Luffy sintió como de a poco se despertaba, a causa del sol dándole en la cara y un pequeño movimiento en el brazo. Giró la vista hacia el costado de donde provenía el movimiento, y se encontró con su hermano mayor rubio, que lo miraba sonriente. Le devolvió la sonrisa algo adormilado.
- Buenos días, Sabo. - Se dio vuelta totalmente hacia el mayor y se abrazo al brazo que lo estaba moviendo.
- Lu, no vas a escaparte de levantarte temprano por darme cariño. Ya no funciona conmigo. - El rubio rió, y el menor lo miró mal.
- Hace unos años funcionaba… - Se levantó con un puchero.
- Ya no eres tierno, lo siento. Ve a despertar a Ace que tengo que terminar el desayuno. - Se fue riendo suavemente, y salió del cuarto de Luffy. Era mentira que el moreno no era tierno, pero ya era inmune a sus caras.
Los 3 vivían en una casa algo espaciosa, estaba bastante bien para los tres y tenia espacio para cuando se quedara alguien o se hiciera alguna reunión. Era la casa donde Luffy había vivido toda su infancia junto con Garp, a pesar de que este se la pasaba en su cuartel de la marina y de vez en cuanto Dragon llegaba de tu vete a saber donde. Sabo se preguntaba por que nadie le cuestionaba las cosas al padre de Luffy.
Bajó las escaleras y llegó a la cocina, sacando el pan de la tostadora y tomando el jugo del refrigerador. Escuchó débilmente el grito de Luffy al despertar a Ace y el sonido de agonía que emitió este último. Teniendo en cuenta lo poco que duró el grito de Ace, parecía que Luffy le había saltado encima del estomago. Bueno, no se quejaba, por que de otra manera era muy difícil levantar al mayor, tenias que tirarlo prácticamente de la cama (que fuera narcoléptico tampoco ayudaba demasiado). Sacó platos para poner las tostadas con un poco de mermelada, y ponerle unos huevos que había cocinado al lado. Sirvió todo en la mesa y vio bajar a sus dos hermanos por la escalera.
Luffy ya estaba despierto, cambiado con su uniforme de la escuela, con una sonrisa en la cara. Atrás de el venia Ace, rascándose un costado del torso sin remera y bostezando. Sabo se rió al verlo, no entendía por que le costaba tanto dormir con una remera puesta teniendo en cuenta que a penas se estaba yendo el invierno. Los dos morenos se sentaron en sus sillas, mientras Sabo tomaba el resto de la comida y la ponía sobre la mesa. Luffy comenzó a devorar la comida como un loco sin esperar un segundo, mientras Ace lo miraba atontado.
- Como puedes tener tanta energía a la mañana… - Lo miró con asco prácticamente.
- Es que es un nuevo día lleno de cosas divertidas! - Dijo triunfante el menor.
- Realmente te parece divertida la escuela? Espera a llegar a la Universidad.. - El mayor de los 3 comenzó a comer y aceleró el paso ya que la comida de Sabo siempre era deliciosa.
- Que vago eres, Ace. Así seguirás reprobando, ¿sabes? - Le reprochó el rubio.
- No todos podemos ser un traga libros como tu Sabo… - Al terminar la frase, el moreno cayó de cara plena a la comida, significando otro ataque de narcolepsia. Sabo suspiró cansado.
- Si vas a quejarte de mi, al menos hazlo cuando estés despierto. - El rubio se levantó y le movió la cabeza, para evitar que siguiera ensuciándose el cabello.
Sonó el timbre de la casa, despertando a Ace de su sueño de repente. Luffy saltó como un resorte a buscar su mochila, todavía con una tostada en la boca. Antes de salir despavorido, se despidió de sus hermanos y salió de la casa. Desde afuera se escuchaba la feliz voz del menor saludando a Zoro.
- Nunca falla, todas las mañanas viene a recogerlo. - Comentó Ace algo divertido.
- ¿Prefieres a Luffy correteando solo por ahí? - Sabo lo miró con una sonrisa de lado.
