Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

CUENTOS AL ESTILO VONGOLA por Sayurayaoista

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Sayura: perdonen el ligero atraso del fic

Ana: realmente habiamos dormido poco al llegar el viernes

Nina: terminamos muertas ese día

Xóchitl: y como aun teniamos tareas el sabado se nos fue en eso

Ana: pero ya esta aqui asi que

Todas: ¡a leer!

La mañana llego para el décimo Vongola quien despertó al escuchar a su bebe lloriquear, movió la cuna de su bebe calmándolo mientras hablaba.

-ya te escuché Aki-

El infante pareció calmarse a escuchar a su madre y solo hipeaba calmando su llanto de vez en vez; Tsuna se vistió escuchando algo de ajetreo en la planta inferior.

-parece que los Varia despertaron con energía-

Bajo con su bebe en brazos mientras sonreía al ver como todo mundo se calmaba con su sola presencia, encaro una ceja al no ver al líder de Varia y al guardián de la lluvia de aquel grupo de revoltosos.

-el jefe y Squ-chan todavía no bajan…parecen que estuvieron ocupados-

Tsuna suspiro ante el tono de picardía en la voz del guardián del sol mientras imaginaba el porque debía mandar a quemar ciertas cosas; sonrió al escuchar el grito de la lluvia de Varia y minutos después veo a Xanxus bajar con el mencionado como si fuese un saco de papas sobre el hombro.

- ¡ya deja de quejarte, basura! –

-VOIII ESTUPIDO JEFE…estoy adolorido-

-ya dejen de gritar ambos, asustaran a Aki-

Tsuna disimulo una sonrisa sin importarle que el de ojos rojos sentara al doncel en su regazo mientras este se quejaba su bebe hacia ruiditos mientras él daba un suspiro largo.

- ¿y bien? –

-si ya sabes para que preguntas-

-solo quiero saber la fecha-

-mm es pronto para hablar de fechas ¿no lo crees? –

-algo, pero no dejare que lo dejes ir-

-no es como si pudiera, estoy atrapado-

-por eso quiero una fecha-

-tu ponla, si tú la pagas-

-malvado, pero bueno puede que el abuelo lo financie sería muy buena para su salud verte casado-

-hm, pretendes sobornar al viejo-

-no, solo usare mis encantos; para que nos financie su boda-

-eso es soborno Tsuna-

-DEJEN DE HABLAR COMO SI YO NO ESTUVIERA PRESENTE-

- ¡CALLATE SQUALO! -

Todos suspiraron al ver que sus jefes dejaban callado al guardián mientras Lussuria sonreía empezando a planear una y mil cosas; Levi no había captado nada…aun; mientras que Belphergor reía abrazando por la cintura a su ranita quien miraba sin terminar de comprender; pese al aura asesina de Mukuro; Mammon sacaba cuentas de cuanto costaría vender la información y el resto simplemente negaba con la cabeza.

 - ¡EL JEFE SE CASA! –

El pequeño príncipe de Vongola soltó el llanto mientras Levi se arrepentía de haber hablado al mirar aquellas auras asesinas que se habían formado en todos; después de ello se vio a Levi volar a través de la mansión debido a un buen X-burner lanzado por el progenitor de Akira.

-idiota-

La mañana transcurrió tranquila mientras los Varia se retiraban a su castillo, prometiendo regresar para organizar la boda de su jefe pese a las protestas de la pareja de este que iba en el hombro de Xanxus como si fuese costal de papas, ya que no podía caminar.

La tarde llego a la siempre agitada mansión Vongola, permitiéndoles descansar un rato mientras se sentaban alrededor de su jefe viendo una película; a veces podían darse esos pequeños lujos cuando no había mucho papeleo y destrozos; aunque Mukuro contribuyo a eso cubriendo con sus ilusiones pequeños desastres en pasillos mientras Tsuna se hacía el que no había visto nada.

Su hijo gimoteo en brazos del guardián de la nube mientras este se lo entregaba; Tsuna calmo a su bebe mientras le daba su biberón logrando que este se relajase, dio un vistazo al reloj mientras suspiraba mirando a sus guardianes.

Hayato se levantó mientras los demás se esparcían por el lugar, Tsuna llego a su habitación con su guardián de la tormenta detrás junto a su guardián de la lluvia; el castaño sonreía discretamente ante las mini peleas de la pareja; llegaron a la habitación mientras el décimo acostaba a su infante.

El guardián de la tormenta acerco una silla mientras se colocaba sus anteojos asegurando con un par de pasadores sus rebeldes cabellos; Takeshi al igual que Tsuna tomaron lugar sobre la cama mirando al guardián mientras este suspiraba.

