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Chispitas de Chocolate Blanco por cancion del viento

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Notas del capitulo:

Di sí al Howis

Di no al Howis

HOWIS = Howard x Jarvis

Eran alrededor de las 7 de la mañana, la habitación de Tony estaba en completo silencio y apenas los primeros rayos del sol se estaban haciendo presentes entrando por la ventana, todos estaban dormidos.

El Stark menor poco a poco comenzó a abrir sus grandes ojos achocolatados, lo primero que vio fue el blanco techo del hospital, acto seguido giró su cabeza hacia donde se encontraba la ventana pero cuando esto sucedió se sorprendió ya que Bucky estaba dormido recargado en la cama, posteriormente giró su cabeza hacia el otro lado y observó a Steve de la misma forma que Bucky, después vio a su papá y a Jarvis que estaban dormidos sentados en las sillas, sin embargo no visualizó a su madre, pero no se le hizo raro, después de todo ella lo odiaba.

Se quedó un rato pensativo, apenas estaba orientándose de todo lo que había pasado, de repente sintió un pequeño dolo en el pecho que le hizo sacar un pequeño gemido de dolor, pero no fue lo suficientemente fuerte como para despertar a los de los demás, era natural que le doliera el pecho si había tenido una cirugía hace un par de horas.

Le castaño menor ya no tenía ganas de dormir, pero tampoco quería despertar a los demás, por lo que se quedó recostado hasta que se le vino a la mente sentarse en la cama. Poco a poco empezó a enderezarse pero sintió de nuevo esa punzón el pecho que lo hizo recostarse de nuevo y sacar de nuevo otro gemido de dolor pero más fuerte.

El primero en despertar fue Howard que al escuchar el quejido de su hijo abrió los ojos como si de un robot se tratara. –¿Hijo? –lo vio recostado en la cama y cuando lo llamó volteó para verlo. Se acercó hacia él y sin mucho cuidado apartó a Rogers de su camino tumbándolo de la silla. –Que bueno que ya despertaste. –abrazó al menor. –¿Estás bien? –de sus ojos salieron unas cuantas lágrimas.

Con la caída fue más que suficiente para que el rubio despertara. –Auch… --dijo bajito, y después de eso los demás que estaban presentes abrieron sus ojos viendo aquella hermosa escena donde Howard abrazaba a Tony con mucho cuidado.

-Señorito… -se levantó Jarvis de su lugar y se acercó hasta la cama, de igual forma los ojos achocolatados de su niño estaban apagados. Cuando vio que Howard se separó del menor aprovechó la oportunidad y abrazó a su señorito con mucho cariño, mientras que Steve se reincorporaba de nuevo, sin embargo, los dos fortachones también querían correr y abrazar a su futuro esposo, solo que el suegro la estaba haciendo de obstáculo.

-Me alegras que estés bien Tony. –le sonrió el rubio dulcemente llamando la atención del nombrado. –Nos asustaste de la peor forma posible…

-Sí, Tony. –le continuó Bucky. –Casi haces que nos volvamos locos. –sonrió.

-Lo siento… -contestó Tony agachando la mirada, algo que les extrañó a los fortachones pero que no pasó desapercibido para su padre y para Jarvis.

-¿Estás bien, cariño? –preguntó Howard preocupado mientras lo miraba a los ojos.

-Sí… -contestó seco el menor.

-¿Le duele algo, señorito? –le cuestionó Jarvis intranquilo por el comportamiento de su niño.

-Solo el pecho… -habló Tony.

-Iré a avisarle al doctor que ya despertó. –el mayordomo caminó hacia la puerta, suponía que Howard quería hablar a solas con su hijo. –Joven Steve y joven James, ¿Me harían el favor de acompañarme? –los nombrados asintieron y Howard le agradeció mentalmente a Jarvis por ello.

Los tres hombres salieron de la habitación para ir a buscar al doctor Vincent que es el encargado de la salud del joven Tony. –Jóvenes, ¿Lo notaron?

-Sí… -contestó Barnes. –Es como si Anthoska ya no tuviera ganas de nada…

-¿Qué pasó? –insistió el rubio. –No fue solamente sufrió un ataque ¿Verdad?

El mayordomo suspiró frustrado, les contaría lo sucedido ya que después de todo sabía que ellos podrían ayudar en gran medida al señorito. –Por desgracia no fue así… el señorito ocultaba otra cosa.

-¿Otra cosa? –preguntó Steve.

-Su madre… ¿Saben por qué la madre de mi señorito ya no regresó?

-No… -respondió James.

-Ella… ella fue la que ocasionó que casi mi señorito muriera… -tomó aire. –De hecho ella causó mucho dolor en la vida de mi niño desde… siempre… y nunca dijo nada. –afirmó el mayordomo.

-Con razón ayer no se acercó ni un poco a Tony. –habló Steve algo triste. –Por eso jamás la mencionó delante de nosotros… siempre que hablaba de su familia era su papá y usted. –agachó levemente la mirada.

-Debimos suponerlo… -comentó un arrepentido Bucky de no prestarle más atención al castaño menor.

