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Chispitas de Chocolate Blanco por cancion del viento

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Notas del capitulo:

¡¡¡Buenas!!!

¿Cómo están? Espero que bien… 

Todos se encontraban en el comedor comiendo una rebanada de aquel pastel de chocolate que la señora había hecho, Tony se había sentado al lado de Steve y James mientras que Peter quedó al frente del primero nombrado y la mujer se encontraba guardando el dichoso pastel.

-Si quieren más no duden en decirme. –dijo amablemente. –¿Quieren jugo o leche? –preguntó la mujer.

-Así estoy bien. –sonrió el rubio, estaba siendo cortes.

-Jugo está bien. –pidió el castaño mayor.

-Yo quiero leche con chocolate Tía May. –solicitó el Peter.

-Tía May si no le importa a mí me gustaría de los dos. –habló el castaño.

-Para mí Tony lo que quiera. –la mujer caminó hacia el refrigerador y sacó un galón de leche y la jarra con el jugo de manzana. –¿La quieres con chocolate?

-Por favor. –amablemente respondió Stark.

Mientras estaban comiendo la mujer comenzó a preguntar sobre cómo iban con el proyecto y con su estudio, después comenzó a “entrevistar” a los dos amigos de Tony, preguntándoles sobre sus familias, estudios, vida, etc. Cualquier cosa que se le venía a la mente no dudaba en sacarlo.

Después de aquel postre y de agradecerle a la señora por ello, los cuatro se regresaron al cuarto a terminar de estudiar y a acabar el proyecto, que para suerte de los fortachones Tony ya no abandonó la habitación pero de igual forma la mayor parte de su atención fue para el castañito.

No pasó mucho rato cuando terminaron y por fin terminaron, los tres ajenos al departamento guardaron sus cosas en sus mochilas y salieron de la habitación seguidos por Peter, buscaron a la Tía May y ésta se encontraba viendo la televisión mientras remendaba una prenda del pequeño Peter.

-Tía May. –llamó Stark. –Ya nos tenemos que ir.

De inmediato la mujer se levantó del sofá dejando a un lado lo que estaba haciendo. –Está bien mi niño. –se acercó hacia ellos. –Pueden volver cuando quieran, ah, antes de que se me olvide, Tony llévate dos repollos para Jarvis y que te prepare algo con ello. –caminó hacia la cocina. –acompáñame. –de inmediato Tony siguió a la mujer dejando solos a los fortachones con el pequeño.

-Esto es incómodo. –suspiró el rubio rascándose la nuca.

-Ni que lo digas. –apoyó el castaño mayor viendo al niño sin perderlo de vista, quién sabe qué maldad podría hacer esta vez.

-Oigan. –habló Peter atrayendo la atención de los más grandes. –No tengo la intención de disculparme, es solo que… -hizo una pequeña pausa desviando la mirada. –Es solo que trato de proteger a Tony, yo lo veo como un hermano mayor… él siempre ha estado conmigo y me ha ayudado en todo y es por eso que debo protegerlo de quien sea.

-No suenas como un niño de tú edad, pareces más maduro mentalmente aunque a veces se te sale lo berrinchudo. –comentó Steve.

-Escuchen. –dijo serio el niño. –Tony ha pasado por mucho y sigue pasando por diversos… problemas… y no me refiero a lo de su enfermedad. –aclaró el menor. –A lo que me refiero es que Tony lo mantiene en secreto y lamentablemente yo me di cuenta de la peor manera posible… él no sabe que yo lo sé.

-¿Qué quieres decir? –cuestionó James curioso.

-No me corresponde a mí decírselos. –se frustró el menor. –Lo único que puedo decirles es que si realmente quieren a Tony no lo vayan a dejar solo, él necesita que estén con él y que lo apoyen. –finalizó con madurez el menor sorprendiendo a los dos ajenos.

-Vaya mocoso… -expresó Bucky sorprendido. –Quizá te juzgué mal. –se encogió de hombros.

-No pensaba dejarlo solo, Peter. –añadió Steve.

-Eso espero. –el menor frunció el ceño. –Porque si lo hacen, los haré pagar por lastimar a MI HERMANO. –terminó el castañito con determinación.

Pasaron algunos segundos cuando Tony y la Tía May regresaron, los acompañaron hasta la puerta y ahí se despidieron.

Bajaron por las escaleras sin necesidad de cargar al más bajo pues bajar escaleras es más fácil que subirlas, iban platicando sobre cualquier cosa pero dentro de la mente de los más altos iba esa inquietud ¿Qué es lo que pasa en la vida de Tony? ¿Qué le está pasando? ¿Cuál es ese secreto? ¿Cómo pueden ayudarle? Sin duda avanzarían en su corazoncito para que su Tony pudiera confiar en ellos y se los contara para poder ayudarlo.

