Justo como había aconsejado Jonghyun, Minho se preparo todo el día siguiente para lo que fuera. Toda la mañana estuvo practicando hacer todo tipo de actividades caseras, cocinar, planchar, manejar. Así como también entrenamiento físico, y actividades de protección. Desde acrobacias, puntería con armas de fuego, el uso de armas blancas, entre otras cosas. Pasó todo el día practicando sin descanso alguno, hasta que dio la media noche y decidió que había sido suficiente, ya que tenía que guardar fuerzas para el día siguiente. Tomó una relajante ducha, y se dispuso a dormir, listo para cualquier cosa que pudiera suceder.
A la mañana siguiente, se levanto muy temprano, tomo una rápida ducha; su vestimenta aparentaba ser algo elegante, pero a la vez era muy práctica. Desayuno una manzana y un licuado de platano y se dispuso a descansar, mientras esperaba la hora acordada para la siguiente prueba. Se había quedado dormido en la sala principal, cuando una vocecita chillona lo despertó.
– ¡Oppa! – Minho abrió sus ojos lentamente, topándose con el rostro de Yoona.
– Yoona – Dijo con fastidio. – Déjame descansar.
– Ni lo pienses. Hay una cosa para la cual no te has preparado. – Aquello desconcertó a Minho, ya que estaba seguro de haberse preparado para todo.
– ¿Que? ¿Qué es lo que me falta? – Confundido, observaba a su amiga.
– No te preparaste para… – Hizo una pausa dramática muy larga.
– ¡Ya dilo! Sabes que no me gusta esperar. ¡Me desesperas! – Dijo Minho con fastidio.
– Esta bien, pero no te enojes. – Yoona acerco sus labios al oído del pelinegro, para susurrar o siguiente. – Debes prepararte para crear conjuntos con cualquier cosa que pongan frente a ti.
– Yoona, eso es una tontería.
– ¡Claro que no! Recuerda que ese tal KiBum es un amante de la moda. – Aquello le cayo como un balde de agua frio, lo había olvidado por completo.
– Creo que tienes razón.
– Vamos, debemos practicar. – Yoona tomo a Minho del brazo, para llevarlo a su auto y llevarlo a un centro comercial.
– ¿Por qué vinimos aquí? – Minho comenzaba a fastidiarse.
– Aquí, será nuestro lugar de trabajo, solo tienes una hora antes de tu prueba. No tenemos mucho tiempo. – Decía Yoona, con determinación tomando a Minho del brazo para llevarlo por todo el centro comercial.
Visitaron tienda tras tienda, y para Minho aquello no había sido una perdida de tiempo, ya que gracias a su amiga había aprendido mucho en ese corto tiempo. A cambio de su ayuda, Yoona hizo que Minho prometiera que ella podría quitarle la virginidad a Taemin cuando lo tuvieran secuestrado, o antes de matarlo. Aquello le causo mucha gracia a Minho, ya que su amiga en serio no se rendiría con esa idea. Aunque la risa le duro poco, al pensar en Taemin, y recordar lo delicado y tierno que se veía, le preocupo la rudeza con la que Yoona pudiera actuar, inclusive pensó en el ser el primero y ya después vería si accedería a prestárselo a su amiga. Al darse cuenta de sus pensamientos, no pudo evitar golpearse mentalmente, tenia que concentrarse, no podía permitirse tener ese tipo de pensamientos.
La hora acordada estaba por llegar, por lo que Minho se dirigió con rapidez a la mansión de los Lee. Al llegar, pasó por la misma rutina de hace dos días, pero esta vez las flechas lo llevaban a otro lugar, dentro del mismo edifico de la vez anterior. Subió unos cuatro pisos, hasta dar con el tan famoso cuarto “misterio”. Aquel nombre le parecía extraño y a la vez gracioso. Toco la puerta de aquel cuarto, y a los pocos segundos, abrió un chico que Minho no había visto antes. El joven tenía una cesta de pollo, la cual estaba comiendo con mucho ímpetu. Aquel pollo había provocado que el estomago de Minho gruñera, lo que hizo que el chico lo mirara con cara de pocos amigos.
– ¡Es mi pollo! Ni creas que re compartiré. – Amenazó el castaño.
– No te preocupes, no te lo quitare. – Minho le dedico una sincera sonrisa, lo que hizo que el contrario se tranquilizara.
– ¡Ja! Me agradas chico. ¿Cuál es tu nombre? – Le sonrió esperando una respuesta. Aquella sonrisa le pareció muy linda a Minho, pero en su inconsciente sabia que no se comparaba con la sonrisa de Taemin. Y de nuevo se castigo mentalmente por pensar en su objetivo de aquella forma.
– Mi nombre es Minho. ¿Cuál es el tuyo?
– Lee Jinki, un placer. Pero puedes decirme Onew.
– Un gusto Onew. – De alguna forma, a Minho le agrado aquel chico al instante.
