Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Habits of My Heart. por PinketDiana

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

La próxima vez que Naruto lo ve, es apenas una semana más tarde.

 

Entra a la biblioteca con la intención de acabar su próxima exposición y repasar lo último que le queda del tema que está tratando. La señorita Brown, la bibliotecaria, lo saluda con desgana cuando él dice hola, un movimiento rápido de mano, con su expresión malhumorada habitual. Se queda ahí por más de cinco horas y media, cuando recoge sus cosas, se despide de la señorita Brown y de un compañero de clase que se acercó a él anteriormente para pedirle unos apuntes. Está pensando en qué tipo de Ramen cenará esta noche cuando la tormenta comienza, justo cuando él ha salido del recinto de estudiantes.

Corre por la calle principal de la Universidad, su cartera rebotando contra su espalda repetidas veces, cuando las gotas se hacen más intensas y caen en un menor intervalo de tiempo.

Cuando el primer trueno retumba en él, choca con una figura alta y delgada. Ambos caen al suelo mojado. Naruto se estremece por la humedad que ahora se queda adherida a su cuerpo, como una segunda capa de piel. Genial, sus pantalones vaqueros están totalmente mojados, al igual que sus calcetines (de zorros, sus favoritos), su último par limpio (no ha tenido tiempo de hacer la colada). Se levanta tembloroso, apoyando sus manos en las rodillas, con cuidado, cuando lo ve.

“¿Sasuke? Oh, Dios. ¿Sasuke, estás bien?” Pregunta.

“¿Naruto?” Sasuke asiente rápidamente, con brusquedad. El menor, totalmente perdido respecto a lo que debe hacer, tiende su mano, su corazón palpitando en su pecho, mientras toca el brazo del mayor, tirando de él hacia arriba para ayudarlo a recomponerse. No puede evitar sentir como el brazo del pelinegro está mucho más… desgarbado, fino, ocupando en su mano menos que antes, incluso a través de chaqueta (esa maldita chaqueta que tanto vaga por la mente del rubio). Sin ser consciente de lo que hace y basado en la costumbre, recorre sus manos por el pecho del mayor, intentando alejar las manchas de agua de una manera muy estúpida. Después recuerda.

Mierda.

Se sonroja y aprieta sus dedos contra su palma, sin saber muy bien qué hacer.

Sasuke todavía tiene su mirada fija en él mientras recoge sus libros del suelo, y Naruto se ofrece a ayudarlo. “Lo siento por eso.” Susurra, su voz perdida por los rayos y el viento. Por supuesto, Sasuke no responde a eso de ninguna manera. ¿Por qué tiene que ser tan incómodo?

Cuando Sasuke finalmente tiene sus libros de vuelta, Naruto no puede mirarlo a los ojos y hace lo único que se e ocurre: huir.

“Ten… espero que tengas un buen día.” ¿En serio, un buen día? Naruto quiere golpearse contra una pared y darse todo lo fuerte que pueda. Desea que su rostro deje de ser de color rojo brillante. Está a punto de volver a despedirse cuando Sasuke por fin dice algo.

“Nos vemos.” Y se va.

 

(…)

 

Después de eso, parece que ellos se encuentran en todas partes. Allá donde vaya Naruto, está Sasuke. Allá donde esté Sasuke, va Naruto.

No es idiota, sabe que no es una fuerza mágica atrayéndolos. Es simplemente que se han dejado de evitar. Han dejado de estudiar donde estará el otro en cualquier momento para no ir ahí bajo ningún concepto. Ambos están en el mismo año de carrera, y deberían de haberse encontrado mucho antes, con frecuencia, si no se hubiesen estado evitando. (Como ahora)

Así que ahí está. En todas partes.

Cada vez que se cruzan, el pecho de Naruto salta con anticipación, para después volverse un nudo que no lo deja respirar lo suficiente. Los recuerdos, como antes ocurría, no se difuminan ni se hacen menos intensos o doloroso, mas al contrario, parecen enroscarse a su alrededor como humo, una pequeña brisa que se niega a dejarlo, rondando a su alrededor, abrazando su cuerpo, ocupando cualquier parte de su mente.

Sasuke a su lado, en la cama, acurrucado en su pecho. Sasuke, concentrado en el libro, con su expresión típica de ‘no-molestar’. Sasuke, con su rostro escondido en su pelo, mientras Naruto pasa la mano por su espalda. Sasuke, enfadado, sentado en su sillón negro, pero inclinando la cabeza cuando Naruto se acerca a besarlo. Sasuke, Sasuke, Sasuke.

