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El Reino de Konoha por Natsy

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Notas del capitulo:

Hola chicos, aqui les traigo el siguiente capitulo, se que he tenido muy separados a Naruto y Sasuke, pero eso pronto acabara. 

  nos leemos abajo :) 

Si Naruto tuviera que escoger entre volver a entrar a la cámara o estar un minuto más con Gaara, pensaba que cámara no era tan mala. Bueno, pensándolo mejor prefería seguir escuchando a Gaara. 


Apenas se había librado del azabache, fue encontrado por el pelirrojo mientras descansando en el árbol. Había saltado sobre él y al tocarlo se dio cuenta de que su temperatura estaba elevada. "sin mencionar lo mucho que dolió"


Nar – me tropecé y sin querer me Salí del bosque – esa fue la excusa que le dio (no le iba a decir que se encontró al azabache y se dejó atrapar.) sin embargo el pelirrojo no había tomado eso para nada bien.


Si había algo que extrañaba el rubio era un día en que no tuviera que escuchar los sermones de su familia "todo es culpa de ese teme" Después de eso, se quedo en casa, pues Yugito se había enojado por su escape (ella le daba más miedo que Gaara o Han) y le habían castigado con no salir al bosque, hasta nuevo aviso.


Al menos era un alivio que el líder decidiera salir del bosque por una temporada (aunque desconocía el motivo) si él o Han se entraban que se había salido del bosque volverían a castigarlo y ya había tenido suficiente por ahora.


Ya había anochecido, su cuerpo había vuelto a la normalidad. Estaba sentado a unos metros de una de las antorchas, pues la luz le permitía leer el contenido del libro. A pesar de que era su más preciado tesoro, rara vez lo sacaba de su escondite.


Por lo general, le gustaba estar con los demás, riendo y diciendo estupideces (siempre y cuando el líder no estaba presente) Pero en día como estos que perdía la voz, prefería sentarse a disfrutar de aquel libro.


Cuando dio la vuelta a la hoja, observó una pequeña ciudad rodeada por una gran cantidad de lagos alrededor del pueblo. En algunos de estos se podían observar pequeños botes de bambú y figuras que pescaban. El cielo estaba despejado y una que otra ave se contemplaba en el cielo.


-"la aldea del remolino "– leyó, era una de las pinturas que más le gustaba, acaricie la página, me imaginase hay, junto a todos. Recorriendo riendo, haciendo tonterías, la única familia que conoció estaba a su lado, pescaban y en la noche, encendían una fogata para cocinar lo que habían atrapado, mientras contemplaban el cielo nocturno. Un sueño tentador, que nunca se volvería realidad


Llamaron a su puerta y rápidamente guardó el libro bajo el cojín. Se levantó y abrió la puerta.


Yugito, estaba de pie con una charola en la mano, donde pudo distinguir una sopa de hongos y frutos del bosque, el menor dejó pasar a la mayor, quien dejo la comida en un pequeño mueble de madera.


Yug – asegúrate de comer todo – lo miro y saco un pequeño frasco de uno de los bolsillos del  pantalón – Karin me dio esto – se lo dio – es para contrarrestar los efectos del sello – el menor lo tomo y observo las pequeñas pastillas negras dentro del frasco.


la rubia noto lo apagado que estaba, por lo general es una persona inquieta y alegre, incluso después de entrar a la cámara, trataba de mostrar su mejores ánimos – Adivino – el rubio la miro –no pudiste escuchar a un viajero – el menor bajo la mirada, de forma un poco brusca.


"de no ser por ese teme, lo habría hecho" el único día en años que podía salir para hacer lo que le pegara la gana y se había arruinado por ese pelinegro.


Yug – sé que es estresante para ti estar de esta forma – el menor hizo un puchero – hagamos un trato, si descansas lo que quedas del día, podrás salir todo el día mañana – el menor le brillaron los ojitos y asintió.


