Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Chispitas de Chocolate Blanco por cancion del viento

[Reviews - 76]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡¡¡Buenas!!! ¿yo? ¿actualizando a las 4:40 am? debería de dormir... pero nel, aquí estoy y luego por eso quiero dormir en el día.

-¿Qué es un beso negro? –cuestionó Tony con inocencia, a lo que Bucky solo escupió su bebida y Steve casi se atraganta con la hamburguesa. Así es… posiblemente en un futuro no muy lejano tendrían que explicarle a Howard como es que su adorado hijo perdió su inocencia mental.

-Pues… -Steve se rascó la nuca no sabiendo que palabras utilizar.

-Préstame tu celular, Anthoska. –le pidió James a lo que el menor aceptó y se lo entregó. Rápidamente Bucky comenzó a teclear en el celular hasta que por fin se lo entregó. –Solo lee lo que dice ahí y lo sabrás.

El castaño comenzó a leer en voz silenciosa la información que se le había brindado ante las miradas de los más grandes, poco a poco fueron notando que las mejillas se tornaron con un bello color carmín. –Oh… -fue lo único que salió de los labios del menor.

-Así que ya lo sabes. –habló Bucky embobado con el rostro del menor de los Stark.

-Espero que no te haya incomodado, Tony. –sonrió Steve con nerviosismo.

-No, para nada. –respondió Tony y lo siguiente que mencionó sorprendió a los fortachones. –Es como aquella vez en donde Rhodey y yo descubrimos todo el material porno de Thor.

-Vaya… -mencionó Rogers.

-Me mato. –comentó Barnes.

Los más altos solo se sorprendieron por ello, eso significaba que la mente de Tony no era tan inocente como creían pero todavía era muy inocente como para no captar algunas cosas, ¿y quién había arrebatado parte de la inocencia mental de Tony? Efectivamente, Thor.

Después de aquella conversación algo incomoda pero interesante, por fin habían terminado de comer y salido de aquel local, se fueron caminando charlando muy amenamente sobre cualquier cosa hasta que por lo menos llegara el momento de separarse.

-James. –le llamó el menor deteniéndose.

Los más altos se detuvieron. –¿Qué pasa? –cuestionó el castaño mayor.

-Sobre lo de mañana… -jugó con sus dedos, Tony quería comprobar que Barnes no se le haya olvidado o jugado una broma, además de que era una oportunidad perfecta para no estar en si casa.

Por un momento James se asustó de que el menor le cancelara o peor aún, que Steve se diera cuenta que era lo más probable. –¿Qué tiene?

-Mañana… ¿si vamos a salir? –se sonrojó el menor.

-Cl-claro que sí… -contestó James, genial ahora estaba enterado, “Que no lo invite, que no lo invite”.

-Steve. –Stark miró al rubio. –¿Quieres venir?

El rubio le sonrió dulcemente al menor. –Me encantaría… -y después le dedicó una sonrisa burlona a su mejor amigo. “No pienso dejarte solo con él”.

“Maldición” pensó Barnes. –Bueno, yo mañana tengo que estar en la escuela a las 8 de la mañana y la hora que termino es a las 12 del día. –se encogió de hombros, ya no le quedaba de otra. –¿A dónde quieren ir? –dijo, “Mi cita” lloró mentalmente.

De inmediato Tony se emocionó. -¡Hay una feria del dulce en el polifórum! ¿¡Podemos ir a ahí!? –y como los fortachones no podían negarle nada al hermoso castaño accedieron a ir a la feria del dulce. –Pero antes de ir al poliforum… podemos ir a algún lugar que ustedes quieran… -mencionó Stark ya que se estaba dando cuenta de que ni siquiera les había preguntado.

-Pues podemos ir al arcade. –mencionó Bucky. “No se me ocurre ningún lugar”.

-Primero iremos a almorzar comida Tony, tantos dulces tan temprano pueden hacer daño. –sugirió Steve.

-De acuerdo. –sonrió el menor. –Me recordaste a Jarvis cuando dijiste eso.

El rubio se quedó de piedra mientras Bucky se burlaba, mala idea, además no es bueno que te comparen con alguien al que quieren como un miembro de la familia. –A todo esto, ¿Quién es Jarvis? –preguntó el capitán.

-Es el mayordomo de la familia. –contestó Tony de lo más normal posible.

-Ya veo… ¿Lleva mucho con en tú familia? –Rogers indagó más.

-Desde antes de que mis padres se casaran… creo… -el castaño menor llevó su mano a su barbilla. –Bueno, desde antes de que yo naciera.

-¿Desde antes de que fueras un espermatozoide? –preguntó Bucky como si nada pero de inmediato Steve le dio un zape y Tony solo se rio.

