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Love Affair por MissWriterZK

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Notas del capitulo:

Noemi, este capítulo va dedicado a ti. Espero no haberte hecho esperar demasiado xD.

No solo la roquera fue acompañada por su ex, hermano y el hermano de su ex, sino que también se corrió la voz y sus amigos más cercanos, Finn y Jake, fueron a verla. Ya había pasado más de un día desde el incidente con el alcohol y, según los médicos, debería estar a punto de despertar.

—¿Cómo ha terminado así? —decía Finn con preocupación. Él siempre fue muy cercano a ella y a Bonnie. Era un espía del gobierno de Bonnie y su mejor guardaespaldas, por ello, muchas veces asistía a los conciertos de Marcy como su escolta privado.

Era un joven alto, de cabello dorado como el trigo que caía sobre sus hombros, muy desordenado, y unos ojos tan azules como el cielo despejado, una constitución musculosa y atlética debido a las condiciones que requería su trabajo basado tanto en un buen físico como en una mente rápida de decisiones rápidas y certeras. Siempre estaba sonriendo, con una expresión despreocupada y divertida en su rostro que se tornaba seria y profesional, siempre que la situación lo requería. Numerosas cicatrices marcaban su cuerpo, algunas se encontraban en su rostro y eso le daba un sello de autenticidad, pero a pesar de ellas, seguía viéndose más bien adorable a intimidante.

—No lo sé, bro. ¡Con el trabajo que le costó superar su adicción! —Jake intervino en la conversación, contestando a su hermano menor adoptivo.

—Esto no significa que haya recaído. Solo ahogó sus penas en el alcohol, nada más. —la pelirrosa defendió a quien yacía inconsciente sacando sus dientes y dispuesta a pelear por ella.

—Y, dime PB, ¿qué es eso si no es recaer? Puedes llamarlo de todas las formas que quieras, con eufemismos o tabúes, pero las cosas no cambiarán.

—¡Vosotros no entendéis su situación!

—Hermana, no discutas con ellos. No merece la pena. —intentó calmar la situación el pelirrosa, provocando justo el efecto contrario y avivándola.

—¿Por qué eres tan elitista, William? —cuestionó en un reproche el único pelinegro de aquella sala de hospital con lúgubres paredes blancas y un olor enfermizo.

—¡No lo decía en ese sentido! Digo que no tiene sentido discutir sobre algo que se escapa de tu control.

—Buah, chavales, ¿vamos a por algo de papeo? —dijeron Finn y Jake al unísono.

El príncipe los asesinó con la mirada, ¡¿cómo podían pensar en comer en esa situación?! En especial, centró su mirada en Jake, otro de los guardaespaldas de su hermana algo perezoso, de una constitución más bien robusta que atlética y una estatura inferior a la media. Su pelo era rubio oscuro y corto, con ambos lados igualados a la barba que cerraba su rostro y le daba un aspecto de seriedad.

—¡¿Cómo podéis pensar en comer en estos momentos?! —protestó sin poder guardar las palabras en su mente, siendo interrumpido por el sonido de su estómago.

—Parece que «su majestad» tiene hambre, tu estómago te ha traicionado. ¡Vamos! —habló Marshall, pasando un brazo tras su cuello y comenzando a caminar.

—¡Marshall!

—Ve tranquilo, Gumball. Yo estaré aquí. —tranquilizó su hermana con una expresión divertida. Eran como perro y gato y eso le recordaba a su relación con la cantante.

—Le diré a Fionna y a Cake que te traigan algo. No es bueno para tu salud lo que estás haciendo y lo sabes.

Ella pudo respirar tranquila cuando todos los hombres se marcharon de ahí. El ambiente volvió a ser íntimo y pudo tomar su mano enlazando sus dedos sin preocuparse por nada.

Parecía que la Abadeer estaba esperando a que todo regresara a la quietud para decidir despertar. El gesto que tuvo Bonnie al tomar su mano fue la que la volvió en sí.

—Buenos días, dormilona. —saludó la periodista sin soltar su mano y empleando la otra para acariciar su rostro—. ¿Cómo te encuentras?

—Me duele la cabeza y la garganta, además de estar mareada. ¿Cuánto llevas aquí? Parece que llevases días sin dormir.

—El médico dijo que esos síntomas son normales, debería informarles de que ya has despertado. Llevo aquí desde que llegamos hace casi dos días, no me he alejado de ti y tampoco he dormido.

—Lamento haberte preocupado… no me gusta hacerlo y siempre termino igual. ¿Has comido algo?

—Tampoco, no me entra nada.

—Me estás enfadando, princesa.

—Yo debería estar enfadada, no tú. —protestó con una mirada desafiante.

—Tengo motivos razonables: no has dormido ni comido nada en más de un día.

—Lo hice por…

No pudo terminar de contestar, ya que sus labios fueron sellados con los de Marceline, en esa ocasión no fue ella quien robó el beso. Ni siquiera se molestó en moverse, llevaba esperando eso desde que leyó la carta. Ese contacto le recordó tantas cosas de su pasado…

FLASHBACK

Había llegado la noche en la que tendría que inaugurar un auditorio con un concierto de una banda de rock y lo único en lo que podía pensar era en los poemas que le habían sido dedicados para su cumpleaños, en el anonimato de su autora, en el patrón que se repetía en todos y cada uno de ellos y, como no, en la chica de sus sueños que la consoló y compartió su dolor. Ese sueño parecía basado en un recuerdo real y, pensándolo bien, quizá solo fuera un recuerdo. Pero, ¿quién era la misteriosa joven que le quitaba el sueño?

