Minho, a pesar de la confianza que tenía en sí mismo, no podía creer que les gustará tanto aquella ensalada de pollo, ya que la consideraba algo muy sencillo y simple; el que dieran tanto crédito a algo tan “simple” para él, aumentaba su ego. Ahora debía prepararse para la siguiente prueba, la prueba de Jonghyun. Le habían otorgado 15 minutos para prepararse antes de la siguiente etapa, lo cual para Minho era tiempo regalado, ya que no consideraba el necesitarlo. Tenía una canción en mente que, a pesar de ser un poco antigua, consideraba ser perfecta para impresionarlos, conocía a la perfección la canción completa, su coreografía e incluso dominaba su rap, por lo que era la canción perfecta. El carismático Minho estaba confiado en que tenía ganada aquella siguiente etapa.
Pasaron los 15 minutos de “descanso” y regresaron a la habitación los cuatro chicos. Jonghyun guio a Minho hasta el área en donde podría realizar su presentación artística.
– Bueno, veamos lo que tienes chico. – El menor de estatura hizo una seña al alto para que usara la computadora en aquel lugar, para poder reproducir la pista de la canción que pesaba interpretar. – Dime, ¿con que canción me sorprenderás? – Hablo con curiosidad Jong.
Mientras Jong hablaba, Minho había encontrado con rapidez la pista que necesitaba para poder comenzar con su presentación. – Ya lo verás. – Aquello pareció intrigar a los presentes, y todos prestaron atención a la melodía que comenzaba a sonar de fondo. Los chicos reconocieron aquella canción a los pocos segundos, mostrándose algo sorprendidos por aquella elección, a excepción de Key quien solo observaba con detenimiento a Minho, en busca de alguna falla.
La pista comenzó, y con ella Minho esperaba el momento de su entrada. Taemin por su parte observaba al chico alto y moreno con asombro, mientras sus mejillas se sonrojaban, debido a lo varonil y sexy que aquella interpretación lo hacía ver, a su perspectiva le quedaba muy bien la fachada de chico malo. Por algún motivo el corazón del mejor comenzó a latir con mayor rapidez, mientras transcurría el cover de Warrior del grupo B.A.P. por parte de Minho. Ninguno de los presentes podía con el asombro de la perfecta interpretación de Minho. Al finalizar, el alto volteo de inmediato en busca de Jong, ya que quería observar su reacción ante su desempeño. Todos los presentes, tenían la boca ligeramente abierta por el asombro. Minho quiso ver la reacción de los demás y al toparse con el rostro de Taemin, inevitablemente sintió una inmensa ternura ante aquel rostro de asombro y desconcierto que mostraba, Minho atribuyo aquel sentimiento a su cansancio, creyendo que ese debía ser el único motivo de aquellas reacciones tan raras que su cuerpo presentaba.
– ¿Y? … ¿Qué tal estuvo? – Habló Minho esperando que reaccionara. Todos a excepción de Key aplaudieron de pie aquella presentación, adulándolo por tan buen desempeño.
– ¡Ya basta! – Interrumpió con enojo el chico de mirada felina. – No es tiempo de adularlo, aún quedan otras pruebas pendientes, así que no cantes victoria, ojón.
– Claro, si esto solo es el comienzo, aun tengo munchos talentos que sacar a flote. – Respondió con desdén el alto.
– ¡JA! No me hagas reír. – Parecía que Key estaba listo para sacar las garras.
– Vamos, no perdamos tiempo, sigue tu prueba. ¿o me equivoco? – Podía sentirse la tensión en el aire. Key estaba a punto de explotar.
– ¡Así es! Y créeme que no lograras pasarla. – Amenazó Key, mientras se levantaba orgulloso al pensar que sus palabras se harían realidad.
– ¿Cómo lo sabes? ¿Acaso ya me viste en acción?
– Querido, es casi imposible sorprenderme con algo relacionado a moda.
–¿Apostamos? – Aquella palabra llamo la atención de Key, quien dejo al moreno seguir hablando. – Si llego a sorprenderte, tendrás que contratarme como Chef, aunque no logre pasar alguna de las pruebas siguientes. – Minho se acerco a donde se encontraba Key, para extender su mano en espera de que el contrario aceptara la apuesta.
– Me parece bien. Pero, si no lo logras, ni te preocupes en presentar las pruebas faltantes, y te largas de aquí. ¿Entendido?
– ¡Perfecto! – En ese momento Key acepto el trato, tomando la mano de Minho con firmeza. – Pero tengo que advertirte algo… A mí, nadie me gana.
– Eso lo veremos. – Pareciese que ambos trataban de matarse con la mirada.
–Claro… –Minho comenzó a hablar, pero fue interrumpido abruptamente.
– ¡YA! – Grito Taemin fastidiado de aquella pelea. – ¡Ustedes dos! Dejen de hacer apuestas, esto no es un puto casino. Así que olvidarán esa estúpida apuesta y harán que esta competencia sea justa para todos. – Dijo casi gritando Taemin, pareciese que el mismísimo Lucifer había tomado posesión de su cuerpo. – Todo esto es para encontrar a MI guardaespaldas, así que YO, debo estar de acuerdo con la decisión que NOSOTROS hagamos en conjunto, y no en base a estúpidas apuestas. – Taemin fulminaba a ambos con la mirada, en realidad estaba molesto. Key y Minho solo pudieron asentir, tragando saliva, y se dedicaron una ultima mirada, pero esta era más de espanto que de odio. A todos los presentes les sorprendió aquella reacción poco usual en el menor. Usualmente pareciese un angelito que no mataría ni a una mosca, pero en esos momentos, sentían que en cualquier momento chasquearía los dedos y todo a su alrededor comenzaría a arder en llamas.
