Taehyung llego a su casa. Lo primero que hizo al subir a su habitación fue arrojar todos los regalos de su ex pareja al bote de basura.
-Y las cosas no fueron bien- Decía el mayor que vivía con Taehyung, quien acomodaba las cosas a modo que cupieran en el basurero.
Taehyung empieza a limpiar sus lágrimas.-Dijo que no encuentra sentimientos en mí; que no tengo amor en mis ojos cuando estamos juntos.
Jin pensaba lo mismo que aquella joven, pero era algo que no podía decirle al castaño miel que conoció desde que este tenía nueve años.
Taehyung consideraba a Jin como su hermano mayor y única familia desde que sus padres murieron en un accidente.
Jin teniendo 18 años de edad en aquel entonces, tomo la patria protesta de Taehyung debido a que el pequeño no tenía más familia.- Tae, si terminaron es porque ella no era para ti.
-¿Ella y las otras? Jin hyung, desde que tengo memoria todas las chicas con la que he salido me dicen lo mismo. Que no hay amor en mis ojos.- El joven se levanta del piso caminando hacia su cuarto.- ¡Si no hay amor en mis ojos, entonces donde esta!- El portazo hizo que Jin subiera sus hombros cerrando sus ojos.
-¿Lo mismo de siempre?- Jin asiente a la pregunta de Namjoon, su amante.
-Pensaras que estoy mal pero, Taehyung tendrá que buscar bien a la persona que vea amor en él.
-¿Cómo tu y yo?- Jin besa el hoyuelo de su amante haciéndolo reír.
-Mejor que el nuestro.- Sus manos se entrelazan mientras sus miradas comparten sentimientos que no pueden ser transmitidos en palabras.
…
Taehyung había salido temprano de su casa. Las vacaciones apenas habían comenzado y no se quedaría encerrado solo porque termino su relación.
Su destino era el centro comercial. Había lavado el pañuelo y sin duda se lo devolvería a Jungkook que lo no lo había aceptado de regreso.
Aunque no pareciera, aquello tenía un sentimiento de segundas intenciones.
Cuando llego al centro no vio por ningún lado al señor oso.- ¿No trabajara ahora?
Tras buscarlo y no encontrarlo se recostó en una banca.
Sus ojos estaban perdido en el cielo. Tras cerrarlos respiro profundo.
-¿Qué haces, Tae?- Esa voz lo hizo levantarse quedando a centímetros con la otra persona.
La falta de aire quedo entre ambos, sus ojos se habían encontrado de forma que no podían ni siquiera hablar.
Taehyung sintió un vuelco en su corazón al perderse en aquellos ojos azul claro. Y por si fuera poco la sonrisa de Jungkook lo hizo tragar en seco.
Jungkook sintió una electricidad recorrer por su espalda tras perderse en ese café avellana lleno de encanto, brillo y sentimientos encontrados sin olvidar.- Tienes hermosos ojos, Tae.
Taehyung, apenado fue el primero es desviar el contacto visual sentándose en la banca.
Extendió el pañuelo a Jungkook quien se había sentado a su lado.- Lo lave.
Jungkook lo tomo.- Gracias.
El silencio quedaba en ambos. Taehyung volteo a mirar de nuevo a Jungkook. Sin el traje de oso podía ver lo menudo y bello que era.
El castaño volteo a verlo.- ¿pasa algo?
-¿Qué paso con tu trabajo?- la expresión de Jungkook cambio a una de incomodidad.
-Tuve que renunciar debido a que mis tutores no quieren que trabaje.
- Deben tener sus razones.- con melancolía Jungkook asiente.
El hijo del bosque había ido para renunciar, eso fue lo que le dijo a Jimin quien no le creía absolutamente nada.
Debido a eso acompaño a Jungkook. Una vez que renuncio se le escapó al peli naranja diciéndole que regresaría en la noche.
En medio de su camino se encontró a Taehyung.- Tae… ¿si te digo que corras conmigo, lo harías?- Jungkook no dejaba de ver como Jimin se acercaba poniéndose más nervioso.
La mano de Taehyung lo saco de sus pensamientos.-Vamos.
La sonrisa de Jungkook volvió haciendo que Taehyung se contagiara.
-¡Jungkook, ven acá!- Jimin había logrado verlo.- Sombra, síguelo y dime a donde se dirige-
La sombra negra del suelo se levanta tomando la forma de Suga empezando a correr rápidamente por las calles.
Taehyung empezó a sentir un sentimiento diferente. Su mano se sentía cálida, su sonrisa era inocultable y su corazón no latía por lo fuerte que corría. Empezaba a pensar que era por aquel chico vivaracho que estaba a su lado.
Cuando ambos pararon se encontraban respirando irregularmente mirándose el uno al otro.- ¿De quién corríamos?
-¿De mi padre?- Los ojos de Taehyung se agrandaron.- Pero no es por razones malas. Es solo que es muy sobreprotector.
Jungkook desvió su mirada observando el lugar en donde se encontraban.
-¿Me acompañas a tomar un café?- El castaño le señala el lugar. Taehyung asiente.
Jungkook se quedó helado cuando entro.- Esto tiene que ser una broma.
-¿Qué pasa?- pregunta el castaño miel tras ver como su acompañante se quedaba estático frente a la persona que tenía enfrente de él.
Solo que no era el único que se quedó tieso. Suga estaba de la misma forma al ver a Taehyung frente a él.-… su majestad
Jungkook tomo la mano de Taehyung alejándose poco a poco del peli negro. Sin más abrió la puerta de la cafetería y salió corriendo de ahí con el castaño miel.
