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Nuestra Realidad por Silver Bullet

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Notas del capitulo:

Si yo pudiera expresarles a ustedes lo mucho que quería escribir este capítulo, al fin contaré la historia del encapuchado misterioso. Este puede que sea una de las partes más importantes, porque le da sentido al inicio de la historia. También porque tendremos a la linda Yuka y bueno... mejor no les cuento mucho, espero que disfruten el capítulo.

- Es mi hermano menor. - Y con eso se formó un perturbador silencio. Todos parecían impresionados, con la anterior revelación sobre pertenecer a un grupo de soldados élite del gobierno futurista y ahora enterarse que el hermano menor era su perseguidor, pues no ayudaba a darle mucha credibilidad al peligris. Pero el que peor se encontraba era Canon, aunque su sorpresa no era porque el encapuchado fuera un familiar, sino más bien por la existencia misma de alguien emparentado con su pareja.


- Ba-baddap – a duras penas hablo el chico de banda rojiza – Tú me dijiste q-que eras huérfano... Que no tenías familia... – Canon se sentía traicionado, no era que tuvieran mucho tiempo como pareja, al contrario, su amistad demoró en formarse y aún más fue la espera para que surgiera la confianza entre ellos, luego fue un lento proceso hasta que aclararon sus mutuos sentimientos. Habían ido a misiones en las que debían confiar su vida en el otro, Canon le había contado todo sobre él y su familia, incluso sobre las bisabuelas y el importante rol que desempeñó cada una de ellas en la vida de su bisabuelo, sobre todo para que él llegara a nacer, tomando en cuenta la particular situación de la pareja de su bisabuelo, las contantes peleas entre su abuelo y bisabuelo casualmente por existir tres bisabuelas. Canon siempre fue sincero y realmente le creyó a Baddap cuando le dijo que estaba solo en el mundo y... ¿y ahora le salía con esto?


- Canon – llamó el ojirojo – No sobre pienses las cosas. Me enteré sobre la existencia de mi familia en mi última misión, justo antes de tener que viajar al pasado para buscar refuerzos.


- Baddap, si puedes ilustrarnos un poco más, creo que Canon podrá calmarse – sorprendentemente Kazemaru llegó a intervenir por el bisnieto de Endo, no pudo pasar por alto el desorden emocional que el pobre niño se estaba formando en su cabeza y aunque había más razones para desconfiar, prefirió darle el beneficio de la duda al exsoldado.


Con un asentimiento de cabeza, Baddap precedió a contarles – Como les había mencionado, yo fui parte de las fuerzas militares del gobierno, específicamente mi escuadrón era conformado por un grupo de jóvenes huérfanos, criados bajo el amparo de los altos cargos. A todos nos habían relatado historias diferentes sobre nuestro proceder. En mi caso, se supone que mi familia padeció en un atentado, dentro de un estadio de futbol. No entraron en detalles alegando que era información muy delicada para alguien tan joven y actualmente admito mis fallos al no indagar más. Me dieron techo, comida y educación, nunca puse en duda sus palabras y en agradecimiento, cumplía con todas sus exigencias. El escuadrón Ogre se formó bajo el deseo de cumplir todas las metas del gobierno. – había un completo silencio en la sala, el televisor fue puesto en mudo y nadie se atrevía a respirar muy fuerte, no querían perderse ni un detalle del relato – La última misión que nos fue encomendada fue la de asegurar el futuro evitando que Endo Mamoru propagara el futbol del Raimon. Ya saben el final de la historia, estaré eternamente agradecido por ese partido – dijo mientras le dirigía una significativa mirada a Canon, si no fuera por eso, ellos no estarían juntos – Para el gobierno, haber acogido las palabras de Endo fue traición. Nos vimos tratados como prisioneros de guerra sin derechos y sin posibilidad de redención. No teníamos familia y éramos un secreto ante el mundo, nadie podría sacarnos del encierro. O al menos eso creímos, meses después Canon junto a un pequeño grupo de rebeldes, dieron con nuestra ubicación y nos liberaron, desde ese momento le juré mi eterna lealtad a la causa. Estaba seguro cuál era la verdad que quería seguir y planeaba pagar mi deuda con Endo asegurando la libertad del futbol en el futuro. No sé qué tanto les ha contado Canon sobre la rebelión, pero hemos realizado varias misiones para recolectar información en las bases del gobierno, gracias a ellas encontramos un archivo que explicaba las intervenciones que hicieron en esta línea de tiempo, todas las bajas que sufrieron junto a una serie de accidentes que no debieron ocurrir. – les dio un momento a los chicos, para respetar la pérdida de todas las personas que podrían estar con ellos en ese momento o sufrieron algún percance – Fue por esa misión que el profesor Killard comenzó a monitorear las diferentes líneas de tiempo y lograron interceptar el ataque de ustedes. – ahora dirigió su mirada a "Endo" y su equipo, Nosaka aún lo mataba con la mirada desconfiado, "Kido" tenía el ceño fruncido, los demás no estaban mejor, se debatían entre la incertidumbre y la pena – Mientras Canon permaneció en esta línea de tiempo, en el futuro estábamos recolectando información y buscando los materiales necesarios para crear el campo de fuerza. El profesor me envió a una pequeña base abandonada que dejaron a su suerte hace años. Había información eliminada del sistema, pero no lograron quemar todos los archivos en papel, una gaveta contenía documentos sobre el ex escuadrón Ogre, más específicamente archivos que para ellos no debían salir a la luz.


