-¿Anthoska? ¿Estás bien? –preguntó el castaño mayor mientras abrazaba con protección al más bajo, se notaba que Tony se encontraba alterado.
-Canelita... no te preocupes, estás con nosotros... –Rogers acarició la cabeza del menor con ligereza y con su otra mano acariciaba su hombro con tranquilidad para calmarlo. Después de todo también se dio cuenta que Tony estaba angustiado.
-Quiero ir a casa... –habló con miedo Tony.
-¿A casa? –se confundió Steve, no entendía qué había pasado, pero si comprendía que su pequeño geniecito no hablaría hasta sentirse seguro en la comodidad de su hogar.
-Si...
-Vamos... –agregó Bucky con preocupación. –¿Qué pasó?
-Solo quiero ir a casa... ¿Sí? Les prometo que les diré una vez que lleguemos... –bajó la mirada separándose de los dos fortachones.
-Está bien, Tony... –habló Steve.
La terna se dirigió hacia el estacionamiento de la plaza, los más altos notaron que el Stark menor tenía la mirada perdida y parecía que estaba vigilando a sus alrededores, se preguntaban que habría sucedido pero lo sabrían una vez que llegaran a la mansión de su pequeño novio. No querían presionarlo en un lugar donde no se sintiera seguro.
Subieron al auto y en todo el camino Tony permaneció en silencio, cosa que era rara en él pues era muy extraño que no dijera nada por un largo lapso de tiempo a menos que se sintiera incómodo o en el peor de los casos intimidado. Los fortachones se habían percatado de como era su novio en todos los aspectos.
Steve conducía, de vez en cuando miraba por el retrovisor para ver a Tony y a Bucky, ya que ambos se fueron en los asientos de atrás del coche, Steve se sentía como el chofer. Sin embargo había algo que llamaba su atención y es que en todo el recorrido que llevaban Tony no apartaba la mano de su cuello, debido a la bufanda que traía puesta no podía ver muy bien por qué se cubría esa zona del cuello.
Miró a Bucky y éste le hizo una mueca dándole a entender que también se había dado cuenta de la confusa actitud del menor. Suspiró y le asintió a Barnes para que hiciera el siguiente movimiento.
Sin pensarlo dos veces el castaño mayor se acercó más a Stark atrayendo su atención. –¿Kotenok, traes algo en el cuello? –preguntó tocando la mano de Tony que estaba usando para taparse la herida.
-¡Ay! –se quejó Tony cuando sintió una leve presión en la mordida.
---
Por otro lado, Obadiah iba conduciendo su auto con dirección a las afueras de la ciudad, por suerte las cosas se habían calmado un poco pero eso no quitaba el hecho de que pudiese andar sin cuidado por ahí. Se rio un poco al recordar a Tony, en realidad fue una enorme casualidad encontrarlo en un baño público y lo mejor de todo, encontrarlo solo... pero sabía que alguien lo acompañaba, ya sea su padre o Jarvis ya que desconocía a los novios del Stark menor y éstos lo desconocían a él, por lo que, cuando salió del baño y caminó por enfrente de los fortachones no hubo ningún movimiento sospechoso. De todos modos se alegraba de no haberse topado con alguien más aparte del castaño. Pero lo mejor de todo es que por fin había probado esa boquita que lo traía loco.
-De haber sabido que Tony estaría ahí hubiera preparado todo para llevármelo justo en ese momento... –apretó el volante. –Incluso ya hubiera tenido sexo con él en el estacionamiento... ya hubiera sentido lo que es estar dentro de él... –frunció más el ceño. –¡Maldición! –trató de relajarse. –La próxima vez, tu boquita Tony no probará solo mis labios... –sonrió. –Hay algo mucho más especial que quiero que pruebes... –dijo para sí mismo. –Debo preparar las cosas con María para secuestrar a Tony lo antes posible... y ya sé que día llevaremos a cabo el plan... –"Pronto serás mío".
---
Mientras tanto en la mansión, Howard había salido temprano del trabajo por lo que estaba sentado en el sofá con el mayordomo mientras veían una película, en un ambiente muy tranquilo hasta que el celular del Stark Mayor sonó.
El pelicafé sacó su celular, vio la pantalla para ver de quien se trataba. –Diga... –en ese momento Jarvis bajó el volumen de la televisión para que Howard escuchara mejor. –¿La gorda? –se confundió el más bajo. _Sí, Howardcito... dice la gorda que sí puedes hablar en este mismo momento..._ frunció el ceño. –¿Hablas de Peter? _¿Pues de qué otro gordo hablaría?_. –Ah...
-¿Señor?
-Es Peter. –puso la llamada en alta voz, después de todo no estaría de más que el mayordomo se enterara. –Te escuchamos... ¿Pasó algo?
Quill: Tengo noticias, Howard. Rocket, hazte para allá, me estorbas.
Rocket: ¡Sí no estuvieras comiendo a cada rato sería diferente!
Quill: ¡Déjame hablar en paz!
