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Engañados por cancion del viento

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Notas del capitulo:

¡¡¡Buenas!!! Aviso… A continuación se presenta lemon… traté de ser lo más específica posible y me tomó algo de tiempo escribir algo como esto… Espero que les guste…

El beso se alargó demasiado, el mayor hizo que el menor se recostara sobre la cama sin detener aquel beso, y así el rubio quedó encima del millonario continuando con lo que estaba haciendo.

Sin dudarlo el Capitán comenzó a bajar sus manos por los costados del Castaño hasta llegar a su lindo trasero y estrujarlo, había pasado algo de tiempo desde la última vez que lo hicieron y el rubio extrañaba sentir a su amor y escucharlo suspirar, gimiendo, pero más que nada sabiendo que era él quien provocaba tales sensaciones en el más bajo.

El fortachón llevó sus manos hacia el cinturón del genio y comenzó a quitárselo hábilmente mientras se separaba del millonario a lo que este le vio divertido. El rubio por fin le había sacado el cinturón al genio, tomó las manos del mismo y las colocó en la cabecera de la cama amarrándolas con el cinturón.

El castaño se sorprendió ante el acto del más alto, genial, con las manos amarradas en la cabecera de la cama y con el Capitán entre sus piernas, estaba en completa merced del rubio, después de todo era la primera vez que hacía algo como eso.

El Icono de América volvió a besar al millonario robándole el aliento y en cuanto se separaron pudo observar como Stark respiraba de manera acelerada con un rubor en su rostro, el rubio solo sonrió para después levantarse de la cama y salir de la habitación dejando a un confundido Tony atado a la cama.

“¿Pero qué?” pensó el castaño, sin duda se extrañó por lo que hizo su pareja, lo dejó desatendido y amarrado, dejándolo a completa merced de que un violador entrara y lo sodomizara y violara, un momento, estaba en el complejo, nada más seguro que ese lugar, ¿verdad?

Pasaron algunos cuantos minutos y la puerta fue abierta nuevamente dejando entrar al Capitán que venía con una sonrisa y con algo en sus manos, cerró la puerta tras de sí y se dirigió hacia al menor.

-¿A dónde fuiste? –preguntó el filántropo con algo de confusión y molestia por haberlo dejado así. De repente visualizó lo que su amante traía en sus manos, traía consigo el consolador. –¿Por qué traes eso?

-Me enteré que Visión te regaló esto y es una gran oportunidad de utilizarlo, simplemente fui a nuestra habitación y le pedí a V.I.E.R.E.N.E.S. que me dijera donde estaba. –se encogió de hombros. –Ahora… ¿En qué estábamos?

-No lo sé. –el castaño sonrió coquetamente. –Tú dime.

Sin pensarlo el rubio caminó hacia Tony, y se colocó de nueva cuentas entre las piernas del mismo, lentamente comenzó a bajarle el pantalón sin quitarle la vista a esos ojos chocolate que tanto ama.

Una vez que le quitó por completo el pantalón observó su parte baja y sin pudor, el rubio comenzó a frotarla con su mano por encima del bóxer del castaño que ante aquella acción solo comenzaba a gemir y a retorcerse. –Parece que ya está despierto Tony.

-¿Y de quién crees que es la culpa? –dijo con ironía.

El rubio solo rio bajito, fue entonces cuando esta vez le quitó la ropa interior a su Canelita rápidamente arrojando todo a un lado de la cama, se colocó encima del menor para quitarle la camisa que traía puesta, afortunadamente ya estaba desabrochada, el fortachón frunció el ceño al recordar que había sido Bucky quien le había desabrochado la camisa, sin pensarlo y porque la camisa le estorbaba, terminó por romper la camisa del millonario y arrojándola a un lado de la cama.

El menor estaba avergonzado y a la vez le excitaba ver al Capitán de esa manera; lo primero porque estaba desnudo y amarrado. Y la segunda porque era la primera vez que el rubio tomaba una iniciativa tan excitante.

-¿Por qué soy el único que esta vulnerable? –se quejó el castaño.

-Solo disfrútalo… -el rubio le susurró en el oído al menor a lo que el contrario solo pudo sonreír.

El Capitán se separó del castaño y se quitó la camisa deshaciéndose de ella; aventándola por ahí. Se colocó de nuevo entre las piernas del menor, tomo el juguetito y una botellita de lubricante que traía en su bolsillo, abrió el recipiente y derramó cierta cantidad en el consolador para luego cerrar la botella y dejarla de lado. Sin pensarlo demasiado posicionó el juguete en la entrada del millonario, rozándolo y jugando en ese pequeño orificio ganando suspiros y jadeos del castaño.

Steve solo podía excitarse más al escuchar al genio hacer esos sonidos, le encantaba provocar eso en él. Ya sin más, el rubio fue introduciendo el consolador en la entrada del castaño, haciendo que éste arqueara la espalda y forzara el amarre en sus manos, soltando jadeos.

Una vez que el consolador ya estaba completamente adentro, el rubio sonrió y se acercó al menor para darle un beso en los labios mientras sujetaba todavía el juguetito con su mano. Como el rubio se encontraba entre las piernas del filántropo, el castaño tenía la piernas algo levantadas, dejándolo aún más expuesto.

