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The Bodyguard por Poffitoo

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Notas del capitulo:

¿Que tramara nuestro querido Tony?

Llevaba metido en aquel laboratorio toda la mañana, y aquella situación, parecía que iba a prolongarse hasta bien entrada la noche. Como científico estrella de Industrias Stark era algo a lo que se había acostumbrado, pero a Bruce Banner aquello no le podía importar menos, vivía para su trabajo, prueba de ello su aspecto desaliñado, era un hombre que no se preocupaba por cosas mundanas como esas, su pelo rizado y alborotado, sus gafas pasadas de moda o la bata blanca llena de manchas de café, solo lo confirmaban.

Trasteaba con sus cachivaches, cuando la puerta del laboratorio abriéndose le hizo levantar la vista, por primera vez en mucho tiempo. Froto la zona de su cuello endurecida por la actividad estática prolongada y giró la cabeza hacia la puerta, con ello pudo ver que el intruso que se había adentrado en sus territorios era ni más ni menos que Anthony Stark, el presidente de Industrias Stark.

-¡Brucie! ¡Amigo!-  canturreó el multimillonario mientras se acercaba a su hermano de ciencia.

-Tony, ¿necesitas algo?- preguntó lo más cortésmente posible el científico, sin quitar la vista de todo el trabajo amontonado que le pedía ser terminado.

-Ouch, eso ha dolido- trató de sonar insultado Stark- Es que acaso no puede el presidente de Industrias Stark controlar sus inversiones.

-Lo siento, no quería ofenderte…- respondió apurado el de cabellos rizados.

-Bueno eso tiene arreglo.- sonrió con malicia de golpe el multimillonario.

-Tony…- recriminó Banner, comprendiendo que había caído de lleno en la trampa de Stark.

-Brucie…- replicó con sorna el filántropo, dándole a entender al de cabellos rizados que no tenía escapatoria.

-Te escucho.- soltó Banner dándose por vencido.

El multimillonario se paseó por el laboratorio buscando las palabras exactas.

-Debido a la nueva política de la empresa, instaurada por nuestra más que capacitada Vicepresidenta Pepper Potts, todos los trabajadores de Nivel Alpha contaran con un escolta para salvaguardar su integridad, además de la integridad de la empresa.

-Tu eres el único con Nivel Alpha- caviló el científico algo confundido.

-Te equivocas, hemos actualizado los estatutos y tú, mi querido amigo, ahora eres Nivel Alpha.

-Tony, ¿qué pretendes?-  preguntó Bruce empezando a sonar algo hastiado

-Proteger a mi científico estrella.- fingió preocupación el filántropo.

-Pero si apenas salgo del laboratorio.- protestó el de cabellos rizados.

-Nunca se sabe dónde acecha el peligro.- soltó el otro tratando de sonar serio mientras cogía a Bruce por los hombros.

-Digamos que te creo, ¿cómo se llevaría a cabo la “vigilancia”?.- preguntó derrotado el científico.

-No te preocupes, solo se te asignaría un escolta que te acompañaría hasta que terminaras tu jornada laboral. Una vez estuvieras a salvo en esa caja de zapatos que te atreves a llamar hogar, desaparecería de tu vista.- parloteó sin control Tony.

- ¿No interferiría eso con mi trabajo?-.

-Para nada, tengo entendido que esos soldaditos son como ninjas.-

-¿Hasta cuándo?-presionó el de cabellos rizados.

-Te prometo que solo será hasta que salga el producto al mercado.- juró el filántropo.

- ¿No tengo alternativa?- preguntó más para sí mismo que para el hombre frente a él.

-No.- sonrió el multimillonario.

-¿Y cuándo empezara?-.

-Hoy mismo.-.

Tony se centró en su reloj de última tecnología, que le hacía al mismo tiempo de teléfono móvil y envió lo que parecía ser un mensaje. Pocos segundos pasaron hasta que entró por la puerta del laboratorio una de las secretarias de Stark acompañada de un hombre de ojos azules y cabellos rubios. El multimillonario se acercó al recién llegado y esperó que Bruce hiciera lo mismo.

-Brucie acércate, tengo entendido que no muerden. - bromeó el presidente de Industrias Stark

-Señor Stark- saludó el recién llegado- Y usted debe ser el señor Banner- observó al científico.

-Si no te molesta prefiero que me llames Bruce - pidió el científico.- El señor Banner era mi padre- añadió con incomodidad.

-Bruce, puedes llamarme Clint.- sonrió el de seguridad casi cegando a Banner.

Tony miró a los dos individuos con los ojos brillantes, como un niño pequeño a punto de hacer una travesura.

-Me comentó Rogers que tenías que hacer no sé qué en el laboratorio.

-Así es, si me disculpan- respondió el rubio poniéndose manos a la obra.

Cuando el de seguridad ya se hallaba a una distancia prudencial Tony se permitió volver a hablar.