-veamos…no sirve, no sirve, Aki-chan no debería aprender esto-

Tsuna intento no reírse de la actitud tan seria de su guardián mientras intentaba no arrancarle las hojas al pobre libro; cuando vio que este lo cerro supuso que viviría otra aventura “al estilo Vongola”

-En un lugar muy lejano, vivía un rey quien estaba casado con una reina muy hermosa, ambos reyes tuvieron un hermoso bebe varón a quien nombraron Tsuna lamentablemente la reina murió tiempo después el rey se casó con otra mujer quien tenía dos hijos, los cuales no superaban en belleza ni gentileza al príncipe Tsuna, lamentablemente el rey falleció y el príncipe Tsuna quedo a cargo de su madrastra y sus hermanastros; aunque el infierno empezaría a desatarse para el pobre príncipe-

No fue extraño que todo lo que narrara empezara a suceder mientras daba un suspiro había visto a Mukuro esconderse detrás de la puerta cuando entraron.

- “esto va a ser poco normal”-

El capo suspiro cuando vio frente a si a Bianchi junto a Squalo y Hayato; se miro así mismo con un vestido mientras esperaba a que Hayato siga contando la historia.

-Tsuna se sentía triste porque su padre ya no estaba, pero su madrastra tenía otros planes para él; poco a poco observo como la mujer se apoderaba de las cosas de su padre mientras a él lo dejaban de lado, el personal empezó a disminuir hasta desaparecer por completo de su hogar; él se convirtió en el sirviente y gracias a que una vez lo hicieron tropezar lo empezaron llamar “Damecienta” él chico hacia las labores del hogar mientras mantenía a su madrastra y hermanastros como si fuesen príncipes–

-esto es pesado-

- ¡Damecienta, Damecienta! –

-ahí vamos de nuevo-

- ¿Qué necesita Bianchi-sama? –

- lava esto, alimenta al gato de mi Hayato, limpia la pecera de tiburones de Squalo y prepara de comer-

-sí, señora-

Tsuna suspiro sabiendo que eso pasaría como es que terminaban transformando un cuento para niños de ese modo bueno era mejor empezar y terminar las locuras ya; empezó por poner una colada mientras llamaba a Uri el pequeño gato de Hayato que siempre terminaba por rasguñar a su amo, el felino tenía tan mal carácter como su dueño, pero con él no era agresivo salvo contadas ocasiones.

Después de ello se dirige a la piscina mientras suspiraba viendo el par de tiburones toro que Squalo criaba felizmente; seguía sin saber varias cosas de ellos en primera ¿Cómo los encontró? Y en segunda ¿cómo logro meterlos sin que lo descubrieran? Cuando vieron el joven nadaba con ellos como si fuese su medio ideal; aunque después de ello le toco a él sacarlo del agua a la fuerza ya que no quería salir.

Después de cumplir sus tareas dio un suspiro al revisar la alacena, le hacían falta cosas para preparar la comida así que regreso donde su madrastra mientras daba un suspiro.

-no hay carne para que haga de comer-

Esquivo con agilidad una almohada para después recibir una seña y tomar dinero solo el necesario para comprar; suspiro cuando la mujer conto el dinero y salió del lugar llevando una cesta en sus manos mientras se cubría con una capa color rojo.

- “está cambiándose de cuento” –

-Tsuna caminaba por las calles de Sicilia mientras iba con las personas que siempre compraba abasteciéndose de lo que necesitaba; la calle quedo en silencio y pronto se escucho el rugir de dos motocicletas; el castaño salió del local en el que se encontraba junto a la mujer que lo atendía para ver, encontrándose con dos motocicletas negras de la escudería Harley Davison acompañando a una camioneta tipo suburban color negra con vidrios polarizados-

- ¿Quiénes son? –

-la guardia personal de Reborn Arcobaleno-san-

- ¿y quién es él? –

-el hombre más guapo y rico de Sicilia ¿has visto la mansión cerca del bosque? –

-he oído de ella-

-es suya-

Tsuna asintió mientras los motociclistas se bajaban de sus motos quitándose los cascos el primero era alto de cabello negro, y ojos rojos con varias cicatrices quien tiene pinta de vándalo, el segundo es un poco más bajo de tez morena, cabello negro y ojos color chocolate quien sonríe amablemente.

