-Karma!!!- grito el peliazul horrorizado sintiendo como su alma le abandonaba por un momento.
-Tranquilo, aún le quedan veintitrés metros de caída - dijo el de pelo gris con tono divertido - ahora, peleas en serio o se muere -.
-Karma!!! Me escuchas!? Vas a estar bien, te lo prometo! - grito Nagisa al pelirrojo, ignorando deliberadamente a su oponente - Karma, por favor... Abre los ojos o por lo menos responde - pidió con toda la preocupación que había guardado durante años.
-Ya lo sé... Nunca debo dudar de la palabra de un asesino. ¿No? - respondió por fin el pelirrojo, con algo de dificultad, pero con su mismo tono confiado - aunque te agradecería que te deshicieras de ese sujeto rápidamente, digo, no me molestan las alturas, pero estar colgado de esta forma no es lo más cómodo del mundo - aclaro.
El peliazul suspiro aliviado y sonrió.
-No te preocupes, no tardaré mucho - aseguro Nagisa limpiando las lágrimas de su rostro, lágrimas que habían salido a causa de la preocupación de que algo le hubiese pasado a Karma.
-Oh por Dios! No llores! Se que me ama muchísimo, pero recuerda que cargo con la maldición de un muerto! - se quejó el pelirrojo haciendo que el pequeño de ojos azules soltara una risita - ahora, mata a ese desgraciado y ven a rescatar a tu príncipe! - mando feliz con la reacción de su pequeño amor.
-Como molestas Akabane, ya te dije que no demorare mucho - bufo Nagisa fingiendo molestia - de momento, enfocate en seguir colgando - indico Nagisa giradose para confrontará su oponente - me alegra de que estés bien...- murmuro.
-Claro... Como tengo tantas cosas con las cuales distraerme...-.
-Ahora si podemos comenzar?- pregunto el Shinigami con molestia cuando Nagisa le miro directamente.
-Si, si... No te enceles corazón, en un momento te atiendo - le respondió el peliazul tirando el auricular que pendía de su oreja izquierda.
-Celos!? Te das cuenta de la situación en la que el rojito aquel y tu se encuentran!? - grito molesto el asesino, desquiciado por la actitud del mas pequeño.
-Lo se, y creo que Karma también es consciente de ello... El es quien esta en un... "Punto pendiente" por decirlo de alguna forma...- dijo bromeando.
-Snake, tu no me estas tomando en serio, creo que tu amigo aun puede bajar otros tres metros - comento molesto el mayor presionando el botón nuevamente.
Un grito de sorpresa se hizo presente, el sonido de cadenas corridas y el vibrar de la maquinaria también le acompañaron.
Ahora el pelirrojo no se podía ver desde donde ellos estaban y solo se escuchaban sus gritos molestos.
-NAGISA! TU SENTIDO DEL HUMOR ES HORRIBLE! - grito a todo pulmón el de ojos cobrizos mientras se mecía en la cadena - DEJA DE BROMEAR DE UNA VEZ! YA VEO EL SUELO MAS CERCA; Y CREEME, NO ES ALGO BONITO! - afirmo.
-Si Snake, dudo que quiera llegar al suelo ya, así que por favor, toma la seriedad requerida - exigió el asesino mayor con molestia.
-Si hombre, ya... La sombra de la luna no aguarda - declaro Nagisa - así que supongo, es momento de comenzar -.
-Al fin! - celebró el Shinigami afirmando el agarre sobre su cuchillo y corriendo para atacar al mas bajo.
Nagisa logro reaccionar a tiempo para evitar el golpe directo que su contrincante quería plantar en su pecho.
Evasiva, evasiva y ataque.
Eran los movimientos del peliazul que bailaba por la pista del helipuerto mientras sus cuchillos rasgaban la piel del mas grande.
-Atacame como si de verdad quisieras matarme Snake! Así Pretended vengar a tu madre y a tu padre? - le provocaba el peligros cada vez que recibía uno de sus golpes - o sera acaso que no puedes matar a nadie en realidad?-.
-Si recuerdas que mate a todos tus hombres y ya solo me quedas tu? - pregunto de forma sarcástica el mas bajo al sentir como su orgullo era herido.
-No parecé pequeña lombriz, en estos momentos estas actuando como novato - volvió a atacar su orgullo el peligris -(Ya que por ese lado si reaccionas)-.
