Morinaga sostuvo la canasta de flores con arrepentimiento y tristeza que hizo remover algo en el interior de Souichi, como si se sintiera molesto consigo mismo por hacer que aquel muchacho mostrara un rostro afligido.
_ ¡Claro que es tú culpa! _ vociferó Souichi molesto.
_ es verdad, yo también fui parte de una confusión_ susurró Morinaga observándola la canasta entre sus manos, metió una de sus manos sacando una extraña flor amarilla, sus pétalos formaban un corazón y emanaba un dulce olor_ ¿Lo reconoces? _ cuestionó preocupado observando esta vez a Souichi.
_ es nuevo para mí, me recordó a una de las especies comestibles de flores y lo probé _ explicó Souichi mostrándose confundido, pensó, que sí, probó más de tres de esas flores cuando caminó por varias horas en el bosque, estaba tentado a probar otras flores, pero desistió, después de ello solo lo secuestraron.
_ ah..._ Morinaga suspiró profundo resignado a que efectivamente, su compañero no iba a estar muy feliz de lo que eso significaba, preocupando a Souichi_ te lo diré, me gusta experimentar con las flores que aquí encuentro , muchas de ellas fueron útiles y necesarias, luego descubrí que está flor, la nombré, Eros Love, es un potente afrodisíaco, posee un buen olor y sabor que vuelve adicto a quién lo consume y si... después de su consumo tiene efectos secundarios, una persona que por casualidad lo consumió, en aquel momento, mostró signos de poseer un fuerte olor muy irresistible que atrae a cualquier pareja, sea hombre o mujer_ hizo una pausa para servirse una taza de té y sentarse a un lado de Souichi manteniendo la canasta en su regazo.
_ ..._ en silencio, Souichi permanecía impresionado por el dato_ ¿hay más? _ cuestionó asustado al ver a Morinaga asentir después de dejar la taza de té vacía encima de la canasta.
_ las personas que consumieron por error está flor y se encontraban en público, eran tomados a la fuerza por muchas personas por lo irresistible del olor, por ello, cada persona en esta comunidad se le ha informado de esto, tratando además que los jóvenes y niños no lo consuman, asegurándose de informarle, evitando posibles...violaciones, esa flor solo es buscada si alguien tiene problemas en sus relaciones sexuales y otras solo mantienen distancia de esas flores, aquí había muchas de ellas anteriormente pero mi manada decidió eliminarla_ explicó Morinaga mirando a los hermosos ojos de Souichi regalándole una sonrisa cálida.
_ ya veo_ susurró aún consternado, pensó, que esa flor efectivamente era un peligro en la sociedad si no eran informados de ellos, y pensar que posiblemente lo hubiesen tomado forzosamente en público, sintió una corriente subir en su espalda mientras su piel se erizaba, en el fondo, aunque lo odiara, le tranquilizaba que Morinaga se hubiese ocupado por ello_ (¿PERO QUE ESTOY PENSANDO?, ¡SEA COMO SEA ES ASQUEROSO!) _ gritó en su mente molesto por sus pensamientos.
Morinaga observaba sus reacciones en silencio, no importa si la flor o la luna hubiese sido el estímulo sexual entre ambos, una cosa era segura, su lobo interior y su parte humana aseguraban que todo de Souichi le atraía tanto, que era su parte faltante de su alma.
_ ¿Hay más? _ cuestionó esta vez Souichi asustado después de unos minutos de silencio analizando la situación.
_ ¿Consecuencias? _ interrogó Morinaga adivinando la dirección de la preocupación de Souichi, quien asintió ante su pregunta_ embarazos, confusión, un poco de mareos y ... posteriormente, amnesia después del consumo, olvidan lo que hicieron cuando estaban bajo los efectos de la flor, a veces, eso resultaba ser un alivio como una desventaja_ explicó bajando su mirada a la canasta, lo supo cuando le entregaron la canasta, supo que quien mantendría el encuentro en sus recuerdos apreciándolos sería él.
