Ya habían pasado dos días desde que Sasuke conoció a Naruto, y acordaron las primeras pautas para su proyecto en grupo, el rubio y el azabache quedaron que se reunirían en la casa de este último después de sus clases, y para Sasuke fueron dos días algo extraños ¿porque? Simple lo asolaban emociones que nunca antes había experimentado ese rubio tenía algo, y esa era la razón por la que no podía quitar los ojos de él incluso en clases se descubrió a si mismo observándolo, como sonreía sus ojos tan azules y tan profundos a la vez, ciertamente reconocía algunas de las emociones que le provocaba este rubio, y el sentimiento más recuente que tubo estos dos días fue el de celos, sentía unos celos enormes cuando aquella rubia que se decía su novia se pegaba a él siempre tomando lo del brazo llevándolo de aquí para allá argumentando que no podía ir sola y no solo eso hacía que el rubio la llevara en su moto a su casa, y el rubio siempre sonriendo como si fuera lo más natural del mundo
Sasuke al cerrar los ojos podía recordar al rubio subido en su moto era como si esa moto hubiera sido hecha para él se veía tan sexi enzima de ella eran ya casi las 3 de la tarde y el azabache estaba en su casa preparando algunos de sus libros para que cuando el rubio llegara comenzar a trabajar en su proyecto, y ciertamente Naruto si tuvo razón en molestarse la vez anterior, porque si estaba distraído pero lo que el rubio no sabía era que él era el motivo de su distracción, y mientras Sasuke seguía ordenando sus libros el timbre de la puerta sonó, y el azabache bajo rápidamente las escaleras para abrir la puerta ciertamente estaba ansioso por pasar algo de tiempo con el ojiazul, y al abrir la puerta se quedó casi embobado por cómo se veía llevaba unos gens azules algo desgastados en la parte de las rodillas, con unos tenis de color blanco y una polera del mismo color algo holgada y una chamarra de cuero color negro, el pelinegro se preguntaba cómo era que se veía tan bien
—Hola Sasuke— dijo el rubio con una gran sonrisa ciertamente ese día estaba de muy buen humor
—hola— respondió el pelinegro tardo uno segundos en reaccionar y decir —por favor pasa— y el rubio así lo hizo y quedo un poco maravillado por la decoración de la casa del pelinegro y pensó que su mamá tenía muy buen gusto, y después de unos segundos el pelinegro le indico donde estaba su habitación
Y después de media hora el rubio se encontraba muy animado leyendo algunos de los libros que el pelinegro le había dado se sorprendió bastante de que tuviera varios libros ciertamente pensó que Sasuke era alguien al que no gustaba la lectura pero le alegraba haberse equivocado lo veía tan concentrado en avanzar su proyecto que le alegro ya que quería sacar una excelente calificación porque si no su madre le quitaría las llaves de la moto y también porque quería demostrarle que se merecía la moto que le había regalado su padre.
Por otro lado Sasuke aunque no lo demostrara no perdía de vista a Naruto lo observaba cuando él no se daba cuenta, y pues que hasta el silencio era confortable estando con el rubio, ciertamente si había pensado que “él no podía tener ese tipo de atracción así el rubio ya que este era un varón igual que él pero por más vueltas qué le diera al asunto no le importaba mucho ya que no sería la primera vez que hubiera una relación de dos varones aunque sí tendría algo de dificultad cuando su madre le dijera que quería un nieto y la opción más factible seria adoptar, ya que el provenía de una buena familia y el rubio también no les sería muy difícil adoptar un niño al imaginarse al rubio con un bebe o un niño pequeño en brazos solo le hacía sonreír”
—Sa…uke Sasu…ke Sasuke me estas escuchando—las palabras der el rubio le sacaron de su fantasía y solo pudo responder con un
— ¿eh?
—llevo varios minutos hablándote y no me haces caso
—disculpa estaba algo distraído
—Si lo note—respondió el rubio con el ceño fruncido y el pelinegro al notar esto tubo que pensar en una excusa creíble para justificar que estaba distraído y de pronto se le ocurrió algo
—Mira—dijo tomando el libro y enseñándoselo al rubio —pensé que podríamos hacer una maketa de esto ya sabes para la presentación del proyecto—y el rubio observo detenidamente la imagen, para segundos después embozar una gran sonría
—tu idea es genial Sasuke estoy seguro que a nadie se le ocurrirá preparar una maketa que te parece si empezamos a hacerla mañana en mi casa te aseguro que tengo en casi todo lo que podríamos necesitar—el azabache estaba realmente sorprendido no pensó que las cosas le salieran también que ahora hasta tendría la oportunidad de conocer la casa del ojiazul, y posiblemente a su familia ósea sus futuros suegros, tenía que empezar a tantear terreno, y en eso momento una sonrisa casi imperceptible se había dibujado en el rostro del pelinegro
—Si está bien Naruto entonces mañana en tu casa—respondió de los más tranquilo posible, y después de aquella afirmación se concentraron en terminar el informe de su proyecto, y sin que se dieren cuanta ya eran las 8 de la noche el primero en darse cuenta fue Sasuke y comenzó a pensar que podría invitar a cenar al rubio, y comenzó a pensar que comida le gustaría o tal vez debería pedir una pizza y después con calma averiguar que le gustaba al rubio, y cuando ya había decidido se dispuso a comunicarle la idea comer pizza —Naruto…—le nombró pero fue interrumpido por un bip, bip que provenía de le celular del rubio que se apresuró a contestar, Sasuke estaba más que molesto maldecía internamente a quien le había interrumpido mientras escuchaba al rubio hablar..
