Tres meses después
Residencia Kuran
Mira maldita mocosa más vale que hoy mismo te vayas de esta casa – hablo una muy molesta Ruka observando con odio a la adolescente, la mayor ya estaba muy molesta por ver como esa mocosa del demonio no perdía ninguna oportunidad para estar al lado de Kaname.
No lo haré hasta que mi hermano aparezca, además debo de cuidar a Kaname sama – contesto la castaña igual de molesta, no le gustaba que esa mujer quiera apartarle de su gran amor en ese momento tan crucial donde necesitaba mucho apoyo y ella estaba dispuesta a dárselo.
Paren las dos de una buena vez – dijo un molesto Takuma al ver como esas dos mujeres no dejaban de pelearse durante todo esos meses que habían transcurrido – Yuuki tu padre acaba de llamarme y está muy preocupado de no saber cómo estás y lo mejor será que regreses hoy mismo a tu casa – hablo a modo de regaño el rubio a la menor quien solo se quedo callada por la llamada de atención del varón – y Ruka ya estás muy grandecita para estar comportándote como una niñita maleducada… Kaname no necesita más problemas de los que ya tiene – exclamo el varón dejando a ambas mujeres calladas y avergonzadas por sus comportamientos infantiles.
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“Zero mi amor ¿donde estas?, por favor Dios mándame una señal para saber donde esta mi esposo” rogo internamente el castaño, había hecho de todo por encontrar a su amado doncel pero todo parecía que la tierra se lo hubiera tragado, solo le quedaba rogar por su bien estar y encontrarlo pronto.
Al paso que voy enloqueceré – susurro a la nada mientras observaba el techo de su gran habitación – Zero… Zero dime como puedo seguir adelante si tu eran todo para mi… todo – hablo con pesar dejando que más lagrimas salieran de sus ojos al recordar cómo se habían conocido y lo felices que eran hasta el día de su boda.
Llorar de esa forma y estar lamentándote las 24 horas del día no solucionaran tus problemas Kaname – dijo el rubio ingresando a la habitación de su amigo quien se encontraba recostado en su gran cama matrimonial llorando como todos esos meses que habían pasado.
No puedo más con este dolor Takuma… Zero era todo para mí y bien sabes tú porque – le confesó Kuran cerrando sus ojos al recordar su pasado y como su doncel le había ayudado a salir adelante y sacado de ese estado.
Lo sé amigo – fue su corta respuesta del rubio al igual recordar como su amigo estaba completamente destruido y Zero le había sacado de ese estado – Rido no se que busca secuestrando a tu esposo pero te puedo asegurar que Zero está bien y muy pronto lo encontraremos – hablo seguro de sus palabras Takuma mientras se sentaba en la orilla de la cama de Kaname.
Solo quiero encontrarlo y tenerlo junto a mi – contesto Kaname sentándose para mirar a su gran amigo que igual le miraba dándole su apoyo como siempre – te agradezco que siempre estés a mi lado – dijo mientras se retiraba sus lagrimas – moveré cielo, mar y tierra para encontrar a mi esposo, no importa si me lleva el resto de mi vida pero lo buscare – hablo decidido el castaño.
Ese es el Kaname Kuran que yo conozco y cuenta con mi apoyo, amigo mío – ambos se pusieron de pie para posterior darse un apretón de manos pactando su apoyo.
Ambos varones salieron decididos de esa habitación para comenzar con su nueva búsqueda, decididos a buscar por debajo de las piedras si era posible con tales de encontrar a Zero Kiryuu tal vez esta vez sus esfuerzos valdrían la pena.
Rusia “Moscú”
Zero se encontraba observando por la enorme ventana de cristal como la nieve caía por todo el país cubriendo con su manto blanco los techos y calles de la gran ciudad “ya son seis meses que no te veo Kaname” pensó el doncel dejando que una fina lagrima saliera por uno de sus bellos ojos y rodara por su mejilla, Zero se limpio la única lagrima que se le escapo y con esa misma mano comenzó a acariciar su abultado vientre donde se encontraba su hijo.
