Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Chispitas de Chocolate Blanco por cancion del viento

[Reviews - 76]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

-¡Papá! –gritó Tony muy sorprendido y avergonzado, encontrar a su padre en ese acto era traumante, para todos en realidad.


-¡Tony! –esta vez fue turno de Howard de gritar de la misma forma que su hijo, no se esperaba que llegara temprano o por lo menos esperaba escucharlo llegar.


-¡Señorito! –y por si fuera poco, esta vez fue turno de Jarvis de gritar de la misma manera que Tony y Howard solo que estaba más avergonzado que nada, después de todo ser encontrado encima de la mesa y aferrado a la espalda de Howard mientras era penetrado por él no era para nada bueno y mucho menos si había sido su señorito quien los había encontrado en tan vergonzosa situación. –¡Esto no es lo que parece!


FlashBack


Faltaba poco para las dos de la tarde, las sirvientas de la mansión ya se habían retirado a descansar dejando solo a Jarvis, aunque no por mucho tiempo, ya que Howard se hizo presente después de unos minutos.


-Bienvenido señor. –el mayordomo lo recibió amablemente. –¿Salió temprano de trabajar?


-No hubo mucho que hacer hoy. –se encogió de hombros. –Al menos no para el jefe. –miró hacia varios sitios de la sala principal. –¿Todavía no llega Tony?


-No señor... no creo que se tarde, ayer me dijo que regresaría para la hora de la comida. –avisó el mayordomo.


-Solo espero que esos pedazos de músculos en desarrollo no perviertan a mi pan de Dios... –Howard apretó su puño derecho y lo levantó a la altura de su hombro para moverlo de un lado a otro mientras fruncía más el ceño. –Porque si es así los voy a castrar...


-¿Por qué dice eso señor?


-Ayer sentí un escalofrío cuando mencionaste a Tony... un escalofrío para nada bueno... y ya sabes que siempre que sucede eso es porque algo pasó o pasará... –dijo serio el pelicafé.


-A veces da miedo, señor... –caminó hacia la cocina. –Mi señorito no ha de tardar en llegar, así que prepararé la comida.


Stark le siguió con una sonrisita de niño, esa típica sonrisita que significaba que quería algo. –¿Así? ¿Y qué vas a preparar? –dijo melosamente.


-Como principal, prepararé verduras cocidas, el doctor dijo que mi señorito debía comer muchos vegetales... además usted señor, también las necesita, es una pena que a mi niño le guste demasiado la comida chatarra... como usted comprenderá. –le sonrió al más bajo y se colocó el delantal.


-¿Estas insinuando que yo soy el responsable de que a nuestro hijo le guste las chucherías como a mí? –se ofendió falsamente Stark.


-No lo insinúo señor, lo afirmo. –sacó varias verduras del refrigerador mientras sentía la mirada de Howard sobre él. –¿O pensaba que no me había dado cuenta? Los conozco mejor que nadie y sé cuándo mi señorito se deshace de las verduras, por eso siempre que está comiendo vegetales no le aparto los ojos de encima... Acción que usted le enseñó. –le vio triunfante. –¿Me equivoco?


-Eh... ganaste por esta vez... Por eso el papel de madre te va mejor a ti que a mí. –se encogió de hombros. –Pero me entristece que, cuando yo estoy comiendo vegetales si me quites los ojos... y a mí no me conscientes como lo haces con Tony...


-Con usted es diferente, señor... mi señorito es...


Fue interrumpido por Howard que estaba armando un melodrama exageradamente falso. –Incluso a Tony le mandas mensajes y a mí no... –se llevó una mano a su pecho.


-Considero a mi señorito como una de las dos personas más importantes en mi vida... lo quiero como si fuera mi propio hijo, y lo seguiré tratando como siempre sin importar cuanto crezca. –le dijo con una sonrisa, Jarvis había dejado los instrumentos de cocina de lado.


-Eso es tierno... ¿En qué lugar estoy yo? –preguntó Howard como niño pequeño.


-¿Es en serio, señor? –el más grande preguntó incrédulo.


-Si.


-Usted está en segundo lugar, nadie podrá arrebatarle el primer lugar a mi señorito. –lo miró a los ojos. –Además, si yo le pregunto lo mismo, será el mismo resultado... –se encogió de hombros. –Para usted y para mí, Anthony Stark es lo más importante de nuestras vidas... y luego seguimos nosotros.


-No voy a negar eso... –se acercó al mayordomo. –¿Ves como si eres la madre? –lo abrazó por la espalda.


-Usted tampoco se queda atrás...


De un momento a otro Jarvis se dio la vuelta, ambos hombres quedaron de frente, ninguno dudó en besar contrario, beso que se convirtió en desesperado por sentir más al otro.


Howard empujó a Jarvis hasta la mesa haciendo que éste se recostara sobre la misma, y no lo pensó dos veces cuando ya le estaba bajando el pantalón al más grande. –Se-señor... aquí no... Alguien podría venir y...


-Si alguien viene lo escucharemos entrar... –besó el cuello ajeno.


Una vez que le quitó el pantalón y lo aventó por ahí, tomó la mano del mayordomo y la llevó a la entrada del mismo. –Vamos Edwin... –le dijo coquetamente. –Prepárate para mí... –el más grande solo se avergonzó pero no dudo en hacerlo, lentamente metió uno de sus dedo a su entrada.


