JungKook se voltea, con una mirada penetrante fijada en TaeHyung.
—Elige TaeHyung… ¿BoGum o yo? —El ultimátum.
Tae dirige una mirada suplicante a BoGum que presagia la inminente respuesta, el temor recorre, sintiendo un escalofrío , siente casi irradiar una aura en JunngKook, una de poder y arrogancia , una que le dice que nuevamente ganará sobre el, eso duele vaya que si.
Pero el moreno, no contesta, la angustia lo invade en esta encrucijada.
Por un lado el hombre que lo da todo por un poco de el,
En el otro, un hombre que no da nada pero que quiere todo de el.
— No puedo creer que lo estés pensando —Un alud de rabia lo invade, mezclada de celos y dolor, su mirada turbia exhala resentimiento, el siempre ha sido una de las personas mas importante en la vida del moreno, desde niños, desde jóvenes, desde siempre. No debe, no tiene que dudar, es el corto razonamiento que en su egoísmo justifica su sentir.
Los ojos acuosos contagian el animo de BoGum, sintiendo es un lance perdido, del que desde un inicio se sabia imposibilitado de ganar.
—Yo… yo lo siento… — Experimenta un dejo de lástima por si mismo cuando Tae lo mira casi pidiendo perdón, BoGum quiere rogar por una oportunidad, pero mientras busca las palabras adecuadas, le ganan la palabra —Si me pides que escoja, escojo a BoGum —Con una sonrisa desdibujada falsamente, proclama al vencedor.
JungKook se queda estupefacto. La ira y los celos lo calcinan e impulsan con voracidad una lengua viperina con deseos de dañar al ganador.
—¡Como diablos puedes preferirlo sobre mi!… te está… te está difamando… —Y es el tono mas que la palabra misma que lo hace doloso.
—JungKook no busques mas verdades que no existen, lo has oído, BoGum es mi pareja…yo…yo lo elijo a el, lo siento.
TaeHyung ya no quiere arriesgar un poco por nada, está cansado de ello, JungKook hace tiempo se ha deslizado por entre sus dedos, no puede aferrarse a el, debe soltar las esperanzas que nunca se concretarán, debe ser realistas, no puede tener nada, ni un poco de el, al menos como lo que el desea.
JungKook lo mira y niega con la cabeza una y otra vez, niega la realidad, como si al hacerlo eso pudiera borrar todo, en un dejo infantil repite el movimiento fehacientemente, frenéticamente.
—No, no, no…esto es una jodida broma… no…
—BoGum, por favor, déjanos solos debo….
Ahora al saberse el ganador, se aferra a el, física y mentalmente, se arrodilla a lado del moreno que aun sigue sentado en el suelo, queriendo protegerlo de algún peligro inexistente y lo abraza con fuerza, marcando territorio, en un modo instintivo y primitivo, JungKook quisiera levantarse para poder separarlos, pero un dejo de orgullo lo mantiene casi inmutable, casi.
—Por favor BoGum, vete ahora.
—No cariño, no confío en este, no voy a dejarte ni por error.
—¡Nunca seria capaz de hacerle daño! —Responde el pelinegro con furia al sentirse relegado.
—Por favor, será la última vez que lo haga. —Le dice en un ruego perceptible.
JungKook puede ver el incesante intercambio de palabras y ruegos, uno por no abandonar y el otro por la necesidad de que los deje solos. Y solo por ello espera, por un poco de nada que sabe será lo último que obtendrá.
Renuente, BoGum es convencido.
—Puedo esperar afuera o regresar mas tarde si quieres… —Mira con desconfianza.
—No es necesario, mañana podrás venir por mi, iremos a casa de mis… —Mira a JungKook y no puede evitar suspirar, porque sabe que esta cortando uno a uno los hilos que los unían— … Padres a celebrar mi cumpleaños.
Y son estas últimas palabras acompañadas de una sutil sonrisa lo que terminan de convencer al ganador, que corresponde con otra, mucho mas confiado, demasiado. Cuando se despide después de varias recomendaciones, BoGum besa a su novio, demasiado largo para gusto de JungKook, su mirada altiva durante el momento se dirige a el que termina por desviar la mirada.
