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El Reino de Konoha por Natsy

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Notas del capitulo:

Hola chicos. Aqui esta el capitulo de la semana espero que les guste. nos leemos abajo. 

Flash back - Gaara


Saltaba de un lado a otro haciendo tiempo mientras Naruto seguramente se había acercado a los cazadores. Estaba casi seguro que de tan solo estar cerca le daría hambre, por lo que buscar comida era matar dos pájaros de un tiro.


Ahora me dirigía a una parte del bosque donde podía encontrar moras silvestres, aunque estaba bastante apartado, pero eran rutas que las personas no conocían, después de acompañar a Naruto, no quería tener que ver a uno de esas molestias.


Di un salto más y aterrice en el suave musgo del bosque, los arbustos estaba cerca de uno de los nacimientos de ríos de la montaña, por lo que los frutos que encontraba aquí eran mucho más jugosos que los otros.


Tome el pañuelo que había tomado antes de salir de la guarida y poco a poco comencé a juntar los diferentes frutos, sin prisa, pues quería hacer el mayor tiempo posible.


Una vez que junte bastantes, decidí acercarme al río para tomar un poco de agua antes de empezar el camino de vuelta.


Me acerque a la orilla, el agua era igual de cristalina y fresca que siempre como siempre pero me di cuenta de algo, había una extraña sombra en el fondo del agua, pensé que se trataba de alguna basura que hubieran tirado (malditos desgraciados) la sombra se empezó a hacer mas grande, por lo menos podría sacarla del agua.


Algo salió rápidamente del nacimiento, salpicando el agua, corría para alejarme y ponerme en defensa, eso no era basura, sino una persona , usaba sus manos para salir del río, empezó a toser escupiendo grandes cantidades de agua de sus pulmones, se puso de pie, pero tan rápido como lo hizo cayó inconsciente.


Me acerque unos pasos contemplando el cuerpo, su cabello era negro como el carbón, el cual se pegaba a su piel clara como la leche. Vestía una ropa totalmente negra y respiraba con dificultad, no era raro después de ver la cantidad de agua que escupió.


Sin bajar la guardia, novia su cuerpo con una de mis patas, pero no mostró señales de respuestas. Su piel estaba helada, casi como la de un muerta, de no ser por la constante respiración pensaría que si lo estaba. Volví a moverlo para asegurarme de que no estuviera consciente. Y rápidamente sentí las vibraciones de la tierra.


Aparte de esta persona no había nadie más, así que rápidamente enfoque mi energía a la tierra, sentí como ésta respondía a mi llamado, como una extensión mas de mi cuerpo, pronto una pequeña nube de arena se encontraba alrededor de mi . le pedí que sujetaran al azabache para colocarlo lejos del río, la cual está obedeció.


La arena lo colocó contra un tronco, fue entonces que pude notar su rostro, sus rasgos eran firmes y varoniles. La piel clara contrastaba con su cabello negro , además al acercarme había percibido un aroma extraño, no sabría descifrarlo pero debía decir que ese olor me daba nostalgia.


Note un leve temblor en su cuerpo, a pesar de que el sol se alzaba, en el interior del bosque la temperatura era baja. De tener la habilidad de Naruto o Yugito, posiblemente podría darle calor, pero no era posible.


Me posicione en su pecho, su cuerpo estaba empapado, así que ordene a la arena que absorbieran el agua de su ropa, para después acostándome en su pecho, no era mucho, pero al menos pedirá evitar que muriera de hipotermia.


Sai (varias horas después)


Poco a poco comencé a abrir mis ojos, y rápidamente me levante sacando un Kunai de mi estuche para defenderme, pero no había nada. Bueno o nadie. Me había levantado tan rápido que apenas si fui consciente de que acababa de librarme de un peso extra.


Un gruñido guió mi mirada hacia abajo, encontrándome con una volita color rojizo, quien me mostraba sus colmillos. Mirándolo detenidamente me pareció de lo más tierno y adorable.


Lentamente guarde el cuchillo y baje las manos lentamente, para darle seguridad al animal. Cuando volví a recostarme contra el tronco, me di cuenta de que el pequeño animal era un Tanuki, pero era extraño, el color de su pelaje me recordaba más a los tanukis del desierto y no a los del bosque.


A pesar de estar a la altura del animal, me di cuenta que este no bajaba la guardia, siga mirándome con la misma fiereza. – tranquilo no quiero lastimarte – levante mi mano intentando tocar aquel pequeño animal, pero este rasgo mi mano con sus garras.