Lo que ella desconocía es que la iba a ver esa misma noche y la última poesía cobraría sentido. Debido a que era un acontecimiento más bien informal y a que la música que iba a tocarse era rock, decidió vestir más informal y con un estilo que no solía llevar nunca, aunque manteniendo algunos colores pastel, eran su pasión.

Su atuendo consistía en unos pantalones vaqueros rosa medio algo desgastados, una blusa de manga larga gris medio ajustada a su figura, una chaqueta de cuero negro, un pañuelo gris y rosa y unos zapatos negros. También llevaba un maquillaje smokey acorde con la situación y su cabello había sido peinado con unas ondas surferas que hacían que su rubio natural crease juegos de sombras y un halo sofisticado a su alrededor.

Cuando su mirada se encontró con la vocalista del grupo, se sintió atraída como por un imán demasiado poderoso. Era una chica de aspecto sexy, una larga y espesa melena negro azulado que llegaba a sus tobillos, unos ojos felinos de color rojo, una piel pálida que rivalizaba con la misma luna, una figura bien proporcionada, exuberante y tonificada.

La música llevaba una ropa que acompañaba a sus melodías compuesta por la camiseta de su grupo ajustada de manga corta, unos pantalones de cuero negro, una chaqueta de cuero negra, unos zapatos altos de tacón también negros y lo único que rompía con el negro o gris oscuro del conjunto eran el gorro de tela rojo que llevaba en su cabeza, ocultando un poco su lado rapado y los labios rojo intenso.

Sus oídos estaban llenos de piercings, en su oreja izquierda llevaba cuatro piercings en el lóbulo, sin alcanzar el cartílago, mientras que en la derecha llevaba dos perforaciones en el lóbulo y una en el cartílago, en la parte superior que enganchaba al segundo con una cadena. Todos eran de plata de la más alta calidad y resplandecían con intensidad ante los focos.

Cuando cortaron la cinta le dedicó unas palabras de difícil interpretación y la invitó a pasar como invitada especial.

—Bonnie, quédate para escucharme. Hoy mi bajo tocará y mi voz cantará para ti. No me dejes esta noche. —susurró con una lentitud mortífera, aprovechando para escuchar el latido acelerado de la joven princesa rubia y deleitarse con su aroma a vainilla.

No contestó, solo aceptó la mano que iba a guiarla y la soltó a los pies del escenario, al que ella subió sin el más mínimo esfuerzo, como si hubiera hecho a medida para ella. No tardó demasiado en quitarse su chaqueta de cuero y tirarla al público, cuando la música sonaba, ella se sentía en su elemento, en el lugar al que debía permanecer.

La morena se liberaba con sus melodías y con el contorneo de su cuerpo que era incapaz de permanecer por más de dos segundos en un mismo lugar, siendo seguida en todo momento por la mirada hipnotizada de la rubia, quien era poco disimulada. Tras haberse quitado la chaqueta, podía ver con claridad la henna que llevaba en ambas manos, en la derecha solo ocupaba la mano y creaba un mandala sencillo; mientras que en la izquierda llegaba a algo más que su muñeca y todos sus dedos, creando un mandala floral y complejo.

Su entusiasmo podía palparse en el ambiente, no solo ella había encontrado su lugar, sino que también había creado un universo exclusivo para su público. La princesa se olvidó por una noche de quien era y qué debía hacer, solo se limitó a lo que haría alguna chica de su edad en su situación, bailar, cantar y beber, esperanzada en que la noche no acabara jamás porque no quería volver a la monotonía de palacio, no quería gobernar, quería vivir su vida.

El desmadre aumentó aún más cuando a la cantante le dio tanto calor que terminó quitándose la camiseta y entregándosela a la rubia al mismo tiempo que le dedicaba una letra y guiñaba un ojo.

«All I want is to hold you in my arms

All I need is to have you by my side

Just forget everything and think about you and me

Baby, I don’t wanna let u go

I don’t want to spend the night alone

I need you and I need to feel you

So, stay by my side

Close your eyes and let me love you

I’ll fix your broken heart

Just be yourself

Don’t let anyone to tell you what to do

You’re perfect the way you are

So, don’t forget to smile»

Ese momento fue épico por varios motivos, ella acababa de cantar para ella, le había guiñado un ojo y sonreído con complicidad, había obtenido su camiseta y podía observar la perfección de su cuerpo tonificado y perfectamente proporcionado a una distancia de infarto. No solo tenía henna, también llevaba un tatuaje en la parte baja de la espalda, esa que solo se veía si tú querías.

Estaba más claro que nunca que ella era la chica de sus sueños y de las poesías, ella era la hermana de Marshall. Marceline fue quien la consoló con unas palabras sinceras y directas, fue quien correspondió su abrazo, lágrimas y dolor, compartiendo su carga emocional. Algo en su interior le decía que nunca habían estado separadas, ¿cómo podía haber olvidado esa sonrisa perfecta?

Notas finales:

¿Qué opináis del flashback? Marceline no pudo contenerse por más tiempo xD.


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