Canon comenzó a entender por dónde iban los tiros y se acercó preocupado a su novio, eso era inhumano.


-Baddap... - llamó sin saber que decir, solo consiguiendo un suave apretón de manos. - ¿Qué encontraste?


- Información... un expediente para cada miembro del escuadrón Ogre. Fuimos seleccionados por los genes, realizaban estudios a los recién nacidos, determinando patrones en el ADN que dictaminar buenos soldados... inteligencia, fuerza, velocidad... pero reclutar un soldado criado por una familia, significaba el desarrollo de emociones y lazos afectivos... Ello no necesitaban esas cualidades en sus soldados. El expediente redactaba los accidentes provocados con los que hicieron creer a todos esos padres, que sus hijos estaban muertos, entregándoles cuerpos calcinados para evitar su reconocimiento. Con eso se evitaban búsquedas futuras de todos los desaparecidos. Por último, había un cronograma del seguimiento a nuestros padres para asegurar que nunca nos buscaran. Ahí descubrí que tenía un hermano menor...


- Dios mío... - ni siquiera se supo quién exclamó eso, pero todos estaban igual de horrorizados. ¿Hasta qué punto era esa gente capaz de llegar?


- Baddap – llamó Nosaka – lamento por todo lo que has pasado, pero eso no explica la venganza de tu hermano hacia nosotros. Debería de guardarle rencor al gobierno por alejarte de ellos, no a nosotros.


- Nosaka tiene razón – concordó "Kido" – ¿Por qué tu hermano se tomaría la molestia de viajar hacia el pasado? No tiene sentido – la mayoría dentro de la habitación asintió de acuerdo con la idea.


- Porque para él, yo traicione a nuestra familia.


- Eso tiene aún menos sentido – se quejó "Hiroto".


- Creo que me perdí – comentó Midorikawa.


- Tu hermano está loco – se unió Haizaki.


- ¿Tus padres qué dicen sobre esto? – preguntó Kido


- Nada, están muertos.


Y eso volvió a formar otro silencio incómodo en la sala. Baddap se notaba que no era la persona más expresiva del universo... o del futuro, pero comentar tan normalmente sobre el deceso de sus progenitores... dejaba un sabor amargo.


-Pero Baddap – por suerte, Canon pareció intervenir, igual de consternado que los demás – Dijiste que estaban vivos.


- Y lo estaban – aclaró el de tes oscura, exhaló un suspiro, aunque no se notara a simple vista, el tema de sus padres si le era sensible, pero ante tantas personas prefería bloquear sus pensamientos – Vivieron tranquilos con mi hermano menor, hasta poco después que el escuadrón Ogre fue considerado como traidor. Aparentemente a alguien se le ocurrió que no tenerme como elemento activo, era una perdida muy grande. Creyeron que reclutando a mi hermano y lavándole el cerebro para que fuera fiel a su causa lograrían que yo los siguiera. Pero no contaron con que mis padres se opondrían a perder otro hijo. No sé con exactitud lo que aconteció, pero mis padres fueron asesinados y Jaret fue secuestrado.