La mayor sonrió, no podía castigar  mucho tiempo a ese pequeño zorro, le abrazo antes de salir del cuarto.  Y pedirle que descansara, lo cual el asintió.


Apenas la felina se fue comió rápidamente sus alimentos y se acostó. Miro el techo, sintiéndose orgulloso, sabía que la mayor no podría resistirse si lo miraba triste. Pero le hacía feliz, ya que mañana era el día de casa, eso significaba que muchas personas irían  "uno de los pocos días donde no tenían que casar (claro que sus líder le había dado cierto tiempo donde ordenó no cazar, algo que no había ocurrido nunca)


Levanto su brazo y la contemplo, donde se había hecho la herida para curar el azabache había desaparecido por completo. La imagen de el abrazándolo invadió su mente, su cuerpo desnudo cubriendo el suyo, la temperatura de su cuerpo,  el cómo lo había protegido. Un leve sonrojo apareció en su rostro y obligándose a dispersar esas ideas. Recordó todos los malos momentos con él.


Cerró los ojos quería dormir, pero una extraña calidez quedó grabada en su pecho.


En el palacio


Sasuke se encontraba sentado en el comedor principal, como el primer día que llegó a la castillo, frente a él se encontraba el monarca actual de Konoha , para la sorpresa del azabache, el soberano había solicitado que cenara con él, cuando estaba planeando todo para el día siguiente.


La cena había transcurrido con formalidad, con preguntas cotidianas sobre su estancia en el castillo.


Sas- ¿a que debemos el honor de su presencia?- dijo cuando ya no soportaba ese ambiente. Su maestro lo miro mal, pero al menor no le importo. Se sentía molesto y ansioso, después de todo el mensaje que llegó lo tenía con los nervios de punta.


Orch – Lamento que mis deberes nos hayan ocasionado esto, pero como futuro miembro de la corte espero que entienda las difíciles tareas que un rey debe llevar – el menor lo observó atentamente, claro que lo entendía.


Pese a que era el 2do hijo de Uchiha Fugaku , su padre siempre había exigido que los tres asistieron a las reuniones para aprende sobre dirigir un país. No importaba quien tomase el trono, quería que los tres estuvieran  perfectamente preparados para ocupar su lugar cuando el momento llegará. Realmente entendía la responsabilidad que era dirigir un reino y odiaba darle la razón al albino.


Orch – sin embargo entiendo que he sido muy descortés, en especial con el hecho de que estamos haciendo una alianza –


Kak – me alegro que toque el tema – dijo sonriendo el albino, en un intento por suavizar la situación – como sabe el monarca anterior había prometido la mano de su descendiente y príncipe, con la de uno de nuestros príncipes –


Orch- por su puesto - cerró lo ojos un segundo, sin embargo cuándo los abrió  una sonrisa apareció en sus labios, lo cual hizo enojar a Sasuke, quien lo mantenía oculto en su semblante serio.  


Kak – y dado que, su majestad no ha tenido todavía algún heredero... -


Orch – lamento interrumpirlo – entrelazo sus dedos colocándolos sobre la mesa – pero me temo que no es momento para discutir el tema –


Kak – mi lord – la expresión fue de sorpresa de ambos. A pesar que la alianza había sido solicitado por el, parecía no tener gran interés en ella. "¿Qué estará planeando?" pensaron ambos.


Orch – en este momento, la festividad es la prioridad, - eso no se lo creía ni el mismo – pero prometo que después del festival de caza, podremos hablar –  la cena continúo sin más.


Cuando acabaron de cenar fueron a los aposentos del menor.


Apenas el azabache abrió la propia un pelinegro lo observaba con una gran sonrisa Su piel era tan clara como la leche, un par de ojos iguales de oscuros que su cabello azabache. Una capa gris cubría su cuerpo


-parece que la cena fue muy entretenida –


Sas – cállate – entró con pasos pesados  y el desconocido le dedicó una sonrisa


-me alegra ver que nuestra relación de hermanos no resultara afectada – se sentó cansado en su cama. No pensó que ese día le resultaría tan cansado.


