El auto los había llevado a un hermoso restaurante que no conocía, no estaba cerca de su trabajo y de todas formas casi no salía a comer afuera, a menos que fuera una fecha especial, al entrar lo llevaron a una zona privada en donde solo estaba la mesa puesta para los tres y parado esperándolo, Naruto, tan guapo y lindo como siempre, lo esperaba de pie con una gran sonrisa y una flor, que le entrego a penas llego hasta él, tomo a Menma en brazos y lo saludo efusivo, el niño estaba feliz de volver a verlo, incluso le arranco la promesa de ir a jugar a un parque, después de acomodarse les llevaron la comida
-He pedido que no nos interrumpan- inicio Naruto y los ojos oscuros de Sasuke mostraron su confusión-Quiero contarte mi vida y espero escuches todo mi relato-Sasuke se limitó a asentir, su hijo a su lado comía juicioso y jugaba con Kurama, Naruto carraspeo e inicio:
Después de salir del aeropuerto, el auto en el que Kakashi había ido a recogerlo lo llevo hasta su casa, en el trayecto noto que su amigo estaba más callado de lo habitual, no lo regañaba como era su costumbre ni le decía nada
-¿pasa algo malo?- pregunto Naruto, Kakashi clavo su mirada en él pero no dijo nada-Basta, me estas poniendo nervioso ¿Qué pasa?- pregunto sintiéndose irritado, si era una forma de escarmiento, la verdad pensaba que se estaba pasando
-Hay algo que no sabías cuando te fuiste de crucero- hablo por fin Kakashi
-¿Qué cosa?- pregunto sintiendo que su pulso iba en ascenso
-Tu padre ha estado sintiéndose mal, visito varios médicos pero ninguno parecía dar con la causa de su enfermedad, no te dijo nada para no preocuparte pero ahora ya saben lo que tiene
-¿Tan malo es?- pregunto Naruto directo, por la actitud de Kakashi era obvio lo que escondía detrás de esa explicación
-No sé si debe ser yo quien…
-Kakashi, por favor, dime de una vez- interrumpió Naruto, podía escuchar el latir de su corazón acelerado y el peso de sus anteriores decisiones, debió estar ahí, con sus padres pero no, estaba muy feliz en un viaje…con Sasuke, miro su mano, allí estaba su número de teléfono; vio al peli blanco suspirar
-Tu padre sufre de una enfermedad neurodegenerativa- confeso, Naruto no podía decir que sabía precisamente de qué le estaban hablando, pero el nombre ya le decía mucho
-¿Qué sucede exactamente?
-Los médicos aún no han descubierto que la causa pero saben que es lo que sigue- la mirada de aterrada de Naruto lo obligo a carraspear, sentía un nudo en su garganta, para el Minato era como su mentor, el hombre que lo apoyo en todo cuando su padre murió- Es una enfermedad que ataca las terminaciones nerviosas, de forma lenta Minato va a ir perdiendo sus capacidades motoras, no podrá caminar, hablar o comer, incluso respirar le será difícil, con terapia se puede retrasar el proceso pero…-Kakashi freno su explicación
-Pero…-lo apremio Naruto
-Es irreversible y no tiene cura- la noticia le cayó como balde de agua fría, sin duda era lo peor que había escuchado, no pudo retener las lágrimas que se acumulaban en sus ojos, su padre era un hombre bueno y justo, nunca daño a nadie y no se merecía aquello, y tuvo que pasarlo solo mientras él se comportaba como un niño mimado huyendo de sus responsabilidades, pero ya no más, iba a ponerse enfrente de sus empresas y apoyar en lo que sus padres necesitaran. Lo primero que hizo al llegar a casa fue ir directo con sus padres, los abrazo fuerte mientras trataba de imprimir fortaleza en sus progenitores, el punto radicaba en que él mismo no se sentía fuerte en ese preciso momento, pidió perdón y se sintió peor cuando ambos le dijeron que no había nada que perdonar, después de hablar de todo lo referente a la enfermedad durante horas y el tratamiento a seguir, fueron a dormir aunque en realidad ninguno pudo descansar bien ese día….y todos los que le siguieron; el tratamiento de Minato era arduo y se le administraba en el mejor centro de rehabilitación del país, sin embargo parecía que el tiempo lo volvía todo peor y las circunstancias de su enfermedad se agravaban, los médicos no daban con la razón por la cual esto estuviera sucediendo, eso sumado al poco tiempo que Naruto podía dedicarles por estarse haciendo cargo de la empresa, hizo que Minato cayera en un estado de depresión crónico y no quisiera recibir más del tratamiento; al enterarse Naruto dejo prácticamente todo tirado, se dio cuenta tarde que su padre no lo necesitaba frente a los negocios, lo necesitaba a su lado, pero él no pudo notarlo sino cuando fue demasiado tarde para hacer algo al respecto, Minato rechazo cada intención que tenía Naruto de estar cerca de él y eso mismo hizo con las demás personas, de eso ya habían pasado tres años y ahora Minato no salía de casa, estaba en silla de ruedas y en ocasiones le retiraba la palabra a todas las personas, incluida su madre Kushina.