Cuando al fin se quedan solos, las palabras escapan dejando los pensamientos atrapados, temerosos,
De describir la verdad completa por parte de uno,
Por el otro de descubrir la verdad completa.
—Yo…yo siento…no lo se, solo no se si esperes me disculpe o no se que decir, siento que te hayas enterado de esta manera lo…que… bueno que nos hayas visto.
TaeHyung siente que el silencio no puede orientarlo en la oscuridad de la zozobra y la desazón.
—Entiendo que no quieras ser mi amigo, que… no quieras volver a verme, está bien, no necesitas darme razones…
JungKook permanece en silencio, sentado en el suelo, frente a el, recargado en la pared, solo observándolo, para el moreno es indescifrable su expresión.
—Dime algo, no se que piensas… habla…solo te pido que por los años de amistad entre nosotros no me digas palabras que me hieran —La voz se quiebra, se agacha en una sensación de duda y temor.
—¿Por qué? —Es la respuesta que le dan, pero que no la entiende.
—¿Eh?
—¿Por qué?
—Soy así, siempre lo fui…
—¿Por qué el?
—Eh…pues lo conocí en una fiesta, congeniamos…
—Mierda… ¿POR QUÉ EL? —Eleva la voz en un reclamo silencioso de la verdadera razón.
— ¡NO LO SE!... solo así fué, solo pasó…no se que mas decirte. —TaeHyung se siente derrotado y se sienta a su lado con temor a ser rechazado, pero aun así se aventura.
—¿Por qué el?...por que nunca pude ser yo…
El moreno no entiende las palabras de su amigo.
—¿Por qué no pude ser yo al que amaras?
TaeHyung se acerca a su amigo, con sigilo, se aventura a tomar el rostro con las manos, con sumo cuidado, como si fuese a desquebrajar en cualquier momento , como lo que es, la cosa mas frágil, delicada y hermosa. Las lágrimas en uno y otro ya corren.
—¿De que hablas?...como puedes decir eso. —La voz se quiebra, los ojos gritan con la posibilidad de una débil esperanza.
—Si siempre fuiste así ¿Por qué nunca te guste yo? —La verdad emerge, cristalina, honesta con una pregunta crucial, que fue escondida durante tantos años, siendo el eje de todo lo que pudo ser y no fue.
Jeon es un desastre, uno muy hermoso, con el rostro húmedo, los labios temblorosos, la nariz roja y los ojos brillantes.
TaeHyung lo mira con excesiva ternura, con los pulgares limpia innecesariamente las lágrimas que vuelven a humedecer el bello rostro.
—¿De que hablas? …siempre fuiste tu, todo el tiempo fuiste lo que quería pero no podía tener —Le sonríe con un rostro teñido de desolación pero con ojos inundados de afección, su sonrisa tenue. Los dedos acarician con parsimonia sus mejillas una y otra vez.
La mirada contraria busca descifrar en los ojos ajenos, la verdad y la nota, completa, descifrable, total.
No pierde mas tiempo, se acerca de improviso, sus rostros chocan con torpeza, le busca los labios, por temor o prudencia, TaeHyung se deja hacer, desea que le hagan hacer, se siente como en un sueño lejano, el sabor, la textura…
es etéreo
es mundano,
es embriagante,
es adictivo…
No quiere parar, el cuerpo responde, el exterior no existe, ni la realidad, ni sus condición de compromiso, de alguno, de los dos, de ninguno, solo la vorágine, los dedos recorren lo que tantas veces desearon, uno evocando recuerdos del pasado, otro sintiendo que explora por primera vez.
No se detienen a hablar o a comprender los actos , unas manos temblorosas desprenden una camisa, las otras desprenden un cinturón, las lenguas se enlazan, las manos oprimen, acarician, escudriñan, generan placer, las virilidades se extienden, los cuerpos se expone toda desnudez, toda belleza.
—Yo nunca…yo no se como…
—No importa, solo déjate llevar… quieres continuar… ¿Lo deseas?