Sale un viernes por la noche, y cree que ahí está Sasuke, en el bar donde él está con sus amigos. Lo ve cuando gira a la derecha, justo cuando es casi la hora del cierre. Naruto se caminó hacia la barra, para pedir un baso de agua para bajar su bebida, cuando ve la mata oscura de pelo inclinado sobre una chica. Sus bocas moviéndose en sincronía, unidas en un apasionado beso.

No puede respirar. Está mareado. Y hay ruido hueco en sus oídos que no le permiten pensar con claridad.

Por supuesto, no es Sasuke. Por supuesto que no. Resulta que es un idiota que vive dos edificios por debajo de su piso, pasando el rato con esa chica que Naruto cree haber visto alguna vez por los pasillos de idiomas.

Pero cuando lo vio de lejos casi parecía… De nuevo…

Siente que va a vomitar.

Sale del bar hacía un callejón en la otra calle, y se sienta, de rodillas, su cuerpo flojo y desgarbado, sin pensar en el olor a orina o a marihuana. Esconde su cara entre sus manos e intenta respirar de forma pausada. Sin embargo, no funciona, su respiración sigue siendo errática, las bocanadas no siendo lo suficientemente profundas como para ayudarlo a tranquilizarse.

Tengo que dejarlo ir.

Duele. Y es totalmente injusto. Y lo rompe. Siente como su corazón vuelve a quebrarse por segunda vez ante ese pensamiento, duele, duele y no es justo. No lo es.

 ------------------------------------------------------------------------

 

Shikamaru los presenta.

 

Bueno, no los presenta en sí, pero es el que señala el anuncio en el cartel cuando él dice que debe encontrar un lugar en dónde vivir, hace algo más de dos años. Se podía leer:

 

No aguanto el desorden, odio el ruido cuando estoy estudiando y a veces no hablo durante días si no es por algo de suma importancia.

Si no cumples alguno de esos requisitos, no pierdas mi tiempo.

 

Naruto se dio cuenta de que el ‘no’ estaba escrito con un negro más intenso, rodeado y subrayado para dar aún más énfasis en la frase.

Él sólo había reído, porque no sabía que más hacer, seguidamente, había mirado a Shikamaru, levantando su ceja derecha preguntando de forma silenciosa ‘¿en serio?’, y lo único que el otro chico contestó fue: ‘¿qué tienes que perder?’.

Él no cree en el destino. No cree que hay una fuerza mágica que une a dos personas o enlaza sucesos. No lo hace, de verdad. Pero vio a Sasuke y pasó algo. No será capaz de describirlo nunca, pero era como si su mundo hubiese sido siempre blanco y negro y Sasuke lo hubiese pintado de color. (Sí, sí, muy cursi, pero él no puede explicarlo de otra manera)

Desde el primer momento, nunca había dejado de sentirse impresionado por Sasuke. Y tal vez esa parte del problema. El hecho de que habían encajado tan bien desde el primer momento, incluso cuando a ambos habían adorado picas y hacer refunfuñar al otro.

Su conexión fue indudable. Tanto para ellos como para las personas de su alrededor.

Once meses y seis días más tarde de ser presentados, se besan en mitad del salón, y por mucho que intenta recordar, no sabe quién dio el primer paso.

 

(…)

Se mira al espejo con duda, mientras se cambia por tercera vez de chaqueta. Vuelve a despeinar su cabello antes de volver a echar un vistazo a su reflejo. No le convence, pero no tiene nada más. De fondo, sus amigos se burlan de él, e Ino insiste en que lo tiene que llevar de comprar. Él no le dice dónde va a pesar de la insistencia que enfrenta en su habitación. No dice nada porque ni siquiera está seguro de que está bien tener una cita.

Hinata es adorable. Dulce, pequeña y le encanta, al parecer, llevar ropa de color azul. Mayormente vestidos bonitos y pomposos. Su cara brilla bajo las luz de las velas dándole un toque aún más rosado en sus mejillas, y ella se ríe cuando hace chistes tontos. Entrelaza sus dedos con los de Naruto, su mano sintiéndose diminuta entre las del chico, mientras pasean por el parque cuando terminan de comer.

Y aunque todo esto se siente como algo que tiene que pasar (él tiene que seguir saliendo con la gente, tiene que caminar adelante y avanzar), no puede dejar de pensar que esto está totalmente mal.