Llegando a un boulevard, Tony tenía que seguir derecho mientas que los fortachones tenían que girar a la izquierda, había llegado el momento de separarse, Steve y Bucky se habían ofrecido a acompañar al castaño menor hasta su casa pero éste lo rechazó ya que era tarde y mañana tenían escuela.

Antes de despedirse Steve le había pedido el número de celular a Tony y viceversa, solo con los fines de estar comunicados y de cuando Stark llegara a su casa le mandara un mensaje de que había llegado bien, Bucky no desaprovechó la oportunidad y también lo registró en sus contactos: Steve registró a Tony como “Mi Canelita”; Bucky lo añadió como “Mi Kotenok”; mientras que Tony simplemente los registró por sus nombres. Y así cada quien se fue rumbo a su casa.

Las calles estaban más o menos transitadas a esa hora, después de todo apenas eran las 9 de la noche y algunas personas apenas salían de trabajar o esperaban el transporte público para poder ir a casa y descansar, por lo que no había temor de que algo pasara.

Tony iba caminando por la banqueta, viendo el paisaje y pensando en su proyecto, ya estaba en la fase final y estaba ansioso por terminarlo y enseñárselo a sus amigos, luego de recorrer las calles por algunos minutos y a paso moderado por fin había llegado a su mansión o de su padre mejor dicho pero que algún día sería suya.

Avanzó hasta la puerta principal, sin embargo algo llamó su atención y es que el auto de su padre no estaba pero si había uno muy bien conocido, y eso solo significaba una cosa, Obadiah Stane estaba de visita, genial, otra persona la cual tenía una cierta “obsesión” hacia el menor de los Stark, y sin su padre ahí indicaba que ese viejo lo trataría muy descaradamente y su madre no haría nada al respecto.

Se detuvo en la puerta meditando si entraba o no, “Debí quedarme en casa de Peter” se frustró, “O tal vez debí haberme tardado más”, la mano del castaño tembló, si estar a solas con su madre era un infierno ahora estar solamente con ellos dos era aún peor.

Sacó su celular y le mandó un mensaje a su padre. Papá ¿Te falta mucho para llegar? Esperó unos cuantos minutos hasta que el sonido del mensaje se hizo presente en su celular, abrió el mensaje y solo pudo frustrarse pues el mensaje decía: Lo siento hijo, pero estoy con un viejo amigo y estamos tratando un tema importante, lo más probable es que llegue alrededor de las 11 pm, con amor papá.  

Genial, el castaño no podía esperar hasta esa hora ahí afuera, era de noche y además estaba haciendo frío, se armó de valor y abrió la puerta, se metió a su casa y cerró la puerta evitando hacer cualquier ruido, su caminar era cuidadoso y se asomaba primero por las entradas a las otras habitaciones para evitar encontrarse con ellos, sin embargo su esfuerzo fue en vano pues la voz de un señor algo grande hizo que diera un pequeño brinco; Obadiah lo había visto.

-¿No vas a saludarme Anthony? –preguntó Stane con una sonrisa socarrona.

El castaño se quedó inmóvil, lentamente se dio media vuelta topándose con él y con su madre que venían saliendo de la cocina para irse a sentar en los sillones de la sala, Tony vio cómo su madre lo miraba con una mueca de asco y se sentaba en el sofá individual y cruzaba las piernas mientras que Stane se mantenía de pie esperando que el menor se acercara.

El Stark menor no lo pensó dos veces y desde su lugar habló. –Buenas noches… acabo de llegar.

-No seas malo Anthony. –el hombre abrió sus brazos en señal de que esperaba un abrazo. –Ven y dame un abrazo. –dijo lujuriosamente  lo que Tony simplemente se negó amablemente, no quería acercarse a ese hombre, no solamente le daba asco sino que también le tenía miedo.

-No seas descortés mocoso idiota. –habló María y el menor de los Stark juraría que cada vez que su madre lo trataba así una pequeña parte de él se rompía.

-No seas tan mala con él María. –dijo Stane acercándose hacia Tony. –Después de todo me gusta que sea tímido conmigo.

El hombre mayor abrazó al castaño y lo acercó hacia su pecho, colocó sus manos en su espalda que lentamente fueron bajando hasta llegar a su trasero, en cuanto Tony sintió aquello quiso separase de él, pero se alarmó más cuando sintió que Obadiah apretaba sus nalgas muy depravadamente, el mayor acercó su boca hacia la oreja de Tony y le dio una pequeña mordida para después susurrarle en el oído.

-Solo un poco más de tiempo y podré hacerte mío. –pervertidamente le dijo. –Me tienes vuelto loco por ti. –lo soltó justo cuando el castaño lo empujó más fuerte.

