Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Strunz por Momino

[Reviews - 342]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡¿Qué creían?! ¿Que ya no iban a tener más de mi? Pues están muy equivocados.

No les hago perder más tiempo, solo les digo que las explicaciones las haré en las notas finales y una sorpresita que puede les interese.

¡Lean!

Capítulo 15

 

Entrando tarde a trigonometría, el último día de clases antes de las vacaciones, me deslicé en mi asiento e hice una mueca. Había una enorme posibilidad de que me hubiera roto el trasero la noche anterior. Sentarme era extremadamente doloroso. Karin levantó una ceja mientras me miraba luchar para ponerme cómodo.

—¿Estás bien, dobe? —preguntó Sasuke, haciéndome saltar un poco.

—Sí—dejé salir el aire mientras me giraba cuidadosamente, sorprendido de que no me hubiera pinchado con su pluma favorita—. Sólo dormí mal, ttebayou.

Sus ojos eran agudos. —¿Has dormido en el suelo o algo así, usuratonkachi?

Me reí secamente. —Se siente como eso, de veras.

Sasuke me impidió dar la vuelta. —Naruto...

—¿Qué? —La inquietud se deslizó a través de mí. Cuando él me miró, me sentí expuesto hasta la médula.

—No importa —se echó hacia atrás con los ojos entrecerrados mientras cruzaba los brazos—. ¿Sigue en pie lo de esta noche?

Mordí mi labio, asentí con la cabeza, e hice una nota mental para recoger algunas bebidas energéticas de camino a casa. Cuando había regresado la noche anterior, violenté el escondite secreto de mamá para los chocolates. Eso no hizo nada para ayudar a reponer mi energía. Me giré, apreté los dientes e hice caso omiso a la llamarada de dolor. Podría ser peor. Podría estar muerto ahora mismo.

Estar sentado en mi lugar durante la clase apestaba a la enésima potencia. Me dolía el cuerpo de golpear el suelo frío y duro. Mi único indulto fue que Pain no estuvo en Bio, y yo no estaba seguro de cómo sentirme al respecto. Había permanecido despierto la noche anterior, repitiendo todo lo que había sucedido. ¿Pain habría dejado que saliera lastimado seriamente, o que muriera si yo no hubiera sido capaz de usar la fuente para acabar con el Arum? Yo no tenía una respuesta, y eso me preocupaba.

Al salir de Bio, Kakashi me llamó. Esperó hasta que la clase estuvo vacía antes de hablar. —¿Cómo te estás sintiendo, Naruto?

—Bien, dattebayou —le dije, sorprendido—. ¿Tú?

Kakashi sonrió con fuerza mientras se apoyaba en la esquina de su escritorio. —Parecía que algo te dolía durante la clase. Espero que mi conferencia no fuera tan mala.

Me sonrojé. —No, no es tu clase, de veras. He dormido mal anoche. Ahora estoy todo dolorido, ttebayou.

Él miró hacia otro lado. —No quiero retenerte, pero cómo...

Ahora entendía por qué él me detuvo realmente. Eché un vistazo a la puerta abierta. —El bastardo de Sasuke está bien, de veras. Quiero decir, él está tan bien como puede estar, supongo.

Kakashi cerró los ojos un momento. —Ese chico es como un hijo para mí, tanto él como Sai lo son. No quiero verlo haciendo ninguna locura.

—No lo hará, en serio —le dije, queriendo tranquilizar al hombre. Y tampoco quería que Kakashi supiera que Sasuke acechaba a Kabuto. Dudaba que lo tomara bien.

—Eso espero —El mayor me miró, con los ojos inyectados en sangre—. Algunas cosas es mejor no saberlas... La gente busca respuestas y no siempre les gusta lo que encuentran. A veces la verdad es peor que la mentira —Se volvió hacia su mesa, jugando con un montón de papeles—. Espero que duermas mejor, Naruto.

Al darme cuenta de que había sido echado, salí de la clase, extrañado al máximo. ¿Había estado Kakashi bebiendo en el trabajo?

Porque esa había sido la conversación más extraña que había tenido con él. Y la más larga conversación a solas.