-disculpe señora ¿nos dejaría poner un letrero? –

-son ordenes de Reborn-san-

-maa…maa no seas tan agresivo Xanxus-

-y tu no seas tan idiota Takeshi-

-adelante, colóquenlo-

Tsuna miraba curioso así que se acerco a leer; en el letrero se le invitaba a todos los donceles y doncellas en edad casadera a la fiesta que oficiaría Reborn en donde escogería a su esposo o esposa.

-tu estas en la edad perfecta Tsu-kun-

-no para nada señora, además no me dejarían-

La sonrisa triste del castaño provoco que la mujer lo abrazara, el chico se disculpó colocándose la capucha mientras corría a casa sin ser consiente que dentro de aquella camioneta un par de ojos negros seguían su camino.

-regresé-

Se dirigió a la cocina al empezar a oír los quejidos de su madrastra por tardar tanto y cuando un aroma delicioso lleno la cocina las quejas terminaron; sirvió tres platos ya que como sirviente no se le tenía permitido comer en la sala con la familia; sirvió tres platos y los llamo mientras se retiraba al verlos bajar.

Camino a la cocina para comer algo mientras pensaba en aquella propaganda vista horas atrás, se imagino alguna especie de fortaleza bastante segura y rodeada de personal, era consiente de que Reborn era un hombre adinerado y líder de una mafia, pero cuidaba bien Sicilia y sus alrededores así que pese a ser como era no les daba miedo a los habitantes.

Una campana llamo su atención mientras comía un par de bocados rápido y llegaba a la cocina donde sus hermanastros y madrastra comían.

-el vino y el agua-

-lo siento, ya sirvo-

Pese a que el dinero de su padre iba acabándose su madrastra seguía viviendo como reina mientras sus hermanastros eran un poco mimados; pese a ello la única que lo trataba mal era ella, cuando estaban solos los de cabello blanco solían ser amables y hasta le prestaban sus cosas; solo en presencia de la mayor abusaban un poco de su amabilidad, Tsuna sirvió mientras su mente seguía concentrada en el cartel y observo a sus hermanos.

-vi un letrero en la ciudad…dice que Reborn-san hará una fiesta de compromiso para elegir a su esposa o esposo; pidió la presencia de los donceles y doncellas-

Su madrastra escupió el vino que había tomado mientras el castaño la observaba de manera semi distraída mientras iba por un trapo; le costaría sacar la mancha de vino del mantel.

- ¿Por qué no me dijiste antes, mocoso inútil? –

-no lo recordaba-

Ignoro los reclamos de siempre mientras su madrastra decía algo que verdaderamente sorprendió a todos los donceles -porque sus hermanastros también lo eran- mientras sentía su pecho latir por alguna extraña razón.

-iremos-

- ¡mamá! -

-cállense, soy consiente que nos empieza a faltar el dinero; así que iremos y cualquiera de los dos deberá conquistar a ese hombre son mis hijos y punto final-

- ¿y yo? También formo parte de esta familia y…-

Tsuna no pudo continuar hablando ya que su madrastra había golpeado su mejilla con fuerza dejándola roja.

- ¡cállate! Tú no eres más que un sirviente así que te quedaras aquí, pero ayudaras a ese par a arreglarse de forma decente ¿entendido? –

Tsuna no podía hablar apretaba sus puños mientras su cuerpo temblaba estaba furioso y también se sentía impotente, miro de reojo a sus hermanastros que le pedían que se calmase. Con su fleco cubría sus ojos mientras asentía con la cabeza.

-bien hecho; ahora retírate-

Regreso a la cocina sin poder evitar un ataque de rabia, sentía el estomago revuelto y termino devolviendo lo poco que comió escucho la puerta principal cerrarse y supuso que su madrastra había salido, y no se equivoco al ver a sus hermanastros entrar a la cocina.

- ¿estás bien Tsu-kun? –

-VOII es obvio que no esta bien estupidera-

-calla maldito tiburón-

-no-

Ambos hermanos dejaron de pelear mientras abrazaban al más joven quien al fin soltó el llanto, lamentablemente ellos no podían hacer nada.

-tranquilo Tsuna-

-lo más probable es que ninguno de los dos lo consiga-

-con el carácter que nos cargamos-

-las personalidades chocarían muy rápido-

Tsuna sonrió mientras abrazaba a sus hermanos mayores y los acompañaba a sus cuartos a que se arreglasen ambos eran muy diferentes pese a que parecían gemelos- a excepción de sus ojos- y solían acabar la frase del otro.

Cuando su madrastra regreso trajo un par de trajes nuevos para sus dos hijos, cuando ambos estuvieron cambiados la mujer daba su aprobación al arreglo pese a la molestia de ambos donceles.