-¡Que pasa!- pregunto Taehyung a Jungkook que paro después de unos segundos.
- Es… mí otro padre.- Taehyung comprendió al instante y asintió.- ¿No lo encuentras extraño? – él negó.
-Yo también tengo dos tutores. Jin hyung y Namjoon Hyung
- ¿Hyung?
-Jin hyung me adopto cuando tenía nueve años. Aunque en aquel entonces él era muy joven -Jungkook se sorprendió de aquello.- Sus padres siempre estuvieron en contra, pero él así lo quiso.
En cuanto cumplió los 19 años nos fuimos de su casa y empezamos a vivir con Namjoon Hyung que era su amante. Desde entonces hemos vivido juntos por ocho años.
-¿Ocho años? ¿Tienes 17?- Taehyung asiente- pensé que eras mayor que yo.
-Yo también, ¿Cuántos años tienes?- Jungkook desvió la mirada era obvio que no le podía decir que 18 hace más de mil años.
- 18.- Taehyung le sonrió tiernamente.
-Entonces Kookie hyung, ¿A dónde vamos? Llevamos tiempo corriendo y caminando. Mis piernas me están matando.
Jungkook se sonrojo por el sobrenombre.- ¿A dónde quieres ir?
Taehyung toma su mano dirigiéndolo a aquel lugar que les tomo algo de tiempo llegar.
Jungkook se encontraba un poco sorprendido.- ¡El bosque Sea!
Taehyung sonrió de oreja a oreja- Por alguna extraña razón, desde que era pequeño deseaba venir, pero mis padres no me dejaron.
Después de que murieron le pregunte a Jin pero también se negó. –
Ahora Jungkook no podría decirle que no.- Ven conmigo.- Sin pensarlo dos veces, el castaño tomo la mano del menor llevándolo a su camino habitual.
La pequeña cabaña estaba enfrente de ellos.- ¿Cómo sabes de este lugar?
-Porque aquí vivo- Jungkook abre la puerta espiando y ver que no hubiera alguien. Era más que obvio que no debido a que Suga y Jimin estaban todas las mañanas trabajando. –Pasa
Taehyung se quedó observando el pequeño lugar acogedor.
-Ven aquí.- Le decía Jungkook desde una pequeña cocina al fondo.
El castaño se encontraba preparando dos tazas de té mientras Taehyung observaba cada movimiento.
Las dos tazas fueron servidas.
El sol contrarrestaba con la ventana haciendo que las dos figuras fueran alumbradas en la oscura casa.
Jungkook no dejaba de ver hacia afuera mientras sorbía té. En cambio Taehyung, tomaba pequeños sorbos perdiéndose en el perfil del hijo del bosque. Le resultaba hermoso y tentador. Ni él mismo sabía lo que había en su cabeza.
Jungkook volteo a verlo y aun así no desvió la mirada.- ¿Por qué me miras así?
-¿Cómo?- Taehyung al fin termino reaccionando. Pensó que de seguro le diría lo mismo que las demás. Pero, ¿porque sus pensamientos se iban a sentimientos de amantes con Jungkook?
El joven castaño tomo el rostro de Taehyung haciendo que este volviera a zambullirse en esos sentimientos que tenía cuando estaba con él.- Como si me desearas.
Taehyung con valentía termino el espacio que había en ambos besando a Jungkook sin remordimiento.
Jungkook se había sorprendido, pero aun así no evito aquel beso que empezó a darle sentimientos de nostalgia y añoranza.
Cuando Taehyung se separó de Jungkook podía escuchar su respiración entre cortada. Sus ojos aún seguían encontrándose con coquetería.
Jungkook se levantó sin decir nada. Solo le proporcionaba miradas a Taehyung, dándole a entender que lo siguiera.
Ese día ambos volvieron a tocar el cuerpo del otro sin saberlo.
Aun en la cama sus caricias mostraban deseo de querer probar más.
Sus besos eran necesitados. Las palabras eran innecesarias cuando sus ojos hablaban por sí mismos.
-¿No es extraño?- Dijo Jungkook entrelazando su mano con Taehyung.
-¿El hecho de que hicimos esto apenas conociéndonos?-Jungkook asiente.-Y aun así siento que eres todo mío.
Jungkook se separa del castaño miel.- ¿Puedo?
Taehyung se sienta de igual manera que Jungkook, buscando sus labios inmediatamente.- Eres solo mío Jungkook, y yo, soy todo tuyo.
…
Cuando Suga y Jimin llegaron a casa encontraron al menor sentando en el sofá de la sala, perdido en sus pensamientos.
Suga le indico a Jimin que lo siguiera a la habitación.-Estoy seguro que lo vi con él.
Jimin podía sentir que lloraba de alegría.- ¿Nuestro Taehyung regreso?- Suga, con un rostro melancólico, asintió.
-Como lo prometió. Volvió por Jungkook.
Los dos seres inmortales se abrazaron consolando sus penas. La historia de amor cruel estaba a punto de acabar.
-¿Qué harás?- le pregunto Jimin a Suga que del armario sacaba una mariposa azul.
-Es hora de que Jungkook vuelva, y con el nuestro rey.
Ambos caminaron al lado de Jungkook, sosteniendo el frasco que brillaba con demencia a lado de Suga.
El menor se quedó hipnotizado por aquello.- ¿Una mariposa?