En el almuerzo, me uní a mis amigos y traté de olvidar lo de anoche. Mirar a Sai y Gaara besarse era una buena distracción. Durante los raros momentos en que su boca no se juntaba a la de él, el pelinegro habló sobre este fin de semana y Navidad. Cada vez que miraba hacia mí, sin embargo, había una tristeza en sus ojos. Un abismo se había desarrollado entre nosotros, y yo lo echaba de menos. Extrañaba a mis amigos tanto.

Cuando las clases terminaron, me dirigí a mi casillero para tomar mi libro de Inglés, ya que había una fecha límite de en cuanto la escuela comenzara de nuevo. Mientras lo metía en la mochila, oí mi nombre.

Levanté la mirada, tensándome cuando vi a Pain. —Eh... no estabas en Bio, ttebayou.

—He venido tarde hoy —dijo él, inclinándose contra el casillero junto a mí—. No vamos a poder practicar esta noche, o durante las vacaciones de Navidad. Tengo que visitar a unos familiares con mi tío.

Dulce alivio inundó mi sistema y me dejó mareado. Después de anoche, no estaba seguro de querer seguir entrenando con el surfista, a pesar de mi necesidad de ser capaz de defenderme. Ahora no era el momento de hablar de nada de eso. —Eso está bien, de veras. Espero que se diviertan, ttebayou —Hubo una distante mirada en sus ojos mientras asentía. Me aclaré la garganta—. Bueno, tengo que irme. Nos vemos cuando...

—Espera —dio un paso más cerca—. Quería hablar contigo sobre lo de anoche.

Cerré la puerta de mi casillero, en vez de golpearla bruscamente como quería. —¿Qué pasa con ella?

—Sé que estás enojado.

—Sí, lo estoy, de veras—lo enfrenté. ¿Él realmente no entendía por qué estaba enojado?—. Arriesgaste mi vida anoche, dattebayou. ¿Qué pasaba si no lograba usar la Fuente? Estaría muerto ahora.

—No hubiera dejado que te hiciera daño. —Sinceridad llenó sus palabras y sus ojos—. Tú estabas a salvo.

—Los golpes arriba, abajo y en los costados de mi cuerpo me están diciendo que duele, en serio.

Él dejó escapar un suspiro exasperado. —Todavía no entiendo por qué no estás más feliz sobre esto. El poder que demostraste es increíble, Naru.

Cambié la mochila de lugar en mi espalda magullada. —Mira, ¿podemos hablar del entrenamiento cuando vuelvas?

Parecía que quería discutir, porque esos círculos en sus ojos los hacían más profundos y revueltos, pero volvió la mejilla y dejó escapar un suspiro áspero. Yo quería estar fuera de la escuela, estar en casa, en mi cama, y estar lejos de él. Lejos de este chico que una vez creí que era normal, que quería ayudarme porque éramos iguales, y ahora no estaba seguro de si realmente le importaba en absoluto si sobrevivía a alguna de sus técnicas de entrenamiento.

Me cambié a un par de pantalones sueltos y una térmica cuando llegué a casa. Lo primero que hice después de eso fue tomar una siesta, y dormí la mayor parte de la tarde. Mamá se había ido para cuando me levanté. Me preparé un sándwich y luego reuní todos los libros que había adquirido en el último mes.

Los apilé al lado de mi ordenador portátil y estaba en proceso de configurar mi Webcam para que no hiciera demasiado zoom en mi nariz, cuando sentí aquel hormigueo familiar, como un aliento cálido en la parte de atrás de mi cuello. Eché un vistazo al reloj. Todavía no eran las diez.

Suspirando, me levanté, fui a la puerta principal y la abrí antes de que Sasuke pudiera llamar. Se quedó allí, con la mano levantada en el aire. —Realmente está empezando a no gustarme el hecho de que sepas cuando llego, dobe —dijo, frunciendo el ceño.

—Pensé que te encantaba, teme. Te permite ser un gran acosador, dattebayou.

—Ya te lo he dicho. Yo no te acoso, usuratonkachi —me siguió hasta la sala de estar—. Sólo lo uso para mantener un ojo en ti.