-Mh... –Jarvis apretó sus ojos, esperaba a que se acostumbrara para después moverlo o meter un segundo dedo.


Howard se separó de Jarvis y lo vio por completo, verlo como se preparaba le resultaba excitante. –Me gusta lo que veo... –caminó hacia donde había dejado su frac y de ahí sacó una pequeña botellita de lubricante. –No me juzgues, lo acabo de comprar. –le dijo cuando sintió la mirada sobre él. –Pero no compré condones... en fin, no serán necesarios...


Nuevamente el pelicafé se posicionó entre las piernas de Jarvis. –¿Por qué te detienes? Vamos... continua... es una orden de tu jefe... –le sonrió.


-Un jefe muy pervertido diría yo... –contestó Jarvis, seguía penetrándose esta vez con dos dedos y sabía que Howard solo lo estaba viendo. Pervertido dirán muchos.


-Ahora es mi turno... –Stark sujetó la mano con la que el mayordomo se preparaba y la quitó de ahí, posicionó su miembro en la entrada de Jarvis, y dejó caer el lubricante. Lentamente empezó a penetrarlo y, sintió como Jarvis se sujetaba de él y apretaba el agarre. –Y ya está... adentro por completo...


-Ya lo... lo no-noté... –sintió como Howard comenzaba a embestirlo con gran fuerza pero no la suficiente como para herirlo. –Se-señor...


-¿Te gusta?


-Se-señor...


-¿Si? Vamos, dilo Edwin... –le besó suavemente.


Cuando se separaron Jarvis habló. –Si... señor... Stark...


-Y estar dentro de ti... se siente bien... –Howard no paraba de embestirlo hasta que... escuchó la voz de su hijo, tanto Howard como Jarvis ahogaron su último gemido por la impresión de ver al menor parado en la entrada de la cocina, los descubrió in fraganti.


Fin del FlashBack


-¡Papá! –gritó Tony muy sorprendido y avergonzado, encontrar a su padre en ese acto era traumante, para todos ciertamente.


-¡Tony! –esta vez fue turno de Howard de gritar de la misma forma que su hijo, no se esperaba que llegara temprano o por lo menos esperaba escucharlo llegar.


-¡Señorito! –y por si fuera poco, esta vez fue turno de Jarvis de gritar de la misma manera que Tony y Howard solo que estaba más avergonzado que nada, después de todo ser encontrado encima de la mesa y aferrado a la espalda de Howard mientras era penetrado por él no era para nada bueno y mucho menos si había sido su señorito quien los había encontrado en tan vergonzosa situación. –¡Esto no es lo que parece!


Tony estaba muy avergonzado, vaya escena traumante, comenzó a mover sus manos de un lado a otro con nerviosismo y desvió la mirada hacia el piso. –¡Lo siento! ¡De-debí tocar la puerta! ¡Pero estoy en la cocina y aquí no hay puertas! –se dio media vuelta y huyó de la escena. –¡No quise interrumpir!


Los más grandes se quedaron sorprendidos, habían sido descubiertos de la peor manera posible. –Ya se me quitaron las ganas... –suspiró decepcionado Howard. –Pero podemos renovarlas...


-Señor. –un tic en la ceja de Jarvis apareció. –No creo que sea momento para eso... lo mejor será que hablemos con mi señorito sobre esto. –comenzaba a reincorporarse.


Howard se separó del mayordomo y se acomodó la ropa mientras que Jarvis hacía lo mismo. –Por eso te dije que no deberíamos tener relaciones en la cocina. –se burló el pelicafé.


-¡¿Mi culpa?! Señor, yo le avisé que un día podíamos ser descubiertos... por eso le dije que no era buena idea hacerlo sobre la mesa de la cocina... –rectificó el más alto.


-Algún día tenía que pasar... –se encogió de hombros Stark. –Ahora solo espero que Tony se tome bien las cosas.


-Sí, algún día tenía que suceder... pero nunca me imaginé que mi niño nos encontraría en tan bochornosa situación. –Jarvis se cubrió el rostro con sus manos.


Howard vio detenidamente a Jarvis y una sonrisa maliciosa apareció en su rostro. –Y es por eso que termino por querer hacerte mío en cualquier lado...


-¿Qué?


-Que dejes de ser tan adorable a toda hora... por eso es culpa tuya que Tony nos descubriera... –se acercó al mayordomo y le besó la mejilla.


Jarvis se avergonzó hasta ponerse rojo, también le parecía tierno que Howard se levantara de puntitas para alcanzarlo. –Creo que lo mejor será que le expliquemos a mi señorito antes de que se haga falsas conclusiones...


-¿Cómo qué? –se confundió el más bajo.


-Como creer que usted estaba abusando de mí. –se burló y se llevó una mano a su boca para recalcar más su acto. –¿Qué pensaría mi señorito si descubriera que su padre es un degenerado sexual?


Howard se avergonzó y frunció levemente el ceño. –¡Jarvis!


-Lo siento señor, pero tenía que cobrármelas...


-Y pensar que empezamos hablando de "nuestro" hijo. –finalizó Howard con una sonrisa.


-Imagino que es mala idea mencionarlo... –finalizó Jarvis.

Notas finales:

Gracias por leer.


¡Nos vemos!


(≡^v^≡)/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).