-Lo he escogido especialmente para ti, tal y como te gustan.-le susurró el filantropo en el oído al de cabellos rizados.
El científico no respondió, pero a Tony no le hizo falta respuesta alguna, ya que el rostro sonrojado del Doctor ya era más que una reacción satisfactoria.
Mientras tanto, el de seguridad continuaba inspeccionando el laboratorio, familiarizándose con el entorno, ajeno a los ojos sobre él.
Tony orgulloso de su jugarreta y Bruce abochornado por que el multimillonario había dado en el clavo, Barton era justo su tipo, pero eso no cambiaba nada, se había jurado que nunca más volvería a involucrarse con ningún individuo, ni hombre ni mujer, ya llevaba demasiadas cicatrices en su corazón de relaciones pasadas. Sus parejas no podían entender que la ciencia era su verdadero amor y pronto se cansaban de la poca atención que les dedicaba.

-Ya he inspeccionado el perímetro, pasare a su equipo todas las brechas de seguridad potencialmente peligrosas.- anunció Clint a los dos hombres.

-Muchas gracias señor Barton- agradeció el millonario- Uyy que tarde es, será mejor que vuelva a mis obligaciones, alguien tiene que dirigir esta empresa. -añadió fingiendo apuro.

Bruce le echó una mirada de reproche, sabía las intenciones del multimillonario. Tony solo fingió no darse cuenta y abandonó el laboratorio de muy buen humor.

El silencio se hizo paso en aquella habitación, Barton se percató de la incomodidad del científico, parecía que no era muy bien bienvenido en aquel lugar.

Aquella oferta de trabajo había sido del todo inesperada, cuando el jefe le informo de esta no comprendió porque de todas las personas de la agencia, el cliente lo habia escogido especialmente a él, bueno no iba a negar que su curriculum era impresionante pero sus compañeros no se quedaban atrás, Romanof por ejemplo le daba mil patadas.

La cosa se puso aún más extraña cuando descubrió que Rogers llevaba trabajando para su cliente 3 meses... ¿Porque ahora derepente  lo necesitaban a él?

Cuando recibió el informe completo por parte de el director Fury no dudó en repasarlo de arriba a abajo, no tardo en descubrir que su cliente era Industrias Stark, le sonaba de haber visto algo en la tele sobre aquella empresa, la energía del futuro o algo así, pero su cliente era alguien muy distinto a quien se esperaba, Bruce Banner primero de la promoción, con siete doctorados y al parecer científico jefe en Industrias Stark, trató de imaginar como seria una persona con tal conocimiento, pero erró por completo pues la persona frente a el distava mucho de la de su imaginación. El doctor Banner  lucia como alguien tímido y muy reservado, pero sin ser maleducado, a Clint enseguida le cayó bien, lo habia tratado como a un igual cosa que muchos de sus anteriores clientes no habían hecho. Ahora con el laboratorio en silencio y el cientifico de vuelta a su trabajo se permitió el lujo de observar mejor, para algo ese era su talento, observar y analizar. Empezó con el físico del Doctor Banner, su ropa de lo más casual se escondía debajo de una bata blanca algo maltratada, y a lo contrario de lo que pudo pensar, aquel hombre se hallaba en buena forma, sus piernas lo confirmaban, no eran propias de alguien sedentario. Sus rasgos faciales bastante normales, sin embargo tenían algo que le hacían lucir encantador y sus cabellos rizados... bueno no iba negar que le habia parecido adorable aquella maraña de pelo. Quiso ir más allá y trató de adivinar sobre el carácter de aquel hombre. Su primera observación se basó en cuando lo habia conocido, en su rostro lucía una mezcla de desconfianza y pánico, ahora inmerso de nuevo en su trabajo aquella imagen quedaba muy atras mostrando a un hombre de lo más sereno, el cual miraba con completa adoración al cachivache que tenia frente a él como si de la mayor pieza de arte se tratara. Dato a anotar a Bruce no se le daba bien la gente, es más Clint juraría que si pudiera el pobre hombre evitaría las interacciones sociales tanto como pudiera.

 

-¿Puedo preguntarte algo?- soltó la voz del cientifico sacando de sus pensamientos al de seguridad.

-‎Eh, por supuesto- respondió sorprendido.

-‎¿No te aburres?- preguntó el moreno sin quitar la vista de aquello que tenía entre manos.

El de ojos azules no pudo evitar que una pequeña carcajada se le escapara. Nunca ningún cliente habia tenido aquella consideración con él.

-Agradezco tu preocupación pero mi trabajo no es para nada aburrido.

El de cabellos rizados alzó la mirada para encarar al rubio.

-¿Quieres que crea que te entretiene pasarte las horas vigilando a alguien?

-‎Bueno tengo hobbies mejores pero realmente no me desagrada mi trabajo, supongo que contigo es lo mismo te encanta tu trabajo aunque otras persona les pueda parecer aburrido. No digo que yo lo crea. La ciencia es fascinante.-

-Supongo que es así.- murmuró Bruce sin poder evitar acordarse de las veces que le habian echado en cara su excesiva pasión por la ciencia.- Nunca más- se repitió mentalmente.

Notas finales:

Espero que hayas disfrutado de este capítulo y como habréis observado tenemos una nueva pareja en camino.


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