_ ..._ Souichi suspiró aliviado, viéndolo como una de las mejores ventajas, eso era lo que había sentido, además, de acuerdo a la genética, él era hombre por lo que el embarazo era afirmativamente inexistente para él.
_ joven Morinaga_ se escuchó una voz atrás de la puerta de la habitación junto con golpes suaves que llamaron la atención de ambos.
_ ¿Si? _ cuestionó con voz suave Morinaga levantándose de la cama desplazándose hasta el carrito de comido que trajo para Souichi, dejando la canasta encima de éste.
_ el desayuno ya está listo_ después de eso se escucharon pasos alejarse.
_ bien, ¿Puedes moverte? _cuestionó con una sonrisa calmada.
_ ..._ Souichi asintió avergonzado de recordarse que aún estaba desnudo bajo las sábanas.
_ bien, te dejaré cambiarte, te estaré esperando abajo_ después de eso Morinaga salió tranquilamente de la habitación dejando a su huésped tranquilo.
_ idiota, ¿Por qué siempre sonríe? _ Souichi se preguntó a si mismo molesto mirando el carrito de comida con dos comparticiones en medio de la habitación, se levantó caminando despacio caminando a su dirección, notando las telas en la segunda compartición, se agachó para sacarlas notando ropa de su talla, rápidamente se dispuso a cambiarse.
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Caminando tranquilamente por los pasillos de su hogar, Morinaga bajo lentamente llegando al comedor, olfateo el aire buscando algún olor inusual y lo halló, reconociendo que esa esencia era de su nana, estaba allí, sonrió al escuchar sus cantos mientras batía un par de huevos.
Pero su sonrisa se borró al adentrarse a la sala observando fijamente a su madre, quién lo esperaba en el sofá molesta con una pierna encima de la otra agitándola desesperante, llevaba un vestido rojo rasgado a un lado de la pierna, que abarcaba desde encima del muslo hasta sus tobillos, notó los altos y costosos calzados de charol.
La felicidad en su interior se había borrado entre las extensas llamas de su furia.
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Souichi se terminó de cambiar, tomando el desayuno frio encima del carrito, dejando la mitad de su comida, se decidió a salir de la habitación y buscar la forma de regresar a la mansión con los estudiantes, jamás se esperó que al salir de ésta se encontraran en medio de largos pasillos, no supo que camino ir, no conocía esa casa por lo que se disponía a ir a caminar a cualquier dirección si con suerte lograba encontrar una salida, pero eso quedó a un lado cuando escucho un fuerte golpe que resonó en la parte inferior de la casa.
Asustado y preocupado porque después de ello se escucharon una secuencia de esos golpes, comenzó a correr en la dirección donde creía que provenía el sonido, contó los golpes mientras se desplazaba, tres, cinco, diez, estaba cerca, había bajado escaleras, pasó una cocina que a penas notó y antes de entrar a otra habitación donde los sonidos eran más fuertes, logró ver un par de muebles que lo hicieron suponer que era la sala, una mano lo sujeto en su brazo jalándolo a la cocina, específicamente a un lado del umbral de la puerta que conectaba la cocina y la sala.
_ no vayas_ explicó seriamente una voz femenina, suave y firme.
Quería saber quién era, gritar que lo soltaran, pero algo más llamó su atención, observó completamente anonadado a Morinaga acostado en el suelo de la sala en una posición fetal con una expresión adolorida siendo golpeado a patadas por dos grandes y fuertes hombres uniformados en negro siguiendo órdenes de una mujer mayor y elegante, eso lo asustó y le molestó en demasía, no importa lo que pasó entre él y Morinaga, pero con el corto tiempo que llevó con él, sabía que éste era incapaz de hacer cosas que merecieran aquellos golpes, no soportaba observar ese tipo de abuso contra nadie.
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continuará