- Lo siento…
Midoriya susurra un silencioso perdón.
Al despertar, el chico se da cuenta que ya es de mañana, la luz del sol apenas puede pasar a través de la cortinilla, así que su cuarto todavía está un poco oscuro. Se levanta percatándose que la almohada está algo mojada, lo que significa que otra vez tuvo una pesadilla y estuvo llorando, al mismo tiempo que seguía lamentándose por los sucesos del pasado que tanto le persiguen. Esta no es la primera vez que sucede, como tampoco será la última. Por más terapias que haya tomado y el avance que ha tenido, difícilmente puede olvidar todas esas horribles sensaciones.
Su vista se mueve para ver el reloj: 7:30 AM. Todavía está a buen tiempo de arreglársela para asistir a la escuela, porque sí, Midoriya Izuku logró entrar a la prestigiosa preparatoria U.A.
Haciendo un recuento corto de los acontecimientos pasados, luego de haber permanecido dos días en el hospital, Izuku fue dado de alta, sin embargo, apenas podía salir de la casa para asistir a la escuela. Ya no salía a jugar con sus amigos y se quedaba en casa la mayor parte del tiempo. Su sueño de ser héroe no desistía, pero cada vez se le hacía más complicado, siendo un quirkless que además tuvo una experiencia de ese calibre, siente que sólo sería una mancha negra en los grandes héroes del futuro. Esto cambia cuando conoce a All Might y rescata a Katsuki del monstruo de fango, inesperadamente, esto hizo que su confianza en sí mismo volviera un poco, pero no lo suficiente como para recuperarse completamente. Le tomó varios meses ganar el valor de confesarle a All Might, su mentor, lo que le pasó de niño. No hay mucho que mencionar, el mayor lo comprendió e hizo que Midoriya siguiera adelante con su vida, aspirándolo a ser un gran héroe.
Entrenando duramente y haciendo el mayor esfuerzo posible, Midoriya fue capaz de entrar a la U.A. conocer a mucha gente interesante, pelear contra Katsuki, participar en el festival deportivo y combatir contra Stain en Hosu. Cosas que con el tiempo le han ayudado a crecer para convertirse en héroe, sin embargo, eso no le ha ayudado en su lucha personal por lo ocurrido en su infancia. Es cierto que ahora puede tocar varones, pero sólo en batalla, fuera de eso, todavía tiene los recuerdos arraigados a su ser y cualquier chico que se le acerca mucho le provoca incomodidad, incluso si se trata de sus propios amigos, como Iida o Todoroki.
- Izuku, se te hace tarde.
- Ya bajo, mamá.
Vestido e impecable para su nuevo día, Deku emprende el rutinario camino a la escuela. No tarda mucho en llegar, saluda a Uraraka quien parecía también iba con prisas al salón, pero se detuvo apenas escuchó la voz del muchacho.
- ¡Ah, Deku-kun! ¡Buenos días! – Dijo llena de optimismo.
- Buenos días, Uraraka-san. Vi que ibas bastante rápido a sala, se supone que todavía estamos a tiempo.
- Lo sé, es sólo que… - Hizo una pausa para mirar al de ojos verdosos. – Recordaba un poco las peleas que tuvimos con los maestros en nuestros exámenes. Quería preguntarle a Aizawa-sensei si tenía los registros de los vídeos. ¡Me emociona pensar que puedo mostrarle a Gunhead-san lo que sus enseñanzas me ayudaron a hacer!
- ¿El héroe profesional que te tomó bajo su tutela?
- Sí
“Si Gran Torino llegase a ver el desempeño de Kacchan y el mío definitivamente me golpearía con su bastón. Cometimos muchos errores. Nuestra dinámica no dio buenos resultados al principio y sólo cuando ya estábamos desesperados logramos competir contra All Might, realmente fue un encuentro complicado.”
El pensamiento de Midoriya inundó su cabeza, pero antes de ponerse a murmurar como siempre lo hace, una mano se posó en su hombro y se oyó una notable voz masculina reconocible, sin embargo, el solo tacto hizo que el chico diera un paso hacia delante de manera precipitada, básicamente queriendo quitarse esa mano de encima.
