Poco después se encontraba caminando en dirección hacia la persona que él creía que era la más vieja y sabia de la ciudadela, Mikazuki Munechika.
Y Luego de unos minutos llegó a su destino, el tejado, donde el viejo se encontraba apreciando la vista, ahora, nocturna.
—¿No crees que es una noche ruidosa la de hoy?-Preguntó Mikazuki con una pequeña sonrisa sin mirarlo a los ojos—No te quedes ahí parado, toma asiento y habla conmigo, no muerdo.
Él más pequeño hizo caso y tomo asiendo a su lado ya preparándose para contarle el problema por el cual estaba pasando.
—Mikazuki, ¿tú has estado enamorado de alguien alguna vez?
—Claro que si... creo que todos lo hemos estado al menos una vez, ¿Por qué?
—Porque yo lo estoy... pero esa persona solo me ve como su hermano menor así que creo que no tengo oportunidad con él... Y le he estado pidiendo consejos a otros, pero no resultó muy bien que digamos...-Agachó su cabeza y cerró sus manos en su pantalón—¿Qué harías tú en mi situación?
—Ya veo... -Mika suspiró y subió su mirada hacia el cielo estrellado y continuó hablando—Yo le diría como me siento hacía él, y lo que tenga que pasar, pasará.
—¿Así nada más? ¿Pero si te rechaza?...
—Tendría que aceptarlo, al final y al cabo, no puedes obligar a alguien a estar contigo cuando no quiere-Esta vez dirigió su mirada hacia el chico—Fudou... hay cosas buenas en la vida, y otras no tanto, y uno tiene que hacerle frente y superarlas, no hay de otra.
—Pero... ¿no hay una manera de que me acepte?...
—No entiendo porque te desanimas, solo estás sacando conclusiones apresuradas, aún no has hablado con él, así que no sabes que te dirá.
—Pero soy su ¨hermano menor¨ él me rechazará seguro...
—Mira, yo también tenía a alguien al que lo consideraba como un hermano, pero al final, él fue el que tomó mi corazón y todo mi amor. A veces no sabes lo que la vida te traerá.
Fudou solo lo observó y se perdió en sus pensamientos por un momento, pero de inmediato volvió a la realidad cuando vio que la sonrisa de Mikazuki, que estuvo presente desde que lo vio, desapareció y en cambio pudo ver como ponía cara de enojado.
—Pero antes que nada, hay algo que quiero decirte, y quiero que me escuches y no hagas berrinche-Fudou asintió un poco dudoso y Mika prosiguió—Estuve hablando con los demás, Yamanbagiri, Shokudaikiri, Ookurikara e Ichigo, antes de que tu vinieras hacia acá, y hay algo que no entiendo, tú dices que él no te aceptará, pero aun así estuviste pidiéndole consejos a otros, probablemente con la intención que nombró Ichigo, pero al final no terminaste de escuchar a ninguno porque te enojabas y te ibas, y ¿por qué? ¿por qué te ibas? ¿No crees que te enojabas porque ellos no decían lo que querías escuchar?, algo como "Yo aceptaría a alguien al cual considero mi hermano menor" ¿Eso querías que te dijeran?, además, ellos solo querían ayudarte, no importa si no te dieron la respuesta que esperabas, pero aun así, la manera en la que reaccionaste con ellos fue muy mala y egoísta. Si sigues así, no solo él no te aceptará, sino que nadie lo hará.
—¿Y crees que yo necesito eso? No necesito que nadie me acepte... solo él... Además ustedes solo hablan de mi actitud, ¿acaso yo les pedí su opinión sobre eso? ¡PUES NO! Así que no me interesa lo que tú digas... ni los demás...
Fudou había vuelto a exaltarse, pero no le importaba y tampoco le interesaba lo que le había dicho Mikazuki a quien consideraba el más ¿sabio? ¡JÁ!
Y tampoco le intentaría pedir concejos a nadie más, al final y al cabo nadie estaba de su lado.
—Tú decides si escucharme o no, pero te darás cuenta de que en algún momento tendrás que enfrentar las cosas como son.
Tampoco le interesó lo que le dijo y salto del tejado hacía el suelo, y una vez allí se encaminó hacía la habitación de aquel que le había causado tantos problemas y que a la vez había robado por completo su corazón, Nihongou.