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Chispitas de Chocolate Blanco por cancion del viento

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-Lo siento Anthoska...


Ambos se disculparon con el menor, no estaban teniendo consideración con él y temían lastimarlo ya que era su primera vez y su pequeña entrada estaba siendo profanada por los enormes dedos de los fortachones.


Steve suspiró y observó a su amigo, éste le asintió sabiendo lo que quería decir con esa mirada. –Tony... si quieres podemos parar... –era gracioso que preguntaran eso aun con sus dedos dentro del menor, pero ambos fortachones esperaron la respuesta de su Tony.


Tony apretó con sus manos la parte de atrás de la camisa de Barnes mientras escondía su rostro en el cuello ajeno, cerró con fuerza sus ojos mientras escurrían el resto de sus lágrimas mojando levemente la tela de la camisa del contrario, temblaba y sabía que los dos fortachones se habían percatado de eso, no sabía que contestar, ¿Se detenía o continuaba? Tenía miedo de volver a sentir ese dolor punzante, pero cuando escuchó la voz de ambos fortachones supo que no querían lastimarlo, al menos no a propósito y que además tendrían cuidado.


Los fortachones seguían esperando la respuesta del menor, quizá se apresuraron y sintieron que lo estaban presionando, lo que menos querían era que su Tony se intimidara por su culpa.


Abrió sus ojos y dejó de esconder su rostro en el cuello de Bucky, se enderezó como pudo, podía sentirlo, sentía los dedos de sus novios invadiendo su ano, era raro... pero tal vez podría acostumbrarse, incluso no sabía si realmente se sentiría bien, odiaba eso, odiaba ser ignorante en ese tema y ahora para aprender sobre ello tiene que probarlo por sí mismo, sin embargo estaba inseguro.


Sin temor alguno miró a los fortachones como pudo, y al ver sus rostros supo que no tenía por qué lamentarse. –No... Está bien... quiero seguir... solo que, es mi primera vez y... y... me duele... y no sé qué hacer... –cerró sus ojos y sus mejillas se sonrosaron nuevamente. –Sean... sean amables conmigo...


La manera en que lo dijo y el rostro que hizo solo provocó que ambos amigos se excitaran más de lo que ya estaban. –Muy bien canelita... –susurró Steve en la oreja del menor aunque fue lo suficientemente fuerte como para que el castaño mayor escuchara. –Tendremos cuidado... –besó su cuello.


-No te preocupes Kotenok... –dijo tiernamente. –Seremos amables... además te haremos tocar el cielo así que tú no te preocupes, déjanos el resto a nosotros. –finalizó pervertidamente.


Los dos fortachones decidieron proseguir cuando notaron que su novio asintió. Aun con los 6 dedos dentro del menor continuaron, de nueva cuentas Tony ocultó su rostro en James y soltaba gemidos y jadeos cada vez que los más altos tocaban una zona sensible.


Ya había pasado el tiempo suficiente como para que la entrada de Tony se acostumbrara por lo que lentamente comenzaron a mover sus dedos dentro de él, Steve simulaba embestidas con sus tres dígitos mientras que Bucky jugaba con sus dedos en el interior del más bajo.


Bucky sentía como Stark se aferraba con fuerza a él y eso le parecía encantador además de los sonidos que sacaba de su boca, le encantaba, Steve estaba de la misma forma, escuchar los gemidos del menor era excitante y que el castaño menor escondiera su rostro era tierno y encantador.


-Ah... –gimió Tony cuando sintió que salían de él los dedos de sus amantes, su respiración era agitada y aflojó el agarre en Barnes.


-Lo estás haciendo bien cariño... –comentó Steve dulcemente.


-Estás siendo un buen chico. –añadió Bucky de la misma forma que su amigo rubio.


A los comentarios de sus dos jugadores de futbol americano no les respondió, solo se limitó a desviar la mirada con sus mejillas sonrojadas. Era hora del siguiente paso, y el primero en darlo fue Steve, hábilmente y con su mano libre, sacó su pene y lo colocó en la entrada del más bajo.


El castaño menor abrió los ojos fuertemente cuando sintió que Rogers estaba introduciendo lentamente su pene en su entrada, apretó sus manos en la camisa de Barnes y sin poder evitarlo jadeo en voz alta. –Ah... Ah... S-steve... –sintió como se detuvo el rubio tras nombrarlo ya que pensó que lo estaba lastimando así que se apresuró en hablar. –Es-estoy bien... –soltó entre jadeos.


-De acuerdo, si quieres detenerte no dudes en hacérmelo saber. –comentó el rubio y prosiguió en meter por completo su miembro en Tony.


Bucky solo comenzó a masturbar de nuevo a Tony para que se relajara y en cuanto Stark lo miró y pronunció su nombre, simplemente no pudo evitarlo y sin previo aviso besó apasionadamente al menor, devorando aquella boquita como si no hubiera un mañana.