Deberías colocarte un suéter, el frio esta cada vez más fuerte – sugirió Rido que ingresaba a la habitación de su esposo, el peliplata solo se dio la vuelta y asintió en silencio para ir rumbo a su gran armario donde saco un abrigo y se coloco con ayuda del varón.
Me gustaría salir por una vez a pasear – murmuro el doncel con la esperanza de que esta vez Rido le dejara salir a las enormes calles y sentir la brisa del viento y la nieve, extrañaba su libertar y los brazos cálidos de Kaname.
Te portaste muy bien estos meses y tal vez podamos salir si continuas de la misma forma cariño – susurro el varón en el oído del peliplata que se estremeció al sentir las manos del mayor en su cintura y como estas bajaban por sus piernas que estaban cubiertas por la tela fina del kimono blanco que tenia puesto por obligación y capricho del varón.
Rido… no – fue lo único que dijo al sentir como sus labios eran sellados por los labios del contrario que comenzó a besarlo con ansias – Ri-Rido… ahaaa – trato de detener las manos del mayor que subía su kimono pero dejo salir un gemido al sentir como era tocado su parte intima con rapidez acto que le causo reacción en su frágil cuerpo y sus hormonas y sensibilidad no le ayudaban.
Te deseo tanto Zero – murmuro con excitación Rido al volver a sentir el cuerpo tan cálido de su doncel, se había contenido esos tres meses por su estado delicado pero ya no podía aguantar además que el médico le había informado que ya no corría ningún riesgo – todo este tiempo aguante por tu estado pero hoy el doctor me dijo que ya no hay peligro – conto Kuran mientras acercaba la cadera del doncel a su pelvis su otra mano desabrochaba su pantalón y bajaba el cierre para bajarlo junto a su ropa interior.
No… por favor ahaaa – fue todo lo que pudo decir Zero al sentir como era invadido nuevamente por ese hombre que le causaba sufrimiento, Rido al volver a sentir nuevamente esa estreches y calidez no pudo soportar y comenzó a penetrar al peliplata con algo de fuerza.
Zero… no sabes… lo feliz que soy – le susurraba al oído mientras aumentaba sus penetraciones más, quería ingresar más profundo y ser uno solo con su amado pero sabía que eso no se podía – di que me amas cariño… di que me amas solo a mi – murmuro el varón sin dejar sus embestidas, el doncel solo se apoyaba con su manos a la pared para no golpear su barriga – dilo – le ordeno para embestirlo con más fuerza logrando que el menor se quejara.
Te… amo… Rido – dijo con dolor, sabía que si no le decía esas palabras él se molestaría y lo lastimaría, no quería que nada le pasara a su hijo y menos ahora que se había enterado de una verdad y parecía que el médico no le había contado nada al Kuran “mejor que sea así, porque la verdad no se que sería capaz de hacer este hombre” pensó Zero aguantando las ganas de vomitar por la repulsión que sentía por Rido.
Si… yo igual te amo cariño – respondió el mayor extasiado al sentir cerca el final, aumentando mas sus velocidad en sus penetraciones – tu eres mío Zero… solo mío – confeso el varón con posesividad y obsesión insana al pensar que ese bello doncel lo amaba y le daría un hijo – eres mío Zero – dijo para correrse en el interior del doncel quien aguanto sus nauseas y vómitos al sentir nuevamente ese espeso liquido dentro de su cuerpo correr por sus entrañas.
El doncel estaba por caer al piso pero fue detenido por el mayor quien le sujeto con delicadeza y le cargo al estilo nupcial para llevarlo a la recamara y depositarlo en la cama matrimonial, se acostó a su lado y cubrió ambos cuerpos con las sabanas y descansar.
Descansa cariño que Rini se molestara y no te dejara dormir como la noche anterior – le recordó el mayor depositando un beso en la frente de su pareja, Zero cerró sus ojos y se quedo dormido, Rido le observo con cariño y amor al haberse enterado que su hijo seria una niña eso le había dicho el médico hace un mes atrás.
En su obsesionada cabeza Rido había creado un mundo feliz donde seria era su esposo y tendrían una bella hija de nombre Rini y serian muy felices sin saber que muy pronto eso acabaría donde un inocente pagaría con su sufrimiento y desdicha.
Continuara…………………………………………