-Nadie se dio cuenta… incluso yo tardé en percatarme de todo… si me hubiera dado cuenta de todo esto no hubiera sucedido. –dieron la vuelta por el pasillo. –Pero lo hecho, hecho está, solo nos queda apoyar al señorito para que sus ojos vuelvan a brillar… para que vuelva a sonreír sinceramente.

-No se preocupe. –dijo el castaño. –Nosotros estaremos ahí para él.

-¿Qué pasó con la madre de Tony? –indagó el rubio, tenía curiosidad por saber en que había finalizado.

-El señor Stark le pidió el divorcio, ya no vivirá más en la mansión. –se relajó el mayordomo. –El señorito ya no tendrá que preocuparse de ella.

-Se me deja tranquilo… -suspiró el capitán.

-Por cierto… -interrumpió el mayordomo. –Hay algo que necesito confirmar. –se detuvo haciendo que Steve y James de detuvieran confundidos. –No sé si esté en lo correcto pero, ustedes tienen sentimientos encontrados hacia mi señorito ¿Me equivoco? –Los fortachones de avergonzaron y los colores se le subieron a la cabeza, se quedaron callados a lo que el mayordomo sonrió. –El que calla, otorga. –siguió avanzando. –Si están enamorados de mi señorito, yo no soy el que debe de preocuparles… El señor Stark es el mayor obstáculo.

-Creo que ya lo sabíamos… -dijo un nervioso James.

-¿Cómo cree que se tome una relación amorosa de tres? –preguntó sin más el rubio sin embargo no sorprendió a Jarvis.

-La verdad no lo sé. –se encogió de hombros. –Pero si mi señorito está bien con eso y es feliz así, el señor Stark tendrá que aceptarlo pero eso no quita el hecho de que seguirá siendo un padre sobreprotector con mi señorito. –una sonrisa se formó en el rostro del mayordomo. –Recuerdo que una vez el señor Stark casi llama al ejército, S.W.A.T., FBI y cualquier otra institución de esa índole cuando se le perdió mi señorito en el supermercado y me marcó por teléfono para que fuera y lo ayudara a buscarlo… a partir de ese momento el señor Stark me pidió que cada vez que salieran a surtir la despensa los acompañara. –terminó con nostalgia.

-¿Cuántos años tenía Tony? –preguntó el rubio sonriendo por aquel relato, era bueno saber a qué tipo de suegro se iban a enfrentar.

-Si mal no recuerdo, mi señorito tenía 8 años. –se carcajeó. –Al final de cuentas tuvimos que utilizar el micrófono para llamarlo, y me dio risa y ternura cuando descubrimos que el señorito se encontraba en el área de cafetería comiéndose un pastel entero de chocolate al lado del director Fury. Ya que resultó que el director Fury los había visto y llamó a mi señorito sin que el señor Stark se diera cuenta… cuando los encontramos el señor Stark abrazó a mi señorito temiendo a que se lo fueran a quitar.

-¿El director Fury? –se asombró el castaño.

-Así es… por si no están enterados, él es el padrino de mi señorito… -siguieron caminando.

-Vaya… de lo que uno se viene enterando. –sonrió el capitán con una sonrisa chueca. “Ganarse al suegro va a estar difícil”

-El mundo es muy pequeño. –habló Bucky encogiéndose de hombros, sin duda la familia Stark tenía muchas influencias.

Por fin dieron con el doctor Vincent, al parecer estaba en su oficina y de ahí fue por algo de comer para después regresar. Los tres hombres entraron a la oficina no sin antes tocar la puerta. –Buenos días. –saludó el de blanco. –¿Ya despertó Anthony?

-Sí. –respondió Jarvis.

-De acuerdo. –se levantó de su escritorio. –Iré a revisarlo para ver como se encuentra. –todos salieron con dirección a la habitación del Stark menor.

Minutos antes de que llegara Vincent.

-¿Cómo te encuentras, hijo? –se preocupó Howard.

-Bien…

-¿Seguro que estás bien? –insistió el Stark mayor, no debía presionarlo, al menos no por el momento.

-¿Dónde está mamá? –preguntó un seco Tony.

-Cariño… --suspiró triste el mayor. –Ya me enteré de todo… me enteré de todo lo que esa mujer te hacía… --tomó su mano apretándola levemente con protección. –Lo siento Tony… debí haberme dado cuenta de todo lo que te pasaba… perdóname por ser un mal padre… --omitió lo de Stane, ya que ese era un tema de lo cual podría alterarse su joya.

-... –Tony solo siguió escuchando.

-Pero ya no debes de preocuparte, María ya no te lastimará más. –se limpió las lágrimas de tan solo ver como su hijo ya no parecía el de antes y todo por la culpa de esa mujer. –Nos vamos a separar, no puedo estar con alguien que lastima lo que es lo más importante de mi vida.

