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Tras de ti por Sakuriita_Henandez

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-Despertar, dices? - respondió el peliazul con mirada perdida, había abandonado aquella actitud descarada y ahora se encontraba en trance total - por que querría yo hacerlo? Que no vez que soy feliz de esta forma!? - grito con lágrimas en los ojos.

-Nagisa? - dijo el pelirrojo sin comprender las palabras de su amigo y temiendo haber dicho algo indebido - esta bien... Es solo que... Este cambio fue muy... -.

-Necesario -.

-Repentino, iba a decir yo...- aseguro Karma después de la interrupción del mas bajo.

-Sabes, estoy feliz de estar aquí otra vez - dijo de repente con una enorme sonrisa en el rostro, como si nunca hubiera estado a punto de llorar - es agradable ver nuevamente a Koro-sensei y recibir sus lecciones, entrenar con Karasuma-san y hablar con Irina-sensei - expreso feliz - pero tienes razón, debo despertar...-.

-Nagisa... De verdad no te estoy entendiendo nada...- dijo Karma sin saber a que se refería el peliazul - Creo que no debimos desvelarnos anoche, eso te afecto al parecer...-.

-Tal vez, pero eso no importa - respondió el mas bajo caminando nuevamente a su "camerino" improvisado por Nakamura - les podrías decir que tuve algo importante que hacer y me fui? -.

-Claro... Pero a donde vas? - acepto/pregunto Karma.

-A mi casa - respondió Nagisa cerrando la puerta tras de si y escuchando como el pelirrojo salia del baño -(Es hora de despedirme)-.

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Abrió la puerta de su casa y se topo con la misma imagen que esa mañana lo había sorprendido.

Sus padre estaban sentados en la sala, en el mismo sofá y se tomaban de las manos mostrándose muy felices mientras hablaban de su día en el trabajo.

-(Me hubiera gustado que esto fuera mi realidad)- pensó tristemente el peliazul mientras caminaba hacia sus despreocupados padres.

-Nagisa, hoy has vuelto temprano - le saludo su padre notando su presencia.

-Es cierto, además de que Karma no viene contigo - dijo su madre prestando atención a su hijo - se han peleado acaso? - pregunto.

-No, claro que no - aseguró el peliazul tomando asiento frente a sus padres - es solo que hoy no tenia ganas de salir con nadie - aclaro.

-Ya veo - dijo Hiromi pensativa - En ese caso, hoy podrás ayudarme con la cena! -.

-Claro - acepto el menor - Pero antes, quisiera poder hablar con ustedes - dijo con tono serio y apariencia dura pero en su interior era solo un manojo de nervios.

-Por supuesto hijo, de que se trata? - pregunto su padre con preocupación - es algo muy serio? -.

-Sabes que puedes decirnos lo que sea hijo - secundo Hiromi al instante.

-Es serio, pero algo inútil... A decir verdad, dudo que decirlo sirva de algo, pero realmente quiero hacerlo ya que es tiempo de despertar - hablo Nagisa.

-Despertar? ¿A que te refieres hijo?- le cuestiono su padre - acaso tu...-.

-No son drogas ni nada parecido - aclaro con rapidez intuyendo a lo que su progenitor se refería - lo diré, pero no quiero que hablen hasta que termine; podrían? -.

-Esta bien - respondieron ambos adultos.

-Bien, en ese caso... Perdonenme - soltó de la nada - Yo... Yo no logre hacer nada por ustedes, ni siquiera puedo decir que soy fuente de honor a sus memorias - dijo con voz frustrada - Mamá, creeme cuando digo que tu fuiste, eres y seras la razón por la que soy fuerte emocionalmente, y no lo tomes como reproche que no es para eso que lo digo, tomalo mas bien como agradecimiento. No se que hubiera pasado conmigo si no tuviera esa fuerza de la que me dotaste por años - le hablo directamente a Hiromi, quien lo miraba comprensiva - Padre, de ti no puedo decir nada... Bueno, no mucho... Te agradezco por enseñarme a ser amable y a mostrarme lo que la debilidad provoca - dijo con algo de rencor en sus palabras - Pero a pesar de eso, también te pido perdón por no haber atendido esa invitación en aquel momento - las lágrimas caían por su rostro mientras hablaba, su voz era cada vez mas baja debido a que las ganas de llorar querían ganar la partida, pero aun así, el siguiente hablando - Mamá, Papá; los amo y los extraño, estar aquí es dolorosamente hermoso, son un bello sueño del que me veo obligado a despertar. No soy ni seré el hijo que ustedes quieren, he manchado de sangre tantas veces mis manos que ya no veo mi piel de otro color que el rojo carmín, me he desviado de aquello que ustedes querían para mi y realmente lo siento - hablo entre lágrimas de amargura - Aun así, espero ustedes siempre me cuiden y me guíen por lo que me quede de vida... Yo... Yo solo... Solo quería ser normal... Un estudiante común... Y ahora no soy mas que una sombra en la oscuridad - dijo.

