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Chispitas de Chocolate Blanco por cancion del viento

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Notas del capitulo:

¡Buenas!

Por fin terminé mis prácticas… estuvieron con altibajos pero bueno, uno aprende de eso. Ahora solo me falta terminar mi tarea… mátenme…

Espero que les guste...

Ambos fortachones caminaban por los pasillos del corredor de la escuela, acababan de salir de su curso especial y se dirigían a su salón, platicaban sobre cualquier cosa sobre alguna tarea olvidada y eso.

-Rayos. –se quejó James, se detuvo.

-¿Qué pasa? –cuestionó Steve confundido.

-Olvidé mi libro en mi casillero. –se frustró el castaño.

-¿El de Vero?

-Por desgracia…

-Será mejor que vayas por tu libro. –sugirió el rubio. –¿Te acompaño?

-No, ya sabes cómo se pone Vero si los dos llegamos tarde por lo mismo. –se dio la vuelta y se encaminó hacia su casillero.

-Nos vemos. –fue lo último que dijo Rogers.

Barnes trataba de darse prisa, no quería que le pusieran falta por llegar tarde, si tan solo no fuera tan descuidado, si Steve no viviera con él de seguro ya habría muerto de hambre o posiblemente se quedaría dormido siempre, y hubiera reprobado o lo más seguro terminaría viviendo debajo de un puente.

Llegó a su casillero, rápidamente lo abrió y sacó el susodicho libro que podría retener una bala en caso de que alguien disparara. Cerró su casillero y guardó su libro en su mochila. Suspiró y prefirió caminar hacia su salón.

Los corredores estaban en silencio y solo se escuchaba a algunos profesores que estaban dando clase así como también a varios estudiantes, siguió caminando hasta dar vuelta en la siguiente esquina y lo que vio hizo que su sangre hirviera en odio.

Rumlow estaba molestando a “su” Tony, pues el pelinegro tenía a Stark arrinconado contra los casilleros, lo tenía agarrado por el cuello de la chamarra mientras que la otra mano sostenía una pequeña cajita que al parecer la estaba leyendo con una sonrisa burlona, sin pensarlo estampó al castaño haciendo que gimiera por el dolor y tiró al piso la cajita y se acercó peligrosamente a ella levantando el pie con intenciones de pisarla.

-Rumlow, por favor eso es… -dijo el menor, entrando en pánico, después de todo se trataba de su medicina.

Al ver el estado de Stark solo se burló más, amplió su sonrisa y sin dudarlo se preparó para arruinar la medicina de Tony. –Estúpido enano, así aprenderás a dejar de ser un… -no terminó ya que fue golpeado por Bucky, cayó al piso algo aturdido y en cuanto giró la vista para ver de quien se trataba se sorprendió. -¿¡Qué rayos te pasa Barnes!?

Tony sonrió, James había llegado justo a tiempo para ayudarlo. –¡Como te atrevas a molestar a Tony otra vez no tendré piedad! –se enojó el castaño mayor. –¿¡Entiendes!?

-¡Cierra la maldita boca! ¡Estúpido perrito faldero de Rogers! –contraatacó el Brock. -¡No le tengo miedo a un zombie! –justo en este momento ya estaba reincorporado.

-¡Y yo no le tengo miedo a alguien que solo se la pasa jugando con manuela porque nadie lo quiere! –gritó James, de reojo observó a Tony que estaba sentado en el suelo y recargado contra el casillero, sus ojos mostraban algunas lágrimas por lo que le había hecho el brabucón y eso solo hizo que se enfureciera más.

Por alguna razón Rumlow lo notó, sonrió maliciosamente. –¡Si quiero puedo obligar al enano a…! –y de nuevo el puño de Bucky se estampó contra la cara del pelinegro haciéndolo caer. –Maldito, me partiste el labio. –Barnes no toleraría que alguien más tocara a “su” Tony y mucho menos hablar de él de esa forma.

-¿Se puede saber qué está pasando aquí? –dijo el director que venía llegando, observó la escena; a Tony sentado en el piso, a James de pie y enojado, y por último a Brock que estaba en el piso con el labio roto, pero lo que más llamó su atención fue la cajita de medicina del más bajo. –A mi oficina ¡Ahora! –se enojó, caminó hacia la cajita y la levantó para llevársela.

El pelinegro se levantó del piso maldiciendo a ambos castaños y después siguió al director Fury, el castaño mayor respiró hondo y volteó a ver al menor que seguía en el piso, se acercó hasta él y le estiró su mano para ayudarlo a pararse. –¿Estas bien?

-Lo siento. –el castaño menor agachó la cabeza. –Por mi culpa te metiste en problemas.

-Eso no importa, lo que me interesa es saber si estás bien. –le sonrió y acarició su cabeza.

