Dos seres inmortales gobernaban el palacio junto al pequeño rey Taehyung de diez años.
-¡Te he dicho que no puedes ir al bosque!- Jimin era un manojo de nervios cada vez que peleaba con Taehyung sobre su afán de volver a ver al hijo del bosque. –Fue solo un sueño, Taehyung.
Taehyung se suelta del agarre de Jimin mirándolo con rencor.- ¡Si tan solo me dejaran ir a comprobarlo!
-Si no me crees a mí, por lo menos créele a Suga.
-Odio ese nombre que le dieron a Yoongi. Tú antes lo llamabas así.
-Eso se acabó.
-Ustedes dos solían ser muy cercanos y felices. Ahora, ninguno sonríe.
- El no sonreír no significa que no sea feliz.- Taehyung agranda sus ojos corriendo hacia Suga que había ido a verlo después de un año de haber estado en combate.
- Nuestro pequeño príncipe ha crecido.
-Y tú sigues igual, ¿alguna vez los veré envejecer?
Suga y Jimin se miran por unos segundos para después evitar el contacto.
-por desgracia no. Pero ve el lado bueno, podrás estar tranquilo en que tus hijos, nietos y bisnietos estarán bien ya que nos tendrán con ellos.
Jimin se levantó de golpe donde estaba sentado saliendo de la habitación hecho una furia.
-¿Jimin se enojó?
-No le hagas caso, a veces es necesario herirlo con la verdad.
-¿Qué verdad?
-Una muy fría para él. Pero dime, ¿Por qué discutían?
-Jimin no me deja ir al bosque a comprobar que Jungkook existe.
Suga da un gran suspiro pensando bien lo que debía decir.- ¿y si existiera, que harías?
-Traerlo al palacio. Si el bosque lo creo para mí, entonces debe quedarse conmigo.
-¿Y si él se pusiera en peligro por estar contigo?
-Eso no pasara. Soy fuerte y pienso serlo más. Con eso podre protegerlo.
Suga sonríe ante el comentario del pequeño que se sorprende por volver a ver esa expresión en el mayor.- A veces la fuerza no lo es todo, Taehyung.
-¿Entonces qué es?
Suga ladea su sonrisa chasqueando sus dedos haciendo que los dos estuvieran en unos segundos adentrados en el bosque.
Suga cierra sus ojos buscando al pequeño que vivía ahí, encontrándolo en el rio del otro lado. –Vamos, encontré lo que buscas.
Con solo caminar unos metros ambos llegaron al lugar donde estaba Jungkook bañándose alegremente.
-¡Si existe!- Taehyung veía a aquel ser con añoranza y deseo.- Y es mío.
Cuando estaba a punto de acercarse la mano de Suga se lo impidió haciendo que otro chasquido los llevara de nuevo al palacio.- Eso es todo lo que puedo hacer por ti.
-¡Por que!
-Taehyung, el aún es pequeño para abandonar el bosque, si lo hace podría morir.
-¡Yo no lo permitiría! ¡Lo quiero conmigo en este preciso momento!
Suga había cambiado su expresión al ver lo egoísta que se había vuelto Taehyung.- Aunque quieras que este contigo no lo hará. Él ya te olvido.- Después de aquellas palabras frías, Suga salió de la habitación dejando atónito a Taehyung.
-¡No es cierto! ¡El me recuerda!
Jimin escucha los gritos del pequeño yendo a su lado rápidamente. -¿Qué sucede?
-¡Jungkook no pudo haberse olvidado de mí! –Jimin mira con odio la puerta por la cual se fue Suga haciendo que sus ojos azules aparecieran.
-No te preocupes Taehyung, algún día yo lo traeré para ti y podrás hacer de él lo que quieras.
Cuando dejo de llorar en los brazos de Jimin, Taehyung miro por la ventana que daba hacia el bosque. No sabía porque se sentía traicionado, después de todo no se conocieron por mucho tiempo. Pero, algo dentro de él se quebró y supo que a su corta edad había experimentado lo que era conocido como “amor a primera vista” al igual que “el dolor de no ser amado de la misma forma que amo”