Cuando Steve sintió que el interior de Tony ya se había acostumbrado comenzó a realizar pequeñas y suaves embestidas ganándose jadeos del más bajo. –Se siente tan bien... –avisó Steve dando estocadas un poco más fuertes.


El menor abrió la boca y comenzó a jadear más fuertes, su saliva se iba deslizando por su mentón y sus ojos estaban llenos de lágrimas de placer. –¡Ah! ¡Ah! ¡Steve! ¡James! ¡Ah! –ya no se contuvo y gritó sin límites y eso a ambos fortachones les encantaba, Tony se había olvidado de todo por completo.


Bucky miró a su amigo cuando este se detuvo por unos momentos, y esos ojos significaban una sola cosa, y eso Steve lo comprendió y le asintió a su amigo, entonces el castaño menor dejó de masturbar a su Anthoska, hizo lo mismo que su amigo rubio, sacó su miembro y lo colocó en la entrada del menor que aún se encontraba ocupada, pero como dicen "donde come uno comen dos", lentamente fue introduciendo su pene en la entrada caliente de Tony.


Eso sorprendió a Tony, si ser profanado por Steve le dolió ahora imagínense que otra anaconda entre a invadir el pequeño orificio del más bajo. –Me... me due-le... gh... du-due-duele... –habló cortadamente.


-Relájate canelita... –le dijo el rubio dulcemente y esta vez fue él quien tomó entre su mano el pene de Tony para después con su dedo pulgar acariciar el glande y presionar levemente la punta o daba pequeñas circunferencias en la zona más sensible de miembro de Tony todo con objetivo de que el más bajo se relajara y no se tensara, porque eso solo provocaba que Tony apretara inconscientemente su ano.


Finalmente había entrado por completo, Tony estaba siendo profanado por sus dos novios al mismo tiempo, nada mal para un virgen. Si, admitía que le dolía como el demonio pero poco a poco se fue acostumbrando a la intrusión y cuando esto sucedió fue aprovechado por los más grandes que se encontraban absolutamente en un estado calenturiento.


Empezaron a embestir a Tony con cuidado cuando notaron que el interior de su chico ya se había acostumbrado a ellos, no querían ir rápido por temor a lastimarlo así que se lo estaban tomando con calma.


Dadas unas cuantas embestidas, aumentaron el ritmo dándolas más fuertes y rápidas tratando de llegar lo más profundo posible y de tocar ese punto que vuelve loco a su novio, daban una tras otra y lo único que se escuchaba en ese cuarto era los gritos de placer de Tony, los jadeos de los fortachones y el sonido de sus cuerpos chocando contra el más bajo.


-¡Ya no! ¡Ah...! ¡No...! ¡No puedo! ¡Ah! ¡J-james! ¡Ah...! ¡Ste-steve! –gritó entre jadeos, por Dios sentía que por cada embestida que le propinaban llegaban cada vez más profundo, después de haber sentido todo ese dolor finalmente estaba sintiéndose bien, el dolor se había convertido en placer. –¡Me voy a...! ¡Ch-chicos! ¡Ah! –y con ese último grito lleno de placer Tony terminó por correrse primero.


Que el menor hubiera terminado primero no significaba que los dos fortachones se iban a detener, al contrario, ver a su pequeño novio con los ojos llorosos y entreabiertos, mejillas sonrojadas, su boca entreabierta, temblando y jadeando por el placer y ahora corriéndose por culpa de ambos, solo hizo que se motivaran más puesto que ahora lo estaban embistiendo más rápido y con más fuerza con cuidado de no lastimarlo. Después de unas cuantas estocadas más tanto Steve como Bucky gimieron cuando terminaron por venirse dentro de Tony.


-¡Ah! –gritó Tony cuando sintió que eyaculaban dentro de él, se sentía extraño y caliente, pocos segundos después sintió como aquella sustancia blanquecina escurría de su interior. –Ah... –jadeó de nuevo cuando ambos fortachones salieron de él.


James soltó a Tony una vez que Steve lo sujetó bien, Rogers acomodó a Tony para cargarlo al estilo nupcial, le encantaba tener entre sus brazos el pequeño cuerpo desnudo de su amante, ambos pudieron darse cuenta de lo pequeño que era su novio, pero la ironía era que el único sin ropa alguna era Stark.


Steve con Tony en brazos y seguido por James en un silencio para nada incomodo se dirigieron a la primera habitación y esa era la de Bucky, el rubio recostó a Tony sobre ella y su besó su frente.


Los dos fortachones hicieron contacto visual y después vieron a su Tony recostado sobre la cama, aún mantenía ese rostro encantador y provocativo. –¿Otra ronda? –preguntó Barnes con una sonrisa lujuriosa.


-Concuerdo con eso. –apoyó el Capitán del equipo, y sin siquiera preguntarle a Stark se acercaron a él para continuar con sus actos pervertidos pero como Tony no tuvo queja alguna, supusieron que el menor había aceptado y así era.


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