-Esa es mi historia- Sasuke estaba con la boca abierta, los platos frente a ellos, estaban prácticamente intactos, ambos sentían la garganta cerrada, se notaba que Naruto luchaba por retener las lágrimas y que todo eso le afectaba de una manera importante; “claro”, pensó Sasuke, “si fuera mi padre yo también estaría igual”
-Lo siento mucho, y yo que pensé que me había tocado duro- menciono tratando de aligerar el ambiente y aunque ambos rieron, el ambiente se sentía pesado, no pudo evitar el impulso de tomar su mano y apretarla con ganas- Nosotros estamos aquí para ti, no lo olvides- la expresión de Naruto fue de sorpresa absoluta, su rostro mostro una mueca de incredulidad que le hizo dudar por un momento de haber dicho esas palabras, sin embargo cuando sintió que era fuertemente abrazado, todas sus dudas fueron desechadas, respondió el abrazo con ganas
-¡No!, Yo!!!- ambos miraron hacia el pequeño bulto que trataba de hacerse espacio entre ellos, el niño se sintió excluido y ahora estaba en medio de ambos- Ahora sí, abazo- grito, y aunque Sasuke quiso corregir su error al hablar, también murió de ternura por su bebe, se rio con ganas al igual que Naruto y ambos lo abrazaron y besaron de forma mimada, para después volver a sus lugares
-Sasuke- menciono Naruto después de un tiempo en el cual solo habían escuchado a Menma hablar de todas las cosas que se le ocurrían
-¿Si?- pregunto ansioso, ese tono de voz en Naruto era particular y le preocupaba lo que fuera a decirle
-Yo quiera saber si tu…si ustedes- se corrigió mirando a Menma que le sonrió, sonrisa que devolvió y luego clavo de nuevo sus ojos en Sasuke, ahora con más convicción- ¿Les gustaría ir a conocer a mis padres? Aun no les hablo de ustedes, quiero ir a verlos este fin de semana y que se conozcan, sería muy importante para mí
-¿Ir a la capital?- pregunto Sasuke ligeramente impactado, en algún momento Naruto le había hablado de aquello pero la idea no llego mucho más allá que una simple frase, ahora era un propuesta concreta; Naruto asintió- pues…- Sasuke no sabía que decir, obvio esas últimas palabras pesaban, además de la historia que le conto no podía dejarse atrás, por otra parte su corazón latía al escuchar que el rubio quería que conociera a sus padres, eso era un gran paso, “es por Menma” le dijo una vocecita dentro de su cabeza, “claro que no, te ha demostrado de varias formas que le importas” rebatió una voz que sonaba parecida a Sai
-Puedes pensarlo si quieres, no tienes que darme una respuesta ahora- menciono Naruto nervioso, al ver que Sasuke no decía nada y en cambio se hundía en sus pensamientos
-No es eso, pienso en muchas cosas, pero la respuesta es sí, nos gustaría ir contigo este fin de semana a ver a tus padres- la sonrisa de Naruto no tuvo precio y Sasuke supo que había hecho lo correcto. Después de eso siguieron comiendo entre charlas banales y finalmente terminaron yendo (casi obligados por Menma) a un parque cercano, Sasuke no recordaba cuando fue la última vez que su corazón se calentó de esa manera, ver a Naruto y Menma jugar en el parque fue simplemente grandioso, y que ambos lo miraran con sonrisas hermosas y lo invitaran a unirse, no tenía precio, sin duda podía acostumbrarse a eso, y esa idea le encantaba y espantaba en igual medida.