-Nagisa... De que hablas... Nosotros - trato de decir Hiromi pero fue interrumpida por el menor.

-Solo les pido que me den un abrazo... El ultimo, para partir...- pidió.

Los adultos aun sin entender y con los ojos bañados en  lágrimas, abrieron sus brazos para recibir al peliazul que entre lágrimas y suspiros lloraba en silencio.

-Gracias...-

-Nagisa, escucharme bien - dijo Hiromi tranquilizando a su pequeño - se todo lo que pasa y todo lo que pasara - le hablo muy cerca del oído - Y creeme hijo, no podría estar mas orgullosa de lo talentoso que eres... Ahora anda, tienes cosas que hacer - le dijo en forma de despedida.

Se levanto para ver por ultima vez a sus padres, les dedico una sonrisa dolorosa y salio por la misma puerta por la que hace solo unos momentos había entrado.

-Supongo que ya no podre ayudarte con la cena, mami - murmuro mientras saltaba al vacío de aquella calle que se cubría con los rayos del sol cuando cae la tarde, salto para alcanzar de nuevo su realidad, para retomar aquello que debía realizar.

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-Nagisa!? - gritaba preocupado Karma al ver que el pequeño peliazul no despertaba después del tiempo predicho -(Se me habrá pasado la mano con el somnífero que me dio Okuda?)- pensó preocupado - Nag...-.

-Eres muy molesto, sabes? - dijo el peliazul abriendo sus ojos - que diablos me paso? - interrogo sobando su cabeza.

-Pues te drogaron para poder robar unos archivos que estaban en el estudio - mintió el de mirada cobriza pero sin mentir realmente ya que sabia que el ojiazul descubriría si decía o no la verdad.

-Ya veo... Que lastima por ti - dijo Nagisa levantándose del suelo - eso lo tendrás que arreglar tu solo, yo ya voy tarde - aclaro tomando la mochila que había dejado a un lado de el comedor - Alguien mas vendrá por el resto... - aclaro.

-Así que aun así te iras - comento triste el  pelirrojo.

-Eso dije -.

-No hay nada que te haga cambiar de opinión? -.

-No, nada - respondió el peliazul a escasos centímetros de la puerta, pero se giro para regresar rápidamente a donde el pelirrojo y le dio uno de esos besos que le robaban el alma - No se si te  vuelva a ver, así que te lo diré para que quites esa cara de perro pateado que tienes - le dijo con voz fuerte - Yo, Shiota Nagisa, he estado enamorado de ti desde la academia y mis sentimientos no cambiaron ni cambiaran nunca - le confeso con una sonrisa sincera que dejo petrificado a Karma, quien no podía ni formular palabra - Ahora, si me disculpas, tengo asuntos que arreglar con alguien y me debo ir ya - informo el mas bajo retomando su partida.

Salio de ese departamento, el corazón le latía al mil por hora, sus piernas temblaban y su mente era un lío, pero aun así decidió seguir avanzando.

-Estoy seguro que nos volveremos a ver, Akabane...

 

En algún lugar de Japón
10:43 am

 

-Me explica nuevamente porque debo ir yo? - preguntaba un rubio cenizo, claramente enojado, mientras esperaba en la central de un aeropuerto y hablaba por teléfono.

+Por que lo mando yo, porque soy tu jefe y por que se me da la maldita gana + le respondieron al otro lado de la linea +Además, sera divertido y hasta tu disfrutaras ver su cara de sorpresa 

-A eso se le considera abuso de poder...- refunfuño el chico cogiendo su mochila.

+Lo que digas, igual, lo vas a hacer...

-Si, claro... Adiós anciano...- gruño molesto dando por terminada la llamada - Muy bien Akabane... Tenemos cosas que arreglar...- murmuro viendo la dirección anotada en su libreta y el nombre de la persona a quien pertenecía - mi jefe y su raro sentido del humor...-.







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