Aunque quisieran evitarlo no les fue posible disuadir a Aomine de seguirlos, ya en la azotea los otros dos trataban de comer sus almuerzos en paz e ignoraban o negaban cualquier intento de conversación por parte del moreno, el resto de las clases pasaron con tranquilidad, finalmente a la salida Kuroko aviso a su novia que iría un momento a la enfermería pues estaba comenzando a sentirse un poco mal. La chica no tuvo problema y dijo que se iría de una vez, esperando que no fuera nada malo y deseando ya verlo al siguiente día. El de ojos celestes estuvo un rato en revisión hasta que por fin salió, dio una exhalación profunda cuando fue sorprendido por las palabras de Aomine quien estaba recargado al lado de la puerta.
-¿Cómo estás?
-¡AAAAAA! ¡¿Qué te pasa?!
-Escuche su conversación, entonces ¿Te encuentras bien?
-¿Qué te importa cómo me encuentre?
-Mucho, después de todo ahora que estamos juntos me interesa por completo todo de ustedes.
-Que no estamos juntos, ya saca esa idea de tu cabeza.
-Si como sea, eso no sucederá, aun no respondes mi pregunta. ¿Estás bien? ¿Por qué razón viniste a la enfermería?
-Solo fue un malestar, es todo, nada raro.
-¿Seguro? Me pareció que tomaron bastante tiempo revisándote. Eso es extraño, hasta donde recuerdo es raro que se tarden con los chicos a menos que estén muy enfermos.
-No tengo nada, ya entiéndelo. Yo me largo de aquí, deberías hacer lo mismo.
-Iré contigo, ya casi no queda nadie aquí igual, además aun quiero saber muchas cosas sobre ustedes.
-Pues no lo harás.
-Lo sabré, ya sabré todo de ustedes.
-Estás loco, en serio que lo estas.
-Loco de amor, si eso sin duda alguna.
Ambos jóvenes salieron del edifico escolar dirigiéndose a la salida, Aomine nuevamente hacia esfuerzo por conseguir una conversación decente las cuales eran cortadas por Kuroko, inclusive cuando salieron de la escuela decidió seguir al menor para continuar sus intentos, mientras cruzaban por un parque volvió a pensar en cómo se había tardado el otro dentro de la enfermería, recordando que en solo unas ocasiones noto esas veces, veces en las que siempre los revisados eran chicos especiales.
-Hey Tetsu.
-¿Ahora qué quieres?
-Hay algo que quiero preguntarte.
Kuroko quedo de frente al otro ya harto de que lo estuviera siguiendo.
-¿Eres un doncel?
El otro se puso tenso y el color rojo comenzó a notarse en su rostro, cosa que no pasó desapercibida para el contrario.
-¡¿Qué?! ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Qué clase de broma es esa?! ¡Por supuesto que no! ¡No soy ningún doncel! ¡Soy un chico común y corriente!
-Oh por dios no me equivocaba, en verdad eres un doncel.
-¡Ya te dije que no lo soy!
-Si lo eres, la forma en la que reaccionas lo prueba. No puedo creerlo, eres un doncel.
-¡¿Y si eso fuera así, Que?!
-…Jajajajajaja.
-¿Ah?...
-Jajajajaja no lo puedo creer, pero que excelente suerte tengo. Sabes comenzaba a preocuparme por cuando comenzáramos a formar familia porque Satsuki podría darme hijos y tú no, creí que te pondrías celoso en algún punto, pero veo que mis preocupaciones son innecesarias. Podre tener hijos de ambos, ¡Eso es genial! ¡Formaremos una gran familia los tres!
Justo en ese momento Kuroko le dio un fuerte piquete en sus costillas haciendo caer al otro por el dolor, cuando alzo la vista vio a Kuroko con una expresión muy molesta en su rostro.
-¡Escúchame bien! ¡Eso no va a pasar! Momoi y yo nunca vamos a estar contigo. ¡Y mucho menos formaríamos familia contigo! ¡A mí no me gustan los hombres! ¡Y nunca me dejaría tocar por ti!
El chico se fue muy molesto, dejando ahí al otro que pese al dolor se seguían sintiendo muy bien al saber que formaría una familia con ambos. Al siguiente día en la escuela, la chica noto el estado de su novio, para fortuna de ellos Aomine aún no llegaba por lo que podían hablar con tranquilidad.
-¿Qué paso ayer?
-Ese estúpido descubrió que soy doncel.