– Bueno. – Habló Key después de unos segundos de asombro, rompiendo con aquel silencio incómodo. – Tendrás 10 minutos para idear tres conjuntos con la ropa y accesorios que tendrás frente a ti. – Comenzó a explicar mientras caminaba guiando a Minho a la siguiente área dentro de aquella habitación en donde se encontraba una gran mesa con prendas dobladas por toda la mesa, y en la parte inferior diversos zapatos. Además de otra mesa un poco más pequeña con accesorios de todo tipo. – Tendrás que crear un atuendo de invierno, lo suficientemente abrigado para que pueda soportar temperaturas de 0°C. Un conjunto casual de verano, y el tercero, pero no menos importante, el conjunto perfecto para una cita. – Todo aquello lo dijo sin dedicarle una sola mirada a Minho, al terminar lo observo con una sonrisa algo sínica, ya que estaba seguro de que el moreno no lograría crear los tres conjuntos. A pesar de aquello, Minho mantenía una postura relajada y confiada, mientras tomaba su lugar y esperaba que el chico de mirada felina le indicara cuando podría comenzar.
Key dio la señal y Minho comenzó a examinar toda la ropa en aquella mesa, repasaba en su cabeza los consejos que su mejor amiga le había brindado más temprano aquel día, mientras comenzaba a crear sus diseños. Comenzó con el más fácil a su parecer, el conjunto casual de verano. Escogió algo sencillo, pero a su vez colorido y fresco, aunque por más que pensaba en los conjuntos, sentía que Taemin luciría bien con cualquier cosa que vistiera. El primer atuendo consistía en una camisa de botones de manga corta, de mezclilla clara, con botones café, y una bolsa ubicaba a la altura del pecho color café. A esto agrego unas bermudas color caqui, con un cinturón café del mismo tono que el bolsillo de la camiseta, y unos mocasines azules con las costuras café. Prosiguió con el conjunto de invierno, el cual consistía en una playera de manga larga gris, sin detalles con cuello en V, una chaqueta negra de botones, unos pantalones negros, que aparentaban ser de mezclilla, pero era una tela más gruesa, y unos botines negros a juego; una bufanda guinda y un gorro a juego. Y finalmente selecciono la ropa para una cita perfecta. Este conjunto fue el que más hizo pensar a Minho, ya que no estaba seguro de que elegir, pero se imagino siendo el quien esperaba a Taemin, sentando en una mesa de un restaurante, mientras el chico entraba caminando lentamente, y en aquella fantasía encontró el atuendo perfecto. Aunque aun no comprendía el motivo de que aquella fantasía lo hiciera sonreír, se dispuso a crear el conjunto. Una camisa ligera negra con mangas, un saco blanco, pantalones de mezclilla negros, y unos zapatos blancos. Aunque era algo sencillo, le parecía que Taemin luciría perfecto en aquel atuendo. Se encontraba en su trance imaginando al menor vistiendo aquellas cuando sonó la campana indicando que el tiempo había terminado.
– Tu tiempo termino. – Indico Key acercándose al lugar. – Muéstrame los conjuntos.
– Enseguida. ¿Te los muestro? ¿o que Taemin se los pruebe? – Sugirió Minho, ya que quería verlo en aquellos atuendos que había creado.
– ¡Baby! – Llamo Key a Taemin, quien se acerco al instante.
– ¿Mande?
– Vez con Minho, para que te pruebes los conjuntos, y veamos que tan malo es en esto. – Sonrió con malicia el de ojos gatunos.
– Esta bien. – Sonrió Taemin, y siguió a Minho.
– Taemin… – Llamo al mejor por primera vez, aquello le produjo un sentimiento extraño en el estómago. El chico lo volteo a ver al instante. – Mira, no prometo que te gusten. Solo pruébatelos, y si no te gustan, no me lo digas.
A Taemin aquello le extraño, pero respondió. – Claro Hyung. ¿Le digo algo? – Minho asintió. – Yo quiero que usted gane. – Dijo el menor con un ligero sonrojo en el rostro, lo que derritió el corazón de Minho.
– ¿Yo? ¿Por qué? –Aquello le hizo sentir feliz, e hizo que su ego se elevara un poco más.
– Porque usted es genial, es diferente de los otros y siempre de alguna forma, nos termina sorprendiendo, y eso me gusta.
– Bueno, espero no defraudarte. – Soltó una risilla nerviosa. Mientras el menor entraba a cambiarse.
– Suerte. – Le deseo sinceramente Taemin entrando al vestidor para probarse los atuendos.
Taemin se probo los tres conjuntos, mostrándoselos en una especia de pasarela a los presentes. Minho se sintió orgulloso de su elección, ya que la menor lucia hermoso con cualquiera de sus atuendos. Minho ya no podía controlar sus pensamientos hacía el menor, pero siempre terminaba regañándose internamente al desconcentrarse de aquella forma, ya que el tenía una misión que cumplir.
– Bueno, lo admito, no te fue tan mal como me hubiera gustado. Pero tengo un mejor gusto que el tuyo. – Admitió su derrota a regañadientes. – Solo te faltan dos pruebas más, que espero no logres pasar. Prepárate.
– No necesito prepararme. – Respondió con confianza Minho. – Soy perfecto en todo lo que hago.
– Señor perfección. – Habló Onew interrumpiendo lo que prometía ser otra riña entre ambos. – Es tiempo de dejar de presumir. Te daremos 10 minutos para descansar y después presentaras la próxima prueba.
Aquel apodo le agrado a Minho. – De acuerdo. – A Minho cada vez le agradaba más Onew.