- Puede cuidarse solo, pero no veo nada de malo en que Zoro lo acompañe. - Ahí estaba, el hermano sobre protector. No es que Sabo no lo fuese, podía ser mil veces peor que Ace, pero nunca iba a desaprovechar una oportunidad para burlarse del mayor.
- Mira que tu eres igual. - Rió Ace.
- Pero yo no lo niego, me encanta proteger a Lu. - El rubio retiró el plato de Luffy y lo puso para lavar, mientras Ace terminaba el suyo.
- Que hora es? - Preguntó el moreno.
- Las 7:40. Ve a ducharte y a las 8 salimos. - Después de todo, los dos concurrían a la misma universidad y la verdad que eso era muy cómodo. Se tomaban el autobús y en poco menos de 15 minutos llegaban.
Ace le hizo caso a su hermano y subió a ducharse, no tardo mas de 10 minutos, se cambió y salieron rápidamente ya que Sabo estaba preparado desde antes. Lamentablemente en esa familia el único que tenia una mano con la cocina era el rubio, los dos morenos eran un desastre peor que el otro y la cocina ya había sufrido sus estragos. Sabo todavía se preguntaba como pudieron hacer que unos fideos se prendieran fuego.
Fueron a la parada, y por suerte no tuvieron que esperar mucho por su transporte y se sentaron en uno de los asientos dobles a mitad del bus. Sabo se puso a inspeccionar su teléfono, tenia varios mensajes de Koala y no podía ignorarla. Ace se rió, su hermano estaba tan enamorado de la chica que daba pena, que bueno que a él esas cosas no le sucedían.
- Quiero ser el que te acompañe para cuando te cases con Koala. - El comentario hizo que las mejillas de Sabo se colorearan un poco.
- Ese chiste es mas viejo que tu, lo haces desde que tenemos 13 años.
- Y sigue cumpliendo su función. Pero esta vez lo digo en serio, ustedes dos tarde o temprano terminaran juntos. - Pasó el brazo por los hombros del rubio y le dedicó una sonrisa. Este se la devolvió tímidamente.
- Eso espero, hace tanto tiempo que me gusta que ya me olvide cuando empezó. - Sabo suspiró.
- Tranquilo, tu confía en tu hermano mayor.
- Te puedo considerar como hermano mayor aunque tengamos solamente 2 meses de diferencia? - Sabo lo miró divertido.
- Por supuesto que soy el mayor!! - Comenzaron a reírse y luego fijaron la vista en la ventana, viendo que ya estaban llegando a destino. Bajaron del bus y entraron al campus de la universidad. Era un lugar bastante espacioso, con campos para hacer deporte y varios edificios dentro de esa manzana. Caminaron por el camino principal que llevaba al primer edificio visible de la universidad, hasta llegar a la entrada y subir un piso. Mientras caminaban por los pasillos, se escuchó una voz aguda entre toda la muchedumbre.
- Sabo!! Ace!! - Una chica rubia algo baja de estatura venia caminando desde el otro extremo del pasillo y apresuró el paso al ver a los hermanos.
- Koala! Buenos dias! - La saludó el rubio con una sonrisa, mientras Ace la saludaba con la mano. La chica los recibió con un abrazo a cada uno y siguió caminando con ellos. Rápidamente ella y Sabo entablaron conversación sobre una serie que estaban viendo y Ace se sintió rechazado y de mas, como la tercera rueda. Se alejó un poco de ellos, pero seguía caminando y se escuchó una voz atrás de él.
- Sabo ya te ha dejado de lado, eh? - El tono burlón de Law era reconocible de aquí a un kilometro y Ace solo rió.
- Siempre hace lo mismo, sinceramente ya no me molesta. Déjalos a los tórtolos.
Ace se despidió con la mano de su hermano rubio y se fue por otro pasillo con Law hacia otra área de la universidad. Sabo estudiaba economía y tenia pensado hacer algún tipo de estudio político también, mientras Ace estudiaba para ser profesor de historia. Siempre le había fascinado el pasado, conocer civilizaciones y la cultura de los distintos países existentes, así como poder hacer investigaciones.