—si claro… Estoy en la casa de Sasuke mi compañero de proyecto… pero… a entiendo… si… si está bien… adiós — y después de eso el rubio guardo su celular en el bolcillo de su pantalón—Sasuke me tengo que ir —dijo en un tono algo serio
—porque Naruto ¿sucedió algo?—
—No… no es eso sino que Ino me está esperando en mi casa para cenar— esas palabra descolocaron un poco al pelinegro que pensaba “porque esa rubia estaba en la casa de Naruto y porque iba a cenar con el”
— ¿ah y porque vas a cenar con ella?— pregunto el pelinegro podía notarse que estaba molesto porque el rubio le estaba dejando para correr al lado de su novia
—A lo que pasa es que mis padres no están en casa, y mi madre le pidió a Ino que me acompañara a cenar, porque la verdad no me gusta comer solo, y si tengo que comer solo prefiero no hacerlo—
—Ah entiendo —respondió el pelinegro ya que había conseguido sin quererlo un dato importante acerca del rubio
—Bueno me voy no me gustaría hacer esperar mucho a Ino—y después de haber dicho eso el rubio se despidió, y se fue de la casa de Sasuke que a un seguía un poco molesto porque el rubio corriera al lado de su novia y entonces supo que aquella rubia tenía mucho terreno ganado con el rubio.
Al abrir la puerta de la casa todas las luces ya estaban encendidas, y supo que ya le estaba esperando dejo las llaves en el mueble de madera cerca de la puerta, y se dispuso en ir a la cocina, y ya estando en la puerta vio una escena de lo más adorable ahí se encontraba un una rubia de cabello largo amarrado en una coleta tarareando una canción que no supo identificar, estaba cortando algunos vegetales pero lo que casi le saco una carcajada fue ese delantal todo estampado de corazones rojos que llevaba, y no queriendo interrumpirla el rubio se cruzó de brazos, y se recargo en el marco de la puerta observando, pasaron varios minutos hasta que la rubia se dio media vuelta
—Ah...— grito un poco la rubia al encontrarse con esos ojos azules que la observaban —Naruto me asustaste— reprendió — ¿por qué no me dijiste que ya habías llegado?—
—No quería interrumpirte— respondió Naruto con simpleza lo cual hizo que en las mejillas de la rubia se instalara un color carmesí al sentirse descubierta se preguntaba “cuanto tiempo llevaba Naruto observando la habría escuchado cantar” de pronto su cara se puso roja al recordar que en un momento se había puesto a bailar “me habrá visto bailar” —Ino ¿estás bien? estas toda roja —pregunto el rubio acercándose y tocándole la frente con la palma de la mano para verificar que Ino no tuviera fiebre
—eh… si… si estoy bien siéntate vamos a comer Naruto— respondido la rubia algo sorprendida por la acción del rubio.
—está bien — respondió el rubio con una sonrisa, y se dispuso a sentarse en la pequeña mesa que tenían en la cocina solo pasaron unos segundos para que la rubia le sirviera la comida que era pollo frito con verduras y el rubio tuvo que admitir que la comita tenía un olor agradable y cuando comenzó a comerla se sorprendió por lo delicioso que sabía, —Ino cocinas delicioso no lo sabía— dijo el rubio posando su mirada en la rubia que también estaba comiendo.
—Bueno es qué tome clases de cocina—respondió un poco ruborizada por él comentario del rubio.
—oh vaya no lo sabía que bueno Ino las chicas de hoy en día no se apuntan a clases de cocina prefieren ir a bailar o pasar tiempo con sus amigas— comento el rubio aun saboreando su comida.
—Bueno—dijo la rubia un poco titubeante la verdad es que estaba un poco nerviosa de que al rubio no le gustara su comida—la verdad es que quiero ser una gran esposa y quiero cocinarte muchos platos diferente—“ahí está de nuevo” pensó el rubio
—Ino puedo preguntarte algo —dijo en un tono más serio
—claro—
— ¿porque habiendo tantos varones te empeñas en estar conmigo? Porque pretendientes no deben faltarte eres muy bella—a Ino realmente le había sorprendido la pregunta y le gustaba que Naruto haya sido sincero y ella decidió que respondería con la misma sinceridad.
—Porque te quiero Naruto estoy enamorada de ti desde que éramos niños—respondió con una seguridad que sorprendió al rubio
—Pero soy un doncel—
—Eso no me importa—respondió firme
—Ino estas consiente de que si en algún momento te casas conmigo ¿no podremos tener hijos? No quiero lastimarte pero quiero ser sincero, si te quedas conmigo como deseas no podrás ser madre—
—lo sé — respondió rápidamente la rubia —sé que no podremos tener hijos crees que no he pensado en eso en todos estos años que has estado lejos analice los pros y contras de estar enamorada de ti y siempre llego a la misma conclusión no me importa nada más que estar a tu lado, y si no podemos tener hijos biológicos pues podemos adoptar no siempre es padre el que engendra y tú lo sabes muy bien Naruto yo te amo y te amo de verdad todos estos años e cultivado este amor y no te preocupes que si no llegas a amarme cumpliré la promesa que te hice hace ase días, quiero que seas feliz conmigo o sin mí— todo lo dicho por la rubia dejo más que sorprendido a Naruto que creyó que todo lo que le decía o eso de ser su novia era un simple capricho de la rubia pero al oírla tan segura solo le hizo embozar una pequeña sonrisa—pero déjame decirte que no encontraras a nadie mejor que yo Naruto y te lo voy a demostrar—termino de decir la rubia poniéndose de pie y con un gran sonrisa triunfante
En ese momento el rubio pensó “tal vez esto pueda funcionar”