El de cabello castaño los vio partir mientras se quedaba solo, la soledad embargo su ser mientras miles de pensamientos negativos inundaban su ser; y en la soledad se permitió llorar, salió al patio mientras desahogaba tantos sentimientos embargados en su ser.

-pero que cara más triste, kora-

Tsuna alzo la vista viendo a un extraño tipo vestido con ropa militar y un ave posada en su hombro, el castaño dio un grito mientras intentaba huir hasta que el otro lo tacleo con una mirada molesta en el rostro.

- ¿así tratas a tu hada madrina, kora? –

El de ojos avellana se sorprendió mientras veía bien al hombre, este tenía el cabello rubio y los ojos azules mientras en su mano sostenía una varita y un par de alas brotaban de su espalda, este revisaba al pequeño castaño de pies a cabeza.

-eres lindo, pero esas ropas no te quedan; si quieres ir a la fiesta no puedes presentarte en esas fachas Kora-

 - ¿Cómo lo sabes? –

-soy tu hada madrina niño, es normal que sepa esas cosas; kora-

- ¿me ayudaras? –

-por supuesto, kora; veamos-

El militar agito su varita mientras los ropajes del más joven cambiaban a un traje negro con corbata naranja en sus hombros había una capa negra que cubría parte de su peinado, el militar lo revisaba de pies a cabeza mientras suspiraba.

-falta algo, kora…lo tengo, kora-

El de cabello rubio tomo su mano colocando una pulsera de cristal mientras sonreía, y buscaba algo más que pudiera ser transformado, cogió un coche de juguete abandonado por ahí e hizo que creciera y después a un gato el cual transformo en cochero.

-listo ahora vete niño, que la noche es joven;kora-

-pero si mi madrastra me ve-

El militar suspiro mientras tocaba con su varita el cabello del más joven y sonreía al mirar su trabajo.

-ella no te reconocerá tus hermanastros si, pero como no han sido malvados contigo no dirán nada…y una última cosa tendrás que regresar antes de que suene la ultima campana marcando las doce, kora-

- ¿Por qué? –

-la magia no es ilimitada pequeño, promételo ¿de acuerdo? –

-esta bien, muchas gracias hada madrina-

- corre ya-

-El chico le hizo caso mientras el hada desaparecía su llegada a la fiesta fue una novedad, sus hermanastros se sorprendieron de verlo ahí, pero guardaron silencio al notar que su madre no lo reconocía; Reborn sentado desde una especie de trono se sorprendió ante su belleza mientras, sus guaruras sonreían al observar a un par de donceles de cabello grisáceo, el baile comenzó mientras Reborn se acercaba al doncel a pedirle una pieza, Tsuna observo de reojo como su madrastra Bianchi hacia una rabieta-

- ¿Quién eres? –

-alguien, Reborn-san-

- ¿te he visto en otra parte? –

Un ligero sonrojo inundo sus mejillas, justo hoy que habían puesto el letrero la camioneta le pertenecía a él ¿cierto? ¿se encontraba dentro? Se había asegurado de colocarse la capa antes de salir  

-probablemente-

- ¿Por qué esquivas mis preguntas? –

-porque si las respondo no bailarías conmigo-

El castaño sonrió mientras el corazón del de cabello negro daba un vuelco; ese chico era especial en todo el sentido de la palabra. La canción termino y bailaron un par más hasta que el reloj de la iglesia cercana empezó a sonar

- ¡las doce! –

-es temprano aún-

-lo siento debo irme-

Como pudo el castaño se zafó del agarre del mayor mientras emprendía su huida, Bianchi intento seguirlo, pero fue detenida por sus hijos mientras Tsuna corría, tropezó en el último escalón mientras la pulsera de su mano se desabrochaba intento recogerla, pero Reborn le pisaba los talones simplemente subió al coche y suspiro.

- ¡acelera, ahora! -

Su corazón latía fuertemente mientras empezaba a perderse en los callejones de Sicilia siendo seguido por los hombres de Reborn el callejón detrás de si desapareció y miro al cielo donde su hada madrina portaba un rifle con el que hacía aparecer paredes y rompía otra guiando su camino

-te lo dije, kora-

-ya casi llegamos, gracias-

-no hay problema-

Llego a casa justo a tiempo cuando bajo del automóvil este era un juguete y el gato volvía a ser gato su traje desapareció dejándolo en las humildes ropas que vestía su hada madrina no apareció y él se fue a su cuarto con aquella escena en mente como si fuese un sueño.

-me enamore-

Su madrastra llego una hora después vociferando por la mala suerte pareciera que después de su huida Reborn se había ido a sus aposentos y no había regresado, su pecho latia con fuerza y después de una semana se dio un anuncio que hizo que su madrastra llegase a su casa agitada y sin aliento.

