Unos gritos despertaron a DongHae, sonrió, aunque fueran las dos de la madrugada, si eran de Henry le alegraba, bostezo y salió de la cama, con seis meses el pequeño parecÃa no querer dormir si no estaba con su padre, tenÃa que pasarlo a su cama todos los dÃas, era un travieso de primera, todo en la casa estaba mordido por el, incluso el pobre Zack tuvo que pasar por varios mordiscos.
— Deja de llorar, ya te voy a dejar dormir — colocó al bebé en la cama e instantáneamente dejó de llorar para ver a su padre feliz — DeberÃas dejar de ser tan mimado — el bebé junto sus cejas y DongHae sonrió, su vida sin el serÃa lo más horrendo de este mundo.
Tomo una botella de jugo de chocolate y otra de fresas, esas le gustaban a Henry, cada que compraban veÃa la bolsa del super muy emocionado.
— Tenemos que volver — Sasha llegó corriendo donde el.
— ¿Qué pasa? — preguntó Hae asustado ya que la chica parecÃa tener prisa y miedo al mismo tiempo.
— La casa se encendió... Henry estaba dentro — un vacÃo en el estómago de DongHae se formó, por poco haciéndolo vomitar — Vamos — los dos salieron del supermercado y fueron al auto, olvidando por completo lo que debÃan comprar.
— Hae... — el llamado vio como los bomberos apagaban las llamas que ya pronto se encontraban desaparecidas — Hae... espera — ShinDong al ver como esté trataba de ir a la casa lo detuvo — Es peligroso, los bomberos están revisando....— la desesperación era tan incómoda de tener, su corazón parecÃa latir de una manera muy diferente, era como si doliera.
— Revisamos toda la casa — el bombero llego con un rostro decepcionado — Encontramos rastros de un bebé — DongHae se dejó caer al suelo y dejó salir sus lágrimas, de nuevo estaba solo en ese mundo tan cruel que el conocÃa, lo único que le hacÃa estar feliz no estaba, su bebé, se fue, no lo tendrÃa de vuelta por más cosas que intentará, deseaba volver el tiempo para no haber salido de la casa, asà mÃnimo estarÃa el también junto a su bebé.
— DongHae, perdón... Yo no pude salvarlo, yo estaba en la cocina con Zack y todo se empezó a incendiar y yo trate, pero no pude — ShinDong abrazo a DongHae y este siguió llorando abrazando.
— Lo lamento tanto — Sasha se unió al abrazo, querÃan que DongHae dejará de sentir aquella desdicha tan grande que tenÃa en ese momento.
Cambio de traje para que su futura esposa negará de nuevo, estaba harto de esa arpÃa.
— Quita esa cara amorcito, parece que no te quieres casar — TaeYeon le pasó otro traje.
— Por lo menos lo notas — la chica le dio una muy mala mirada y el fue de nuevo a cambiarse, esa estúpida mujer lo tenÃa hasta arriba, era necia, irrespetuosa, con aires de grandeza y peleaba por todo, el lo que ocupaba era unas vacaciones, no casarse como lo obligaron los accionistas de su empresa, diciendo que asà obtendrÃa más dinero, aunque ahora eso era lo de menos, sólo querÃa desaparecer a ese chica.
— Estas hermoso, mi vida — un gesto de asco salió de HyukJae.
— Y mejor come un pan, que te hace falta — se vio en el espejo, ese traje lo hacÃa verse más maduro.
Sasha acaricio el cabello de DongHae, no sabÃa que más hacer para que el niño dejará de llorar, estaban acostados en la cama de aquel hotel donde estaban quedándose, después de quedarse sin casa, compro unos gotas para calmar al menor, pero no hacÃan efecto.
— Mi bebé no merecÃa esto — la mujer abrazo más fuerte al menor — Yo tenÃa que haber sido, no el.
— No tuvo que ser ninguno — susurró en su oÃdo.
— Las cámaras grabaron a dos hombres entrar desde afuera — ShinDong vio las imágenes de unos sujetos entrando a su antiguo hogar.
— Según lo que logre investigar de todo esto, son Lee y Kim, unos hombres que trabajan de estupenda manera en duo — unas fotografÃas policiales de los rostros de esos hombres fue lo que le mostró ese hombre.
— ¿Quiénes son? o ¿Para quién trabajan? — en su vida habÃa visto los rostros de esos hombres.
— Trabajan para Lee HyukJae, son a los que siempre acude cuando quiere hacer algo de este estilo — ShinDong asintió, eso serÃa difÃcil de decirle al menor.
— Gracias por su información — el hombre le sonrió y salió del apartamento dejando las fotografÃas de esos infelices, claro que los harÃa pagar.
— ¿Qué te dijeron? — la mujer camino con DongHae y se sentaron juntos, ella lo abrazo.
— Ellos lo hicieron — señaló las imágenes que se encontraban en la mesita.
— ¿Quieres ver? — preguntó la chica y DongHae negó, ella asintió alejando más las imágenes.
— ¿Porqué lo hicieron? — habló con costo el menor viendo a ShinDong.
— Trabajan para HyukJae... y — después de escuchar lo primero, DongHae no le importaba nada, asà de rápido todo el afecto que tenÃa por el mayor, se transformó en un profundo odio, querÃa que el desapareciera, no querÃa saber que seguÃa respirando, debÃa sufrir igual a su bebé, no importaba si el mismo terminaba en la cárcel o muerto, ese hombre iba pagar.
— Ya mismo lo mando a matar — Sasha tomó su celular, llamarÃa a su padre para que mandara a algún hombre que acabará con HyukJae y esos dos hombres.
— No... quiero que sea cuando menos se lo espera — ShinDong asintió a las palabras del menor. Por ahora sacar todo el dolor en su pecho, sufrir su pérdida para sentirse mejor, se levantó del sillón y camino a la recámara, querÃa estar solo, le costaba tanto pensar en su pequeño, nunca pudo hablar, que nunca dio pasos... jamás podrá ver como va a la escuela y empezaba a ir en la universidad, sólo porque HyukJae le dio la gana, creÃa que por lo menos no se iba a entrometer en su vida, estaba equivocado, ese hombre no iba a descansar hasta destruir lo poco que le quedaba, pero el iba a hacer lo mismo, iba acabar con su vida.
— Sufriras tanto como lo hizo mi bebé — abrazo la almohada fuerte, eso se volvió en su propia promesa, que debÃa cumplir sin importar las consecuencias.
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