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Chispitas de Chocolate Blanco por cancion del viento

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Notas del capitulo:

Antes de comenzar, debo decir que el Howis se irá desarrollando conforme avance la historia, ya que simplemente no se puede dar de un día para otro, además también para que la pareja no se vea tan forzada. Y obviamente será pareja secundaria ya que la principal es el Stuckony.

Del mismo modo estuve pensando en que Jarvis podía basarme, porque a decir verdad hay algunos de los cuales no me… gustan por así decirlo (Se me hacen demasiado viejos, y algunos se me figuraron Miguel Hidalgo, pero también hay buenos fanarts).

El doctor Vincent se había metido al cuarto de Tony para su revisión médica. Pasó de las típicas preguntas de “¿Cómo te sientes?”, “¿Te duele algo?”, “¿Puedes levantarte?”, etc. A que él mismo comprobara algunas cosas, como por ejemplo: revisarle el reactor, checar si la herida iba sanando, entre algunas cosas más.

-Tony. –le llamó el doctor con un tono amable, en cuanto el menor lo volteó a ver, prosiguió. –Emocionalmente, ¿Cómo te sientes? –ya estaba enterado de todo, Yinsen se aseguró de que lo supiera.

-Yo… No lo sé. –agachó la mirada.

El de blanco lo miró un poco triste, era natural que Anthony se sintiera así, ser rechazado por su propia madre no era algo fácil de sobrellevar y más si Tony alguna vez tuvo la esperanza de que su madre lo quisiera, de que lo amara como cualquier madre amaría a sus hijos. Toda aquella esperanza había sido destrozada de la peor manera posible.

-No le tomes mucha importancia a eso. –le revolvió los cabellos al menor. –Sé que es difícil, pero debes de entender que tú no eres el del problema, tú hiciste todo lo posible para que las cosas fueran diferentes, pero ella simplemente no quiso aceptarlo. –le sonrió dulcemente. –Eres fuerte aunque no lo creas, también recuerda que tienes gente que te ama y que se preocupa por ti. –suspiró. –Tienes un padre sobreprotector que haría cualquier cosa para que tú estés bien, tienes… a Jarvis que te trata como si fuera una madre amorosa. –“Ahora que lo pienso, siempre ha sido así, me pregunto sí…” –Esos dos chicos que no se han ido de aquí desde que se enteraron de todo, entre muchas personas más.

-... –Tony lo observó y una pequeña sonrisa apareció en él, era cierto, tiene personas que realmente lo quieren, sin embargo la herida que dejó su madre en él, duele, dolerá y tardará un tiempo en cicatrizar y lo peor de todo es que la marca ahí se quedará.

-Así que Tony, anímate y sonríele a la vida como solo tú sabes hacerlo. –trató de animarlo. –Demuéstrale que no la necesitas y de todo lo que se perderá. –el de blanco se dirigió a la puerta y la abrió.

Pasado unos 15 minutos la puerta de la habitación del joven Stark fue abierta por el doctor, dando a entender que por lo menos el padre de Tony se hiciera presente dentro del cuarto, pero no fue así, fueron los cuatro los que se adentraron a la habitación.

-¿Cómo está doctor? –preguntó Jarvis.

-Está estable. –sonrió el de lentes. –Parece que su cuerpo aceptó el reactor de una forma positiva y la herida alrededor del mismo está cicatrizando adecuadamente. Tiene cierto dolor en el pecho pero es normal debido a la cirugía éste irá desapareciendo con los días. –agarró su tabla de apoyo que había dejado en la mesa. –sin embargo… puede que ya sea complicado sufrir un ataque cardiaco pero no es imposible, para que esto suceda su corazón deberá ser puesto a una gran presión, más fuerte de la que le provocó su último ataque, lo cual ya es muy poco probable.

-De acuerdo. –habló Howard.

-Otra cosa... –analizó más los documentos que traía con los exámenes médicos del joven Stark. –También puede ser propenso a sufrir un ataque respiratorio debido a su historial, pero no se preocupen, es normal debido a los problemas de su corazón, de igual forma en cuanto sientas que te falta el aire, Tony, usa tú inhalador y asunto arreglado de no ser así ven de inmediato conmigo para que te podamos atender. En cuanto las actividades físicas, no las realices muy pesadas, puedes ir aumentando su dificultad lentamente pero en cuanto sientas que te falta el aire tómate un respiro, esto es para que tus pulmones no se sientan muy presionados, pero con el tiempo tus pulmones sentirán menos presión y podrás realizar ejercicios más fuertes sin ningún problema. –finalizó el doctor.

-¿Cuándo lo dará de alta? –cuestionó Howard, si bien lo que le dijo el doctor eran secuelas pero que con el paso del tiempo se irían reduciendo.

-Necesito tenerlo por lo menos un día más en observación, mañana a medio día podrá irse a casa. –sonrió el de blanco. –Tampoco ya no es necesario que tome medicamento y podrá comer como una persona normal.

-Eso es bueno. –añadió Jarvis.

-Si me permiten, debo retirarme. –caminó hacia la puerta y salió de la habitación una vez que los presentes le agradecieron y se despidieron de él.

La habitación quedó en un pequeño silencio hasta que Howard habló. –¿Cariño, no te importa si me voy por unas cuantas horas? Necesito arreglar unos asuntos.

-Está bien. –le contestó el menor.