—¿Hay diferencia? —me senté en el sofá.

Sasuke se sentó a mi lado, presionando su muslo contra el mío. — Hay diferencia.

—A veces, tu lógica me asusta, de veras —Me hubiera gustado ponerme algo mejor. Él no tenía más que unos vaqueros y un jersey, pero se veía bien. Y mi térmico tenía sopas instantáneas pequeñas en él. Vergonzoso—. Entonces, ¿qué estás haciendo aquí tan temprano, teme?

Se recostó contra los cojines, estaba incluso más cerca que antes, con el aroma de una mañana otoñal. ¿Por qué, oh, por qué, tenía que estar siempre tan cerca? —¿Pipo no ha venido esta noche?

Me rasqué la nuca, ignorando el loco deseo de perderme en sus brazos. —No. Tenía algo que hacer con su familia, dattebayou.

Sus ojos se concentraron en el portátil. —¿Qué estás haciendo, dobe? ¿Otro de esos videos?

—Lo estaba planeando. No he hecho uno hace ya tiempo, pero luego apareciste. Plan arruinado, de veras.

Él sonrió. —Todavía puedes filmar uno, usuratonkachi. Te prometo que me comportaré.

—Sí, no va a suceder, bastardo.

—¿Por qué no? —Alzó la mano, y el libro en la cima de la pila se lanzó hacia él—. Oye, tengo una idea. Podría fingir ser él.

—¿Qué? —Fruncí el ceño mientras me mostraba al chico rubio de la portada—. Espera. ¿No querrás decir...?

Sasuke brilló, y en su lugar apareció una réplica exacta del modelo de la portada, desde el rizado cabello rubio, hasta los ojos azules y esa mirada inquietante. Vaya, todo un niño bonito. —Hola...

—Oh demonios —apreté su mejilla dorada. Real. Me eché a reír—. No puedes hacer eso, ttebayou. La gente se asustará, de veras.

—Pero llamaría mucho la atención, dobe —Me guiñó un ojo—. Sería divertido.

—Pero el modelo de la portada —Tomé el libro y lo agité—, es una persona de verdad, teme, en alguna parte, ttebayou. Probablemente se preguntará cómo acabó en mi vídeo, de veras.

Sus labios carnosos se torcieron. —Buen punto. —El modelo de la portada se desvaneció y reapareció Sasuke—. Pero no dejes que eso te detenga, dobe. Sigue adelante y fílmalo. Voy a ser como tu asistente.

Tratando de determinar si hablaba en serio o no, lo miré fijamente. — Yo no lo sé...

—Voy a quedarme completamente tranquilo. Voy a sostener los libros para ti.

—No creo que tengas la capacidad de estar completamente tranquilo. Nunca, teme.

—Te lo prometo, dobe —dijo, sonriendo.

Esto probablemente terminaría en un desastre, pero la idea de él estando en el video me tenía todo vertiginoso y divertido. Ajusté la cámara web para incluirlo en el cuadro y pulsé grabar.

Tomando una respiración profunda, comencé a hacer mi video blog. —Hola, soy Naruto de Naruto’s crazy Obsession. Lo siento por mi tan larga ausencia. La escuela y... —mis ojos se clavaron en Sasuke por una fracción de segundo—, otras cosas se han interpuesto en el camino, pero de todos modos, tengo un invitado, ttebayou. Este es...

— Uchiha Sasuke—respondió por mí—. Soy el tipo por el que se queda despierto por la noche y fantasea.

Mis mejillas se sonrojaron mientras le daba un codazo hacia atrás. —Y eso no es verdad. Él es mi vecino, de veras.

—Y el tipo con el que está completamente obsesionado.

Forcé una sonrisa débil. —Es muy egocéntrico y le gusta escuchar su voz, dattebayou, pero ha prometido guardar silencio. ¿Cierto?

Él asintió con la cabeza y sonrió angelicalmente para la cámara, pero sus ojos se agitaron con diversión. Sí, esto era una mala idea. —Creo que la lectura es sexy, dobe. —Sasuke se sonrió a sí mismo.