Kak –  me siento como si estuviéramos de vuelta en el palacio – ambos azabache lo miraron – sin embargo debo decir que me alegro verlo príncipe Sai –


Sai era el tercer  hijo de Uchiha Fugaku  y hermano menor de Sasuke, aunque las constantes confusiones con ambos en la familia, debido al parecer, terminaron haciendo que Sasuke le dijera a su hermano que era una copia barata.


Sai – igualmente – sonrió más ampliamente


Kak – con tu ayuda podremos realizar la investigación interna del palacio – Sai asintió.


Sai – padre pensó que necesitaría un poco de ayuda, después de toda la familia fue atacada –


Sas – tks – miro hacia la venta. Su hermano había ido para asegurarse del bienestar de ellos, pues  al parecer, las personas que habían atacado a Sasuke y a Kakashi  no les habían mentido. Después de su carta al reino no habían  revisó una respuesta. Hasta ahora.


Toda su familia se había visto amenazada  (aunque según Sai, ninguno había logrado su objetivo) no podía ser una simple coincidencia. Alguien estaba amenazándolos y se podían dar una idea del culpable. Sin embargo pese al peligro que les amenazaba, este les daba la idea de que se estaban acercando, a su objetivo.


El azabache, llevo su mano a uno de sus bolsillos del pantalón, donde sentía un pequeño bultito, tras el incendio el azabache no podría dejar la pequeña bolsita de cuera en otro lado, no podía imaginarse perder aquel objeto. Aquella promesa que había hecho  hace años, la cumpliría pase lo que pase.


Al día siguiente


Los caballos galopaban a gran velocidad, había escuchado la señal de que la presa se había puesto en movimiento, por lo cual los grupos de caza se puso en marcha, los perros persiguieron al animal, alertando a sus dueños donde se encontraba la criatura, en un movimientos rápidos, rodearon a un venado  macho, una flecha fue lanzada e inserto en un punto vital, quitándole la vida a la criatura.


-excelente tiro – dijo el peliblanco observando la mirada seria de su estudiante. Pero en su mirada podía notar un cierto enfado y todo debido a que el animalito que quería degollar tenía una cierta problemita y es que al parecer los zorros estaban prohibidos de cazar.


Nadie engañaba al peliblanco, la lista de animales fue entregada después del desayuno y definitivamente el  azabache no estaba feliz ante esto. Y lo había demostrado desquitandose con cualquier oportunidad. Aunque la reglas se establecieron por aquella leyenda.


Aquella vieja historia era el motivo por el que se creían que los nueve animales en la lista no se podían casar, pues se consideraban sagrados (aunque no entendía del todo ¿porque un pulpo estaría en medio del bosque?)


Tras unas dos horas, el grupo se acomodo  para tomar un descanso y comer antes de continuar con la cacería. El festival  se dividía en tres partes, la cacería de 3 días  (representando el tiempo de vida ) 4 días de celebración (celebrando la niñez, adolescencia, adultez y vejez) y 2 días de oración para los dioses.


Levantó una mano y su guardia vestido de mucama se acercó con una jarra y sirvió la copa de su señor. Tras esto retrocedió con la mirada llena de cólera, ya que había escuchado a sus compañeros burlarse de lo que llevaba puesto. Apenas se había recuperado el príncipe no dudó en enfrentarlo y lo había derrotado por completo obligándolos a ponerse ese estúpido atuendo.


Para evitar la humillación, personalmente había pedido ir a buscar leña para la noche. Importaba poco que ese fantasma estuviera merodeando por ahí, (de todas forma, solo aparecía en la noche)  prefería mil veces que se lo llevaran a tener que estar soportando esa humillación, no había pasado su vida entrenando para terminar siendo la mucama de un niño consentido con rostro afeminado.