Sin decir nada el castaño se retiró del lugar lo más rápido que pudo hasta llegar a su habitación y encerrarse, se alegraba demasiado que su cuarto contara con baño propio pues no le gustaría la idea de tener que ir al baño fuera de su cuarto con ese hombre en su casa. Sin más caminó hacia el baño y abrió la regadera, aborrecía que ese hombre lo tocara pero aun así no decía nada, tenía miedo. En cuanto el vapor del agua caliente comenzó a empañar el espejo se quitó la ropa para poder darse una ducha y quitarse aquella horrible sensación de su cuerpo, al menos esta vez su madre no lo trató peor.

Mientras tanto en el primer piso, Obadiah y María estaban hablando cómodamente en los sillones de la sala. –¿Cuándo piensas llevarte al inútil? –preguntó la mujer. –Si no te das prisa se te va a morir sin siquiera probarlo. –dijo con desdén. –Y eso fue por lo que me dijo Howard que su corazón está cada vez peor, pero aparentemente mi esposo está trabajando con un tal Yinsen para salvarlo… -frunció el ceño. –Ojalá de un ataque y se muera o llévatelo de una vez ¿Yo para qué lo quiero?

-Todo a su tiempo María, todo a su tiempo. –sonrió descaradamente Stane. –Te aseguro que pronto ya no lo verás más por aquí…

Regresando al departamento de Steve y James, ellos hace rato habían llegado, se habían bañado, comido algo y por fin cada quien se encontraba recostado en la cama de sus respectivas habitaciones, ambos chicos con teléfono en mano pues esperaban que Tony les mandara un mensaje, se comenzaron a preocupar ya que ningún mensaje llegaba a su celular ¿Y si algo había pasado?

De repente el celular del rubio sonó con un pequeño “Tin” sin dudarlo encendió la pantalla esperando que fuera Tony quien le había mandado un mensaje pero se decepcionó al notar que había sido Bucky quien se lo mandó.

Buck: ¿Anthoska ya te mandó un mensaje? A mí no me ha mandado nada y estoy algo inquieto por eso.

Steve: No me ha mandado nada tampoco, tal vez se le olvidó.

Buck: ¿Tú crees?

Steve: No lo sé, tal vez. De igual forma voy a mandarle un mensaje.

Buck: Yo también.

Steve: A todo esto… si vivimos bajo el mismo techo, ¿Por qué me mandas un mensaje en vez de venir a mi cuarto y hablar en personalmente?

Buck: Me dio flojera ir a tú cuarto.

Rogers suspiró cansado y de nuevo escribió un mensaje para Tony. Tony ¿Llegaste bien a tú casa? como no he recibido un mensaje tuyo estoy preocupado… recuerda hacer algo con esos repollos.

Barnes estaba recostado en su cama con su celular en las manos escribiendo un mensaje. Hey Anthoska, ¿Ya estás en tú casa? espero que sí… oye dile a ese tal Jarvis que haga comida con los repollos y así me invites a tú casa a comer. Me gusta comer.

Cundo Tony por fin salió de ducharse ya con su pijama puesta, sacó su celular de su mochila para ver si había alguna novedad, cuando encendió la pantalla notó que tenía dos mensajes uno de Steve y otro de James.

Abrió los mensajes y sonrió por lo que decía cada uno de ellos, realmente se sentía bien cuando conversaba con ellos o estaba a su lado, le gustaba su olor… el menor se sonrojó de pensar aquello y sacudió su cabeza mentalmente.

Decidió crear un grupo de Whats app donde estuvieran ellos tres solamente, tal vez en un futuro agregaría a alguien más.

Mi Canelita / Mi Kotenok ha creado el grupo “Los Dulces”

Mi Canelita / Mi Kotenok: Hola chicos… lamento no haberles contestado, pero se me olvidó por completo además de que me acabo de salir de bañar y apenas los acabo de ver.

Steve: No hay problema Tony, me alegro que hayas llegado bien a tú casa.

James / Buck: Que bueno que llegaste bien, pero de todos modos espero que me invites a comer a tú casa.

Mi Canelita / Mi Kotenok: Chicos lo siento pero estoy cansado… ya me voy a dormir. Buenas noches.

Steve: Descansa Tony.

James / Buck: Buenas…

Notas finales:

El asunto de los repollos es un caso verídico pues una vez una amiga vino a mi casa y mi mamá le regaló dos repollos para su mamá… ¿Pueden creerlo? Aunque a veces también les da mis tías betabeles siempre y cuando haya o tengamos muchos… ya que a mi papá se le ocurre sembrar todo eso.

Otra cosa… como que he estado haciendo sufrir mucho a Tony… vaya, vaya, vaya… rayos ¿Qué pasa por mi mente?

Gracias por leer.

¡Nos vemos!

(≡^v^≡)/


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