-¿En serio? ¿Y qué dijo?
-Se puso feliz, dijo que así podrá formar familia con nosotros dos.
-Ah… ese sujeto esta demente.
-Lo sé, por más que intentamos echarlo no se va. Ah no sé qué hacer.
-Tratar de sobrevivir a esto. No puede estar en verdad pegado a nosotros todo el día, eso sería imposible.
-No lo retes, porque por lo que hemos visto parece capaz de cualquier cosa.
-Imagino que todo esto es más difícil para ti que para mí.
-…No me gustan los chicos, pese a mi condición nunca me he sentido atraído por ningún chico, además y como te dije no me gusta estar rodeado de chicos más altos que yo y él es… muy alto y me siento como eclipsado o algo así.
-Te comprendo amor, descuida todo estará bien.
-En verdad espero que sea así, no me imagino a ese chico con nosotros por siempre.
Los dos detuvieron su conversación al ver llegar al moreno, quien de inmediato se acercó animadamente a ellos, ignorado las malas vibras que recibía de los más bajos, ese día fue como el anterior, con el mayor siguiéndoles a todos lados y llevando al límite a su ya gastada paciencia. Para la mala fortuna de la pareja Aomine nunca desistió en sus intentos, comenzó a pasar el tiempo y él siempre estaba presente a donde sea que fueran, fue en ese tiempo que Kuroko envidio a su novia pues ella podía encerrarse en el baño de chicas y así tener algo de privacidad, cosa que no era posible para él pues siendo hombres iban al mismo baño.
Las semanas se convirtieron en meses y Aomine seguía igual de insistente que siempre, las citas de la pareja ahora tenían siempre al moreno en ellas que no les dejaba en paz, la situación llego a tal punto que comenzaron a plantearse el terminar, pues ya no podían pasar tiempo juntos sin la presencia de ese sujeto interrumpiendo como siempre, sin embargo en una de esas conversaciones fue que el otro les escucho decir lo de terminar.
-Eso no va a pasar.
-¿De qué hablas?
-Ustedes no van a terminar, los tres estamos juntos y no pienso permitir que se alejen ni terminen nuestra relación.
-Nunca hemos estado en una relación contigo, la relación aquí era la nuestra y solo la has estado interrumpiendo todo este tiempo. Por eso Tetsu y yo estuvimos pensando en terminar.
-No tiene sentido una salida en pareja cuando hay tres personas en total.
-¡Somos una pareja de tres entiéndanlo!
-Ah, aquí vas de nuevo.
-No podemos terminar, no pienso dejar que ninguno de los dos se aleje.
-¿Cómo es que aún lo estamos aguantando Tetsu?
-Porque el homicidio es ilegal Momoi, solo por eso.
-Déjense de bromas, ahora entiéndalo esta relación no va a terminar, vamos a estar juntos sin importar que pase.
Los más bajos exhalaron cansados de toda la situación que les hacía pasar Aomine. Los días pasaron y pese a sentirse incomodos entendieron que ni aun terminando podrían deshacerse del otro, por lo que siguieron juntos tratando de sacar adelante su golpeada relación. Los meses pasaron dando inicio a un nuevo año escolar, para fortuna de ellos nuevamente estaban juntos, mas desgraciadamente el otro también estaba con ellos otra vez. Ya resignados a toda la situación solo siguieron tratando de llevar su vida normal teniendo la constante compañía del otro siempre. Con el tiempo comenzaron a soportar las muestras de afecto por parte de Aomine, así como los regalos que les daba en ocasiones, como cuando cumplieron su “primer aniversario” todos juntos, además comenzaban a verse más tolerantes ante sus actos, como cuando de pronto y sin ningún motivo les besaba, no era que les agradara, sencillamente no había nada que pudieran hacer para evitarlo.
-Nos vemos en un rato mi lindo Tetsu.
-Ya te dije que no me gustan los besos.
-Si claro, te encantan y lo sabes.
-Ah, me voy a la biblioteca a dormir un rato.
La pareja continuo su vida teniendo al otro girando en torno a ellos todo el tiempo sonrientemente, Kuroko sentía que pese a que Aomine decía quererlos a ambos, en ocasiones Aomine era más cariñoso con el que con Momoi, aunque dedujo que era porque podía interactuar más fácilmente y sin impedimentos dado que ambos eran chicos, contrario a Momoi que era una chica y debía tratarla con más delicadeza.