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-Es la razón por la cual te digo que mi padre inspiro esa pintura- habían estado horas hablando y caminando por la galería, incluso habían salido a una cafetería cerca a comer algo ligero cuando Gaara confeso que no había almorzado porque venía viajando
-Entiendo y créeme que lo hago más de lo que piensas, mis padres ya me ven “demasiado mayor” para no sentar cabeza, según ellos voy contra el reloj para conseguir pareja y formar una familia
-Es lo que yo…
-Sai- era su estúpido jefe, por todos los cielos, no lo dejaba terminar de pasar el mejor día de su vida, si Gaara le hiciera alguna propuesta indecente seguro que aceptaría de inmediato, y es que tenían tanto en común
-¿Si?- pregunto tratando de ocultar su irritación por la interrupción
-¿Qué haces paseándote por la galería con este…tipo?- pregunto con ira y mirando de forma altanera a Gaara
-¿Es tu novio?- pregunto el peli rojo y Sai soltó una risa burlona
-No, jamás, es mi jefe- aclaro y Gaara pudo notar como la ira se dibujaba en el rostro del hombre
-Prefieres ir por ahí revolcándote con desconocidos y no trabajar, bien, pues si eso quieres, estas despedido- prácticamente grito el hombre colérico
-Yo me estaba revolcando con nadie, además eso no te interesa porque hoy es mi día libre y puedo hacer lo que quiera, no puedes despedirme- rebatió Sai, mitad enfurecido por la situación y mitad aterrado de quedarse sin empleo
-Pues ya lo hice- respondió el hombre con el mismo tono de antes, pero luego relajo su postura- aunque puede ser que lleguemos a un acuerdo- murmuro para los dos aunque Gaara alcanzo a escuchar
-¿Qué le pasa? Eso es acoso sexual laborar y es ilegal- peleo Gaara, interponiéndose entre Sai y ese sujeto tan desagradable
-¿Y usted quién demonios se cree que es para hablarme así?- Gaara sonrió, no pudo haberle preguntado nada mejor
-Mi nombre es Sabaku no Gaara y desde ayer soy el dueño de esta galería- disfruto con macabro gozo de la expresión de terror del hombre, era obvio que el tipo sabía del cambio de propietario y también su nombre- y eso me hace su jefe, o bueno, realmente su ex jefe, porque espero su renuncia en mi escritorio antes de que termine el día- y sin otorgar ni una palabra o si quiera mirada más, se fue del sitio casi arrastrando a Sai, quien estaba prácticamente en shock, y es que por Dios, se había estado paseando y coqueteando con su nuevo jefe, el problema es que no sabía si eso era bueno o no, aunque por su reacción de antes, no creía que fuera igual a su anterior jefe, aunque viéndolo bien, Gaara podría acosarlo cuando quiera, Haayy bombón –Disculpa mi exabrupto, pero esas cosas sí que me molestan, acabo de enterarme que es tu día libre pero podrías organizar una reunión de todos los empleados y preparar todo, necesito hacer unas llamadas- casi como autómata y sin decir ni una silaba, Sai solo asintió, eso sí que era nuevo
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-¿Señor?- pregunto Itachi, había sido llamado a la oficina de su jefe, antes de ir se lo comunicó a su padre, quien le dijo que no tenía por qué estar nervioso, después de todo él no había hecho nada malo, un poco más calmado se dirigió al sitio, cuando llego lo primero que llamo su atención fue ese atractivo doncel que mecía una de sus piernas al ritmo de una canción imaginaria, aunque se detuvo y también le envió una mirada significativa, lo cual le hizo sentir bien e intrigado; lo siguiente que paso, sí que no se lo esperaba, resultaba que el hermoso doncel, de nombre Obito, venía desde la capital donde quedaba la sucursal principal de la empresa en donde trabajaban y no solo eso, sino que había venido única y exclusivamente a “reclutarlo” (o esa fue la palabra que usaron) para dicha sucursal, puesto que sus referencias eran las mejores