-Bien, no me tardo, Jarvis te lo encargo. –salió del cuarto en cuanto el mayordomo le asintió, era hora de encargarse de Obadiah Stane, se encargaría de que ere calvo se pudriera en la cárcel, si tan solo matar no fuera ilegal sus problemas ya estarían resueltos.

Dentro de la habitación, eran alrededor de las 8 de la mañana, Jarvis vio a los tres chicos y sonrió. –¿Tienen hambre?

-Yo siempre tengo hambre. –intentó Bucky animar al castaño menor.

-No nos caería mal comer algo. –Steve se encogió de hombros, posteriormente volteó a ver al castaño.

Tony se les quedó viendo, los tres contrarios esperaban la respuesta del más bajo pero aun sus ojos se veían apagados. –Sí… me gustaría comer algo. –habló finalmente.

-De acuerdo, enseguida regreso, iré a traerles el desayuno, después de todo la comida de hospital sabe mal. –se burló el mayordomo, todos intentaban tan siquiera sacarle una pequeña sonrisa al más bajo, definitivamente, estaba roto. –También aprovecharé para ir con el director Fury. –salió del cuarto.

-¿Qué quieren hacer mientras esperamos? –preguntó Bucky mientras se acercaba a la cama y se sentaba en un costado de la misma.

-Estamos en un hospital, Buck. –dijo serio el rubio. –Así que no pienses en hacer cosas malas.

-No estoy diciendo que nos robemos la anestesia, Steve. –comentó un obvio Bucky. –No sé, podemos caminar por ahí.

-Tienes razón. –el rubio se llevó una mano a su barbilla reflexionando. –El doctor dijo que Tony sí podía caminar. –lo miró. –¿Qué dices, Tony?

-Chicos... –les llamó el menor sin siquiera verle a los ojos a ninguno. –No es necesario que se queden aquí… pueden irse… no desperdicien su tiempo conmigo.

-¿Por qué dices eso, Anthoska? –se preocupó.

-Tony… no estamos aquí por obligación. –el rubio se acercó al menor. –Nosotros queremos quedarnos aquí…

Al castaño menor lo que le hacía falta era sacarlo todo, pero no con un familiar, a veces hace falta contárselo a alguien ajeno a la misma. –Yo… no sería raro que ustedes me odiaran o me vieran con asco… después de todo mi mamá lo hacía… ustedes no son mi papá o Jarvis o mi familia… por eso… no es del otro mundo que alguien que no es mi familia me odie. –habló triste.

-Tony. –le llamó el rubio. –Escucha, creo que ambos ya te lo dejamos muy claro. –acarició su mejilla. –Nosotros estamos enamorados de ti, nos gustas, te queremos, te amamos y también como se diga de otras formas.

-Jamás podríamos odiarte. –se acercó Bucky al menor. –Si te odiáramos Steve ya se hubiera ido desde el momento en tú papá lo aventó de la silla. –se burló. –Pero a todo esto Anthoska, debes de dejar de culparte de todo.

-Alguien tan hermoso como tú y siendo un pan de Dios, no se merece que lo lastimen, Tony abandona todo lo que te haga sentir mal y avanza que nosotros no nos iremos ni aunque tú papá nos persiga con un arma. –el rubio acercó el rostro al menor, sujetó su cara suavemente con ambas manos y lo besó, un beso que le transmitió al menor confianza, seguridad pero sobre todo amor, Stark no pudo evitar soltar algunas lágrimas.

Cuando se separaron el rubio limpió cariñosamente las lágrimas de Tony con sus pulgares. –Steve... –Rogers se apartó del castaño menor para que ahora fuera James quien se acercara y lo besara si quisiera, si iban a intentar una relación de tres, debían compartir y dejar su lado egoísta, después de todo el amor de su vida los necesita.

Dicho y hecho Barnes se acercó al más bajo. –Jamás, pero nunca jamás de todos jamases, vuelvas a decir que no vales nada, porque con lo que dijiste eso entendí, Kotenok, te amamos lo quieras o no. –de igual forma Bucky se acercó su rostro a Tony y lo besó transmitiéndole los mismos sentimientos que Steve. Lo que Tony necesita en estos momentos es afecto, todo el afecto posible de gente que realmente lo quiera.

Se separaron y el menor tenía un color carmín en su rostro por aquellos atrevimientos de los fortachones. –James... –le nombró, el rostro del castaño menor enterneció a los mayores, ellos harían todo lo posible por sanar su corazón. Finalmente el menor de los Stark los miró y les sonrió como la primera vez que entendió que no podía vivir sin sus fortachones, una sonrisa que demostraba amor y sinceridad. –Gracias... –se limpió las lágrimas restantes de sus ojos. –Gracias por todo… ustedes siempre me hacen olvidar todo lo malo… -se ruborizó por completo a lo que los mayores solo sonrieron. –Yo también estoy enamorado de ustedes dos... –desvió la mirada.

Poco a poco el amor de su vida estaba volviendo a ser el mismo y eso les alegraba a los fortachones. –Por cierto. –comenzó Bucky. –Te trajimos donas. –caminó hacia donde había dejado la caja, la agarró y se la mostró a su Anthoska.

-Bucky. –le habló el rubio. –Esas donas, posiblemente ya estén rancias. –suspiró.

-Me hubiera gustado probarlas antes de que se hicieran duras… -finalizó Tony.

Notas finales:

Gracias por leer.

¡Nos vemos!

(≡^v^≡)/


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