- ¿Jaret? – cuestionó Asuto.


- Mi hermano, se llama Jaret. – aclaró – Lo mantuvieron cautivo al mismo tiempo que mi equipo y yo estuvimos encarcelados. Guardaron el secreto, parece que esperaban que Jaret obedeciera antes de hablarme de su existencia. Al poco tiempo fui sacado por Canon...


- Baddap yo no tenía idea pude haberlo liberado también. – Canon estaba arrepentido, si tan solo hubieran tenido en su poder esa información antes, tal vez nada de esto estaría ocurriendo. Pero Baddap cortó sus lamentos.


- No es tu culpa, ni del profesor. Ellos retorcieron la verdad... le hicieron creer que las personas que ingresaron a la casa eran miembros de la revolución, que me estaban buscando, y mis padres en un intento desesperado por mantener el secreto de que yo estaba vivo y protegido con el gobierno, prefirieron morir antes que entregarme. Parece que en medio de toda la revuelta Jaret salió herido y perdió el conocimiento, no tenía manera de saber la verdad del allanamiento. Aprovecharon eso y se inventaron una fantástica historia en la que ellos llegaron a salvar a mis padres, pero ya era demasiado tarde, por eso solo lograron salvarlo a él de las garras de los revolucionarios. Le mostraron la última misión que realicé contándole como Endo me lavó el cerebro para traicionarlos y al ser rescatado por Canon, tenían la coartada perfecta. Yo era un traidor que le dio la espalda al gobierno y se unió a los rebeldes... al final sucumbió ante sus mentiras cuando se enteró de mi relación con Canon. Lo consideró la más alta traición, no solo me había aliado con el enemigo, sino que me enamoré del bisnieto de la persona que causó todos sus males, según el gobierno. Jaret tomó personal la misión de destruir a Endo, ya que para él ese futbol fue el inicio de todas sus pérdidas, si logra deshacerse de Endo, Canon sufrirá... y ese sería mi castigo.


Todos estaban callados asimilando la información... eso era cruel. Habían destruido por completo a una familia, solo porque el futbol de Endo no cuadraba en sus planes egoístas. Y aún con cara de espanto, Canon tenía un imperceptible sonrojo, no era momento para alegrarse, pero rara vez Baddap llegaba a decirle algo lindo y que admitiera tan abiertamente que estaba enamorado de él... lo tenía en las nubes.


Pero todos fueron sacados de sus pensamientos, rompiendo el ambiente pesado que había en el lugar, acababan de entrar ambos Fudos a la sala. Uno con sangre escurriendo de la nariz y el otro con la mejilla inflamada... el cabello de ambos estaba hecho un desastre, sin contar la ropa toda magullada y sucia, parecía que rodaron por el suelo...


"Kazemaru" se paró espantado, Kido no sabía qué pensar, Haizaki se puso a la defensiva y "Kido" solo miró extrañado a los dos ojiverdes que se acercaron a él.


-Fudo tiene algo que decirte – anunció "Fudo", medio arrastrando a su igual hasta el chico de la capa e indicándole a "Kazemaru" que esperara. El peliceleste planeaba arrástralo a la enfermería apenas vio la nariz sangrante de "Fudo".


- ... - claro que el muy cooperador Fudo se negó a hablar.


- Si no quieres que le cuente a todo el equipo más te vale comenzar a hablar. – gruño "Fudo".


- ... No eres un cobarde "Kido" y se acepta tu preocupación... - de mala gana Fudo comenzó a hablar.


- ¿Qué más? – exigió "Fudo" que continuara.


- A lo bruto no siempre funcionan las cosas... a veces hay que planear antes de actuar – eso casi lo escupió, no sabía cómo era en la otra línea de tiempo, pero en esta él estaba muy al nivel de Kido y estaba ofendido por ser obligado a decir eso. Él podía ir a la guerra sin pensarlo mucho y salir victorioso solo con sus estrategias y fuerza.


