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Dangerous por California Night

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Notas del capitulo:

Buenos días/tardes chicxs :333333

A leer y a disfrutar <3

El retumbar de la música golpeó de lleno todo mi cuerpo al entrar en aquel lugar. La Hermandad de los Alpha era toda una institución en la Universidad debido a las grandes fiestas que organizaban dentro del gran complejo que conformaba su mansión. Allí vivían los jugadores del equipo de baloncesto, los cuales habían conseguido numerosos premios en multitud de torneos entre equipos universitarios. A nivel local, nacional e incluso internacional. Sus fiestas eran conocidas como las más locas, memorables y épicas de todo el campus universitario. Sobre todo la gran fiesta de bienvenida universitaria, que era conocida casi a nivel nacional.

Cuerpos frenéticos que buscaban la fricción de otro, corazones taquicárdicos al ritmo de la música. Alcohol quemando las gargantas de los invitados, abriéndose paso a través de ellas y provocando escalofríos que nublaban la vista. Personas en la piscina, algunos con ropa y otros semidesnudos. El ambiente totalmente viciado y cargado de excitación, lujuria y hormonas desenfrenadas.

 

“I'm in love with the shape of you 
We push and pull like a magnet do 
Although my heart is falling too 
I'm in love with your body.”

 

Nos acercamos a la mesa donde se encontraban todas las bebidas alcohólicas y nos servimos lo que más nos gustó. Me serví un gran cubata de Ron cola con un par de hielos y una rodajita de limón, el cual mordisqueé levemente tras dar un gran sorbo a mi copa. Suspiré satisfecha  y coloqué un par de mechones rebeldes tras mi oreja para después darme la vuelta y encontrarme con Brenda, que bebía con gusto de su copa de ginebra. Apartó su mirada de la mía y echó un vistazo hacia el jardín, esbozando una pequeña y traviesa sonrisa. Me agarró la mano y me dejé llevar por ella entre el gentío, los cuales no dejaban de bailar y beber haciendo caso omiso a lo que pasaba a su alrededor.

 

-        ¡Por fin habéis llegado! – Alzó la voz Abi, aunque apenas logré escucharla debido al volumen de la música. - ¡Joder, Emma, estás que lo rompes! – Esbocé una pequeña sonrisa y le agradecí con la mirada. - ¡Y tú no te quedas atrás, Brenda!

-        ¡Gracias! Tú también estás… muy bien. – Brenda se acercó levemente a Abi, la cual llevaba un vestido color rojo algo ajustado.

-        ¡Y podría estar mejor de no ser porque Emma se ha tirado en el baño dos horas! – Abi me atacó, colgándose de mi brazo y metiéndose conmigo. - ¡Pero te lo perdono porque estás preciosa! ¿A que sí, Sam? – La pelinegra apareció a su lado, cruzó sus brazos manteniendo su cubata rozando sus labios y me echó un vistazo de arriba abajo. – Sus ojos pasaron desde mi crop top de encaje negro hasta mis tacones altos del mismo color, deteniéndose levemente en mi falda de cuero. Dio un pequeño sorbo y me fijé en el color granate de sus carnosos labios, los cuales brillaban levemente por el reciente líquido que acababa de tomar. Bajé mi mirada y vi que llevaba puesto un vestido corto de color negro, con algunas transparencias en su abdomen y pecho.

-        Mis ojos están aquí. – Salí de mi pequeña ensoñación y me di cuenta de que Sam estaba justo enfrente de mí. – No en mi escote.

-        ¡Sólo miraba el vestido, idiota!

-        Te creo. – Entonó en un tono sarcástico.

-        Ya quisieras que yo te pusiese el ojo encima, bonita. – La ataqué.

-        Ya quisieras que yo te correspondiese… - Me devolvió el ataque y torció la sonrisa que se le acababa de formar tras dejarme con la palabra en la boca. ¿No dicen que el mejor ataque es una buena defensa?

-        ¡Dejaos las peleas, anda! ¡Que estamos de fiesta y vamos a pasarlo bien! – Abi pasó sus brazos por nuestros hombros, acercándonos levemente. - ¿Qué os parece si jugamos al Yo nunca?

-        ¡Oh, sí! ¡Vamos a empezar fuerte! – Animó Brenda, señalando a Marta y Julie, sus compañeras de apartamento con las cuales teníamos muy buena relación y amistad. - ¡Vamos!

-        ¡Vale!

Nos sentamos junto a Marta y Julie, a unos cuantos metros de la piscina. Trajimos con nosotras un par de botella de tequila para vaciarla a base de chupitos. Nos colocamos en círculo. Brenda a mi derecha y Marta a mi izquierda, justo enfrente de mí estaba Sam y a su derecha Abi, por lo que Julie quedaba a la izquierda de la pelinegra. Agarré una botella de tequila la cual quedaba menos de la mitad y propuse que la acabásemos a base de chupitos. La botella se acabó en apenas 3 rondas de ellos y coloqué otra botella completamente llena en el centro.

-        El juego es muy sencillo. – Explicó Abi. – Empezamos diciendo… “Yo nunca he…” y quien lo haya hecho, tendrá que beberse un chupito, entero. Y sin excusas. – Todas asentimos, ya que habíamos jugado varias veces a lo largo de nuestras vidas y nos preparamos para lo que nos iba a venir encima.

-        Empezaré yo. – Brenda sonrió y se aclaró la garganta. – Yo nunca he sido infiel. – Ninguna bebió excepto Abi, que de un solo trago bebió todo el contenido de su vaso.

-        Tú tendrías que beberte la botella entera, rubia. – Julie rio levemente y Abi sonrió, dándole la razón.

-        No me jodas. – Ataqué a la rubia. - ¿En serio, Abi? – La miré con una mueca de disgusto.