El chico que tenia al lado, Trafalgar Law, era un estudiante de medicina que no recordaba del todo bien como se había hecho su amigo. Era mayor por 4 años y solo le faltaba año y medio a Law para terminar su carrera, era bastante inteligente. No es como si Ace estuviera celoso de eso, teniendo en cuenta que tuvo que salvar su cuatrimestre anterior, pero era algo realmente destacable del casi médico. En algún punto del pasillo se les unió un amigo de la secundaria de Law, Eustass Kid, un pelirrojo que tenia pinta de emo según Ace y que estudiaba ingeniería. Entablaron conversación rápidamente sobre películas que habían visto este fin de semana, paseando un poco por los pasillos ya que todavía tenían algo de tiempo. Acompañaron a Law a sacar un café de una maquina, mientras se burlaban un poco de las ojeras del médico. El moreno ya estaba harto de el mismo chiste todas las mañanas y simplemente los ignoró.
Los 3 se separaron para irse a su propia ala de la universidad y Ace se encontró solo vagando por los pasillos del ala que correspondía a los profesorados. Saludó a un par de compañeros que encontró por el pasillo mientras se dirigía a su nueva aula. Hoy tendría una nueva materia de la carrera, Historia moderna en concreto, con un nuevo profesor que nadie conocía. Estaba algo emocionado por esta nueva materia, solo esperaba que este tan ansiado profesor no la arruinara. Llegó a la puerta de la clase y escuchó a 2 chicas cuchichear sobre este nuevo profesor, hablando sobre lo atractivo que era. Ace rodó los ojos, simplemente entrando al aula y sentándose en una de las primeras filas para ver y escuchar mejor. Siempre hacia eso al empezar una nueva clase, pero siempre terminaba por sentarse en el fondo por distintas razones (no le gustaba la materia o mejor dicho, el profesor no la daba bien o si estaba muy cansado podía sufrir algún ataque de narcolepsia). De a poco todos los alumnos fueron entrando, hasta la figura final, que entró de manera rápida al aula.
- Mi nombre es Marco Newgate y seré su profesor en esta materia de Historia Moderna. Un gusto conocerlos, espero que podamos tener un ambiente de clase ameno y también espero una participación constante de ustedes. - Sonrió levemente el profesor y aunque Ace no quisiera admitirlo, las chicas del pasillo tenían razón.
La figura de este nuevo profesor se levantaba hasta el 1,90m fácilmente, tez tostada y cabello rubio intenso. Lo único raro del hombre era su peinado, tenia rapado los costados y la parte de atrás de la cabeza, solo teniendo pelo en la parte superior, haciéndole acordar a una piña. Pero sacando eso, tenia facciones bien marcadas y atractivas, también notándose un poco los músculos que había debajo de su traje. No quería saltar a conclusiones, pero bien parecía que estaba teniendo un crush a primera vista con este tipo. Y lo mas raro de todo fue que mientras Ace se le quedaba mirando como idiota, el profesor Newgate acomodó la vista en él, mirándolo fijamente. Ace se sintió nervioso y tomo su cuaderno, haciendo que escribía el mail escrito en la pizarra. Todavía sentía la mirada ajena, fuerte sobre su cabeza. No entendía bien por que este tipo se quedó mirando de esa manera, pero quedo realmente incómodo. “Genial manera de empezar la materia.” pensó el moreno. Le dio un poco de miedo pensando que el profesor de había dando cuenta de que lo estaba viendo de manera fija como un idiota, pero descartó la idea, no seria tan raro después de todo. Notó que el tipo se había dado vuelta y había comenzado a escribir en la pizarra el temario de ese cuatrimestre. Ace suspiró, dejándose relajar en su silla. Solo pedía que este tipo tuviera algo bueno además de ser realmente atractivo.
Para la sorpresa del curso (y de Ace especialmente), el profesor Newgate si sabia dar una clase y vaya que la volvía interesante. Daba lugar para la participación y su manera de hablar era dinámica y entendible, nada de balbuceos o irse de tema por cualquier cosa. Lograba que la clase fuera realmente entretenida, sin lograr que nadie cabeceara ni un poco y soltando tanta data como se podía. Ace anotó como loco, hasta le dolía la mano, pero realmente le gustaba la manera en que este Newgate daba la clase. Sonrió de lado mientras seguía anotando sus apuntes, se conocía lo suficientemente bien como para saber que iba a tener un crush con este tipo. Pero por ahora, lo importante era escribir como un loco para poder seguir la clase.