El sonido de unas ramas moviéndose llamó su atención y al mirar, noto que algo anaranjado se movía a gran velocidad. De inmediato recordó al pequeño zorro que había orinado al príncipe "es mi oportunidad" 


Unos momentos antes.


Naruto caminaba con paso lento y desanimado, se detuvo y miró a sus espaldas notando al perro-mapache que le seguía.


Gaa- aunque me veas así, no te dejaré solo –  el zorro agacho la cabeza llena de tristeza, cuando era tiempo de caza. Se moría de felicidad cuando Yugito le dio permiso de salir, pero no pensó que mandaría a Gaara a vigilarlo. Pero el pelirrojo era antipático al momento de escuchar historias.


No era que no le gustara su compañía, después de todo ellos siempre estuvieron jugaron en las montaña ayudándose el uno a otro, incluso llegó un momento que se decían hermanos. Pero después de que el líder los escuchara llamarse de esa forma y le ordenó a Han que los castigara no había vuelto a suceder.


Pese a que vivieran juntos  una de las reglas era que no podían considerarse familia, ni llamarse con honoríficos,  una regla que ninguno acababa de comprender pero después de un par de azotes a ninguno le dio ganas de replicar las órdenes. (excepto  fuu)


En fin, Naruto miro hacia adelante  comenzó a andar un poco más deprisa, en cuanto escuchó el sonido de los cascos de los caballos, subió a una rama y se disponía a correr al lado de los caballo, hasta que siento un tirón de una de sus colas que le hizo caer de panza en la ramas. Molesto miro atrás encontrando al pelirrojo parado sobre esta.


Gaa – te acercas demasiado -  se levantó y se libro del peso del papache, se acercó a un tronco y con su garra comenzó a escribir


Nar - ¿Cómo quieres que escuche las historias si no estoy cerca? –


Gaa – podemos escucharlas a distancia – dijo después de leer


Nar – pero no es lo mismo  - sabía que podían escuchar a distancia, pero el ambiente que había cuando hacían una fogata y se reunían para contar la historia era lo mejor, se sentía cálido y como si a pesar de estar espiando en la copa de los árboles el podía estar cerca de las personas, siendo uno más de ellos.


La mirada del menor lo sentencio a que debía obedecer y con un puchero se quedó sentado en la rama, los cascos de los caballos seguían resonando y mandando vibraciones que le tentaban al rubio a seguirlos. Pronto sintió que se habían detenido. Ahora de la comida, la tentación crecía más en el pecho del menor quien miraba  suplicante al pelirrojo quien mantenía la mirada firme.


Ga- no – baje las orejas


Ga – no – abrí un poco el hocico con un leve temblor en estos.


Ga – no – abrí más los ojos 


Ga – ya te dije que no – y la cereza del pastel, inclinó la cabeza ligeramente a la izquierda.


El pelirrojo no podía despegar la mirada de esos ojitos suplicantes, que parecían estar al borde de las lágrimas, desvió un poco la mirada, pero la tentación lo venció y volvió a mirar al rubio, quien mantenía la misma carita. Dudo, y resignado bajo la mirada.


Ga – tu ganas – el zorro se levantó de un salto "sabía que no se resistiría" el mapache miro al zorro –iré por algo de comer, nos vemos aquí en unas hora – dijo, antes de darle la espalda  y saltar a una rama diferente


Gaara


Antes de alejarme lo mire por un largo rato, ese idiota de naruto, sabía cómo convencerme. pero no podía evitar sentirme feliz cuando lo observaba sonriendo de esa forma.


Sabia de esta costumbre que tenía desde niños y no podía culparlo, después de todo una parte de mi lo envidiaba, aun sabiendo que nunca podríamos salir de este bosque el buscaba información del exterior, se imaginaba jugando en los lugares de los que se enteraba, o a las personas cosas que yo compartía con el de niños, pero...