-Si… estoy bien… gracias… -y así ambos castaños se encaminaron la oficina del director.

Llegaron a la oficina del director. –Tomen asiento. –habló serio el Fury a lo que los tres chicos tomaron asiento en las tres sillas que se encontraban enfrente del escritorio, si bien la oficina no era aterradora como muchos decían pero si tenía ese ambiente de terror, no porque algo fuera a salir sino porque sabían que algo iba a pasar. La oficina estaba decorada con un enorme escritorio de madera con diferentes materiales y documentos sobre el mismo, con un librero pegado a un costado de la pared izquierda, y en la otra pared habían más estantes pero con expedientes y otra documentación, la silla de director es de color negra y giratoria, además de contar con tres sillas extras para las personas que tenían asuntos que resolver en ese lugar. –¿Me pueden explicar qué fue lo que pasó? Señor Rumlow, quiero escuchar primero su versión de la historia.

El pelinegro con un desdén de autoridad habló. –Stark es el culpable, por su culpa tiré mi celular al suelo y se le rompió la pantalla. –sacó su celular y lo mostró. –¿Lo ve? Exijo que me pague.

El moreno simplemente suspiró cansado por la actitud del chico de cabello negro. –¿Es eso cierto Stark? –lo volteó a ver.

El castaño más bajo de inmediato contestó pues él no había hecho nada. –Yo no hice nada… -observó como lo miraba el adulto.

-Señor Barnes, ahora es su turno, lo escucho.

-Rumlow estaba lastimando a Tony y tenía que hacer algo, además… -fue interrumpido por el director.

-Señor Stark, Dígame lo que realmente sucedió. –se sobó el puente de la nariz. –Por lo menos sé que el Señor Rumlow me está mintiendo y del Señor Barnes es una posibilidad. –Bucky se sorprendió por eso y Brock solo maldijo mentalmente.

-Iba caminando hacia mi salón porque se me hizo un poquito tarde por recoger las cosas en el taller, pero cuando fui a mi casillero para sacar mi libro, luego me iba a tomar mi medicina cuando Rumlow me estrelló contra el casillero por la espalda. –Tony estaba sumamente nervioso. –Entonces me quitó mi medicamento y me tomó por el cuello de mi chamarra, me volvió a estrellar y él quería arruinar mis pastillas… pero James me defendió… él me salvó…

-¡Eres un mentiroso Stark! –se enojó el pelinegro, Bucky tenía ganas de intervenir pero el director se le adelantó.

-¡Silencio! –se enojó. –Rumlow, ¿Te das cuenta que esta institución cuenta con cámaras en los pasillos? ¿Quieres arriesgarte a que revise las cámaras? Porque si descubro que me estas queriendo engañar, entonces tú castigo será peor. –dijo el director serio, el pelinegro solo asintió. –De acuerdo, me alegra que el Señor Barnes haya hecho algo sin embargo su método no fue el más adecuado.

-Pero… -iba a reclamar el castaño menor pero Fury no lo dejó terminar.

-Sin peros ¿Entendido? –los miró fijamente y en cuanto notó que asintieron continuó. –Ahora, Señor Rumlow ¿Se da cuenta de lo que iba a hacer? Echar a perder la medicina del Señor Stark, eso no solo a merita expulsión sino que también se ganaría como enemigo a Howard Stark y créame él no tiene piedad cuando se trata de su hijo. –trató de relajarse ya que el director Fury también estaba enterado de la situación del Joven Stark. –Por lo tanto su castigo será que a partir de este sábado de 8 de la mañana a 2 de la tarde tendrá que venir a la escuela a hacer servicio, ya sea limpiar, pintar, acomodar o cualquier otra cosa que le sea asignada.

-¿¡Qué!? –obviamente Brock no se iba a quedar callado. –No es justo, Barnes también me golpeó y además ¿Por qué tiene que ser los sábados?

-Guarda silencio antes de que decida que también debe venir los domingos, vendrá por los restos de los sábados que le queda al semestre. –ordenó el director, volteó a ver a Bucky. –Y usted señor Barnes, su castigo será el mismo que el de su compañero solo que será por un solo sábado.

-Si… -dijo James.

-Ya que… -se quejó el pelinegro.

-¿Y yo? –preguntó el chico más bajo.

-Usted no está castigado porque fuiste la victima del acoso. –sacó un documento y empezó a leerlo como si los tres estudiantes no estuvieran ahí. –Pueden retirarse.

Brock se levantó rápidamente y salió enojado de la oficina, pues sí, ¿Quién no lo estaría si arruinaran sus sábados? Cuando el director notó que el brabucón ya se había ido habló. –¿Qué clase tienen?