– Bueno, adelante Minho, todavía estamos en la espera de un participante. – Aquella palabra le causo gracia a Minho, ya que le hacia pensar que todo aquello era un reality show.
– Claro. – Minho entro en la habitación, pero al entrar no se lograba distinguir mucho. Solo había cuatro sillas alumbradas, de las cuales dos ya se encontraban ocupadas. Cada silla tenia un nombre, las dos restantes decían: “Minho” y “Joon”. Minho tomo asiento en la silla con su nombre. Esperaron aproximadamente una hora, hasta que llego el ultimo participante, Joon. Pasaron unos minutos más de espera, sin saber que es lo que harían. Cuando de repente entraron por la puerta de aquella habitación, Key, Jong, Tae y Onew.
– Bueno chicos. – Hablo el chico de mirada felina. – Gracias por su paciente espera. Primero nos presentaremos con ustedes.
– Un gusto. – Hablo en más bajo de estatura de los cuatro. – Mi nombre es Jonghyun, y soy el novio de Key. – Aquello ultimo lo dijo con orgullo mientras un ligero sonrojo aparecía en su rostro.
– Yo soy Key. – Dijo secamente. – Y si quieren el empleo, más vale que se esfuercen.
– Yo soy Jinki, pero pueden decirme Onew. – Les dedico una cálida sonrisa.
– Hola. Yo soy Taemin. – Dijo el pelirrojo, con un notorio sonrojo, quien observaba con discreción a Minho.
– Listo. Terminamos con las presentaciones. – Comenzó a hablar Jonghyun. – Lo que harán hoy, es una lista con una variedad de actividades, muy diferentes una de otra.
– ¡Luces! – Grito Key, dando un chasquido a la vez.
En menos de un segundo, la sala completa se ilumino, dejando ver todo tipo de secciones en ella, área de cocina, área de tiro al blanco, área de diseño de interiores, entre muchas otras. Prácticamente aquella sala, era todo el piso completo de aquel edificio, lo cual genero un notorio asombro en los espectadores.
– Su primera etapa consistirá en preparar una deliciosa comida para su servidor. –Habló Onew. – Deberá ser algo rápido de preparar, con buena presentación y buen sabor.
– Su segunda misión será sorprendernos con sus dotes artísticos de canto y baile. – Dijo Jonghyun con alegría, mientras los presentes mostraban una cara llena de confusión. – Yo seré el juez de esta ronda.
– En tercer lugar, tendrán que mostrarme sus habilidades en cuanto a moda. Y déjenme decirles, que no me dejo sorprender fácil, queridos. – Hablo el de mirada felina.
– Y por último, pero no menos importante, tendrán que demostrar que son capaces de protegerme. – Hablo Taemin con seguridad, lo cual a Minho le había sorprendido, ya que no esperaba que fuera a hablar, e imaginaba que se quedaría todo el tiempo cabizbajo, sonrojado y apenado. Minho no pudo evitar sonreír ante su seguridad inesperada. – O bueno, tendrán que proteger a este maniquí replica mío. – Mostro un maniquí exactamente igual a él, era casi una replica exacta. Minho solo pudo pensar que aquel maniquí no había justicia a la belleza natural de Taemin.
– Al finalizar las 4 pruebas, les daremos nuestro veredicto, y sabrán quien será la persona afortunada de poder proteger a mi retoño. – Explicaba Key. – En cada etapa, nosotros 4 calificaremos su desempeño, y el que al final obtenga la calificación más alta, será quien obtenga el puesto.
– Disculpen. – Hablo Joon, levantando su mano pidiendo la palabra. Había algo en ese chico que irritaba a Minho, pero no sabía que era aquello que lo provocaba. – Tengo una pequeña duda… – Key asintió para que el chico siguiera hablando. – ¿Para qué tenemos que bailar y cantar?
– Por que se me dio la gana. ¿por qué? ¿tienes algún problema? – Hablo Key con un ligero aire de diva.
– No, solo era simple curiosidad.
– Bueno, si no hay más dudas. Les daremos 30 minutos de preparación antes de comenzar con la primera prueba. – Vociferó Onew.
Los cuatro salieron del salón cerrando la puerta tras de ellos. No habían pasado ni 5 minutos, cuando Taemin entro corriendo por la puerta.
– Olvide decirles… – Hablaba entrecortadamente. – Después de las 4 pruebas, se les aplicara un pequeño examen de conocimiento general, serán aproximadamente 100 preguntas. – Taemin les dedico una amplia sonrisa, con un ligero sonrojo, lo que provocó en Minho un ligero revoloteo en el estómago. No entendía que estaba pasando con él y eso lo confundía. Cuando Taemin salió de la habitación, Minho noto que tenia un ligero sonrojo, que no sabia en que momento comenzó. Para él, el tiempo pasaba demasiado lento, y sentía que aquello sería eterno.