-Papá… -le llamó el castaño. –Es mi culpa… yo… lo siento… por mi culpa… -comenzó a llorar. –Por mí arruinaste tu matrimonio… -se llevó sus manos a su rostro para taparse con ellas. –Yo sé que amas a mamá por eso nunca dije nada, no quería que la vieras como en realidad era conmigo... –Howard podía ver que de los grandes ojos achocolatados de su hijo salían gruesas lágrimas. –Después de todo ella tiene razón… yo soy un inútil… alguien que no tiene importancia… ni siquiera debería estar vivo… todo lo que está pasando es mi culpa... –sollozó y cada vez le tocaba más trabajo respirar. –Tú eres un buen padre y te quiero mucho... no es tú culpa… todo… todo… todo es mi culpa… perdóname por haberte arruinado la vida…

Esas palabras hicieron que el corazón de Howard se rompiera en mil pedazos, ¿Hasta qué punto había llegado María para dejar a su hijo en ese estado? Tony se culpaba de todo cuando él ni siquiera tenía la más mínima culpa, Howard jamás perdonaría a esa vieja por lo que le hizo a su bebé, si matar no fuera ilegal ella ya sería mierda de tiburón o estaría tres metros bajo tierra. Pero lo que más le dolió a Howard fue que María había dejado roto su hijo.

-Anthony Edward Stark. –le dijo Howard serio. –Escúchame muy bien. –lo sujetó suavemente del rostro para limpiarle las lágrimas. –Nada, pero nada de lo que sucedió es tú culpa ¿Entiendes? Es culpa de María por no amar a alguien tan bueno, dulce, inteligente, amable, como tú… yo no puedo estar con ella si te lastima… lo creas o no, tú eres mi máxima prioridad en este mundo, daría mi vida por ti sin siquiera dudarlo... –lo abrazó con cariño. –Así que no quiero que te culpes por eso... a quien deberías de culpar es a mí por haber dejado que sufrieras tanto tiempo... –Afianzó más el abrazo. –Así que por favor mi joya más preciada, prométeme que sin importar lo que sea, ya no te quedaras callado... si no quieres decírmelo a mí, díselo a alguien que te ayude pero por favor ya no te quedes callado... –Howard no lo soltaba del abrazo y poco a poco Tony correspondió el abrazo. –Porque tú tienes un gran futuro por delante, no eres ningún inútil… yo sé que lograras grandes cosas…

-Papá… -el menor comenzó a llorar manchando la ropa de su padre con sus lágrimas mientras que Howard solo aferraba más a Tony a su cuerpo dándole seguridad, demostrándole que no estaría solo y que jamás lo estaría o estuvo.

-Te amo hijo…

-Yo también papá…

De repente la puerta fue abierta dejando entra a Vincent y seguido de él, Jarvis, Steve y Bucky. –A ver, ¿Qué parte de no alteren al paciente no entiendes? –se enojó Vincent, pero cuando Tony y Howard se separaron del abrazo se dio cuenta de lo que estaba pasando. –Oh… lamento interrumpir su momento padre e hijo… -dijo apenado. –Solo venía a hacerle una revisión a Anthony… pero si quieren puedo esperar… ya que no tardará más de 10 minutos…

Ambos castaños Stark tenían los ojos rojos por haber llorado. –No te preocupes Vincent. –se disculpó Howard. –Haz la revisión. –le acarició la cabeza a su hijo.

-De acuerdo. –suspiró aliviado. –Entonces… necesito que esperen afuera. –ordenó el doctor y así los que estaban de más salieron de la habitación para que Vincent hiciera su trabajo adecuadamente.

El ambiente para Steve y para James se tornó algo incómodo al ver al padre de Tony en ese estado, sin embargo no tenían ni las más mínimas intenciones de retirarse, pero les alegraba que el amor de su vida haya sacado lo que sentía con su papá ya que ese era un paso para que el Stark menor recuperara el brillo en sus ojos, para que fuera el mismo chico que positivo que a todo le encontraba lo bueno sin importar qué.

-Señor. –llamó Jarvis. –¿Está todo bien? –preguntó con un tono de preocupación mientras esperaban afuera del cuarto.

-Hablé con él... –suspiró cansado. –Le será difícil superarlo... pero ahí estaré para mi bebé sin importar lo que suceda... –comentó Howard.

-Yo también señor. –añadió el mayordomo. –Yo también le daré todo mi apoyo…

-Lamento interrumpir. –habló Steve cortésmente. –Pero nosotros también estaremos para Tony sin importar lo que pase.

-Le daremos todo nuestro apoyo. –añadió Bucky.

El Stark mayor los analizó por unos segundos con unos ojos serios. –Ustedes… mi hijo estuvo mencionándolos mucho últimamente… solo espero que no lo lastimen o conocerán a Howard Stark... porque desde el primer momento en que los vi en persona, mi instinto de padre me dijo que ustedes quieren algo más que una amistad con mi hijo… --vio como los fortachones asentían nerviosos y con algo de temor. –Están advertidos… --finalizó serio a lo que Jarvis solo se rio bajito, el capitán tragó saliva y Barnes temió por su vida, pero eso no significaba que se iban a rendir, si Howard es un gran obstáculo, ellos lo intentarían con todas sus fuerzas.

Notas finales:

Gracias por leer.

¡Nos vemos!

(≡^v^≡)/


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