-Lo que escuchaste Itachi, eres uno de los mejores, además del aumento sustancial en el salario, se te otorgara un apoyo educativo para que puedas seguir tu carrera- Uhh, golpe bajo, ese siempre había sido el sueño de Itachi, poder estudiar, pero puso por encima a su hermanito, así que no pudo hacerlo realmente, tenía que trabajar y estudiar al tiempo, lo cual era muy difícil, además la carrera que quería era considerablemente costosa
-¿Por qué tan de repente?- pregunto intrigado, o más bien escéptico, de eso bueno no dan tanto
-Ya se había considerado desde hace un tiempo en la empresa, de llevar los talentos de las demás sucursales a la principal y replicar sus virtudes a los demás, esta sucursal fue informada y las hojas de vidas de varios empleados llegaron a nuestras oficinas, de la selección que se hizo, para esta sucursal fuiste elegido
-Es cierto- respondió su jefe con una sonrisa, aunque después frunció un poco su ceño- Aunque fue muy rápido, solo me pidieron las hojas de vida hace dos días- comento el hombre mirando a Obito que sonrió fresco
-Soy alguien muy eficiente, además de que son la primera sucursal en ser revisada, casi como la “prueba” del proyecto, por otro lado, la elección era obvia- comento sonriendo inocente, Itachi miro suspicaz esa sonrisa mientras su jefe simplemente asentía convencido
-Pues sé que Itachi no nos fallara, es el mejor, es hijo de uno de los empleados más antiguos de esta empresa
-Pues no se diga más- aplaudió Obito poniéndose de pie
-¿Y si me niego?- pregunto Itachi, quitándole todo el entusiasmo a Obito que cambio su expresión a una completamente desconcertada y luego a una evaluadora
-¿Y cuáles serían tus motivos? Porque debe haber una razón de suficiente peso para dejar pasar una oportunidad como esta- rebatió
-Pues, habremos quienes le damos mayor importancia a otras cosas- respondió Itachi con la misma mirada evaluadora
-¿A sí? ¿Cómo cuáles? Ilústrame
-Como la familia, la amistad….el amor- respondió seguro
-Bien Itachi, puede ser, pero ¿no sería bueno ser también exitoso para que tu familia se sienta orgullosa de ti?, ¿para tener amigos con quien compartir los triunfos? y ¿para poder darle sostén a tu amor?- respondió Obito a su vez, ellos no se habían dado cuenta, pero como si fueran imanes se habían ido acercando
-¿El éxito me puede dar todo lo que dije?- pregunto alzando una ceja, y maldición, si es que se podía, lucia aún más sexy
-No, pero puede ayudarte a darle bases más firmes- respondió Obito y estaban a casi un palmo de distancia uno del otro, se miraban directamente a los ojos, el hechizo se rompió cuando el carraspeo de la otra persona que habían olvidado estaba en la habitación hizo que volvieran a la realidad, ambos desviaron la mirada y se alejaron
-¿Vas a pensarlo Itachi?- pregunto el hombre mayor
-¿Aún sigue en pie la oferta?- pregunto mirando a Obito, este sonrió complacido
-Tienes hasta el lunes- respondió, tomando asiento de nuevo, Itachi asintió y despidiéndose de ambos salió de la oficina, una vez afuera suspiro, eso fue raro, intenso pero raro
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-¿Es el nuevo jefe?- murmuro a su lado Shun, su mejor amigo de la galería, él solo asintió, sabía que los demás le estaban poniendo atención, los había llamado a todos contándoles como su antiguo jefe fue sacado de la forma más justa y que ahora tenían un nuevo sensual jefe
-Tenías razón, es muy sexy- comento una chica rubia
-Pero eso no significa nada, puede ser que nos despida a todos- aporto un chico joven castaño