-No seas pelado Buck. –regañó Steve.

-Bueno chicos. –comenzó Tony. –Ya me tengo que ir, es tarde… -trató de sonreír lo más normal posible.

-Está bien. –comentó Steve. –Nos vemos mañana. –se despidió.

-Cuídate Anthoska. –se despidió Bucky. Y así los tres chicos partieron rumbo a sus hogares.

Genial, ahora Tony se había quedado solo, debe admitirlo, tenía miedo de llegar a casa y toparse con su madre o en el peor de los casos con Obadiah, caminó lo más lento que pudo hasta que finalmente llegó a su casa. Caminó hacia la entrada y se dio cuenta que no se encontraba ningún vehículo ajeno lo cual lo hizo suspirar de alivio.

Abrió la puerta principal y se adentró a su casa, no escuchó ningún ruido así que puso estar más tranquilo, hasta que llegó a la sala y se encontró con Jarvis que estaba sentado en el sofá pareciendo que lo estaba esperando.

-Que bueno que ya llegó señorito. –sonrió. –¿Gusta una taza de té?

-Por favor… perdona si me tardé, es solo que fui a comer con unos amigos. –se rascó la nuca el castaño.

-Me alegra que la pase bien. –Jarvis sirvió la taza de té. –Ven, tome asiento.

El menor se le quedó viendo raro pero al fin y al cabo aceptó, se sentó junto al mayordomo y lo veía por el rabillo del ojo, “¿Habré hecho algo malo?” pensó. –¿Y mamá? –preguntó desviando la mirada.

-La señora María salió con sus amigas. –le dijo mientras veía como Tony le daba un sorbo al té. –Ahora, señorito. –le dijo serio. –hay algo que me está inquietando.

-¿Por qué? –se extrañó el menor dejando en la mesita la taza de té.

-Usted sabe que puede confiar en mí ¿Cierto? –Jarvis le miró con ojos protectores.

-Sí…

-Y ahora que no está su padre ni su madre puedo tratar ese tema con usted. –su tono de voz seguía siendo serio pero lleno de amor y protección. –Señorito ¿Tiene algún problema? Y no me refiero a lo de su enfermedad. –después de todo Jarvis también estaba enterado de todo. –Últimamente lo he notado extraño.

-¿D-de qué hablas Jarvis? –Stark trató de sonreír normalmente. –Estoy bien…

-Sus ojos me dicen lo contrario… -se acercó al menor. –Señorito, sus ojos no tienen ese brillo que normalmente traen, y eso me preocupa.

-… -Tony solo se quedó callado.

-Por eso le digo que confíe en mí. –colocó su mano en el hombro ajeno. –Si usted lo desea no diré nada, pero necesita sacarlo. –Jarvis abrazó paternalmente al castaño.

-Jarvis… -el menor se aferró a la espalda del mayordomo y sin poder evitarlo comenzó a llorar, a desmoronarse, sus grandes ojos achocolatados sacaban gruesas lágrimas que caían por su rostro mojando el frac de Jarvis que poco le importaba, Jarvis también afianzó su agarre en el más bajo. Eso era lo que tenía Jarvis, tenía el poder para hacer tambalear a Tony ya que éste confiaba exageradamente en él, no solo eso sino que hacía falta que el menor sacara todo con alguien más.

-Desahóguese… -Jarvis acarició la espalda del más bajo. –Tome todo el tiempo que necesite, no me iré… -le dijo cariñosamente.

Tony duró buen rato llorando sobre el hombro ajeno hasta que lentamente comenzó  cesar y a quedarse dormido, el mayor suspiró, se levantó lentamente con Tony en sus brazos procurando no despertarlo, lo llevó hasta su habitación, lo arropó y lo recostó sobre su cama posteriormente lo cobijó.

Salió de su habitación y cerró la puerta, se quedó parado enfrente de la habitación del joven Stark, desde hace tiempo tenía sus sospechas de que algo le estaba ocurriendo al menor, solo que no encontraba la oportunidad de hablar con él. Sabía que el castaño tenía un problema grave y que se lo estaba guardando y con esto que sucedió solo había confirmado sus sospechas.

El mayordomo se frustró, ¿Qué acaso Tony no confiaba en él o en su padre o en su madre? Un momento… Jarvis pareció reflexionar algunas cosas, no era menso por lo que se dedicaría a investigar eso, le doliera o no, tenía sus sospechas sobre la señora María ¿Razón? evidente, por el simple hecho del comportamiento de Tony referente a ella, no actuaba de la misma forma con su madre que con su padre o él. Algo andaba mal.

