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Amarte es mi pecado por EvilQueen

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Notas del capitulo:

 

 

 

 

Magui estaba en la cocina preparando la cena esperando que su tío regresara de la parroquia. Bailaba al ritmo de una canción estilo tropical que estaba reproduciendo mientras hacía sus labores.

--Todo eso fuiste, pero perdiste --canturreó antes de levantar los ojos de la sarten gracias el sonido de la puerta. Segura de que se trataba de Steve, bajó el volumen de la música se acercó a recibirlo.

El semblante de la chica cambió por completo cuando vio a su tío. Traía un aspecto horrible, decaído y se notaba que había llorado.

--¿Qué te pasó? --interrogó ella con un evidente tono de preocupación.

Steve alzó la vista y los ojos se le volvieron a llenar de lágrimas. Intentó decir algo, pero no pudo gracias al nudo que le oprimía la garganta. Magui atravesó la distancia que los separaba y abrazó a tu tío en un acto protector, Lo sostuvo fuerte como si así evitara que alguien pudiera volver a herirlo. Él tuvo que agacharse un poco para poder corresponder el abrazo y llorar en el hombro de su sobrina; ella, por su parte, se paró en puntas de pie para facilitarle la tarea.

El llanto amargo del rubio amenazaba con contagiar a la joven que todavía no entendía que rayos pasaba, pero no insistiría en explicaciones hasta que Steve estuviera listo para decirle.

--Cometí una estupidez --le dijo él una vez que se calmó un poco

Magui frunció el ceño extrañada y rompió el abrazo para poder mirarlo. El sonrió amargamente y negó

--¿Qué hago cargando con mis problemas a una niña?

Magui alzó una ceja, bueno… eso la había ofendido un poquito, pero no le diría nada ahora. Vio a su tío dirigirse hacia el sofá donde se desplomó de manera pesada cual bolsa de piedras, ella lo siguió y se sentó a su lado.

--Tal vez sea chiquita y no entienda muchas cosas --comenzó a decir-- pero puedo escucharte, no tienes que guardarte todo.

Steve la miró, tenía la madurez de alguien más grande debido a que el destino la obligó a crecer de golpe. Él suspiró un poco y se dispuso a hablar.

--Besé a Tony --le dijo

Ella no pudo evitar abrir los ojos como platos y llevarse las manos a la boca para ahorrar el inminente grito.  

--No digas nada --previno él-- fue un error.

--¿Error?, ¿acaso tropezaste y te caíste sobre su boca?

Steve no pudo evitar reír un poco ante la ocurrencia de Magui.

--Sabes a lo que me refiero.

--Sí, entendí --dijo ella apoyando su coso en respaldo del sofá y recostando su cabeza sobre su mano-- pero si lo besaste es porque sientes algo por él.

Steve asintió --Confusión, eso es lo que siento.

Magui lo miró con dejo de melancolía, podía notar su lucha interna.

--Estoy partido en dos --le confesó--, por un lado, quiero hacer bien las cosas. Continuar con mi vida tranquila, seguir con mi servicio hacia Dios, seguir siendo esto --dijo señalándose-- que es para lo que me preparé toda mi vida. Y por otro lado…

--Quieres dejar todo e ir con él --Steve la miró y asintió y se llevó las manos al rostro.

--Creo que estoy a punto de volverme loco.

--Un sabio dijo que las mejores personas lo están.

--No, no me vengas con tus frases hechas.

Magui rió --Si me permites opinar --comenzó a decir ella--, creo que, si bien tienes que analizar todas las posibilidades, debes pensar en qué te hará feliz. No por compromiso o estabilidad, eso es vivir en mediocridad --dijo mientras su tío la escuchaba atentamente--. Si me dices que la sotana te hace feliz, que te sientes completo yo te apoyaré. Pero mientras sigas diciendo que es tu obligación moral por tus votos y todas esas boludeces --dijo ella en un tono más severo--, te juro por Dios que no voy a parar hasta verte con Tony.

Steve sonrió y la abrazó. Podía estar destrozado, pero si algo hacía que él se mantuviera en pie era ella. Y tenía que admitir que se le inflaba el pecho de orgullo al saberla una persona tan madura y coherente.

--¿Cómo es que eres tan sabia? --le dijo alborotándole un poco el cabello y recibiendo reclamos por ese acto.

--Es genética --le dijo orgullosa--, pero creo que tu fuiste la generación salteada.

Steve se llevó la mano al pecho e hizo una mueca de dolor mientras ella reía por aquel acto.

--Vamos a cenar --le dijo Magui levantándose y tomando dirección hacia la cocina mientras Steve la seguía.

 

 

Tony fue directo al aparador y sacó un baso y una botella de whiskey.  Se sirvió de la bebida y se encaminó en dirección al piano de la sala.

Se sentó y comenzó a tocar con el objetivo de despejar la mente y olvidarse de todo. Le fue inútil porque cada nota que salía debido al golpe en las cuerdas del piano se le clavaban en el pecho como si fueran puñales.