-Buenas tardes señores- saludo el peli rojo, una vez que todos estuvieron acomodados en los puestos- para los que no saben , mi nombre es Sabaku no Gaara, y desde hace unos días soy el dueño de la galería- dejo pasar unos minutos para que todos se presentaran y dijeran que era lo que hacían- Bien, me alegra de conocerlos a todos, compre este sitio porque mi amor por el arte es inmenso y siempre fue mi sueño poder tener una galería, de hecho si algún día me caso, espero que sea en un sitio como este- varias risas se dejaron escuchar y uno que otro ¡es soltero!- Bien, ahora les quiero contar que espero poder contar con su ayuda y su presencia para que sigan trabajando conmigo, mis planes más inmediatos es inyectar una inversión a la galería para hacerla más grande y claro, más rentable- varias voces de aprobación se dejaron escuchar por el lugar, eso era algo que deseaban desde hace tiempo
-Claro que queremos seguir trabajando para usted- dijo de forma coqueta la rubia, por su parte Gaara solo sonrió
-Me alegra, aunque no hay que decirlo a la ligera porque mi plan es trasladar la galería a la capital, todos los que quieran venir conmigo serán bienvenidos, en especial Sai, quien si así lo quiere, será el administrador de hoy en adelante- esta vez muchas más voces se alzaron en el aire, mientras Sai sentía que el aire se iba de sus pulmones, siempre quiso ser administrador, era su mayor deseo, pero venía con un costo y no sabía si estaba dispuesto o no a asumirlo
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-Fue un día intenso para él- murmuro Sasuke acariciando la carita de su hijo que descansaba en el hombro de Naruto, iban de camino a su casa cuando Menma se había quedado dormido
-Debo reconocer que hace mucho tiempo no me divertía tanto- respondió Naruto, cuando llegaron, ambos bajaron del carro y aunque Sasuke quiso ayudarlo para llevar al niño hasta su habitación, Naruto no lo dijo y fue él quien lo llevo y acostó, el corazón de Sasuke dio un vuelco cuando Naruto beso al pequeño y le susurro palabras de cariño al oído mientras Menma se acomodaba en la cama
-Descansa mi amor- susurro Sasuke besando también a su hijo, ambos fueron a la puerta y se quedaron desde allí mirando a su hijo, el sentimiento que tenía Naruto en ese momento era tan intenso que no lucho contra la necesidad de envolver entre sus brazos a Sasuke, quien aunque sorprendido se dejó hacer al principio un poco tenso pero después se relajó entre los brazos del rubio
-No tienes ni idea lo feliz que me han hecho- comento Naruto después de unos momentos en donde solo estuvieron así, abrazados
-Tú llegaste a nuestras vidas a mejorarla- opino Sasuke, y la verdad no es que quisiera devolver el cumplido o empalagar el momento, es que simplemente es lo que en realidad pensaba
-Sasuke- lo llamo Naruto, separándolo de su cuerpo un poco, lo suficiente para poder mirarse a los ojos, ninguno de los dos dijo nada más, las ideas de Naruto murieron al cruzar su mirada con la oscura de Sasuke, quien ni siquiera se cuestionaba porque el rubio lo había llamado, ahora lo único que estaba en sus pensamientos eran esos ojos que se observaban como si no hubiera nada más en el planeta, el magnetismo era intenso y la tensión palpable, los centímetros que los separaban se hacían cada vez más escasos, hasta que….
-Sasuke, ¿a qué hora…?- Mikoto quedo casi petrificada con la escena, hacia unos minutos había llegado y como escucho ruidos arriba, supuso que era Sasuke, y no se equivocó, lo que no esperaba era encontrarlo a centímetros del que ahora estaba segura, sería su yerno. Por su parte Sasuke y Naruto brincaron del susto, estaban tan metidos en su mundo que no escucharon que alguien se acercaba hasta que la mujer hablo, se separaron entre abochornados, avergonzados y ligeramente molestos por la interrupción
-Mamá, hola, no te escuche llegar- comento Sasuke, más por decir algo
-Acabo de llegar y escuche ruidos, te estaba preguntando ¿A qué hora llegaron?