Decidió no molestar más al castaño por el día de hoy, lo dejaría descansar, caminó hacia la sala de estar y acomodar las cosas, una vez que acabó se sentó en el sofá de la sala para esperar a la señora de la casa, Jarvis nunca presenció nada malo de la señora María con respecto a Tony… “A menos que…” pensó, rato después María llegó.

-Buenas noches Señora María. –la saludó cordialmente.

-Buenas noches. –le regresó el saludo la mujer y después se sentó en el sillón para relajarse. –¿Dónde está Anthony?

-El señorito llegó cansado por lo que ya se fue a dormir. –le dijo amablemente, si estaba en su lista de sospechas no tenía ni la más mínima intención de informarle lo sucedido.

-Muy bien… -comentó como si nada, “Ese mocoso”.

-¿Desea algo de cenar? –se ofreció Jarvis.

-No, estoy bien. –la mujer se levantó del sillón. –Iré a tomar un baño. –caminó hacia su cuarto. –Jarvis.

-Dígame.

-Necesito que te comuniques con Obadiah y le avises que mañana lo espero a medio día. –ordenó María. –Hay algo que debo atender con él.

-Enseguida. –finalizó Jarvis y después de eso le marcó a Stane para darle el aviso a lo cual éste aceptó sin ningún problema.

El mayordomo caminó hacia la cocina y preparó un vaso de leche con chocolate y malvaviscos, además de colocar una dona y un pequeño plato de manzana con yogurth. Lo puso todo en una bandeja y con ella se dirigió hacia el cuarto de Anthony, se metió en la habitación y lo vio profundamente dormido, colocó la charola con la comida en la mesita de noche que se encontraba al lado de su cama, no quería despertarlo pero tampoco podía dejar que el pequeño Stark durmiera con el estómago vacío, después de todo no era sano que hiciera eso y que el doctor le recomendó comer a sus horas, miró su reloj y se dio cuenta que apenas eran las 8 de la noche.

Jarvis miró el rostro del joven por unos segundos preguntándose qué era lo que le atormentaba, salió de regreso a la cocina y trajo de nuevo al cuarto un vaso con agua y lo dejó al lado de la bandeja, sacó la medicina del menor y la puso donde estaba la comida, ya que Howard al ser demasiado sobreprotector le había comprado a Tony su medicina que guardara él, otra que Jarvis guardara y una más que Howard mantenía. Vamos, uno nunca sabe.

El menor no se veía que quería despertar, así que Jarvis escribió una nota:

     Señorito, cuando se despierte procure comer lo de la bandeja y después tome su medicina, recuerde que no se la puede tomar en ayunas. Tome un baño relajante y luego regrese a la cama.

     Mañana prepararé su hot cakes con chocolate y fruta para el desayuno, y si gusta puede pedirme lo que quiera para la hora de la comida y merienda.

     Att. y con cariño Jarvis.

Terminó de escribir y salió de la habitación cerrando tras de sí la puerta, y de nuevo caminó a la cocina para limpiar lo que había hecho y preparar las cosas para el día siguiente. Una vez que concluyó sus deberes finalmente se retiró a descansar.

Dentro de la habitación principal que es la de Howard y María, ésta última se encontraba en su tina de baño, relajándose. “Espero que mañana Obadiah ya te saque de mi vida, Anthony. Espero deshacerme de ti” pensó con maldad. –Oh Howard, si supieras cuanto odio a nuestro hijo…

Pasaron algunas horas dando así la una de la mañana, Tony despertó debido a que su estómago estaba pidiendo comida, se sentó sobre la cama y se estiró, posteriormente se giró para encender la lámpara que estaba en su mesita de noche y cuando la prendió vio la comida que Jarvis había dejado para él, sonrió.

Tomó la carta y la leyó, prefirió tomar una ducha primero y luego comer ya que después no se le secaría el cabello, al terminar de comer se recostó de nuevo sobre la cama y recordó lo que había pasado hace apenas unas horas atrás, en parte se sentía bien desahoarse con alguien pero eso significaba que tenía que decirle algo a Jarvis ya que nadie llora de esa manera no más porque sí. Tomó su celular y escribió un mensaje al grupo de “Los Dulces”.

Mi Canelita / Mi Kotenok: Chicos, espero que no les moleste pero voy a llegar a la escuela como a las 10 am en vez de a las 12 pm… sirve y trabajo un rato en el laboratorio.

Buenas noches.

Entre más rápido se saliera de la casa e ahorraría el pasar malos ratos con su madre, además de que también se sentía algo culpable del castigo de James, si iba temprano podría ayudarle aunque sea en algo pero también no era mala idea trabajar un rato en el laboratorio él solo.

Notas finales:

Gracias por leer.

¡Nos vemos!

(≡^v^≡)/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).