Gamora: ¿Se dan cuenta que desde el otro lado de la línea se escuchan? Par de tontos...
Quill: Pues dile al cara de mapache que me deje en paz.
Gamora: Rocket, deja en paz a Peter antes de que se siente arriba de ti.
Quill: ¡Oye!
Howard: ¡Peter!
Quill: ¿Eh? Ah, ya... perdón... pero es que estos...
Howard: ¿Podrías decirme que noticias traes?
Quill: Bueno...
Jarvis: ¿Se trata sobre Obadiah Stane?
Drax: ¿Quién es el que habló tan refinadamente?
Howard: ¿Están en alta voz?
Mantis: ¿Usted también está en alta voz?
Rocket: ¡Ah, ya sé! Él que habló es uno de esos hombres que usan chaleco de rombos, fue tu novio... ¿Verdad, Howardcito?
Jarvis: Esto es algo incómodo...
Howard: No se los he comentado... me sorprende que estén enterados...
Rocket: No nos subestimes... Además me lo contó un pajarito...que empieza con "R" y termina en "S".
Quill: ¡Ya! ¡Déjenme hablar con Stark!
Howard: Ya era hora... ¿Entonces?
Quill: Tal parece que Stane estuvo por el centro de la ciudad, varias cámaras lo grabaron... ya estamos trabajando en eso... aunque está usando dinero líquido y así evitar usar las tarjetas...
Howard: ¿Qué quieres decir?
Quill: Si regresó a la ciudad fue por algo, no sabemos por qué todavía, pero necesitamos tomar precauciones... la última vez que fue captado en cámara fue hace una hora en la calle principal de la presidencia...
Gamora: Estamos investigando que se trae entre manos.
Quill: Por el momento Howard, debemos de tomar precauciones... no sabemos con certeza si el objetivo de Stane es Tony, pero aun así no está demás que estemos al tanto de la situación.
Howard: Gracias por avisarnos...
Gamora: Si sucede algo se lo haremos saber.
Howard: Gracias...
Jarvis: Se lo agradecemos.
Groot: ¡¿Quién se robó mi consola?!
Fin de la llamada
---
-¿Kotenok, traes algo en el cuello?
-¡Ay!
-¿Tony? –se sorprendió el rubio. –¿Estás bien?
-Y-yo... lo siento... no quería asustarlos... –tembló.
-No te preocupes Anthoska... pero ¿Qué te sucedió? –con cuidado y con suavidad apartó la mano de Tony y poder ver aquella horrible mordida, lo que el menor se estaba cubriendo. De inmediato frunció el ceño hasta más no poder. –¿Quién te hizo eso? –cuestionó con voz intimidante.
-¿Bucky? –Steve miró por el retrovisor. –¿Qué tiene?
-Una mordida. –habló serio y en tono amenazante.
-¿Qué? –se impresionó Rogers. –¿Te lastimaron?
-Esa mordida se ve dolorosa... al menos parece que ya dejó de sangrar... –suspiró Barnes con preocupación. –Anthoska... Sabes que te vamos a ayudar, por eso... ¿Qué ocurrió?
-¿Po-podemos hablar en la casa? –Tony se angustió y su respiración se estaba descontrolando.
-Pero...
-Buck... –interrumpió el rubio. –Dejalo... hablaremos cuando lleguemos para que Tony esté más tranquilo y se calme... por el momento pasemos a la farmacia a comprar medicamento para desinfectar esa herida.
-Lo siento... –el castaño menor comenzó a derramar lágrimas. –Lo siento...
James abrazó al más bajó dándole seguridad. –No es tu culpa... así que no te disculpes ¿Sí? –sintió como el menor se recargaba en su pecho mientras seguía abrazándolo. –Todo está bien.
Ambos fortachones se preguntaban qué había pasado para dejar a su pequeño novio en ese estado, simplemente lo dejaron sin compañía por 10 minutos porque fue al baño pero en ese lapso de tiempo el menor salió lastimado y ellos ni enterados, estuvo en peligro y no pudieron hacer nada.
El sentimiento de impotencia creció en ellos y se prometieron que lo cuidarían mejor, que no permitirían que nadie más lo lastimara... darían su mejor esfuerzo para no verlo llorar de tristeza, ya había pasado por mucho como, para que sus hermosos ojos achocolatados derramaran más lágrimas.
---
Cuando llegaron a la mansión, Howard se preguntaba qué había pasado, estuvo a punto de golpear a los fortachones por lastimar a su joya más preciada pero fue detenido por Jarvis.
Tony contó a detalle lo ocurrido en Plaza Max mientras se abrazaba a sí mismo... El primero en reaccionar fue Jarvis que, sin dudarlo abrazó a su señorito para que se sintiera seguro, por otro lado, los demás estaban con intenciones de matar a Obadiah Stane por lastimar al menor y juraron que ese viejo pervertido lo pagaría.
¿Por qué Tony tenía que sufrir tanto?
¿Qué había hecho él para merecer todo eso?
FIN