Mire al frente, eso era imposible para nosotros, por eso lo envidiaba tanto, porque él se daba el lujo de soñar con salir de este lugar, un sueño que yo no podía permitirme uno que tal vez ni siquiera  podría soportar, lo más fácil era rendirse. No quería albergar mi mente de esperanzas falsas.


Salte a la siguiente rama sabia donde encontraría a Naruto, me tomaría mi tiempo para buscar comida, después de todo no quería escuchar aquellas historias.


Naruto.


Me acerque con cuidado después de mi experiencia con el maldito Teme no quería volver a tener que huir cuando las cosas se ponían interesantes. Salte tranquilamente y escuche los pasos debajo de mí, eran pisadas normales sin importancia, así que volví a saltar.


Un ruido llamó mi atención, algo que cortó el aire, mi cuerpo se movió por institor y un pequeño dardo se clavó en el tronco detrás de mí. Rápidamente busqué con la mirada, pero sorpresivamente otro paso demasiada cerca de mí, apenas con tiempo suficiente para esquivarlo.


5 Dardos más salieron disparados de la misma dirección y rápidamente los volví a esquivar me oculte en las hojas de los árboles "¿es enserio?, no puedo tener ni un día de tranquilidad"  cerré un segundo los ojos sintiendo las vibraciones cercanas, localice a mi atacante y sin dudarlo más, salté del árbol, algunos dardos más se aproximaron a mi, pero los esquive en el aire.


Choque contra una sombra oculta tras los matorrales, gire, formando una bola de fuego que impactó directamente con el brazo del mi atacante haciendo que soltara su pequeña arma.


Cuando aterrice escuche como gritaba unas maldiciones, lo mire dispuesto a causarle más dolor, pero me detuve.


El tipo llevaba un vestido muy extraño color café, un mandil y un estúpido gorro blanco., de piel canela, la ropa claramente le quedaba muy pequeña, y hacía un extraño baile mientras intentaba apagar las llamas en su vestido


Normal


El joven rubio no salía de su asombro ante lo que veía, nunca pensó ver alguien tan ridículo, no pudo evitarlo y comenzó a reír como loco, cosa que no pasó desapercibida para el moreno.


Quien se molestó, tomó su jabalina y empezó a disparar mas dardos, que hicieron reaccionar al zorro,  saltó de un lado al otro evitando las peligrosas agujas. "que les pasa a todos" molesto corrió hacia adelante, evitando los ataques,  volvió a saltar mordiéndole el brazo, viendo cómo el sujeto peleaba para librarse de su agarre, comenzando a sacudirlo,  pelo no cedía.


El zorro sintió los golpes en su cabeza pelo lo ignoro "no me duela" contó los pasos que su atacante dio hacia atrás, 1, 2, en el tercero, lo soltó, cayó con elegancia enfrente de sus piernas, ante esto el hombre intentó patearlo, pero el zorro pre diciéndolo salto para golpear la pierna de su oponente, haciéndolo tropezar con una raíz y que callera de espaldas.


Se golpeó la cabeza con el tronco, dejándolo inconsciente "te lo mereces" dijo sonriendo el zorro para caminar como si nada a su antiguo destino. "¿Qué les pasa últimamente?" pensó, nunca había tenido que escapar de cazadores. Un dolor se apoderó de su pata, que lo hizo saltar. Había pisado una de las agujas  y el ardor recorrió su pata.


Se sintió paralizado por completo, su cuerpo empezó a entumirse, se tambaleaba al caminar, trato de dar otro paso pero sus piernas cedieron, lo que hizo que cayera contra el piso.


Desconoció el tiempo que estuvo en ese estado, pero antes de perder la conciencia, vio la sombra de su enemigo, quien sonreía


-Uchiha-sama estará feliz – se quedó sumergido en la oscuridad


 
Notas finales:

y asi acaba el capitulo, 

espero que les haya gustado y espero que me dejen su opinion, siempre me alegra saber sus pensamientos y suguerencias. 

nos leemos la proxima semana :) 


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