Si le estaba resultando imposible mantenerse alejado de Steve ahora sería una tortura atroz. Había vuelto a probarlo, a sentirlo y no quería deshacerse de esas sensaciones. Cerró los ojos mientras sus dedos aun se deslizaban ágilmente por el instrumento. Suspiró, le pareció sentirlo otra vez pegado a sus labios, le pareció revivir ese cosquilleo que lo enloquecía pero que estaba terminantemente prohibido. Pudo sentir las manos de Steve sobre sus caderas, los besos en su cuello, el calor recorrerle el cuerpo, un beso casto en la frente... no, eso sí fue real. Abrió los ojos y notó que Stephen se erguía luego de haberle dejado aquel beso, la fantasía duró poco.

--¿Pudiste resolver todo? --preguntó el doctor

Tony asintió de manera lenta y no cambiaba su semblante serio.

Stephen tomó el rostro de Stark con sus manos y lo obligó a moverse para plantarle un beso en los labios. Aquel acto no fue correspondido de la manera que Strange se esperaba, Tony estaba más bien tieso y siquiera abrió los labios para recibirlo. Se separó y lo miró serio.

--¿Está todo bien?

--Todo perfecto --contestó Tony con una su clásica sonrisa fingida--m me voy a casar con un hombre perfecto, vivo en una casa perfecta, tengo una vida perfecta.

--No es necesario el sarcasmo, ¿sabes?

--Siempre es necesario el sarcasmo.

Stephen rodeó los ojos y volvió a interrogarlo

--¿Me vas a decir que te pasa?

--Mmmmh --musitó Stark-- No, mejor no. Me voy a dormir --le dijo antes de levantarse del asiento frente al piano para tomar dirección hacia la escalera.

Strange lo tomó dl brazo antes de que se fuera y lo pegó a sí tomándolo por la cintura. --Hay que terminar lo que empezamos esta tarde-- dijo en tono coqueto.

Tony llevó la vista a las manos que lo sujetaban y volvió a mirar al doctor. Le sonrió de lado para luego soltarse de ese agarre.

--Mejor otro día --le dijo e intentó retirarse otra vez.

Stephen lo volvió a sostener por la muñeca, esta vez ejerciendo más fuerza sobre el castaño. Tony miró ceñudo la mano que lo aprisionaba y de la misma forma miró a su pareja. El doctor se acercó lentamente a Tony y le llevó una mano a la mejilla, con su pulgar recorrió los labios del castaño e inició un camino de pequeñas caricias hasta su cuello. Iba a besarlo, pero notó algo en la porción de piel de Tony que estaba acariciando. El cuello del castaño tenía marcas rojizas y estaban levemente hinchadas, lo que le permitió al doctor sentirlas al tacto.

Tony se inquietó un poco cuando Stephen clavó la vista debajo de su oreja, pero de vuelta sus ojos claros lo miraron y sonrió. Tony no supo por qué, pero esa sonrisa lo inquietó

Strange reclamó los labios del castaño de manera impaciente. A Tony le costó seguirle el ritmo por un momento, quería separarse. El doctor notó cuando Tony quiso alejarse y lo tomó fuerte de la nuca para que no pudiera moverse al momento que se adentraba por completo en su boca. Stephen comenzó a acariciar con fervor el cuerpo de su pareja haciendo que este pudiera por fin soltarse de la presión de sus labios.

--No, Stephen --dijo Tony intentado zafarse

El otro hizo caso omiso a los pedidos de su pareja y siguió con lo que estaba haciendo mientras ejercía un fuerte agarre sobre su cuerpo para que no se fuera. Comenzó a acariciar el cuerpo de Tony por debajo su camisa haciéndolo tensarse por la incomodidad. El castaño ya no lo aguantó más y lo empujó para alejarlo.

--¡Te dije que no! --le gritó furioso

--¿Por qué no? ¿qué te pasa? --interrogó el doctor, aunque sabía que no le diría la verdad

--Nada, solo dije que no y eso debería bastarte.

Tony lo miró furioso y volvió a encaminarse hacia la escalera para ir a su habitación. Esta vez, nadie lo detuvo.

 

 

--¿Estas mejor? --preguntó Magui a su tío quien se encontraba sentado frente a ella en la mesa de la cocina. Ambos estaban desayunando y no se había tocado el tema “Tony” hasta el momento.

--Supongo que sí, aunque espero no cruzarlo por un buen tiempo --admitió--. No se cómo mirarlo a la cara.

Magui se encogió de hombros --Finge demencia.

Steve rió, esos consejos lo salvarían si se lo proponía.

--¿Me vas a acompañar hoy? --preguntó recogiendo los platos y llevándolos a lavar.

--No, creo que ya no iré más --contestó ella en un tono neutro mientras se disponía a secar y guardar lo que Steve iba lavando.

--¿Por qué? Wanda pregunta por ti todos los días que no vas. --Dijo intentando convencerla-- ¿Te imaginas si dejas de ir?

--También extrañaré a Wanda y a la madre Peggy. A las otras hermanas no tanto --confesó divirtiendo a Steve--, creo que no les caigo bien.