-No lo diría así, shinigami-san, como ya dije, solo espero a que la sombra de la luna me brinde alivio a lo que en mi mente ocupa mayor atención - repitió Nagisa con una sonrisa auto-suficiente - Claro que primero debo dar un poco de entretenimiento -.
-Muy bien mocoso, ya me cansaste! - grito el mayor atacando nuevamente al peliazul, quien confiado lo esquivo.
-Un asesino profesional y no viste venir algo así? - pregunto con puya mientras el cañón del arma seguía humeante - deberías regresar a las ligas menores, niño -.
-Ja! - fue la respuesta del peliazul, quien sostenía su costado derecho para tantear la herida. No era muy profunda, pero sin duda, era algo que daba una ventaja considerable a su oponente - Usted me dice novato? - pregunto ahora mostrándose arrogante - entonces es usted un cobarde! -.
-Como dices?! -.
-Solo un asesino cobarde, recurre a ese tipo de trucos cuando esta ante otro que es claramente superior - aclaro el de ojos azules con clara intención de hacer enfadar a su contrincante - Déjeme decirle, señor; los años no hacen al asesino... El asesino nace para los años que vengan - declaro arrojando uno de sus cuchillos al peligros esperando que lo esquivara, tal como lo hizo.
De forma veloz se coloco frente a el para despojarlo del arma de fuego mientras cortaba dos de sus dedos en el proceso.
-Eso es por Shadow! - le informo pateando lejos la pistola.
-Bien jugado, pero yo no perderé por algo como esto - contesto el adulto con dificultad. Metió la mano que mantenía entera al bolsillo de su pantalón y extrajo el control de la maquina que sostenía a Karma - ganare por cualquier medio! - aclaro presionando fuertemente el botón de aquel aparto.
Un ruido de engranes girando a alta velocidad.
El sonido de cadenas cayendo desde una altura considerable.
Su golpe seco en el suelo.
Pero ningún grito, mas que el de Nagisa.
-Karma!!!-.
-Pensé que gritaría o algo... pero bueno, creo que ya debe ser puré...- externo el adulto como si nada.
Nagisa se encontraba en shock. La cadena de la que pendía la única persona a la que amaba, ahora había sido tirada y, posiblemente, el pelirrojo dueño de sus desvelos también.
Sentía un vacío inmenso en el pecho, pero también había algo que quería salir atravesando sus huesos, su carne y su piel. Había palabras enredadas en su boca, lágrimas plantadas en sus ojos e ira fluyendo por sus venas.
-Karma...- gimió con dolor desde el lugar donde se encontraba postrado de rodillas - Nunca te lo dije de forma clara, siempre me negué a mostrar claramente lo que de verdad sentía por ti...-.
-Tu miseria es entretenida... Quizás deba traer también a la mocosa pelirrosa y al latino que esperan en la camioneta de abajo...- dijo feliz el mayor.
-Karma... Yo... Yo te...-.
-Me amas? Y lo se corazón, yo se que soy irresistible pero no es momento para eso - le interrumpió una voz a la distancia.
-Karma!?-.
-Si mi amada princesa? - respondió el pelirrojo con su típica sonrisa traviesa mientras se apoyaba en el marco de la puerta que daba acceso al edificio.
-Karma!!- grito con emoción el nas pequeño limpiando las lágrimas de sus ojos - Como...?-.
-Si, hola Snake, yo también estoy aquí... Gracias por notarlo y si, cuide muy bien de tu estúpido pelirrojo - interrumpió el pelinegro de ojos verdes haciéndose notar desde la espalda de Karma.
-De nuevo ustedes!? - grito furioso el mayor al ver a sus "víctimas" frente a el - por que no se mueren! -.
-El poder del amor - respondieron rojo y negro a la vez.
-Esta vez no fallare! - advirtió apuntando con su dedo hacia donde ambos jóvenes se encontraban - Mueran! -.
Las cosas pasaron rápido.
Un pequeño chasquido. Un grito de sorpresa y otro de dolor. Sangre.
Y finalmente la mirada perdida de un peliazul que se encontraba a la orilla de aquel helipuerto con el asesino mayor bien sujeto para que no escapara.
-Si tanto quieres verme morir...- dijo el peliazul con dificultad, la sangre que escurría de su nariz le dificultaba su respiración - Lo harás conmigo - aclaro sonriente mientras se balanceaba al vacío ante la mirada atónita y aterrada de Dominic y Karma - Te am...-.
-Nagisa!