Para después empezar a correr, antes de que pudiera llegar a los arbustos y perderle de vista rápidamente saque mi pergamino junto a mi tinta y dibuje unas serpientes, - ninpo prisión de tinta –


Ambas criaturas alcanzaron al perro mapache encerrándolo en una prisión de tinta. Este parecía molesto y empezó a recorrer la jaula intentando escapar de ella, me acerque a el quien reaccionó a mi presencia.


Sa –¿ por qué huyes? – un gruñido como respuesta, lo cual me provoco aun mas ternura, quería abrazar a ese pequeño demonio, pero algo me decía que si lo sacaba de la jaula no solo saldría con un rasguño. - Bueno, “en el libro de cómo hacerte un gran amigo de los animales” decía que la música era un gran método para generar confianza en los animales –


Se senté al lado del animalito recordaba claramente la melodía que pasara por su mente, respire profundo para canta la letra.


Marinero que se fue a la


Mar y mar y mar


Para ver que podía


Ver y ver y ver


Gaara


Tortura, no había otra forma de describirlo el canto de ese tipo que no fuera una tortura, lenta y agonizante era mucho peor que escuchar a Bee en la mañana. me cubrí las orejas y cerré los ojos intentando ahuyentar esa estúpida cancioncita ¿en serio? ¿cuánto tiempo lleva con eso? ¿a quien le importa que el marinero fuera al mar y mar?


Silencio al fin, me destape los oídos y sus ojos negros me observaban detenidamente.


-¿que pasa? - movió la cabeza hacia un costado - ¿no te gusto? - le gruñí en respuesta - se levanto y toco su barbilla - que raro, el libro decía que a los animales les gustaba la música,- “a ningún ser vivo le gustaría esa estúpida canción y menos si se repite por horas” -se puso pensativos - quizás… - me miró fijamente - con otra canción - “¿Que?”


Pinpon es un muñeco…


Ga - CÁLLATE - como si hubiera leído mi pensamiento el azabache callo y se me quedó mirando fijamente, le enseñe los colmillos como respuestas, me señaló con el dedo.


-¿Acabas de hablar? - sentí como la boca se me caía hasta los pies “mierda” negué con la cabeza,  me sonrió y fue ahí cuando me di cuenta de mi error, se supone que los animales no comprendíamos la lengua humana y sin embargo acababa de confirmar que le entendía, volvió a tocarse la barbilla dudoso - en el libro no venia nada de animales que hablaban - me miró - quizás con otra canción - sentí un escalofrió que recorrió todo mi cuerpo


Ga - no… no.. es necesario - El abrió grande los ojos, estaba tocando terreno peligroso pero si lo noqueaba podría pensar que era un sueño.. no…. es una mala idea, incluso si lo dejo inconsciente es algo arriesgado… no me gustaba la idea, pero lo mejor era deshacerse de el.


-hablaste de nuevo - me señaló y sentí como una gota resbalaba por mi cabeza.


Sai.


A Pesar de ser la segunda vez que lo veía hablar me parecía difícil de creer.


Sai - ¿que eres? - el animalito volteo hacia una esquina y dejó salir un prolongado suspiro.


-es algo difícil de explicar - contestó. - pero ese no es el punto - sus ojos volvieron a ser afilados - me parece grosero de tu parte que me encierres cuando fui yo quien te rescato - me pareció sorprendente su reacción


Sai - ¿Enserio?- hice memoria - en mi tierra es muy normal que los animales usan jaulas como casas - recordaba que incluso había visto algunos que entraban y salían de ellas sin ningún problema.


-yo no soy como ellos - su voz sonó rasposa y molesta, parado en sus cuatro patas como si estuviera listo para salta.


sai- lo siento - dije con sinceridad - ¿entonces no te gusta? -


-obviamente no -


Sai - entiendo - me quedé mirándolo notando todos sus rasgos, incluso aunque se veía molesto era tierno.


-si lo entiendes déjame salir - su voz era mucho más calmada.


sai - no - volvió a molestarse, exigiendo una respuesta con la mirada - si te suelto lo mas seguro es que escapes - y no podría compensarle . el perro mapache dejó salir un largo suspiro.


-prometo no hacerlo - me miró directo a los ojos, alcé una ceja, el libro decía que no me dejara engañar por las apariencia de los animales (aunque no mencionaba a los que hablaban) - lo prometo - sonreí y coloque mis manos para hacer un sello y la tinta desaparece.


Apenas en un parpadeo el Perro mapache desapareció de mi vista.


Gaara.


No huiría eso era verdad, pero no había prometido no atacarle, me posicione al lado de su cabeza dispuesto a golpearlo y dejarlo inconsciente, pero su mano se movió tan rápido que apenas fue perceptible, deteniendo mi cola en el aire, doble mi cuerpo cortando la carne con mis garras consiguiendo que me liberara.