-        Es que me aburro demasiado rápido, ¿Vale? ¡Nadie me da lo que realmente necesito! – Se intentó excusar.

-        Eso no justifica que engañes a tu pareja, ¡Por dios! – La volví a atacar, esta vez molesta.

-        Me parece que a alguien se los han puesto bien, ¿Eh? – Sam me miró con una mueca vacilante y la fulminé con la mirada.

-        A mí nunca. – Me defendí. – Antes de que me jodan a mí, les jodo yo. Así que ten cuidado con quién te metes.

-        ¿La gatita ha sacado las uñas?

-        Esta gatita te arrancaría la piel si la provocas. – Endurecí mi gesto y bebí otro chupito ante la sonrisa de Sam.

-        Miau. – Me vaciló al mismo tiempo que se bebía otro.

-        ¡Continuemos! – Abi rompió la tensión entre la pelinegra y yo. - ¡Yo nunca he probado las drogas duras! ¡Vamos, pequeñas traviesas! – Sam bebió y evitó cruzar la mirada con cualquiera de nosotras, se la notaba muy incómoda y antes de que cualquiera preguntara por ello, decidí actuar.

-        Yo nunca me he acostado con el hermano o la hermana de un amigo. – Sam suspiró aliviada y me miró con un gesto de agradecimiento que contesté con una sonrisa de lado.  Ante mi propuesta, Brenda y Marta bebieron. Dirigí mi vista hacia Brenda en busca de explicaciones, ya que Brenda había sido mi mejor amiga desde pequeña y NUNCA me había dicho nada parecido.

-        Oh dios, no. No, no, no. – Negué con la cabeza. – No me digas que… ¡¿D-D-DEREK?! – Giró su rostro y con ese gesto me lo confirmó. – Hostia puta. HOSTIA PUTA.

-        ¿Podemos continuar con el juego? ¡Gracias!

-        ¡Abi! – Grité, ya notando cómo el alcohol se apoderaba de mí. - ¿Verdad o… rrreto?

-        ¡Verdad!

-        Mmmm… - Miré a Brenda y sonreí de forma traviesa. - ¡Abi! – Volví a repetir su nombre. - ¿Es cierto lo que oí el otro día en tu habitación? – La rubia adoptó un gesto de sorpresa. – ¡Lo de que había una chica que te gustaba!

-        Ah, sí… - Asintió algo nerviosa. - ¡Pero no te diré quién!

-        ¡Así que era verdad! – Di una palmada sobre el césped y la señalé. - ¡Y tenías el valor de negármelo, pedazo de zorra! ¡Bajo nuestro techo no hay secretos! – Coloqué una mano sobre mi pecho y fingí dolor. - ¡Me siento engañada!

-        ¡Te prometo que no volverá a pasar! – Agarró una de mis manos entre las suyas y continuó el juego. - ¡Perdóname, por favor!

-        Te lo tendrás que ganar. – Volvimos a beber otra ronda de chupitos y el ardor en nuestros cuerpos cada vez era más fuerte, dejándonos llevar por completo.

La noche transcurrió entre chupitos, marihuana y excesos. La gente se empezó a retirar cuando los pequeños rayos de sol se colaron en la casa de la Hermandad. Mis pies dolían a más no poder, los tacones me habían hecho algunas heridas y yo me maldije por haberlos estrenado esa misma noche.

-        Gracias por lo de esta noche. – Sam caminaba a mi lado. Habíamos decidido parar de camino a los apartamentos en alguna cafetería para desayunar. Abi y Brenda se encontraban vociferando y todavía dedicándose algunos cuantos bailes mientras llegábamos al lugar. Por otro lado, Sam y yo andábamos al mismo nivel, simplemente mirándolas hasta que la pelinegra decidió entablar una pequeña conversación conmigo.

-        ¿A qué te refieres? – Alcé el ceño sin entender a lo que se refería. Vi cómo mantuvo su mirada en el asfalto a la par que caminábamos.

-        A lo de las drogas… - Susurró de manera casi imperceptible y sonreí levemente.

-        No tienes por qué darme las gracias. – respondí sinceramente. – Es sólo un estúpido juego que a veces… se pone algo serio.

-        También quería pedirte perdón. – Levantó su vista y me miró de reojo sin atreverse a conectar su mirada con la mía. – Por lo que dije de los cuernos.

-        No te preocupes. – Sonreí. – Pasó hace tiempo.

-        Entonces… ¿Sí que te fueron infiel? – Me mantuve callada y asentí, no queriendo seguir aquella conversación. Sam pareció darse cuenta y simplemente dirigió su mirada al frente.

-        Ya sé que hemos empezado con mal pie… - Coloqué mis manos en la parte atrás de mi falda y miré el perfil de Sam, la cual se encontraba mirando hacia el frente, pero que rápidamente captó mi mirada con la suya. – Siempre voy con prisas. Soy un desastre.

-        Y yo tuve una mala mañana. – Se excusó de igual manera. – No debí hablarte tan mal. – Se encogió de hombros y me brindó una leve sonrisa que me contagió.

-        ¿Entonces… empezamos de nuevo? ¿Olvidamos todo lo que ha pasado? – Rio levemente y asintió, colocando su mano de manera que pude estrecharla sin complicaciones. – Soy Emma.

-        Samantha. – Dio un leve apretón y me miró. – Pero puedes llamarme Sam.

-        Encantada de conocerte. – Deshice levemente el agarre y ella volvió a agarrarme, estrechando fuertemente su mano con la mía.

-        Igualmente. – Mantuvo una sonrisa que se tornó bastante vacilona. – Pero ni de coña voy a olvidar ese café que todavía me debes. Gatita.

 

 


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