Mis cejas se alzaron por mi frente. —¿Lo piensas ahora, teme?

—Oh, sí, ¿y sabes qué otra cosa creo que es sexy? —Se inclinó hacia adelante para que toda su cara llenara la pantalla, y asintió con la cabeza hacia mí—. A Los bloggers les gusta esto. Es ardiente.

Rodando los ojos, le di una palmada en el brazo. —Retrocede, bastardo—susurré.

Sasuke se sentó y trató de permanecer en silencio durante los próximos cinco minutos. Me entregó cada libro, incapaz de abstenerse de hacer un comentario, y tomando como rehén a mi grabación completa.

Cosas como: “Este tipo parece estúpido”, o “¿Cuál es la obsesión con los ángeles caídos?” Mi favorita fue cuando puso un libro delante de su rostro y dijo: “Este tío segador suena como mi tipo de hombre. Tiene que matar para sobrevivir”.

Al final de la grabación, ni siquiera podía ocultar la estúpida sonrisa estampada en mi rostro. —Y eso es todo por hoy. ¡Gracias por su atención, dattebayou!

Sasuke prácticamente me tiró al suelo para hacer un último comentario. —No lo olviden. Hay cosas más geniales por ahí que ángeles caídos y chicos muertos. Sólo digo —guiñó un ojo.

Me imaginé a toda una legión de mujeres y donceles desmayados.

Empujándolo a un lado, di un respingo e hice clic en el botón de apagado en la página de la cámara web. —Te gusta verte a ti mismo siendo grabando, dattebayou.

Él se encogió de hombros. —Eso fue divertido. ¿Cuándo harás otro, dobe?

—La próxima semana si tengo más libros, ttebayou.

—Más libros. —Sus ojos se ensancharon—. Tienes como diez libros que acabas de decir que no has leído, usuratonkachi.

—Eso no significa que no voy a conseguir más libros, teme—sonreí ante su expresión de incredulidad—. No he podido leer mucho últimamente, pero lo haré, y luego no voy a quedarme sin nada nuevo para leer, de veras.

—No has tenido tiempo a causa de él, y eso es ridículo, dobe —miró hacia otro lado, con la mandíbula tensa—. La lectura es algo que amas. Lo mismo que tu blog, has abandonado por completo esas cosas.

—¡No lo hice, ttebayou!

—Eres un mentiroso, usuratonkachi —respondió—. He comprobado tu blog. Has hecho sólo cinco entradas en el último mes.

Mi mandíbula cayó al suelo. —¿Has estado acechando mi blog, también?

—Como dije antes, no estoy acosando. Estoy manteniendo un ojo en ti.

—Y como dije antes, tu razonamiento es defectuoso, bastardo—me incliné hacia adelante, cerrando mi laptop—. ¿Sabes? Lo que he estado haciendo absorbe bastante bien mi tiempo...

—¿Qué diablos? —Explotó, agarrando la parte de atrás de mi térmica y tirando hacia arriba.

—¡¿Hola?! —me retorcí, ignorando la reciente punzada de dolor—. ¿Qué estás haciendo, idiota? Quita tus manos de mí, dattebayou.

Levantó la mirada, con los ojos brillando con un toque de desesperación y venganza. —Dime por qué tu espalda luce como si te hubieras caído por la ventana de un segundo piso, Naruto.

Oh, mierda. De pie, me dirigí hacia la cocina, buscando algo de espacio. Sasuke estaba justo detrás de mí, mientras tomaba un vaso de leche de la nevera. —Yo... yo sólo me caí en el entrenamiento con Pain, de veras. No es gran cosa, sin embargo, dattebayou—Sonaba creíble, y la verdad enviaría una furia asesina que ahora mismo nadie quería. Y Sasuke no necesitaba otra cosa por la que estresarse—. Te dije que dormí mal porque me imaginé que te burlarías de mí, teme.

—Sí, me hubiera burlado de ti... un poco, pero demonios, Naruto, ¿seguro que no te rompiste algo?

En realidad no. —Estoy bien, ttebayou.

La preocupación se grabó en las líneas de su rostro mientras me seguía alrededor de la mesa, con ojos inquebrantables. —Has estado haciéndote mucho daño a ti mismo últimamente, dobe.