-Con la maestra Vero… -respondió Bucky, que ya se había parado de la silla, solo estaba esperando a Tony para irse juntos.

-Eh… director. –habló Tony.

-¿Qué pasa?

-¿Me puede devolver mi medicamento? Hace rato que debí tomármelo…

-Oh si, perdón. –de inmediato le entregó a Stark la cajita. –No debes de tomártela en ayunas. –dijo el director. –Por la hora que es, ya se perdieron la clase, yo hablaré con la maestra para que esto no les afecte, Señor Barnes acompañe a su compañero a los comedores, asegúrese de que coma y que se tome su medicina.

-¡Sí! No hay problema. –se animó el castaño mayor.

-Gracias director. –dijo cortésmente.

Los dos chicos salieron de la oficina del director y fueron a la cafetería a comprar algo de comida mientras esperaban el receso, y de ahí se fueron a asentar en una de las mesas que había, no obstante había algo que estaba inquietando a James y era el hecho de que Tony estaba enfermo, la pregunta es de qué.

-Lo siento James.

-¿Por?

-Por mi culpa vas a venir el sábado. –el castaño menor bajó la cabeza triste y un poco avergonzado.

-No te preocupes. –se encogió de hombros. –No es nada. –lo volteó a ver. –Por cierto… ¿Puedo saber para qué es tu medicina?

-¿Mi medicina? –sacó la cajita. –Lo que pasa es que estoy enfermo del corazón…

Barnes abrió los ojos muy sorprendido. –Pero, ¿Ya estás mejor?

-Sí, papá me dijo que el doctor le mencionó que estoy bien, solo que no debo esforzarme mucho en actividades físicas.

-Lo siento…

-No importa… -el menor desvió su mirada. –Gracias por ayudarme James… -sonrió sinceramente, algo que enterneció al mayor sin embargo ahora estaba preocupado por la salud del más bajo.

-Te salvaría aun así me costara reprobar la materia de José Pedro. –James quiso animar el ambiente.

Tony se rio, le gustaba como era la forma de ser de James. –Pero aun así por mi culpa…

-Anthony. –comenzó Barnes. –No te preocupes, que tal si para pagarme y que te sientas mejor, vamos el viernes juntos a la fiesta. –ni siquiera preguntó, afirmó.

-No puedo, perdón… lo que pasa es que mi Jarvis dijo que en ese tipo de fiestas a veces le echan alcohol a las bebidas y debido a que estoy tomando medicina no puedo consumir alcohol.

-Bien… -el castaño mayor pareció reflexionar las cosas. –Este sábado, después de que salga de la escuela tú y yo iremos tendremos una cita.

-¿Una cita? –se confundió el Tony.

-Exacto. –finalizó James, y después de eso charlaron sobre otras cosas, esperando a que sea el receso, y Bucky mentalmente estaba diciendo que por fin tenía un gran avance en el corazón del más bajo. “Anthony… Anthony…Antho… Anthoska…” pensó. –¿De acuerdo Anthoska?

-Sí… -se ruborizó por la forma en que le dijo sin embargo no le molestó, al contario le pareció bonito que le digiera así además de que jamás había tenido una cita.

Notas finales:

Hoy fui a ver Deadpool a mí en particular me gustó la película pero no me agradó que hubiera mocosos dentro de la sala, ¡no se callaban! Y uno que estaba atrás de mí pateó mi asiento… pero hoy descubrí lo que es tener poder… pues pasó algo así. El niño de aproximadamente 10 años pateó mi lugar, yo amablemente le dije que no hiciera eso, vale después de unos minutos lo volvió a hacer y esta vez le dije a su madre que hiciera algo, de nuevo duró rato sin hacer nada, ¿Y qué creen? Volvió a patear mi lugar y esta vez le dije que si no paraba iba a llamar los tipos del cine, no se calmó… siguió con sus travesuras… como sea, en cuanto me volvió a patear mi asiento, me levanté de mi lugar y salí de la sala, sin embargo yo creo que el niño ni la señora se esperaban que mi HERMANO mayor sería el subgerente del cine, me topé con mi hermano y le dije… jajaja y de ahí en más fue divertido. Pues se metió a la sala y le dije de quien se trataba… para no hacerla de largo, al final mi hermano sacó a la señora, a su hijo y al otro niño por alterar el orden dentro de la sala, ya que el otro niño también estaba pateando el lugar de la persona que tenía enfrente y ésta aprovechó que mi hermano estaba ahí para quejarse… Aunque la señora se enojó pero eso pasa ¡cuando no educas bien a tus hijos! Perdón me alteré.

Moraleja -Tener un hermano que trabaja en el cine es bueno- XD

¡Nos vemos!

(≡^v^≡)/


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