-Qué suerte tienes Momoi, tú no tienes que aguantarle todo el tiempo como yo.
Conforme el tiempo transcurría, lo hacían sus estudios, pasaron finalmente a su último grado de preparatoria, los estudiantes ahora estaban con la ocupación adicional sobre la carrera profesional que elegirían, fue en ese momento que hubo una divergencia entre ellos, pues Kuroko quería estudiar para profesor de preescolar, mientras que Momoi y Aomine curiosamente estaban interesados en estudiar empresas.
-Deberías estudiar lo mismo que nosotros.
-No me interesa en lo absoluto.
-Pero Tetsu así seguiríamos los tres juntos.
-Eso no tiene nada que ver, sencillamente no me hayo en ese mundo, me gusta la enseñanza escolar y es lo que quiero hacer.
-Pero, ag, será muy difícil nuestra relación estando uno de nosotros en otra carrera muy distinta.
-Y sigues con lo mismo, no puedo creer que tras tres años continúes igual.
-No pienso dejarlos nunca y como les dije vamos a formar una familia.
-Y como yo te dije eso nunca va a pasar.
-¿Por qué eres tan necio? Momoi ya ni siquiera discute eso.
-Porque ya se cansó de discutir, no porque haya aceptado lo que dices.
-Ah, no cabe duda que eres el más necio de los dos.
-Pues lo lamento, pero no pienso cambiar mi forma de ser y tampoco pienso cambiar mi decisión, estudiare para maestro de preescolar, así lo quieras o no.
-Ag, ahora sí que me estás haciendo perder la paciencia, Tetsu entiendo que no debemos separarnos, debemos permanecer juntos, así es como deben ser las cosas.
-No, tú entiende, ¡No pienso estar contigo nunca! ¡No me importa lo que quieras o lo que pienses! ¡Pero no voy a estar junto a ti jamás! ¡No me gustas ni me agradas ni nada! ¡Simplemente no te soporto! ¡Y tras tres años de lo mismo ya estoy más que harto de ti! ¡Déjame en paz de una buena vez! ¡No quiero verte ni oírte! ¡No quiero saber nada de ti! ¡No quiero nada contigo!
Aomine se sorprendió y se paralizo un poco por el reaccionar del contrario, Kuroko muy pocas veces se exaltaba, pero en esta ocasión lo hizo a un nuevo nivel que lo dejo perplejo. Pero eso no era lo más importante, sino que Tetsu, su chico estaba afirmando al 100% que nunca estaría de acuerdo con estar a su lado, eso probaba que no importara que tanto se esforzara en conseguirlo, Kuroko jamás cambiaria de opinión, jamás estaría a su lado por cuenta propia. Fue en ese momento que toda la calma, amabilidad y buen trato que había tenido hacia ellos durante tres años se hizo añicos y dejo salir a la luz su lado explosivo e impulsivo, un lado posesivo que iba a demostrarle que no estaba nada de acuerdo con lo dicho por el menor. Kuroko se estaba alejando cuando sintió que era levantado por el otro y después súbitamente estrellado contra la pared, al abrir los ojos pudo notar que Aomine lo tenía colgando en el aire y además poseía una expresión muy molesta en su rostro, una expresión que casi nunca había visto.
-¿Aomine?...
-Escúchame bien Tetsu, por tres años he tenido mucha paciencia, no está en mi naturaleza ser tan amable, sencillamente he tratado de hacer todo lo correcto tratándose de ustedes, pero ahora veo que no importa cuánto me esfuerce, cuanto lo intente, jamás voy a poder tenerte a mi lado por tu propia voluntad.
-Ah…ah…ah…
-En este momento siento ganas de golpearte, me sería muy fácil hacerlo, pero aun así no quiero hacerte daño, porque te amo demasiado como para lastimarte, no puedo herir a quien amo.
-Yo…yo…
Aomine se relajó y bajo a Kuroko quien permaneció recargado en la pared, asustado tras lo recién ocurrido, el otro comenzó a retirarse en dirección opuesta para luego detenerse y voltear a verlo con una expresión muy seria que intimido al otro.
-Algo si te digo Tetsu, no importa como sea, no pienso dejarte ir, voy a tenerte a mi lado de un modo u otro, así tenga que obligarte.
Aomine se alejó dejando aún más preocupado a Kuroko quien temía lo que sea que pensara hacer el moreno.
-¿Que he hecho?