-Hace como unos diez minutos
-Ah bueno y ¿Tienen hambre?- pregunto, ya dándoles la espalda para bajar- ¿Naruto vas a quedarte a cenar?- pregunto cómo quien no quiere la cosa
-Muchas gracias señora, pero ya cenamos
-Hay, no me digas señora, que prácticamente somos familia- los tres iban bajando las escaleras y mientras Sasuke se sonrojaba, Naruto y Mikoto rieron divertidos
-Está bien, señora…digo Mikoto, igual ya cenamos y se supone que debía atender unos asuntos hoy, que deje olvidados, así que ya debo irme- respondió mirándolos a los dos, se despidió con un beso en la mejilla para cada uno y se fue.
-Seguramente pronto me dirá suegra- comento maliciosa la mujer, disfrutando como su hijo se ponía de un rojo imposible
-Mamá!!!!!!- y no pudo evitar reírse de su hijo
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-Tienes una cara de idiota que no puedes con ella- se burló Kakashi cuando Naruto llego a la habitación del hotel
-Hoy fue uno de los mejores días de mi vida- reconoció
-Pues me alegro, espero que todo salga como lo planeamos
-Yo también, por cierto que Sasuke acepto ir conmigo a la capital ¿Cómo van Obito y Gaara?
-Obito me llamo en la tarde a decirme que Itachi sería un hueso un poco más duro de lo que pensaba pero que para el lunes nos tendría una información concreta, por otro lado Gaara, llegó al hotel hace como una hora y dijo que iba a bañarse y cambiarse
-¿Dijo algo de Sai?
-Tengo mucho que decir sobre ese tema- comento Gaara entrando a la habitación
-Espero que sea bueno- replico Naruto
-Calma, que de esto no solo depende tu felicidad con tu familia, sino que también la mía
-Explícate- pidió Naruto extrañado
-Que conocí al doncel de mis sueños y futuro madre de mis hijos- la ceja arqueada, tanto de Naruto y Kakashi le dio risa- les contare- y fue así como ambos supieron de lo mucho que Sai había impactado a Gaara y como este deseaba llevárselo con él, no solo para trabajar sino para mucho más
-¡No! Ese no era el plan- peleo Naruto
-¿Cuál es el problema?- pregunto Gaara en un tono peligroso
-¿Crees que si inicias una relación con él, eventualmente no se darán cuenta que eres mi mejor amigo y que todo esto lo hicimos para forzarlos a todos a irse a la capital?
-Claro que sí, pero espero tener embarazado a Sai para ese momento- Naruto prácticamente boqueo de lo sorprendido que estaba- Por cierto, serás el padrino
-Estás loco- concluyo Kakashi
-Y lo dice el tipo que me llamo a media noche para pedirme que comprara una galería porque su jefe quiere obligar a la madre de su hijo a mudarse
-Yo no lo quiero obligar- replico Naruto, ya saliendo de su shock inicial
-Claro que no, solo mueves todas tus influencias para “sugerirle” que lo haga- ambos se quedaron callados- además creo que esta es una buena oportunidad para mí y ustedes como mis amigos deben apoyarme, por otro lado, en algún momento Sasuke y su familia lo notaran, esperemos que sea demasiado tarde para cuando pase
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-Siempre pensé que eras un tempano de hielo y ahora resulta que lo que pasa es que te gustan los rubios millonarios de ojos azules- se mofo Sai
-Hay cállate, que ahora resulta que también te gustan los millonarios- rebatió Sasuke
-Gaara no me gusta por millonario
-No continúes, no quiero volver a escuchar lo mucho que tienen en común-Mikoto no pudo evitar reírse, a pesar de lo mucho que discutían, ella sabía que ambos se amaban como hermanos, aunque admitía que no fue su mejor decisión contarle a su sobrino sobre “el casi beso” entre su hijo y su casi yerno, por otra parte, le encantaba molestar a Sasuke, le parecía de lo más entretenido verlo todo sonrojado y ansioso por Naruto, era simplemente maravilloso, después de todo, el sueño de toda madre es que sus hijos conozcan el amor y que puedan formar una familia feliz y completa, y eso era justamente lo que Naruto representaba, amor, felicidad, estabilidad, todo lo que su retoño necesitaba