- ¡¿Y?! – "Fudo" estaba desesperado con su igual, sí que era cabezota.


- Y no puedo creer que necesites a Haizaki para defenderte...


- ¡Fudo! – regaño "Fudo", es que era el colmo.


- ¡Bien, deja de reñirme! – exclamó – "Kido", lamento haberte amenazado en el comedor ¿Contento? – lo último fue dicho mientras veía a su igual.


- ¡Eres imposible!


- ¡Soy tu!


- ¡Bueno ya basta los dos! – "Kazemaru" se plantó a poner orden, él no le tenía miedo a "Fudo", tampoco se lo iba a tener al otro – Vamos a la enfermería. – demandó el velocista, ante la incredulidad de todos en la sala. "Fudo" dio la vuelta y salió del lugar, pero el otro se quedó parado viéndolo por el descaro de ordenarle algo, por lo que alzando una ceja Fudo lo retó – No estoy preguntando tu opinión, camina a la enfermería.


Extrañamente Fudo formó una retorcida sonrisa antes de darse la vuelta y comenzar a caminar fuera de la sala, para sorpresa de todos, pero como Fudo es él y siempre debe tener la última palabra, antes de salir agregó.


-Ya entiendo por qué le gustas – y con eso abandonó el lugar dejando a varios sorprendidos y aun sonrojado "Kazemaru", que se palmeó la frente antes de salir tras esos dos dolores de cabeza.


- ¿Quién gusta de "Kazemaru"? – le susurró "Endo" a "Goenji", él no estaba enterado de nada.


- Nuestro pequeño defensa quiere abandonar el nido – respondió el goleador, para pesar de "Endo". "Goenji" si sabía y él no...


Aún con el shock en el rostro de los presentes, algunos voltearon a ver al Kazemaru que estaba en la sala y Midorikawa no se contuvo en preguntarle.


- ¿Puedes hacer eso y sobrevivir?


- Tengo mucho que aprender... - fue todo lo que pudo decir Kazemaru. Y nadie notó que Kido, en cierto punto había fruncido el ceño, la idea de que Kazemaru llegara a "controlar" a Fudo, no le agradaba...


Bueno, por lo menos la escena de "Kazemaru" regañando a ambos Fudos, sirvió para relajar un poco el ambiente.


~*~*~*~*~*~*~*~


En la enfermería, "Fudo" sostenía una gaza en su nariz tratando de detener la hemorragia, mientras "Kazemaru" ponía un desinflamatorio en la mejilla de Fudo.


-Parecen dos salvajes – les comentó.


- ¡Él empezó! – reclamaron ambos castaños, mientras señalaban al otro.


- No me importa quién empezó, no pueden agarrarse a los golpes de buenas a primeras – los reprendió. Luego de aplicarle el desinflamatorio, "Kazemaru" fue en busca de alcohol para colocarle en los pequeños raspones que tenía Fudo en la cara, así evitaba una infección.


- ¿Por qué lo curas a él primero? – reclamó "Fudo", como niño chiquito para diversión del otro.


- Porque ahora que termine con él, tú y yo vamos a hablar – dijo tajante el velocista sin dar lugar a réplicas.


- Te van a regañar ¡Auch! – Fudo se iba seguir burlando de su igual, pero "Kazemaru" aplicó con algo más de fuerza necesaria el alcohol.


- Silencio – exigió "Kazemaru" mientras terminaba de curarle.


Con eso la enfermería se mantuvo en calma por un rato, hasta que por fin el peliceleste dejó libre a Fudo. Antes de retirarse, no pudo evitar meterse una vez más con su igual.


-Te dejo con tu fiera, no destrocen la enfermería – y dejando a un rojo "Kazemaru" por el enojo, Fudo salió campante.


- Es un... - comenzó a maldecirlo por lo bajo, mientras se volteaba hacia "Fudo", quién más que enojado parecía divertido por la situación – y tú deja de reírte... A ver quita la gaza, con suerte no tendrás rota la nariz.