—No realmente, teme.

—Tú no eres torpe, Kitsune. Entonces, ¿cómo sigue pasando esto? —Avanzó hacia adelante, moviéndose como un depredador a punto de saltar. De repente, yo no estaba seguro de qué era peor: que se moviera a la velocidad de la luz o con pasos lentos y calculados, que enviaban escalofríos por mi columna vertebral.

—Me tropecé en el bosque la noche que me enteré de ti, dattebayou—le recordé.

—Buen intento —negó con la cabeza—. Estabas corriendo a toda velocidad en medio de un oscuro y desparejo bosque. Incluso yo... —Hizo un guiño—. Bueno, tal vez no yo, pero sí personas normales se hubieran tropezado. Yo soy demasiado impresionante.

—Bueno... —Kami, él estaba lleno de arrogancia.

—Parece que te duele.

—Lo hace, un poco, ¡en serio!

—Entonces vamos a corregir el problema —extendió la mano, sus dedos estaban borrosos.

—Espera, Uchiha —retrocedí—. ¿Vas a hacer eso?

—Curarte no puede doler. No en este momento —Trató de tocarme de nuevo, pero quité su mano—. ¡Sólo estoy tratando de ayudar, dobe!

Me había acorralado. —Yo no necesito tu ayuda, teme.

El músculo de su mandíbula se puso a trabajar mientras giraba su cabeza. Parecía como si se hubiese dado por vencido, pero entonces su brazo se cerró en mis caderas, y un segundo después estábamos sentados en el sofá de la sala, yo sobre su regazo.

Aturdido, lo miré fijamente. —¡No es justo, dattebayou!

—No tendría que haberlo hecho si tú dejaras de ser malditamente terco y me permitieras ayudarte, usuratonkachi. —el pelinegro me sostuvo inmóvil, ignorando mis protestas mientras colaba su mano debajo de mi camisa térmica, aplanando su mano contra mi espalda baja. Me sacudí ante la chispa que su tacto produjo—. Puedo hacerte sentir mejor. Es ridículo que no me lo permitas, dobe.

—Tenemos cosas que hacer, personajes que acosar, Sasuke. Déjame levantarme, ttebayou —Me contoneé intentando liberarme, gemí de dolor. No sabía por qué no quería que me curara; habíamos probado que ya no desarrollaba ningún rastro estando cerca de él. Pero él ya tenía demasiadas personas dependiendo de él.

—No —dijo. Calor quemó mi espalda, placentero y embriagador, amenazando con consumirme por completo. Sus labios se torcieron en una esquina cuando me escuchó tomar aire suavemente—. No puedo estar contigo cuando soy consciente de que estás dolorido, ¿de acuerdo?

Mi boca se abrió, pero no dije nada. El ojinegro desvió su mirada, enfocándose en un punto vacío en la pared. —¿De verdad te molesta que esté herido, dattebayou? —pregunté.

—No lo siento, si es eso lo que estás preguntando. —Hizo una pausa, exhalando con suavidad—. Simplemente con saber que estas herido, es suficiente para molestarme, dobe.

Bajé mi mirada y dejé de forcejear. Solamente una de sus manos estaba sobre mí, pero podía sentirla en cada célula. Cuando Pain me había dicho que pensara en algo que se sintiera tan caliente como un rayo, había pensado en el tacto de Sasuke, en la forma que besaba. Así fue como me sentí cuando la Fuente explotó y destruí al Arum.

Todo el asunto de la sanación tenía un efecto adormecedor. Era como acostarse bajo el sol o acurrucarse debajo de mantas acogedoras. La falta de sueño y su tacto me envolvían en ondas estables y reconfortantes. Relajándome en su flojo agarre, coloqué mi cabeza en su hombro y cerré los ojos. Su tacto, su cálido efecto sanador se hundió profundamente a través de moretones, músculos, hasta el hueso. Después de unos momentos, noté que nada dolía, pero él todavía me abrazaba. Entonces, Sasuke se puso de pie, acunándome en sus brazos. Me agité. —¿Qué estás haciendo, bastardo?