-¿Ya hablaste con tus padres?- el silencio se hizo en la sala, estaban los tres hablando desde que Sai había salido de la galería y había llegado a casa de sus tíos en busca de Sasuke y un consejo, como estaba con Mikoto, los hizo participes de todo lo que había pasado en el día, Sasuke estuvo muy feliz por el despido del imbécil que fuera jefe de su primo pero también estaba acongojado por lo demás, después de todo, sabía que ser director era el sueño de Sai y su consejo fue más que obvio, debía irse y seguir sus sueños, podría hacer una vida en la capital, aunque lo extrañaría muchísimo
-No, vine directamente aquí, aun no les digo nada y es que no había decidido que hacer
-¿No habías decidido? ¿Significa que ahora sí?- pregunto Mikoto
-Pues Sasuke da buenos consejos y creo que esta es una oportunidad que no se dan muchas veces en la vida
-Y aparte puede estar con el sexy de Gaara- aporto Sasuke
-Sí, eso también- los tres rieron por las ocurrencias que decían, pero de fondo se sentía el viento helado que dejaba el vacío de separarse, no era nada sencillo, después de todo llevaban toda la vida estando juntos
-¿Cuándo planeas irte?- pregunto Sasuke
-La verdad no sé, Gaara nos dio hasta la otra semana para decidir y después empezara a trasladar la galería poco a poco, pero como director, supongo que deberé ser el primero
-Pues te visitare cada vez que vaya a ver a los padres de Naruto
-Espero que sea cada fin de semana- ambos se sonrieron y se tomaron de las manos, Mikoto desde su lugar vio todo con expresión enternecida
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-Diablos, estas tan apretado- gimió Itachi
-Así, así, sigue, no pares, justo ahí- gimió a su vez Obito
-¿Ahí?- pregunto en un jadeo, sus manos ansiosas masajeaban sus nalgas mientras las abrían y le daban espacio a su pene para penetrar de forma salvaje e intensa el cuerpo del doncel
-Oh, sí, justo ahí- gimió con ganas, se sostenía con uñas de la espalda de Itachi que prácticamente lo estaba clavando a la cama. Ambos habían salido de la empresa en el mismo momento, Obito se subió a su auto y le pregunto a Itachi si necesitaba un acercamiento a algún lado, el varón lo dudo pero se subió, una conversación banal le siguió y cuando menos se dieron cuenta estaban en la casa de Itachi, más específicamente en su habitación y toda esa tensión de antes regreso, y la única forma de despacharla de sus cuerpo parecía ser de esta forma
-Estoy cerca- anuncio Itachi y casi de forma maestra, una de sus manos abandono el trasero de Obito para masturbarlo de forma rápida y alocada
-Sí, sí, lléname- pidió en medio de la bruma del placer; Itachi no paro sus movimiento, en cambio los acelero mientras su mano seguía con el movimiento, tuvo que usar su otro brazo para sostenerse y le dolían las piernas del esfuerzo, tenso su mandíbula para retener el momento de venirse, pero no pudo más cuando Obito lo aprisiono, casi arrancándole su pene y sentía entre sus dedos la esencia del doncel, solo con eso tuvo para también dejarse ir y tener uno de los mejores orgasmos que recordara de su vida, simplemente grandioso.
-Eso estuvo genial- reconoció, tratando de regular su respiración mientras salía del cuerpo contrario y se tumbaba en la cama
-Lo fue- ambos guardaron silencio, calmándose y unos segundos después Obito se rio
-¿Qué?- pregunto Itachi curioso y divertido
-Que si te mudaras a la capital podríamos seguir haciéndolo- comento como quien no quiere la cosa
-Sí, tal vez- y ninguno dijo nada más