~*~*~*~*~*~*~*~


Fuera de la enfermería Fudo comenzó a caminar hacia el baño, pero Kido lo interceptó antes de que llegara muy lejos.


- ¿Podemos hablar? – genial, justo necesitaba eso. Que Kido viniera a interrogarlo... aunque si pensaba en la pequeña conversación que tuvo con su igual en medio de uno que otro golpe y una rodada en el piso...


- ¿Qué quieres saber? – cedió, saciaría la curiosidad de Kido, solo por atreverse a confrontarlo de frente, además era mejor ir directo al grano.


- No sé en qué están metidos tú y Tobitaka. – comenzó Kido – Pero sé que mi otro yo sabe e imagino que "Fudo" sabe también... no sé si a "Kazemaru" también le han-


- No le hemos dicho nada. Y no creo que "Fudo" le cuente – rápidamente cortó al de la capa adelantándose a su idea. "Fudo" quería mantener al peliceleste a salvo, estaba seguro de que no le contaría nada.


- Oh... entiendo – Kido estaba meditando lo siguiente que pensaba decir, si lo acribillaba en preguntas Fudo no respondería o se iría por las ramas. Debía aprovechar que accedió a hablar, pero sin hostigarlo – Sabes que pueden contar conmigo ¿verdad? – prefirió irse por el lado del apoyo, se rebajaría a recordarle que él estaría ahí si lo necesitaban.


- Deja de ser condescendiente – prefería al Kido que lo retara, en lugar del que llegaba dando lástima. – Sé muy bien que si llego a pedir ayuda, serás el primero en venir corriendo. No me tomes por idiota que no lo soy. – gruñó al final.


- ¡¿Y qué quieres que haga?! – pasamos de la mansedumbre al enojo, solo Fudo lograba que Kido fuera bipolar - ¿Te persigo por toda la ciudad, así como hice en la isla Liocott? ¿A ver cuando decides apiadarte de mí y contarme que pasa? ¿O espero a estar en medio de un partido de futbol contra algún loco para que a las malas me cuentes tu plan?


Oh, Fudo lo sabía. Kido tenía el orgullo herido por ese día. Nunca le reclamó y ahora explotaba... esto sería divertido.


- ¿Me perseguirías por toda la ciudad Kido? – comentó con burla – No te conocía esas mañas de acosador y tan decente que te vez.


- No tergiverses mis palabras, sabes a qué me refiero – Kido se veía seriamente dolido – Hemos pasado por mucho Fudo. ¡No me creo que soy el único que piensa que desarrollamos cierto nivel de amistad! ¡Sé que estás en algo, tú no lo has negado, pero has preferido ir a contarle a mi otro yo! ¿Cómo esperas que lo tome?... ¿No somos amigos acaso?


- En primer lugar, yo no le conté nada a tu otro tu. Pasó que es igual de cotilla que tu y se fue jugando al espía. Así fue como se enteró, si por mi fuera solo sabríamos Tobitaka y yo. Pero no, noooooooooooooo ¡Todos quieren jugar al héroe! Y luego vienen a reclamarme porque prefiero que estén a salvo. ¡No veo a nadie reclamándole nada a Tobitaka!


- ¡A Tobitaka no le tengo tanta confianza!


- ¿Y a mí sí? – Kido metió la pata, lo supo en el instante que los ojos de Fudo agarraron un brillo extraño y su sonrisa pareció ampliarse. Kido retrocedió y Fudo dio un paso al frente – Responde Kido. ¿Confías en mí?


¿En qué momento Kido terminó atrapado entre la pared y Fudo? Ni idea, el pobre no se enteró hasta que sintió su espalda chocar con la fría superficie con el brazo derecho del ojiverde bloqueándole el paso, maldito Fudo y su intimidante presencia...


-Si te digo que sí... ¿acaso cambiaría algo? – Aunque se sentía acorralado, pensaba dar la cara. Para el de rastas Fudo de verdad era su amigo... uno muy raro y de difícil carácter, pero su amigo a final de cuentas... literalmente fueron juntos al infierno y regresaron, pelearon codo a codo en varias batallas, se entendían bien... No creía que nada de eso fuera una farsa.