- Lo siento, ¿Te asusté? – Era Todoroki. – Esa no fue mi intención.
- No… Yo… - Por favor, no vuelvas a tocarme. – ¡Me voy! – Exclamó al mismo tiempo que salía corriendo de la escena.
- ¿Hice algo mal? – Todoroki miró a Uraraka, como esperando algún tipo de respuesta por parte de esta.
- Deku-kun es un poco extraño. – Le respondió. – No se acerca mucho a los chicos. Se cambia en los baños y no permite que nadie lo toque. Es como si viviera escapando de alguien.
- Nunca me había puesto a pensar en ello. Cuando estuvimos en el hospital, su comportamiento me parecía normal.
- Quizás trata de ocultarlo, aunque lo hace bastante mal.
- ¿En qué momento te diste cuenta de su actitud?
- Paso mucho tiempo con él. – Le mostró una sonrisa al chico bicolor. – Supongo que tarde o temprano me iba a dar cuenta. Si no era yo, otra persona se hubiese percatado.
La campana de la preparatoria suena, iniciando así las primeras clases de la mañana. Todoroki y Uraraka se apuran en llegar antes de Aizawa, para fortuna de ambos, el maestro no estaba durmiendo como siempre en el salón, así que se salvan de un regaño por llegar tarde.
Las clases son regulares, no del tipo físico, así que Todoroki no puede observar el comportamiento que Uraraka le había mencionado minutos antes, sin embargo, igual nota pequeños indicios de lo explicado: Cuando da la hora del primer receso, Iida se acerca a Midoriya para hablar con él, este se crispa cuando siente llegar a su compañero de anteojos al lado, pero de igual manera lo saluda de forma cordial. El segundo indicio lo vio cuando se estaban pasando unas hojas por las filas, las manos de Midoriya tiemblan cuando recibe las hojas delante de Katsuki y cuando intenta pasarle la que sobra a Mineta. No es un comportamiento que tendría alguien normal, si algo sabe Todoroki, es que Midoriya y Bakugou son amigos de la infancia, el trato dado por ambos le parece curioso; especialmente porque el rubio no suele dirigirle la palabra a Midoriya, la única vez que lo hizo fue para la prueba de Aizawa-sensei.
Cuando por fin llega la hora del almuerzo, Todoroki habla con Uraraka para poder con ella, Iida y Midoriya. La chica toma la propuesta en cuenta y les avisa a sus compañeros que almorzaran juntos. En el comedor, el pecoso come teniendo la mirada fija en su plato, al frente de él tiene a Todoroki, mientras que sentada a su costado está Uraraka.
- ¿Desde cuándo te pasan estas cosas, Midoriya?
- ¿Eh? ¿A qué te refieres?
- Ya sab- – La castaña interrumpe a Todoroki, quiere evitar cualquier cosa directa.
- ¡Todoroki-kun! – Vocifera. – Se refiere a… A… - Trata de pensar una excusa rápida, pero nada bueno se le ocurre.
- Terminé – Todavía quedaba comida en el plato. – Iré al salón, quiero revisar unas cosas en mi libreta. Adiós, chicos.
El chico de cabello alborotado se va sin decir más, aunque en su rostro se viese una cara pacífica, dentro pareció incomodado, probablemente conocía la respuesta que su compañero quería escuchar, sólo decidió evitar el tema de una forma que Todoroki entendiera el hecho de no meterse. Este sabe que Midoriya no lo hizo por ser descortés, es consciente de sus palabras y ahora también comprende que será difícil obtener respuestas de él.
- Iré a buscar a Bakugou. – Dice y se retira.
- Uraraka-kun. – Iida rompe su silencio. - ¿Podrías explicarme en que situación acabo de verme comprometido? ¿Se pelearon? Como delegado de la clase no puedo permitir que nuestros compañeros se vean involucrados en este tipo de actos.
- Ah… - La chica ni si quiera se molestó en pensar un pretexto coherente o si quiera responderle a Iida. – Creo que metí la pata.
Fin del Capítulo 1