— Quiero todo. —Es un hecho irrefutable, ¿Quién podría dudar?
Los cuerpos paralelos, uno sobre el otro, uno dentro del otro, la fricción y el placer van más allá de lo sexual, porque hacer el amor, implica sentimientos expresados con el cuerpo.
Se amaron varias veces esa madrugada,
De tantas formas como fue posible,
Con caricias y con palabras,
Incluso con las miradas,
Con cuerpos de hombres,
Siendo dos hombres,
Sin prejuicios
Y sin condiciones.
Porque solo era amor, tan simple y poderoso.
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Abre la puerta con cuidado, pensando en no hacer ruido, antes de entras encendió el celular viendo las llamadas perdidas y los mensajes solicitando en un inicio saber de el con preocupación, pero según fueron pasando las horas con desesperación finalizando en terror.
Da unos cuantos pasos y ve la figura menuda en el sillón, unas marcadas ojeras y un lio en el cabello. Dos pasos mas y al quedar frente a ella, tal vez la es la fuerza de la mirada o la preocupación la que la hizo reaccionar pronto, demasiado pronto.
—¿JungKook? — se levanta somnolienta, frotándose los ojos en un intento de despabilarse — JungKook te he estado llamando toda la noche, ¿Por qué no contestabas? —Lo barre con la mirada y el teme ser descubierto, pese que no hay marcas en su cuerpo que lo delaten, sabe las hay en su mirada y eso siente son mas evidentes y por eso evita el contacto visual.
—Discúlpame, no vi el celular es que celebramos y eso… lo siento.
—Fuiste irresponsable…la niña… estaba preocupada por ti. —Mas que enojo, el reclamo es triste.
—¿Le pasó algo?
—No, no…solo…está bien…olvídalo, ya estas aquí —Dice con resignación —…anda te haré el desayuno —JiEun se acerca para darle un beso en los labios, pero el da un paso a tras.
—Lo siento bebimos —Es verdad, uno del otro— debo…me daré un baño.
El agua fría no limpia la culpa, ni la conciencia, sabe que a tomado decisiones erradas, sabe que se ha equivocado, sabe que no pude mas con ello, no volverá a equivocarse. No mas errores ni tropiezos, no quiere mentiras ni engaños.
Después de vestirse con ropa para el trabajo, se dirige a la habitación de su hija, la observa, mientras se anuda la corbata, duerme plácidamente, sin preocupaciones.
—Amor ya esta el desayuno. —JiEun se acerca, observándolo con detenimiento, lo ayuda a terminar de arreglarse la corbata..
— ¿Sabes que la amo?
—Se que nos amas.
La culpa, el honor, el amor se conjuga en una sola decisión.
— Por favor, nunca la separes de mí.
—No tendría porque hacerlo, estamos…juntos —No lo dice segura, hay un espacio para la duda, es mujer, es intuitiva.
Le dio a su hija un beso en la frente y otro a JiEun.
—Debo ir al trabajo —Ese día renunciaría, no podía seguir viviendo en una mentira, no había dejado de amar a TaeHyung durante tantos años, no lo dejaría de amar en otros mas , no va a dejarlo, no ahora que sabe que el también le corresponde, no era honorable seguir con un trabajo dado por el padre de JiEun.
—Papá te ha dicho que no vayas… podríamos ir al parque… como familia, llevar a JiSoo…—No lo dice segura, hay un espacio para la duda, es mujer, es intuitiva.
Había tomado la decisión, había acordado una esperanza de una nueva vida para ellos dos, sin sombras o a medias. Camina con seguridad, hacia su futuro.
Cuando s acerco a la puerta, antes de salir la voz de JiEun lo hizo detenerse.
— Pensé que lo habías superado, pensé que realmente había logrado enamorarte cuando nos casamos, pensé… de verdad lo creí. —Sus palabras son extrañas, tal vez son resignación, tal vez un enfrentamiento a la realidad.
JungKook se giró, la mira con culpa y pesadumbre. Aunque JiEun sabia…que era el final.
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