- Si... - Fudo se acercó más – cambia mucho las cosas... - susurró antes de apoderarse de los labios del estratega, Kido trató de apartarse, pero no tenía a dónde retroceder, Fudo colocó su mano tras su cuello para jalarlo un poco más cerca, no era un beso inocente, pero tampoco brusco. El ojiverde se encargó de saborear lentamente la boca del de la capa. Sintiendo que le fallaban las piernas, Kido se sostuvo de los hombros de Fudo, de otra manera terminaría en el piso, por suerte el ladrón de besos se separó en ese momento permitiéndole respirar. Eran dos rostros dignos de ver.


Por un lado, Kido rojo hasta las orejas, tratando de coger aire y procesando lo que Fudo había hecho.


Por el otro, estaba Fudo con cara de satisfacción total, lamiéndose los labios.


-Ahora que la confianza está establecida – Fudo retrocedió un paso, permitiéndole a Kido bajar un poco la guardia – Te aclaro que me gusta esa problemática cabeza tuya, unida a tu cuerpo. No te quiero ver metido en este lío, Tobitaka, "Fudo" y yo podemos solos, lo único que tienes que hacer es mantenerte a salvo.


Y con eso, Fudo se dio la vuelta dejando a un confundido, azorado y aún más preocupado Kido en el pasillo.


Pero ahora tenía una leve idea de cómo podía ayudar a Fudo, sin que este se enterara. Necesitaba hablar con "Kido" y pedirle un favor.


~*~*~*~*~*~*~*~


Por fin luego de los dramas formados por ambos Fudo, todos se acostaron a dormir en paz. Estaban más apretujados que la vez anterior, pero de alguna manera estar en grupo tenía un efectivo calmante. Sobre todo, lo fue para Kido y Goenji, que esa noche se negaron a estar alejados de Endo, parecían dos guardaespaldas protegiendo a su amigo, de un actualmente inexistente peligro, pero luego de bajar del helicóptero ninguno de los dos se atrevió a abrazarlo. Era tanto el shock de ver que seguía vivo, que por un momento creyeron que era un sueño y que apenas tocaran a su capitán este se esfumaría en el aire.


Necesitaron un momento para aclarar sus mentes. Kido casi sufrió un ataque al ver a Endo caer, Goenji se arrepintió en el instante que soltó su mano. Casi pierden a su mejor amigo y por una noche planeaban asegurarse de que Endo siguiera ahí con ellos... aparte de que a Kido le servía como excusa para mantenerse alejado de cierto chico que actualmente no podía ver a los ojos.


Otros que formaron un pequeño drama para dormir, resultaron ser los Midorikawas y Hiroto, ambos peliverdes querían dormir juntos, para cuchichear algunas cosas antes de dormir, pero Hiroto lo prohibió dejando a Midorikawa entre la pared y él... Muy, muy lejos de otro "Hiroto" con cabello gris, que como todas las veces anteriores ni por enterado de lo que pasaba, él solo sabía que se iba a acomodar cerca de Tatsuya.


Ya con todo en calma, por fin era hora de descansar, Tsunami se tomó la tarea de apagar las luces y todos fueron cayendo en los encantos de Morfeo.


~*~*~*~*~*~*~*~


- ¡Chicos despierten! ¡Deprisa! – esa mañana, Haruna entró gritando, levantando del susto a todos en la sala. Baddap quedó en pie listo para neutralizar cualquier amenaza, Canon igual estaba de pie junto a su pareja listo para seguirlo.


- ¡¿Qué ocurre?! – preguntaron alarmados los dos Kidos, también en pie listos para socorrer a su hermana.


- ¡Tenemos visitas, hay que ocultarse!


Hubo una chistosa caída general en ese momento. Uno no puede levantar a dos equipos de futbol que se encuentran en la mira del loco hermano menor del novio del bisnieto de los capitanes, esperar que no cunda el mini pánico y luego decir que hay visitas...


No... esperen... ¡Hay gente del futuro y de otra dimensión aquí! ¡Las visitas son malas si se quiere ocultar un secreto!


- ¿Quién es? – preguntó Endo, curioso porque viniera alguien al colegio.