—Llevándote a la cama, dobe.

Mi cuerpo se enrojeció al oír esas palabras. —Puedo caminar, de veras.

—Yo puedo hacerlo más rápido. —Y así lo hizo. Un segundo estábamos en la sala, rodeados por las titilantes luces del árbol de navidad, y al siguiente nos encontrábamos en mi habitación—. ¿Lo ves?

Me encontré algo paralizado por él, mientras me colocaba en la cama, moviendo las sábanas sin siquiera tocarlas. Una habilidad muy útil cuando tus manos están ocupadas.

Sasuke tiró del edredón hacia arriba, vacilando mientras miraba hacia mí. —¿Te sientes mejor?

—Sí —le susurré, incapaz de apartar la mirada. De pie junto a mí, con sus ojos haciendo un fuerte contraste con la oscuridad, parecía algo salido de mis sueños... o de los libros que había leído.

Su garganta trabajaba lentamente. —¿Puedo...? —Hubo una pausa, y mi corazón dio un salto—. ¿Puedo abrazarte? Eso es todo... eso es todo lo que quiero.

Un nudo se formó en mi garganta y mi pecho se apretó, cortando mi voz. Yo no quería que se fuera, así que asentí.

Alivio cruzó por su rostro, suavizando las líneas duras, y luego caminó hasta su lado, se quitó los zapatos y se metió en la cama junto a mí. Se acercó más, extendiendo un brazo, y me acomodé contra su cuerpo, con la cabeza ubicada en el espacio entre el hombro y el pecho.

—Me gusta ser una especie de almohada humana —admitió con una sonrisa en su voz—. Incluso si babeas sobre mí, dobe.

—Yo no babeo, teme—sonreí, colocando mi mano sobre su corazón—. ¿Qué pasa con seguir a Kabuto?

—Eso puede esperar hasta mañana —inclinó la cabeza hacia un lado, moviendo los labios contra mi cabello mientras hablaba—. Descansa un poco, Kitsune. Me habré ido antes del amanecer.

Bajo mi mano, el latido regular de su corazón igualaba al mío, un poco acelerado. ¿Había sido la curación o simplemente el hecho de estar tan cerca? Yo no lo sabía. Pero antes de que me diera cuenta, caí en un sueño profundo, el sueño más tranquilo que había tenido en las últimas semanas.

Continuará...

Notas finales:

Mis pequeñxs, después de subir el capítulo 14 me surgieron muchas cosas que hacer de la escuela y personales, sinceramente ni siquiera el conectar mi laptop para leer mi repertorio de fanfics favoritos, sus reviews o actualizar el mío me permitía el tiempo. Simplemente lo encendía para escribir el avance de mi tésis, porque como ya dije, estoy en el último año de mi carrera. También el servicio social, me consume demasiado. Yo solamente estaba esperando ansiosa el momento en que todos mis pendientes acabaran para poder entrar a este mundo hermoso y olvidarme de todo lo demás.

Les pido una disculpa por la tardanza, creo que ha sido el tiempo más largo que me he tomado en actualizar un capítulo, porque como ya saben yo siempre trato de subir la continuación diario o mínimo 4 veces a la semana, pero les juro que esta vez se me ha complicado demasiado.

Considero que para que me disculpen le estaré subiendo hoy mismo el capítulo 16, pero eso será más en la nochesita, exactamente como a las 9 de la noche, para que entren y vean la nueva actualización, ¿qué les parece? 

Algo que también me carcome de pena y tristeza es que no les he podido contestar sus hermosos mensajes, que por cierto, me hacen morir de amor. Quiero recalcar que aunque a algunos no me da chance de responderles, los leo TODOS. Esta vez, por cuestión de tiempo trataré de responderle a cada uno, pero porfavor, no se desanimen si no les escribo de vuelta, no obstante, quiero que sepa que de todos ustedes me entero y me fascina muchísimo que a su manera me echen las porras y los ánimos para seguir escribiendo esta historia. 

Sin ustedes esto no tendría ningún sentido.

¿Nos leemos hoy en la noche? Los amo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).