- ¿Qué sucede madre? –

-Reborn-san ha anunciado algo sobre el doncel misterioso-

Tsuna quien limpiaba se acerco desinteresadamente a escuchar, sabía de boca de sus hermanastros que a ellos no les interesaba más habían encontrado a alguien en el baile, alguien que los pudiera hacer felices.

-aquí dice que al doncel a quien le quede la pulsera de cristal se casara con Reborn-

El castaño huyo a la cocina mientras pensaba en aquel objeto tan hermoso como delicado, pensaba que se había roto cuando se le callo. Dos días después tenían a la comitiva de Reborn en su casa, su madrastra lo había encerrado para que no diera una “mala imagen” de la familia.

Miraba por la ventana mientras tarareaba la canción de cuna que su madre le enseño, miro a sus hermanastros y entendió todo, mientras sonreía los donceles compartían miradas con los guaruras de Reborn mientras ellos sonreían uno el alto de cabello negro miraba insistentemente a Squalo mientras el de tez morena a Hayato.

Como era de esperarse la pulsera no les cerro pareciera que tuviera algo mágico que le era imposible encajar; Tsuna supuso que era por la magia de su hada madrina; observo con tristeza que los guardias marchaban mientras sin querer abría la ventana frente a él necesitaba gritar, necesitaba decir que estaba ahí; su voz salió en forma de música deteniendo a los hombres.

-madame está segura de que no vive otro doncel aquí-

-bueno ahí uno…pero es un sirviente-

-abra, nuestras ordenes son que todos los donceles deben probar la pulsera-

Cuando la puerta frente a si se abrió su corazón latió fuerte mientras hacia una leve reverencia observaba el rostro furioso de su madrastra y las sonrisas de apoyo de sus hermanastros, extendió su mano mientras el que se identifico como Takeshi abrochaba la pulsera en su fina muñeca.

-lo encontramos-

- ¡tu mocoso malagradecido! –

Dio un paso al frente con valor y sin bajar la mirada, estaba harto de esa mujer que vino a acabar con la fortuna de su padre.

- ¡basta Bianchi! –

La mujer abrió los ojos grandemente mientras observaba como el castaño caminaba haciéndose hacia atrás.

-he soportado años de malos tratos, años de que me denigraras, años en los que me quitaste mi felicidad, y mi lugar en esta familia; no lo permitiré más-

Un aplauso se escucho mientras todos volteaban a ver aun hombre que reconocieron de inmediato el cual sonreía.

- ¡Reborn-san! -

-te encontré, mio bellissimo angelo-

Se sonrojo ante esas dulces palabras pronunciadas en el más embriagante italiano, el hombre se acerco mientras tomaba su cintura y le robaba un beso, uno que le robo por completo el aliento. Sus brazos rodearon el cuello del mayor mientras este bajaba las manos hasta sus posaderas.

-ejem…jefe…deberíamos retirarnos-

- ¡suelte ya a su prometido jefe pervertido! –

Tsuna se sonrojo mientras suspiraba su madrastra se había quedado en shock desde el beso miro a sus hermanastros quienes parecían satisfechos y tomo sus manos mientras las juntaba con la de los guardias de Reborn provocándoles un sonrojo.

- ¡Tsu-kun! –

- ¡enano! –

-los conozco mejor que a nadie, cuídenlos bien si no golpeare sus cabezas-

Tsuna alzo el puño mientras todos reían al ver el puchero infantil en su rostro, Reborn tomo sus caderas mientras lo cargaba como si fuese un costal de papas subiéndolo a la camioneta, mientras los guardias llevaban a sus hermanos en sus motocicletas. Días después se anuncio su compromiso con el mayor, su madrastra intento arruinar su boda, pero los guardias del de cabello negro lo detuvieron y pese a que sus hijos la querían fue enviada al manicomio de la cuidad; y así todos fueron felices por siempre.

Hayato suspiro viendo a su jefe y a su esposo dormir removió al segundo para que lo ayudara a acomodar a Tsuna y cubrieron al pequeño príncipe quien dormía pacíficamente.

-estas llorando-

-no lo estoy friki del beisbol, solo recordé cosas-

Takeshi abrazo a su esposo mientras sonreía saliendo de ahí, observo el calendario mientras suspiraba solo cuatro días más.

Notas finales:

Sayura: gracias a Sekiyu (anonimo) por su lindo review esperamos que nos siguan leyendo

Ana: nos vemos

Nina: chao

Ana: bye bye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).