- La hermana de Goenji – aclaró Haruna, ahora que lo pensaba, no fue buena idea llegar gritando. – Está preocupada por lo que ocurrió ayer en el parque, pero como estaban los camarógrafos la nana la convenció de venir en la mañana.


- Haruna – llamó Goenji – pídele a Yuka que me espere en el comedor, que nos alistaremos para desayunar. Eso debe darnos algo de tiempo.


- Entendido – acató la chica de lentes, para retirarse.


- Bueno chicos – llamó "Endo" - ya escucharon, es hora de ocultarse.


Eso bastó para movilizar a todos, algunos fueron directo a la ducha y otros subieron a esconderse en las habitaciones.


Goenji no demoró más de diez minutos en alistarse y encaminar sus pasos al comedor. Donde fue recibido por una alegre Yuka, que saltó a los brazos de su hermano mayor contenta de verlo a salvo.


-Hermanito, nana y yo estábamos viendo tu paseo en el parque y entonces... - Yuka procedió a contarle todo su día a Goenji, desde el momento en que inició la entrevista, hasta el incidente en la montaña rusa. El pelicrema solo la escuchaba con toda la calma y paciencia del mundo. Para diversión del resto del comedor que disfrutaban su desayuno escuchando el cuento de Yuka.


Con el final de la comida, era obvio que su hermana querría ir a otro lado y a la niña no se le ocurrió mejor lugar para decirle a Goenji.


-Hermanito, enséñame tu habitación, nana dice que los cuartos aquí son mucho más bonitos que los de la casa y por eso aún no quieres regresar – Goenji se tensó en ese momento, él no tendría ningún problema en mostrarle su recámara a su adoración de trencitas, pero si Yuka subía a su recámara encontraría a otro Goenji y eso sería un problema...


¿Cómo le explicas a tu hermana sobre un viaje multidimensional?


- ¿Nana dijo eso? Pero si mi habitación aquí es super aburrida – trató de bajarle la emoción.


- Igual quiero verla – Oh Dios, ella lo estaba mirando con esos grandes y adorables ojos de perrito. Yuka sabía que él no podía resistir a esos ojos, pero ver a todo el resto del equipo negando con la cabeza y con los brazos en forma de cruz detrás de Yuka, recordándole que eso era una muy mala idea, ayudó a aclarar su mente.


- Lo siento pequeña, pero ahora mismo mi habitación está desordenada y no quisiera enseñártela así. ¿Te parece verla en otra ocasión?


- Está bien – se resignó la menor, para alivio de todos.


- Buena chica, iré a traerte algo de jugo y tu y yo saldremos a jugar afuera. – Goenji comenzó a caminar hacia la cocina y los demás regresaron a sus conversaciones un poco más relajados... nadie contó con la astucia de la pequeña.


- O puedo ayudar ordenando el cuarto – y Yuka salió corriendo fuera del comedor.


- ¡NO!


Yuka pasó por alto el grito general que propinó el comedor e ignorando a todo el equipo de Inazuma Japón pegando carrera tras ella para detenerla, subió las escaleras y tuvo tanta suerte la pequeña que Tsunami y Hijikata se tropezaron tirando a los demás en los escalones.


Ya en el piso superior, Yuka comenzó a abrir habitación por habitación buscando la de su hermano. El típico chirrido de las cerraduras resonaba seguido del golpe de la puerta contra la pared, para al segundo siguiendo escuchar la puerta cerrarse de golpe y repetir el proceso... todo eso escuchado por el enredo humano de personas en las escaleras tratando de liberarse.


Hasta que dio con la habitación de su hermano, reconoció su mochila a un costado de la cama y en la mesita de noche el colgante de futbol que tenía.


- ¿Qué raro? Yo lo veo bastante ordenado – la pequeña se adentró a la habitación curioseando - ¿Por qué hay otra cama?


- ¡Yuka! – entró Goenji a la carrera luego de pasar por el enredo de manos y piernas que eran sus amigos en las escaleras - ¡Puedo explicarlo! – y alzando la mirada, no había nadie más en el cuarto aparte de su hermana. Por un momento el alma le volvió al cuerpo al goleador de fuego, ahora solo debía tratar de adivinar en dónde se escondió su igual y no meter la pata llevando a Yuka a ese lugar.


