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Aceptar por alliaries

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Seguía acariciando la mejilla del moreno, por su mente pasaba la idea de lo mucho que influía en él su instinto de protección, porque este lo movía a quedarse junto a Deathmask, a cuidarlo en aquel momento de debilidad. Pero aun guardaba cierto recelo por la actitud del otro en Asgard.

-No  comprendo que sientes… Se inclinó sobre la marca y pudo percibir una gran energía,  como si el alfa que lo marcó siguiera afirmando su dominio desde el mundo de los muertos, y eso le preocupaba, porque solo uno muy poderoso podría lograr algo así.

 

Decidió ignorar tal energía (no estaba dispuesto a que este influyera en su juicio) deseaba pasar su lengua por la marca para borrarla y con esto lograr que el santo italiano tuviera un poco de paz, conseguir que su dolor desapareciera. Sabía que el sufrimiento no se limitaba  a lo físico sino que la mente del moreno probablemente le estaba mostrando imágenes de su Alfa y de todos los momentos que pasaron juntos.

Y fue en ese instante que recordó algunas cosas que le habían enseñado hace mucho tiempo:

 

 — Cuando un Omega pierde a su compañero este quedara en un estado de depresión, ustedes como sus acompañantes tendrán que tomar una decisión, acompañarlo durante aquel tiempo o lamer la marca del Alfa para minimizar el dolor físico.  

Dejo de acariciar al otro para dirigirse a la cocina, quizás si cocinaba algo e intentaba hacerse amigo del moreno este dejaría de sentirse triste. Llegó a la cocina y tomo varias cosas,  esperaba poder ayudar un poco al menos, no le quito la marca pues no quería hacerlo sin el consentimiento  del mayor.

 

Casi una hora después Deathmask despertó, llegó a la cocina encontrándose con el guardián de leo.

 

— Aioria... ¿Qué haces en mi templo?

 

¡Death!, estaba  a punto de  despertarte justo ahora, prepare un caldo de pollo para ti.

 

Eso no responde mi pregunta El moreno se cruzó de brazos mientras que Aioria sacaba unos platos de la despensa.

 

olí tu tristeza.

 

Cáncer llevo su mano a la marca por instinto notando que esta seguía intacta No me la quitasteFue  a sentarse a la mesa, si Aioria quería hacer de sirvienta él no lo detendría.

 

No lo creí apropiado, además si te la quito eso reduciría tu tiempo para encontrar otro alfa Colocó los platos en   la mesa y se sentó para hacerle compañía al otro.

 

No quiero otro alfa Tomó una cucharada de lo que preparo el otro.

 

El menor suspiró resignado, decidió concentrarse en la comida pues era difícil para el controlar el impulso de querer borrar esa cosa. Así como los alfas perdían el control ante el celo de un omega, los de su tipo no soportaban fallar en protegerlos.

 

Deberías irte Aioria, puedo sentir tu desesperación. Anda se un buen niño y baja al pueblo a ayudar a los huérfanos.

 

No puedo, no puedo irme. He percibido tu aroma y no podre marcharme hasta que te ayude.

 

No puedes Se levantó, no había terminado de comer y tampoco pensaba agradecerle al otro.

 

Aioria siguió comiendo pensando en todo lo que le enseñaron, lo que aprendió por experiencia y lo que vivió ese día:

 

Como  betas tendrán dos caminos para escoger, ser los perros fieles de un alfa o ser el apoyo de un omega.

 

El  joven león se consideraba afortunado, era cierto  que su estado de beta lo privaba de muchas cosas. Pero hasta cierto punto él podía elegir. El eligió ser un apoyo para un Omega, algo que muchos consideraban denigrante. Era estúpido que aun en esos tiempos algunos conceptos siguieran intactos.

 

Los omegas  aun eran objetos y eso le preocupaba, le preocupaba no poder ayudar a Cáncer a conseguir a alguien.

 

¿Que voy a hacer? Era difícil por dos cosas, una era sin lugar a duda el carácter del moreno, arrogante, sarcástico con actitud de lucha. Si le preguntaran a él diría que esa actitud era hasta divertida, pero eso no lo vería un alfa... ellos siempre querrían mandar. Y la última, la que más importaba en  ese mundo absurdo era la apariencia...

 

No pensé que fueras un omega...creí que eras como yo Nunca sintió el aroma verdadero del mayor. Su aroma era tan corriente que llego a pensar que era un beta.

 

Me gustaría mucho sentir tu olor… poder percibir tu aroma real Esperaba que las especias que colocó en la sopa surtieran efecto y calmaran  al moreno.

 

Regreso a su reflexión anterior, Deathmask no parecía un  omega, no tenía una figura delicada o rasgos andróginos, pero no era feo, no para él. Pero su opinión no importaba ¿Que puedo saber yo sobre omegas? Jamás podre marcar a uno, y tampoco podre tener...Pasó su mano por su cabello, esto no se trataba de él. Se trataba de Deathmask, de pronto una idea paso por su mente, más que una idea era algo que no había tenido en cuenta hasta ahora.

 

Afrodita...Afrodita es un alfa ¡Claro! Si  existían omegas que gustaban de alfas no tan masculinos "físicamente"  podía haber alfas que buscaran otro tipo de belleza en su omega.

 

Sería difícil, pero él estaba dispuesto a buscarlo. Regresó a la recamara del otro y lo encontró recostado.

 

Si duermes después de comer te pondrás gordito Se sentó junto al Italiano que le daba la espalda  y con deleite sintió el aroma de su compañero.

 

Death... Se  acostó, abrazándolo y hundiendo su nariz en el cabello azulado Tu aroma es...

 

El moreno que se había sonrojado por la actitud de Aioria se sentía a gusto por estar en los brazos del beta  pero no lo mostró y se limitó a preguntar ¿Es qué?

 

Precioso...es como estar en un campo de violetas, tienes un buen aroma.

 

¿A si? Preguntó, como si el otro lo hubiera ofendido- Pues...pues... tú hueles a tierra y a gato.

 

El menor sonrió  ante tal comentario, quizás no sería difícil encontrar un alfa para Deathmask. Su risa paró cuando el aroma a violetas se volvió más fuerte  y seductor.

 

¿T...tu celo va iniciar?

Notas finales:

Espero que esten disfrutando de la historia, gracias por leer


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