Por el resto del año escolar, los tres continuaron con su vivencia acostumbrada, mas Kuroko no podía calmarse pues en su interior solo seguía pensando en lo ocurrido ese día con Aomine, había sido tan impactante que ni si quiera pudo contárselo a su novia, ahora esa conversación era un secreto que mantenía oculto. Finalmente llegó el momento de la graduación, la noche de la fiesta estaban en el salón con toda la generación disfrutando de sus últimos momentos juntos. Pese a todo Kuroko había conseguido calmarse y comenzar a pensar que todo lo dicho por el otro en aquella ocasión no fue más que por un momento de sensibilidad como pudo pasarle a cualquiera.
-Mi teléfono se ha quedado sin saldo.
-Tetsu, te dije que recargaras antes de venir.
-Lo sé Momoi, pensé que ya lo había hecho. Ya sé, hay una tienda cruzando la calle, seguro puedo recargar ahí.
-Tú siempre tienes buena suerte.
-Para mí bien, iré no me tardo.
-Vamos contigo mejor.
En la entrada del salón Momoi se topó con algunas amigas las cuales hicieron que se detuviera, Aomine se quedó junto a ella pues Kuroko le dijo que era mejor que alguien las cuidara, además en su interior quería tener unos pocos minutos para sí, sin tener que sentir la mirada del otro sobre su hombro. El chico justo estaba cruzando la calle cuando repentinamente una camioneta negra se detuvo y de ella salieron tres sujetos que de inmediato lo inmovilizaron y comenzaron a llevarle al interior del vehículo. Eso no pasó desapercibido para los demás, Momoi y sus amigas gritaban por el susto, mientras Aomine de inmediato fue a tratar de salvar a su chico, sin embargo fue detenido por uno de los secuestradores y recibió un fuerte golpe en el estómago que lo dejo sin aire e hizo que cayera al suelo. La camioneta arranco llevándose consigo a Kuroko, Momoi y Aomine no paraban de gritar su nombre preocupados por la seguridad del otro, solo miraban impotentes como se alejaba sin que pudieran hacer nada.
Lo que siguió después fue muy confuso, se procedió a una investigación exhaustiva por parte de la policía, esperaban alguna llamada de rescate o comunicación de los secuestradores mas no fue así, la familia del chico solo podía preocuparse preguntándose por el paradero de su ser querido. Momoi también se había deprimido gravemente pues no podía creer que aquel al que amaba ahora estuviese desaparecido. Cuando inicio la universidad lo hizo sin gran ánimo, pues ahora desde que Kuroko desapareció la vida parecía carecer de sentido y ahí se encontraba ahora, en la biblioteca de la universidad sin poder concentrarse en sus trabajos.
-Ah…ah…ah…
-Momoi…
-¿Oh?...Aomine, eres tú.
-¿Cómo te encuentras?
-No muy bien… es solo que… aun me cuesta creer todo esto.
-Sí, entiendo cómo te sientes.
-Es que no lo comprendo. ¿Qué le paso? ¿Por qué el? ¿Dónde está ahora?
-Ojala pudiéramos saberlo, si lo supiera no lo dejaría apartarse de mi lado nunca más.
-Creo que es no me importaría ahora, por lo menos sabría donde esta y que está a salvo contigo.
-Sí, eso sería un gran consuelo.
-…Aomine… lo extraño mucho…ag… demasiado.
-Oh, ven aquí, no llores por favor.
La chica se dejó abrazar por el otro mientras las lágrimas salían de sus ojos, se dejaba consolar por el moreno que solo la observaba en silencio, permitiéndole dejar salir sus frustraciones. Fue a partir de ahí que Aomine y Momoi siempre estaban juntos, el moreno fue un gran apoyo para la peligrosa quien eventualmente comenzó a mejorar y retomar su vida, volviendo a ser aquella chica alegre que siempre era, Aomine se alegró de ver como ella regresaba a la normalidad, con el tiempo la amistad que solo sentía Momoi por el comenzó a cambiar, permitiéndole ver al otro de una forma romántica, no mucho después ambos formalizaron su relación como novios, ahora ella y el pasaban juntos todo el tiempo, saliendo, estudiando, comiendo, siempre estaban juntos y se les veía como una pareja muy feliz. Tras los años que tomo su carrera universitaria, finalmente llegó el momento de la graduación, momento en que Aomine la sorprendió con algo increíble en pleno baile.
-Momoi Satsuki, ¿Te casarías conmigo?
-Ah…ah...