- Hermanito no está desordenado el cuarto, no tienes que explicarme nada – en toda su inocencia, la pequeña creyó que Goenji era un exagerado del orden, una de las camas apenas estaba un poco deshecha y la otra tenía una chaqueta que ella no reconocía – Aunque no entiendo... Nana dijo que tenías un cuarto para ti solito. ¿Por qué hay otra cama?


- Ehhhhhhh – Goenji pensaba la mejor escusa que fuera creíble – Solo está como extra, nadie la usa. – Ok eso sonaba creíble.


- Pero esa chaqueta no es tuya – señaló la cama que utilizaba "Goenji", con la chaqueta del Inazuma Japón de su línea de tiempo. Genial, ahora quería darle un balonazo a su otro yo.


- ¡Es mía! – en ese momento la salvación albina de Goenji, entró a la habitación – Es que se me quedó aquí la otra noche.


- ¿Dormiste con mi hermanito? – Esta niña es demasiado curiosa para su propio bien, pensaba Fubuki. Goenji se quería morir, aparte de que recordó que sí durmió con el de piel nívea y despertó abrazado a él. Mal momento para estar divagando.


- Es que le tengo miedo a las tormentas – Fubuki se agachó para quedar a la altura de la pequeña y poniendo una mano al costado de su rostro, como si quisiera contarle un secreto le dijo – No me gustan los truenos, no me dejan dormir. Así es que Goenji me dejó dormir aquí para no tener miedo.


- Oh, mi hermanito es el mejor ¿A que sí? – Yuka al fin parecía conforme y Goenji quería abrazar a Fubuki, eso era muy creíble y no era del todo mentira.


Goenji quería sacar a la pequeña del cuarto, pero un leve movimiento de cabeza por parte de Fubuki, le indicó que no era el mejor momento. Fuera de la habitación, poco a poco estaban sacando a todos de las recámaras y escapando hacia la caseta del club viejo, donde Yuka jamás se le ocurriría ir. Era mejor mantenerla en la casa y ya luego solo sacarla del colegio cuando terminara la visita.


Goenji disfrutaba ver a su hermana, feliz de escuchar las historias de Fubuki. Encontró la distracción perfecta contándole a la pequeña sobre Hokkaido y la nieve. Ahora el problema lo tendría el padre de Goenji, el pelicrema estaba seguro de que Yuka volvería loco a su padre hasta que aceptara llevarla a ver la nieve.


Y ese pequeño momento de felicidad se vio arruinado por una fuerte sacudida que sufrió la concentración, seguido de un fuerte estruendo... parecía una explosión. Yuka y Fubuki estaban sentados en una de las camas, la pequeña se abrazó asustada al peliplata gritando del miedo, Goenji por su parte estaba de pie y casi cae al piso. Algo estaba pasando...


-Yuka – llamó Goenji – quédate aquí y no salgas hasta que regresemos.


Ambos salieron de la habitación cerrando la puerta y dejando a la más pequeña asustada, sin saber que había dos personas ocultas en el armario igual que la niña.


Maldecían a Nosaka por obligarlos a esconderse en tan pequeño espacio...


Después de todo los dioses y los demonios no deberían convivir en tan reducido espacio.


Continuará...

Notas finales:

Este hasta ahora creo que es uno de mis capítulos favoritos, hay Fudos haciendo de las suyas. Y solo por si alguien quiere saber, si pienso narrar la conversación que tuvieron esos dos y cómo quedaron lastimados.

Espero que disfrutaran este capítulo y bueno lo de siempre:

Cuéntame tu parte favorita.

Sinceramente, no tengo parte favorita en este capítulo, desde la explicación de la historia de Jaret, todo lo que tenga que ver con Fudo y las travesuras de Yuka. Pero cuéntame lo que más te gustó.

¿Qué crees que pasará en el próximo capítulo?

En fin, el título del próximo capítulo: Salvando a la Hermanita.

No olviden comentar todas las locuras randoms que se les ocurra, yo siempre me río de lo que piensan.

Hasta la próxima, nos leemos...

 


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