno - claro que también va acompañado por una ensalada, hay que tener una dieta balanceada - dijo mostrando el recipiente de la ensalada.
-No diré nada, solo por que realmente muero de hambre - expreso Nagisa con una ligera sonrisa en el rostro.
-Perfecto, en ese caso - dijo Karma sirviendo la lasaña en los platos de la mesa - Comemos? -
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La cena/desayuno paso tranquila, bajo una charla poco agradable para el de pelo rojo, ya que Nagisa se había empeñado en detallarle toda su agenda de la semana.
Karma tratando de zafarse del tema pregunto sobre lo que había comprado en la tienda que habían visitado en el día, pero no logro sacar ni una palabra del mas bajo.
Cuando terminaron lavaron los platos entre ambos para bajar un poco de lo ingerido durante la cena, y cuando al fin se sintieron ligeros, decidieron que era hora de dormir.
Tomaron de forma fugaz una ducha en sus respectivos baños y volvieron a reunirse en la recamara del pelirrojo.
-Buenas noches Nagisa - se despidió Karma arropándose entre las cobijas de la misma forma que Nagisa.
El peliazul no respondió, pero eso no era sorpresa para Karma, generalmente, una vez que el peliazul tocaba la almohada, caía dormido como sj lo hubieran noqueado totalmente, pero esta vez no era así, el peliazul estaba sumido en sus pensamientos, sus recuerdos y su dolor.
-Sabes Karma... - hablo exaltando al nombrado - Cuando me preguntaste por mi tatuaje la primera vez, no le tome real importancia por que no quería ni hablar contigo - dijo divertido recordando ese día - el día de hoy, cuando lo hiciste, realmente me puse a pensar en cual había sido el motivo - confeso sintiendo que Karma giraba su cuerpo para verlo - es gracioso... Tengo seis años con el y había olvidado el motivo por el que elegí haceme ese dibujo - rio irónico girando para encarar al pelirrojo que lo veía con atención, respectan te - Y ahora te lo puedo decir... Este tatuaje es la mitad de una serpiente porque es lo que me describe... El zorro en cambio es el animal que representa a la persona que mas quiero en este mundo...- dijo percibiendo una alteración en el corazón de Karma - Es la persona mas astuta, inteligente, ágil y fuerte... Tal y como un zorro... - le dijo con una enorme sonrisa y una mirada que brindaba la misma sensación de paz que en los años de escuela - Karma, durante todo ese tiempo, tu recuerdo fue lo único que me acompaño y a lo que me aferraba...- le confeso pegándose mas al cuerpo del pelirrojo que con una inmensa felicidad lo abrazo.
-Puedo tomar eso como tu confesión? - pregunto Karma mientras acariciaba los sedosos cabellos del mas bajo.
-No... Aun no, pero digamos que ya llevas algo de ventaja - contradijo Nagisa divertido para después abandonarse al sueño, dejando a un Karma confundido pero satisfecho que también decidió abrazar a morfeo...