Todos en el baile miraban expectantes la respuesta de la chica quien tras pasar la sorpresa inicial dio una alegre sonrisa al que estaba inclinado.
-¡Sí! ¡Si quiero! ¡Quiero casarme contigo!
La pareja se dio un beso mientras todos a su alrededor aplaudían. Paso casi un año antes de que llegara el día de la boda, ambos tenían trabajo ahora y por lo que parecía estaban al principio de una grandiosa y feliz vida juntos. La chica estaba mirándose al espejo con su vestido y velo blanco, fue en ese momento que tuvo un recuerdo fugaz, el cual fue interrumpido por las palabras de alguien.
-Pero que bella novia.
-¡Aomine! Sabes que es de mala suerte vernos antes de la ceremonia.
-Al diablo con eso, no me quedaría con las ganas de verte antes y lo sabía eres realmente la más hermosa del mundo.
-Basta, haces que me sonroje jeje, oye ahora que lo pienso acabo de recordar algo.
-¿Qué cosa?
-¿Aun recuerdas a Tetsu?
-¿Tetsu?... Ah, claro ya recuerdo, nuestro compañero en preparatoria.
-Sí, estaba pensando en esos días y cómo fue que nos conocimos.
-Sí, ahora lo recuerdo bien.
-Decías que nos amabas a los dos, ¿Era en serio?
-Am, no creo que sea algo de lo que debamos hablar ahora.
-Oh vamos, nada de secretos ¿Quieres?
-Bien, si me gustaban los dos, pero con el pasar del tiempo me di cuenta que a la que amaba en verdad era ti.
-Aomine… ¿Qué crees que haya sido de el?
-No lo sé, pero espero que en verdad no le haya pasado nada malo, más si fue el caso, espero que no haya sufrido.
-Sería divertido tenerlo aquí este día.
-Cierto, seria… sensacional.
-Ag, ya me estoy poniendo sentimental, pero bueno no es momento para pensar en el pasado ni en él hubiera, es momento de nuestra boda, ahora date prisa y vete que tú tienes que estar antes en el altar.
-Jajaja claro, claro, ya voy no tienes que apurarme.
Tras unos minutos ambos se vieron en el altar donde dijeron sus votos frente a todos los invitados, la fiesta que le siguió después fue fantástica, un gran banquete, muy buena música y excelente presentes por parte de los invitados. Ahora un mes después se encontraban en su nuevo hogar, una bonita casa en Tokio central, la cual era un sitio cálido y feliz para la joven pareja.
-Mañana no vendré a casa.
-¿Cómo? ¿Por qué?
-Tengo unos asuntos de trabajo que atender, además hay cosas que debo revisar también con la empresa de mi padre, estaré lejos dos semanas, estaré en Kyoto ese tiempo.
-Oh entiendo, bueno no hay ningún problema.
-Gracias por comprender.
-No es nada, es algo que tienes que hacer y lo entiendo. Estaré deseando un buen viaje todo ese tiempo.
-Gracias mi dulce amor.
Al siguiente día tras salir del trabajo Aomine no regreso a su hogar, sino que fue hasta la central de autobuses, mas no entro a ella, fue a una calle contigua donde un vehículo de color negro estaba esperándolo, abordo y ordeno que comenzaran su viaje. Pasaron varias horas y dejaron atrás la ciudad, para encontrarse después en un camino en el campo, tomaron una desviación la cual conducía a la montaña, finalmente y casi al anochecer llegaron a una mansión la cual estaba completamente rodeada por un muro de concreto de cuatro metros de alto, además había varios guardias en la entrada, más al ver de quien se trataba abrieron la reja permitiéndole entrar. Cuando descendió vio frente a si, la gran mansión de edificación clásica del antiguo Japón, entro a ella siendo recibido por el personal.
-Bienvenido sea señor Aomine.
-Hola, toma mi saco.
-Tuvo un buen viaje señor.
-Sí, un poco cansado pero sí.
-La cena está preparada si gusta.
-Iré en unos minutos, ahora dime, ¿En dónde est…
-¡Papa!
Un niño de aproximadamente seis años llego corriendo en dirección a Aomine lanzándose directamente sobre él, era una viva copia de el cuándo niño y fue recibido con los brazos abiertos por su padre.
-Hey Haru, mi pequeño. ¿Cómo has estado?
-Muy bien papi, te he extrañado mucho.
-Descuida ya estoy aquí.
-¡Papa! ¡Papa! ¡Papa!
