HyukJae se echo a reÃr al ver como el gatito mordia las orejas de DongHae.
— Ayúdame — le dijo el menor cuando los dos estaban molestando.
— Tu fuiste el que los querÃa.
Tomo uno y lo dejó arriba del sillón mientras que el otro iba en busca de su hermano.
— Ven — Hae lo vio con mirada inocente y se acerco a el rápidamente — Traeme una cerveza — El pequeño asintió y fue casi corriendo a traer una cerveza al mayor — Gracias — DongHae le sonrió y dio vuelta para seguir con los gatitos pero sintió un mano tomarle la muñeca y como lo atrajo más hacia el quedando sentado en sus muslos.
— ¿Qué pasa? — preguntó el menor tratando de levantarse.
— Acaso no puedo tenerte en mis piernas — le susurró en su oÃdo y sólo una risa que le erizo la piel a DongHae — Vamos... mueve tus caderas como lo hacÃas ayer — DongHae negó — O quieres que esos animales terminen sin ojos — DongHae movió su trasero y el mayor lo tomo de la cadera haciendo moverse más rápido — Me gusta cuando no te resistes.
— Oye — DongHae se levantó rápidamente y tapó con sus manos su erección.
— ¿Qué quieres? — SiWon levantó una ceja.
— Hablar contigo — el mayor vio a DongHae y le dio una seña de ir se.
— ¿Qué me quieres decir? — preguntó sin interés.
— Voy a ser papá.
— ¿Qué? — a HyukJae casi se le salen sus ojos.
— HeeChul está embarazado.
— No seas pendejo, los hombres no pueden tener hijos — SiWon lo vio mal.
— Mi princesa si.
— ¿Tu que?
— No importa — si eso era cierto el menor podrÃa también quedar embarazado y eso no ocurrirÃa.
— ¿Y tú princesa fue al hospital para saber si podÃa embarazarse o como?
— Supongo que si — HyukJae lo vio mientras le sonreia.
Al aparecer la tarde del siguiente dÃa HyukJae se encontraba en el hospital privado de la ciudad esperando ser atendidos por el doctor que al parecer atendÃa un parto.
— ¿Qué hacemos aquÃ? — preguntó DongHae viendo como unos hombres de 50 años lo comÃan con la mirada.
— Veremos si puedes traer a un ser asqueroso como tu al mundo — el menor como de costumbre bajo su mirada viendo sus manos entrelazadas, acaso no se daba cuenta que cada palabra lo herÃa como si de puñales en el corazón se tratase, que estaba harto de tratar de sonreÃr e intentar que eso no lo dañaba pero no, le causaba un dolor tan grande, que lo dejaba vacÃo, una persona al cuál el menor empieza a querer le tratará asà lo hacÃa darse cuenta que ni aunque fuera cercano a el lo tratarÃa bien y llegaba una y otra vez a la misma conclusión, siempre iba a estar solo, en ese mundo tan grande, seguirÃa con sus inseguridades y dolores el resto de su maldita vida y ese hombre que tanto daño le causaba lo seguÃa haciendo, no sabÃa si sin darse cuenta o a propósito, pero lo seguÃa haciéndolo, haciéndolo sentir menor, con poco valor, sin importancia en su vida, y volvÃa a hacerse esa misma pregunta, ¿Porqué? ¿Porqué lo obligaba a estar con el? Estaba más que claro con sus palabras que no le importaba, que tenerlo junto a el era sólo un capricho.
— ¿Qué tienes? — preguntó el mayor al ver como caÃan lágrimas en las rodillas de DongHae — No me digas que te dolieron mis palabras.
— No importa — DongHae se secó las lágrimas y escucho una puerta abrirse.
— Pasen — dijo la secretarÃa.
Los dos pasaron y vieron cada detalle del lujoso lugar, todo tan limpio y pulcro que no parecÃa un mata personas.
— Al parecer el chico viene a una revisión, Usted es muy joven para ser el padre — dijo el señor hablando de HyukJae mientras escribÃa algo en su computadora.
— Soy su tÃo — el doctor levantó una ceja.
— Qué extraño, ¿Porqué un tÃo estarÃa interesado si su sobrino puede o no procrear? — HyukJae entendÃa muy bien por donde querÃa dar ese doctor de cuarta.
— Eso no le debe de interesar en lo absoluto — el doctor asintió y se levantó de su asiento.
— Venga conmigo joven — DongHae se levantó de su silla y fue junto a ese señor — Acuestese aquà — el menor hizo caso y sonrió al doctor levantar su camisa para luego éxpasir un gel en su vientre — Te haremos un ultrasonido para ver que tiene dentro de ti — el doctor ignoro las notorias marcas en todo el abdomen del chico y justo temió lo que pensaba, un feto de 7 semanas era lo que se podÃa ver en la pantalla — Vez esto — señaló la pantalla y DongHae entre cerro sus ojos ojos para ver — Es tu bebé.
— Mi... ¿Mi bebé? — preguntó asustado, sabÃa muy bien lo que podÃa pasar por la mente de HyukJae al enterarse.
— Le diré a tu tÃo — DongHae no logró decir nada cuando vio al hombre salir de la sala de atención a su oficina, se levantó rápido y lo siguió, pero ya habÃa llegado junto a HyukJae.
— Le tengo una buena noticia — HyukJae esperaba escuchar que el pequeño era un hombre normal y corriente.
— El joven tiene 7 semanas de gestación — HyukJae abrió sus ojos y vio a DongHae entrando a la oficina.
— Quiero que esperes afuera — el menor se dio cuenta de que el mayor sabÃa todo.
— Cree que no note las marcas del paciente — soltó el doctor con DongHae ya fuera de la oficina.
— Le dije que eso le debe importar poco le estoy pagando.
— Me importa más el bienestar del paciente — el doctor suspiro — Su próxima cita será dentro de 4 semanas para su cuidado.
— ¿Usted hace abortos? — preguntó HyukJae.
— En este paÃs los abortos son sólo cuando el feto tiene un problema o puede causar uno a la madre.
— Y si le digo que le puedo dar cien mil millones, cambiarÃa de opinión.
— Creo que usted y yo estamos haciendo un trato — le respondió el doctor mientras esperaba con a mano extendida el cheque.
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