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- Vamos Luffy, son casi las 8 de la mañana, acabas de comer. Espérate hasta el receso. - gritó Zoro algo molesto, mientras el mas bajo veía con la baba prácticamente bajándole por la boca una panadería llena de comida.
- Pero Zorooo, tengo hambre. - Se quejó como niño pequeño, mientras el peliverde rodaba los ojos.
- Te hubieras levantado antes y hubieras comido mas de lo que había hecho Sabo. Sabes que siempre hace comida de mas. - El moreno cerró los ojos derrotado mientras se quejaba de manera sonora, haciendo soniditos molestos. El peliverde suspiró, dándose por vencido y entró a la panadería a comprarle un muffin al mas bajo. Este empezó a saltar emocionado y a gritarle gracias.
- Zoro, lo consientes demasiado. - Se escuchó una voz femenina atrás de el. El peliverde suspiró cansado, sabiendo perfectamente quien era.
- Ya sabes como se pone Nami. Y siempre tengo que aguantarlo yo.
- Deberías ser mas estricto con él. Lo debes entrenar, no él a ti. - Rió con burla la chica, que estaba comprando unos sandwiches para el almuerzo.
- Cállate arpía. - Zoro desvió la mirada mientras le daba el dinero a la persona de la caja y salía de la panadería.
- ¡¡Nami!! - Gritó el moreno, feliz de ver a la chica.
- Hola Luffy, buenos dias. - La pelirroja le devolvió la sonrisa. Ella también salió del lugar y se unió a ellos en la caminata para ir a la escuela. Los 3 iban a la misma secundaria, Luffy no permitía que estuvieran separados realmente, aunque Nami estuviera en otra comisión de su año.
Siguieron el recorrido hasta la escuela, encontrándose en el camino con Sanji y Usopp, que estaban peleando por algo que ninguno de los 3 entendía. Posiblemente era otro ataque sobreprotector de Sanji o las quejas de Usopp hacia las chicas que salían momentáneamente con Sanji. Nami suspiró, se preguntaba si esos dos algún día dejarían de parecer marido y mujer. Juzgando la cara de Zoro, el se preguntaba lo mismo.
El resto de la caminata fue un poco mas amena cuando los dos idiotas se separaron, yendo a hablar con una persona distinta cada uno. Usopp se quedó hablando con Luffy sobre un nuevo videojuego que había descargado el día anterior y Sanji obviamente se quedó hablando con Nami. El peliverde quedó allí en el medio, totalmente ignorado. No es como si le importara demasiado.
Llegando al portón de la escuela Grand Line (llamada así por el gran océano que surcaba la mitad del mundo), se encontraron con el sexto miembro del grupo, una chica de pelo celeste largo y sedoso, Nefertari Vivi. Era un año mas pequeña que todos los demás, pero logro congeniar enseguida con el grupo. Era una amiga de Nami de hacia unos años ya. La recibieron entre todos y entraron al lugar. Era Miércoles, todavía estaban a mitad de semana y Luffy ya se estaba quejando de que se quería ir a probar el nuevo videojuego de Usopp. Se ganó un golpe en la nuca por parte de Zoro y por que no, una regañada de Nami. La cosa era así entre ellos, se golpeaban y se gritaban pero bien que se querían. Se dirigieron a sus respectivas clases a empezar con el día finalmente.
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- Koala por favor, se un poco mas responsable. - La regañó el rubio.
- ¡P-pero Sabo! Realmente no entiendo esta materia y es mi segundo año cursándola. ¡Por favor ayúdame! - Sabo no estaba seguro de como reaccionar a estar situación. Koala se había quedado viendo sus series de amor hasta tarde y se había olvidado completamente de la tarea para la clase. Si bien era cierto que la materia le costaba un poco a la chica, era totalmente capaz de hacerlo sola.