Cuando el rubio creyó que el menor ya se había acostumbrado, comenzó a jalar y empujar el consolador lentamente sin soltar aquellos labios que tanto le encantaban, Tony solo podía desbordarse por el placer que estaba sintiendo, jadeaba, gemía y se retorcía, sin duda lo estaba disfrutando.

Sin previo aviso, Stark soltó un grito de placer y sorpresa cuando sintió que el consolador comenzaba a vibrar de manera veloz, todavía saliendo y entrando del él, ya que Steve había encendido dicho aparato. “¿Dónde aprendió eso?” pensó el genio. El rubio no tenía consideración en esos momentos, cada vez los movimientos se hacían más rápidos, dejó los labios carnosos del menor, y observó su rostro todo sonrojado y con lágrimas de placer escurriendo de sus ojos. El solo pudo sonreír con ternura, cabe mencionar que le encantaba verlo así, tenerlo de esa forma.

Las embestidas con el consolador no cesaban y esta vez el Capitán con su otra mano, tomó el miembro de Tony que se encontraba despierto y desatendido y comenzó a masturbarlo rápidamente.

-S-steve… -jadeó el Castaño retorciéndose en su cama. –Y-a… n-no… pue-pue…do…

-No te contengas amor…

Y si más el castaño arqueó la espalda y terminó por correrse en la mano del rubio, el millonario jadeaba y trataba de normalizar su respiración mientras el rubio sacaba el consolador de la entrada del menor y a su otra mano solo la lamió, acto que fue visto por Tony que estaba que se moría de la vergüenza ya que jamás había visto así a su adorado Capitán.

El Icono de América arrojó el consolador a un lado y sonrió mientras observaba a su canelita todo excitado. –Ahora es mi turno… -dicho esto el ojiazul se quitó los pantalones y la ropa interior. Sin pensarlo colocó su mini capitán en la entrada del menor, ya lo había preparado con el consolador así que ya podía ir hasta ese punto. Lentamente y de una sola embestida penetró a Tony que solo pudo gritar de placer. –Se siente tan bien… -mencionó el rubio.

-Ca-cállate… -contestó es castaño, sumido en el placer y con la respiración agitada.

Fue entonces cuando las embestidas comenzaron, lentamente y rápidamente, el rubio era quien lo decidía, el rubio sonrió triunfante cuando Tony gritó nuevamente, sabía que le había dado al punto exacto a su canelita, el Capitán no se detuvo y continuó golpeando aquel punto mientras Tony solo gemía y se retorcía.

-St-steve… ah… ah… Steve… -jadeó el genio, aferrándose más al amarre, deseaba tener las manos sueltas y sujetar la espalda de su Capipaleta, aferrarse a él como si su vida dependiera de ello.

En la habitación solo se podía escuchar los gemidos de ambos, pero más que nada lo gritillos de placer de Tony, las embestidas se hicieron más fuertes y sin previo aviso Tony terminó de nuevo manchando lo vientres de ambos, y después de unas cuantas embestidas más, penetrando al amor de su vida, terminó por correrse dentro del menor a lo que solo se escuchó un jadeo del rubio y un grito placentero del castaño.

El Capitán salió de Tony y se dejó caer a un lado del mismo, ambos estaban sudorosos y con la respiración agitada. Unos segundos después Tony habló:

-Maldición Steve… ahora si te pasaste…

-¿No te gustó? ¿Te lastimé? –se preocupó el rubio.

-¿Qué? Claro que no, me encantó… -lo volteó a ver. –Es solo que… Jamás habías hecho algo así… pero me encanto ver otra faceta tuya…

-Agradécele a Visión.

-¿Por qué? –el castaño se extrañó por eso. El rubio se levantó de la cama y sacó de un cajón un libro, mostrándoselo al menor que por inercia comenzó a leer el título de la portada en voz alta. –“Diversas formas de complacer a tu pareja”

-Saqué la idea de este libro… creí que sería buena idea tomar una de las formas para complacerte. –volvió a guardar el libro.

-Vaya… no sé si sorprenderme, agradecerle, asustarme o regañar a Visión por los tremendos regalos que anda dando… -dijo Stark con confusión. –¿Cuándo te lo dio?

-Después de que todo el malentendido se aclarara… -el rubio se encogió de hombros y se recostó en la cama de nuevo.

-Steve. –le llamó el genio.

-¿Si?

-¿Podrías desatarme? Ya no siento mis manos…

-No lo sé… tal vez otra ronda no nos vendría mal…

-Sí, pero desátame o te pondré en abstinencia. –a lo que rápidamente el rubio desató a su canelita y aventó el cinturón por ahí. Y sin pensarlo de nuevo el rubio se abalanzó sobre el filántropo capturando aquellos labios ajenos.

-Te extrañaba tanto Tony…

-Yo también… -el castaño rodeó con sus brazos al Capitán formando así un abrazo que fue correspondido inmediatamente por Rogers.

-Te amo Tony…

-Te amo Capipaleta…

Notas finales:

¡¡¡Nos vemos!!!

(≡^v^≡)/

PD: Perdonen si ven por ahí una falta ortográfica.


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