Giró su cuerpo, enfoque mi mirada y ordene a la tierra que se moviera, dos picos de arena surgieron de la tierra, pero él los esquivó con gran facilidad, aterrizando a una distancia prudente.


-Estas lleno de sorpresa - dijo con esa estúpida sonrisa - ¿eres un tipo de Hada o algo así?-


ga- Debiste dejar que te noqueara - la arena se movió nuevamente tratando de mantenerme quieto para poder controlarla mejor, pero él la evadir con una gran rapidez mientras, en un salto con una velocidad sobrehumana, se colocó prácticamente a mi lado, salte, pero vi como volvía hacer aquellas posiciones extrañas con las manos y con una gran sonrisa.


-prisión de tinta - Todo a mi alrededor se puso de color blanco con algunas rayas oscuras, un cuarto sin escapatoria, ordene a la arena que se moviera pero no paso nada, corrí hacia la pared con toda mi fuerza golpeándola con el lomo pero esta no se inmuto.


-es inútil - levante la cabeza hacia una pequeña abertura - es un sello especial y detiene todo tipo de técnicas -


Gaa - déjame salir - le ordene.


-volverás a atacarme - le enseñe los dientes - dejare que te calmes un rato - la abertura se cerró.


Sai tiempo después.


Pensé que el animalito no estaba más que nervioso y dejarle tomar un tiempo para que se calmara y cooperará parecía lo más prudente. Fui a buscar alimentos mientras tanto inspeccione el terreno, sabía que los demás habían estaban casando en el mismo bosque, por lo que no quería toparme con nadie.


Al parecer el movimiento se estaba llevando a varios kilómetros a la distancia, por lo que no debía preocuparme por el momento. una vez que garantiza mi seguridad y la del animalito. me dedique a buscar alimento.No podía arriesgarme a hacer una fogata afortunadamente había varios arbustos frutales y tras comprobar que fueran seguros, los comí hasta saciarme. Mire la pequeña prisión que había creado para el Tanuki y mire los frutos, el sol estaba apunto de ocultarse, por lo que el pequeño debería tener hambre. Escuche nuevamente un golpe más fuerte. 


Tal vez un poco más tarde.


Gaara


-Maldición - era inútil las veces que lo intentara los golpes no hacían nada. rendido me deje caer en el suelo blanco, tal vez sería mejor volver a fingir y huir, correr hasta encontrar a naruto y llevarlo a la guarida. no sabía quién era este tipo pero en definitiva era peligroso.


Mi cuerpo se sentía pesado por tanto tiempo casi rogando rendirme y dormir profundamente. la pequeña abertura del techo volvió a abrirse y note esos ojos oscuros como el carbón.


-¿te has calmado? - me levanté y lo desafié con la mirada. - parece que no -


ga - ¿que quieres? -


-realmente hablar - giro un poco la cabeza - pero el libro dice que una conversación cuando se está alterado no lleva a nada - chasque la lengua por lo ridículo de su respuesta - no te preocupes soy paciente, puedo esperarte toda la noche si es necesario -


ga - ¿que? - casi como si sus palabras lo hubieran invocado las luces comenzaron a rodearme, al igual que el calor en mi cuerpo, estaba cambiando.


Sai


La luz me deslumbró tuve que cerrar mis ojos y retroceder, por mis párpados se notaba únicamente la luz blanca, cuando todo volvió a la normalidad, no podía creer lo que observaba, un joven pelirrojo de piel tenue con ojos agua marina, en su frente tenía escrito amor. La camiseta de rejilla se le pegaba a su cuerpo acentuando su figura.


sai - Tú- El pelirrojo alzó una mano y la arena me rodeó, rápidamente cree una coraza de tinta para protegerse, una gran presión se ejerció sobre esta, cuando la presión cesó, liberé mi técnica, pero el pelirrojo ya no estaba.


Ahora en el palacio


Un azabache sonreía ante el pequeño recuerdo del pelirrojo, volvió a enfocar su vista hacia la ventana mirando a todas las personas que paseaban, pero se enfocó más hacia al bosque. La historia que le había contado su hermano retumbaba en su cabeza.


La primera bestia con cola era un perro mapache y según la leyenda podía controlar la arena, el animal con el que el se había encontrado tenia la misma habilidad y el joven pelirrojo parecía que también posee esos poderes, el joven se rascó detrás de la cabeza, quizás había provocado a un dios, y a uno muy lindo.


En la guarida


Gaara estornudo 


 
Notas finales:

Este es el final del capitulo, mas vien hay recuerpos de ambos pero hay algunas pistas sobre lo que sucede en el bosque. Nos leemos la proxima semana. 


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