- Por que te quedaste viendo Toradora, a ver dime. - La miró mal.
- Es que estaba en los últimos capítulos y no podía dejarlo así como así! Y también lloré y no me pude dormir por que tenia los ojos hinchados y ya.. - La rubia bajó la cabeza angustiada y derrotada. Sabo rió un poco y sabia que no podía decirle que no a ella. Sacó lo que el había hecho y se sentó en el banco contiguo al de ella.
- Bien bien, te ayudaré. Tenemos unos 15 minutos antes de que llegue el profesor, así que será mejor que aproveches cada minutos. - Dijo hecho y derecho. La chica dejó salir un pequeño gritito de alegría y se abrazó efusivamente al rubio.
- Gracias Sabo, Gracias!! - El mas alto no sabia si se sentía incomodo o feliz al estar estrujado contra Koala, pero no debía distraerse con esas cosas. Se aclaró un poco la garganta.
- Deja de abrazarme y siéntate. - Dijo un poco tembloroso.
- Estas sonrojado, Sabo~ - Canturreó la rubia. Sabo la miró mal y ella simplemente rió, tomando asiento al lado de el mas alto.
El profesor hizo su aparición unos 20 minutos y los dos se sentaron derechos y prestaron atención. A pesar de que Koala se rindiera ante su necesidad de ver series shoujo, era una chica muy aplicada y de las mejores de su clase, junto con Sabo. Los profesores los adoraban por que siempre eran muy atentos y nunca fallaban. A algún que otro profesor no los soportaban por que sabían mas que ellos incluso. Bueno, todo eso era gracias al padre de Luffy, ya que trabajaban con el. También estaba el hecho de que a Sabo le gustaba estudiar y se desvelaba haciéndolo. Los dos rubios se miraron por ultima vez, para luego prestar atención completamente a lo que decía el profesor.
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Ese día había sido largo, pero no es que realmente se arrepintiera de ello. Ace estaba volviendo en el bus de la universidad, bostezando de vez en cuando mientras fijaba la mirada en el paisaje de la ciudad. El día de hoy había sido realmente bueno, ese nuevo profesor Newgate si que sabia dar una clase. Quería que fuera miércoles otra vez solamente para escucharlo hablar sobre la historia de hace 5 siglos atrás y sobre todos los datos perdidos que ningún profesor había hablado antes. Era interesante su temario, de alguna manera el profesor Newgate había logrado investigar sobre un siglo vacío del cual no se sabia mucho, mas o menos en lo que fue el 1500. Tecnología avanzada pero todavía manteniendo el mundo de manera antigua, viajando mediante barcos como único transporte. No era una materia común de dar, pero Newgate sabia lo que estaba haciendo o eso parecía. El semblante del moreno se iluminó enseguida, pensando en que verían en la siguiente clase.
Bajó del bus y caminó hasta la calle de su casa. Sacó las llaves al llegar a la puerta y escuchó el griterío de Luffy y el sonido de la televisión. Posiblemente estaría jugando algún juego y juzgando la voz que se escuchó después, posiblemente estaría con Usopp. Abrió la puerta y en efecto no se había equivocado, los dos chicos estaban ahí jugando a lo que parecía Mario Kart a los gritos, junto con Sanji y Zoro a un lado viéndolos jugar. Ace se anunció y saludó a todos con una sonrisa. Fue a acariciarle el cabello a Luffy pero este le gritó que no lo distrajera. Vaya niñato, pensó Ace, acercándose igual y bajándole la cabeza para que no pudiera ver. Terminó causando la victoria de Usopp.
- Waah, Ace por que hiciste eso!! - El menor lo miró mal y Ace solo sonrió.
- Tenme un poco mas de respeto, idiota. - Se alejó riéndose mientras su hermano le gritaba incoherencias. Les ofreció algo para comer a los otros dos pero ya habrían comprado una bolsa llena de comida chatarra para picar. Sabo no estaría contento con eso.