En ese momento otro pequeño igual a el de aproximadamente tres años llego corriendo de la misma dirección que su hermano.
-Hola mi dulce Ren.
-Papa, papa.
-Me alegra verte mi dulce niño. ¿Cómo te ha tratado tu hermano?
-Haru me aventó ayer.
-¿Es eso cierto?
-¡Claro que no! ¡Es mentira! ¡Miente! ¡Ren Miente!
-Sea mentira o no lo averiguare después, ahora si me permiten hay alguien que aun debo ver.
-El joven amo se encuentra en los jardines traseros señor, en la banca junto al estanque Koi como siempre.
-Gracias, bien niños vayan a comer, papa volverá pronto.
Los pequeños se retiraron acompañados por el mayordomo y las sirvientes, mientras que Aomine cruzo la mansión para llegar hasta los jardines, los cuales eran muy extensos pues era necesario un buen espacio verde dentro de la propiedad a pesar de estar rodeado de bosques, además el sitio estaba iluminado por pequeños faros luminosos que le daban una especie de encanto al lugar, finalmente vio ahí sentado en una banca observando el estanque a aquella persona que buscaba y se acercó hasta ella, notando que iba vestido con un atuendo formal, camisa blanca y pantalón negro.
-Hola mi pequeño amor –dijo dándole un beso en la mejilla-.
-Hola Aomine.
-¿Cómo has estado?
-Bien, ¿Qué tal tu boda con Momoi?
-Excelente, todo ha salido tal cual lo planeado.
-Me alegro, es bueno saber que todo está bien.
-Jaja mi pequeño y dulce Kuroko, en verdad que nos has cambiado pese a que han pasado más de seis años, sigues siendo ese mismo chico dulce del que me enamore.
-Qué bueno que te siga gustando.
-Hey, siempre vas a gustarme, siempre voy a amarte, no habría hecho nada de esto de no amarte.
-Eso ya me quedo claro hace mucho.
-Mi dulce Tetsu, una vez te dije que los tendría a los dos a mi lado y como puedes ver lo prometí, ahora los dos son míos, quizá no pueda tenerlos en el mismo lugar, pero si están junto a mí.
-Cumpliste tu objetivo, muchas felicidades.
-Oh mi pequeño, al verte así de serio haces que me sienta un poco culpable, sé que no te gusto el que montara toda esa escena del secuestro para tenerte aquí, pero mira el lado bueno, ahora estamos juntos y además ya he formado contigo una familia.
-No tienes por qué sentirte culpable, ya he aceptado toda mi situación aquí hace tiempo, sé que no me permitirías salir de este lugar, pero por lo menos ya no estoy solo, tengo a Haru y Ren conmigo haciéndome compañía y amo a nuestros hijos, así como te amo a ti.
-Ah, me encanta cuando dices que me amas, cuesta pensar que nuestra primera vez no hacías más que maldecir y pedir que me detuviera.
-Sí, pero gracias a eso tuve a Haru y yo amo demasiado a nuestro hijo.
-Y yo los amo a ustedes, pero sobre todo a ti.
Tras decir eso ambos se unieron en un beso el cual era ahora completamente correspondido, Kuroko había aprendido que su lugar ahora estaba con Aomine y que solo podía aceptarlo.
-Sabes algo Tetsu, te diré un secreto y es que de entre los dos, tu eres al que más amo, es por eso que no podía perderte ni dejar que te alejaras, nunca hubiera podido volver a vivir sin ti, eres mi favorito.
-Jeje eres como un niño al decir eso Aomine.
-Y hablando de eso, los niños deben estar esperándonos para comer, vayamos adentro amor.
-Espera un momento Aomine, hay algo que debo decirte.
-¿Qué pasa?
-No te he visto desde hace tres meses y hay algo que debes saber.
El chico saco de su manga una pequeña prueba que mostro ante el más alto notándose el positivo en ella.
-Estoy embarazado de nuevo.
-Ah… ¡JAJAJAJA! ¡SI! ¡SI! ¡SI! ¡QUE FELICIDAD! ¡¡¡AH MI TETSU TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO!!!
Aomine levanto al más bajo y lo giraba en el aire mostrándose muy alegre por la notica, Kuroko por su parte solo sonreía al ver que la noticia había hecho muy feliz a su pareja. Al final, Aomine había conseguido lo que quería, tener a Kuroko y Momoi y comenzar a formar una familia con ellos, había conseguido su felicidad.
FIN