No supo como rechazar a Hinata (es la tercera vez que la chica le pregunta salir, y él ya no sabía como decir nada) y ahora se encuentra ahí, caminando con ella, una presión en la boca del estómago que se niega a abandonarlo.

La acompaña todo el camino de vuelta a su piso, y sabe que si hubiese querido, se podrían haber besado. En cambio, el quiere que eso acabe rápido, así que, educadamente le da un beso en la mejilla y se aleja, despidiéndose con un movimiento de manos y diciendo que se lo ha pasado muy bien y que ella es un encanto, pero que ahora mismo no puede hacer eso. Hinata asiente, sonríe y le dice que al menos espera que puedan ser amigos.

La presión se va y el puede respirar con alivio.

Por supuesto. Y se va, arropado por una sensación que es difícil de explicar.

Empieza a caminar calle abajo sin pensar demasiado a dónde ir. Respira profundamente el aroma de las calles, humedad, humo del tráfico, comida para llevar (¿Italiana, del bar de enfrente?), y un aroma dulce de fondo. Intenta no pensar en el fantasma de Sasuke, a su lado, caminando, con sus manos juntas, como él disfrutaba de caminar bajo la lluvia, con su abrigo alrededor, escondiendo su mano derecha en bolsillo de Naruto, o escondiendo a Naruto bajo ese mismo abrigo cuando él olvidaba el suyo (pasaba con frecuencia).

Intenta ver la ciudad de otra manera, de otra forma que no sea la ciudad de Naruto&Sasuke, pero no puede.

Y ni siquiera se sorprende cuando termina en el que era su antiguo piso, con sólo la luna iluminando la calle. Ha estado caminando en círculos durante horas y se sentía perdido, y de alguna manera que no comprende, cuando Naruto se siente perdido, siempre acaba donde Sasuke esté.

Se siente exhausto.

Ha pasado más de medio año desde que estuvo aquí por última vez.

No debería sentirse de esa manera todavía.

Y, sin embargo, no quiere hacer más que sentarse en el escalón, esconder su cabeza entre las rodillas y sus brazos, y sentirse como en casa. Él quiere quedarse ahí hasta que el dolor desaparezca. (Algo contraproducente, él lo sabe)

La puerta cruje y Naruto sata de su lugar, tropezando con la grieta en el suelo que hay a su derecha, esa misma que ha provocado que casi se cayera miles de veces cuando venía de hacer la compra. Mira hacía la puerta, y ahí está Sasuke.

Sasuke, con su bata oscura, su pelo despeinado y sus ojos cansados.

Se pregunta si está soñando. Él tiene que estar soñando.

Mientras Sasuke da un paso en su dirección, él se pellizca la pierna. El dolor es real (muy real), por lo que no es un sueño.

La bata del mayor se abre, revelando que lleva unos pantalones de pijama, y su pecho está desnudo. La vista, tan familiar, hace que su pecho se caliente.

Naruto tartamudea, bastante seguro de que sus orejas deben estar sonrojadas, antes de poder alejar su vista del pecho de Sasuke.

“¿Naruto?”

Mierda. Mierda. Mierda. Joder.

“Lo siento. Lo siento muchísimo, Sasuke.”

Sasuke no dice nada, simplemente inclina su cabeza hacia la derecha, la duda bañando su rostro, evaluando la situación, su mirada afilada en Naruto, estudiándolo.

“Lo siento.” Vuelve a decir. “No debería estar aquí, no sé en qué estaba pensando. Yo… empecé a caminar y…” ¿Qué se supone que deba decir? ¿Cómo debe terminar esa frase? “Me voy.”

Pero antes de que pueda dar un paso, Sasuke se acerca, descalzo, sin camiseta, tratando de salir a la calle.

“¿Qué haces? No. Quédate ahí, está mojado, hace frío y volverás a ponerte malo. Y sabes que cuando eso ocurre, pasas dos semanas en cama y…” Vuelve a cerrar su boca, con su mano aún en el pecho de Sasuke, deteniendo su intención de caminar sobre el asfalto frío descalzo. Naruto se queda sin palabras, su cerebro apagado totalmente. Su latido del corazón zumbando en sus oídos.

Aleja su mano con toda la rapidez que su cuerpo rígido le permite.

La boca de Sasuke, frente a él, se frunce. Todavía demasiado cerca el uno del otro, Sasuke pregunta:

“¿Quieres pasar?”

Y Naruto no sabe decir ‘no’.

Notas finales:

Espero que os haya gustado. :D 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).