Pensando en el rubio, justamente este entró por la puerta principal de la casa, volviendo del trabajo en el café. Saludó a Ace con la mano y luego un saludo en general a los adolescentes que estaban frente al televisor. Le clavó una mirada acusadora en la nuca a Luffy, luego de ver la bolsa de comida chatarra. Este se hizo el tonto y siguió jugando. Ace rió un poco, conociendo demasiado bien a su hermano.
- ¿Por qué dejas que Lu coma esa comida? - le preguntó Sabo.
- Vamos, déjale disfrutar un poco, no todos somos aguafiestas como tú. - Se ganó una torcedura de brazo por parte de Sabo por el comentario (malditas clases de karate).
- Tenme mas respeto, Ace.
- Te recuerdo que el mayor soy yo. - Lo miró competitivo.
- Y yo te recuerdo que soy el más alto. - Sabo sonrió de lado y el pecoso se ofendió a mas no poder.
- ¡¡2 centímetros no son nada!! ¡¡Es tu maldito pelo rizado! - Respondió con rabia, causando que el rubio comenzara a reír. Frente a la televisión, el hermano menor de los 3 le había dejado el mando a Sanji y estaba escuchando la conversación de sus hermanos.
- Si ellos se pelean por 2 centímetros que me queda a mi… - Luffy recordó que su doctor le dijo que no crecería mas que unos pocos centímetros mas, ya apenas midiendo 1,70. Ace ya media 1,85m y Sabo no paraba de crecer, ya llegando al 1,87m. El moreno bufó molesto.
- Tranquilo Luffy, siempre serás mas alto que Nami y Vivi. - Comentó Usopp riéndose y se ganó un golpe del moreno.
Los adolescentes se quedaron toda la tarde jugando y parte de la noche. Pidieron una pizza que compartieron con Ace, mientras Sabo se preparó comida casera. No era muy fan de la comida chatarra, sentía que envenenaba su cuerpo, pero igualmente compartió el espacio con los demás. Cerca de las 10 de la noche, Sanji y Usopp se fueron, mientras Zoro se quedó jugando a otro juego con Luffy. Posiblemente el peliverde se quedaría a dormir, pero ya era bastante común esa situación.
- Lu, no se duerman demasiado tarde, mañana es jueves, tienes clases. - le reprochó el rubio.
- Si si, Sabo. No te preocupes, ahora terminaremos de jugar. - Contestó Luffy en automático, mientras jugaba Marvel VS Capcom contra Zoro. El mayor simplemente negó con la cabeza, subiendo a su cuarto. Pasó por el cuarto de Ace y lo escuchó gritarle a su computadora. Sospechó que estaba jugando alguno de sus juegos en línea, nada inusual. Seguramente a eso de las 12 le daría un ataque de narcolepsia y se quedaría dormido arriba del teclado. Sabo no se haría responsable de las posibles contracturas en el cuello de Ace.
En su cuarto, el rubio se dedicó a hacer la tarea que tenia que terminar para el día siguiente, unos simples problemas de contaduría, nada que le llevaría mas de media hora. Pudo ignorar todos los gritos ajenos y se concentró completamente en la tarea. No era nada que no pudiera resolver con rapidez, así que en unos 20 minutos ya había terminado los problemas. Cerró su cuaderno y lo guardó en su mochila.
Tomó un libro de su mochila, El Silmarillion de Tolkien. Venía leyéndolo en el transporte público cada vez que podía y esos días donde todavía no tenia sueño a la noche los usaba para leerlo. Tenia tanta historia compactada que necesitaba de alguna manera estar despierto y prestarle real atención. Se sentó en su cama y se puso sus lentes. En realidad los necesitaba para ver de lejos, una pequeña miopía que se estaba volviendo molesta. Sabo odiaba el hecho de tener que usar lentes, sentía que lo hacían ver mas nerd de lo que era (¿quien sospecharía de un chico de 1,87m con el cuerpo musculoso verdad?). Pero también le servían para descansarle la vista y como no los usaba seguido, tenia los ojos un poco cansados. Paseando por el texto, se perdió en ese mundo fantástico, sin estar muy pendiente del griterío que había fuera de su habitación.
Luego de haber leído unas buenas 20 paginas, se dio cuenta que ya no se escuchaba nada en la casa. Revisó el reloj de su celular, marcando la 1 de la mañana. Cerró el libro con suavidad, para devolverlo a su lugar en la mochila. Debía descansar, el día de mañana seria pesado y no quería andar durmiéndose en clase (o mejor dicho, no quería que Koala se burlarse de él). Apagó la luz de la lámpara y se acostó en su cama. El sueño llegó rápidamente a él.
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Sabo se despertó con el griterío que estaban haciendo Luffy y Ace, peleándose por algo realmente sin sentido. Se rascó la cabeza y se puso su sombrero. Vio como sus hermanos inútilmente se peleaban, hasta Luffy estaba intentando golpear a Ace con sus poderes de goma. Un puño del menor salió disparado hacia el rubio y de pura suerte lo pudo esquivar.
- Ya déjense de pelear! No puedo dormir así! - Los separó, poniéndose en el medio para que no volvieran a agarrarse a los golpes.
A pesar de esa pequeña pelea, luego de que Dadan apareciera y los regañara, rápidamente Ace y Luffy se volvieron a amigar. Sabo suspiró, ellos dos se parecían mas de lo que querían admitir.
Ese día habían quedado en ir a su base secreta y armar sus planes para salir al mar. Habían acordado salir a los 17 años, pero había mucho por hacer todavía. Ace había robado una tela negra de los bandidos y quería usarla para hacer una bandera de ellos 3. Luffy se emociono de sobremanera, saltando y gritando como solía hacerlo siempre. Los 3 se apresuraron a ir a su base corriendo, encontrándose con alguna que otra bestia en el camino, nada que los 3 juntos no pudieran resolver. Al llegar al lugar, Sabo saco de una caja que había allí unos pinceles y pintura, robados de la ultima vez que estuvieron en el reino de Goa. Hubo una mini pelea entre el color rojo con Luffy y Ace, ya que los dos lo tenían de favorito. Sabo rió divertido, con un pincel con pintura azul en la mano. Finalmente, Luffy cedió ante el color rojo y se quedó con el amarillo, justificando el color de su playera de ese día.
Luego de planear el diseño de la bandera y dejárselo a la mano mas talentosa de los 3, ósea Sabo que sabia escribir, decidieron hacer un simple “ASL” en dicha bandera. A en rojo, S en azul y la L en amarillo. Los 3 estaban satisfechos con su trabajo, y dejaron secar la pintura por unas dos horas. Se pusieron a jugar con algún juego que había por allí tirado para pasar el tiempo. Una vez secada la bandera, Ace se subió al pequeño mástil que habían hecho entre los 3 e izó la bandera.
Ondeando fuerte contra el viento, se notaban claramente las 3 letras y los hermanos gritaron de felicidad. La bandera había quedado genial y era otra demostración de el lazo de hermandad entre ellos.
- ¡Recuérdenlo! ¡¡A pesar de la distancia, nosotros siempre seremos hermanos!! - Gritó Ace alzando su brazo derecho y luego Sabo y Luffy hicieron lo mismo gritando emocionados. Bajaron de su base para admirar su trabajo, para luego concordar en que debían buscar la cena. Quería comer carne de oso ese día, por lo que los 3 se encaminaron hacia una de las colinas.
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Sabo se despertó de un golpe en medio de la noche. Recordaba vívidamente el sueño que había tenido. Aventuras, poderes extraños y un juramento que no entendía muy bien. Promesas de salir al mar y ser piratas. Se rascó el cabello, no sabia bien de donde habría sacado un sueño así. No tendría que leer fantasía antes de dormir, pensó. Le sorprendió lo detallista que había sido su cerebro al enhebrar tal historia con sus hermanos, viendo lo que pasaba como su fuese una 4ta persona. Le gustaba el atuendo que tenia su pequeño yo.
Pero no podía evitar que un sentimiento de angustia se planteara en su estomago y no sabia muy bien el porque. No tenia mucho sentido, simplemente había sido un sueño tonto. Sin darle mucho interés, volvió a acostarse para dormir.