--Te quieren a su manera.

--En fin --volvió a decir como si lo que Steve le había dicho antes le resbalara--, no me siento cómoda entre tanta mentira.

Steve suspiro, ahí iba de nuevo. --Ya hablamos tantas veces de esto Magui, de verdad es agotador.

--Pero no me refiero solo a ti --la castaña suspiró y fijó la vista en su tío, quien la miraba serio-- ¿Sabías que la hermana Maggie tiene un hijo?

El rubio abrió los ojos como platos, no se esperaba eso.

--Emmmm --no supo como contestarle-- S-sí, sabía eso. ¿cómo lo sabes tú?

--Porque él me lo dijo, su hijo.

--¿Conoces al hijo de la hermana Maggie?

--Sí, y tu también. Todos en la parroquia lo conocemos.

Steve pareció pensar un momento. Sus facciones cambiaron a unas más sorprendidas cuando se le ocurrió de quien podían estar hablando.

--Matt --susurró él-- jamás le pregunté su apellido pero tiene que ser…

--Murdock --contestó Maggie.

El religioso la volvió a mirar, no lo podía creer. Pero debía ser cierto, no había forma de que Magui lo sepa sino.

--Matt me dijo que su padre le contó sobre su madre biológica antes de morir.

--¿Jack Murdock falleció? --la joven asintió-- Por el cielo, Maggi tiene que saberlo. ¿Qué más te contó?

--Me dijo que cuando su padre murió lo adoptó una familia del pueblo, Los Nelson --Steve asintió, los conocía y conocía a sus hijos, por ende, a Matt. Nunca pensó que ese niño fuera el hijo de la religiosa--. Y que una vez aquí se enteró por casualidad que su madre estaba recluida en el convento.

--Pobre chico, Maggie tiene que saberlo --repitió.

--No creo que deba salir de nosotros el decirle. Matt se enojaría mucho si supiera que te conté.

Steve suspiró y asintió, eso cambiaba todo.

--También está Peggy --dijo Magui continuando el tema enterior mientras guardaba los platos-- Tony me dijo que está seguro de que ella estaba enamorada de su padre.

Steve no pudo evitar reír con fuerza ante aquella ocurrencia.

--No cual de los dos es más conspiranoico --dijo divertido--. Esas son ocurrencias. Y si a Peggy alguna vez le gustó Howard no hay nada de malo.

--Malo sería que haya entrado al servicio por despecho, como tú.

La risa de Steve cesó --No estaba despechado --dijo con un tono defensivo que hizo reír a Magui.

--Wanda también tiene un secreto, o algo así le entendí a Pietro, no sé.

Steve terminó de lavar el ultimo plato y se recostó sobre la mesada cruzando sus brazos.

--Wanda tiene una historia difícil, por su familia y demás cosas que tuvo que pasar.

--¿Tú sabes que le pasó?

--Si, pero no está en mi decirte.

Magui lo entendió, así que no insistió más. Se propuso a terminar de guardar las cosas que se habían acumulado por estar conversando.

De repente una idea le llegó a la mente y no pudo evitar reírse.

--¿Qué? --preguntó Steve intrigado por la repentina actitud risueña de ella.

--¿Qué harías si algún día Tony desde casarse y te pide que bendigas su boda? Me imagine la cara que pondrás --dijo entre carcajadas mientras el rostro de Steve se volvía serio-- ¡Ey! No pongas esa cara larga --eso no va a pasar-- le dijo palmeándole la espalda de manera amistosa.

Steve lo pensó y se le revolvió el estómago, eso si iba a pasar y podía sentir cada parte de su cuerpo gritando por dentro mientras él solo veía a Tony hacer su vida con otro. Suspiró.

--Ya tengo que irme --le dijo dispuesto a salir.

--Steve --lo llamó Magui--… pensé que lo notarías, pero… --Magui se llevó el dedo índice a su cuello y le señaló el espejo para que se viera. Steve se dirigió hacia el objeto colgado en la pared y vio su reflejo. En la mañana, tal vez por cansancio o por puro despiste, no había notado el recorrido de pequeños hematomas que tenía desde su cuello hasta su hombro.

--Mierda.

--¿Ese es el lenguaje de un sacerdote? --preguntó Magui con una sonrisa burlona arrojándole un bulto que había sacado del perchero.

--¿Cómo crees que se te verá una bufanda en pleno julio?

 

 

A la mañana siguiente, Magui si fue a la parroquia. La noche anterior Steve le había comentado que Wanda quería hablar con ella. Y si su amiga la necesitaba no le fallaría.

Estaba sentada en los bancos de la iglesia hablando con Matt cuando la castaña se acercó a los dos y le dirigió una sonrisa al joven la cual hizo que Magui deseara que él no fuera invidente para poder apreciarla.

--Buen día --saludó la novicia cordialmente a ambos-- Magui, quiero hablar contigo --la susodicha se levantó del asiento y se disculpó con Matt para luego seguir a su amiga.

Ambas entraron a la habitación de la novicia. Magui miró todo atentamente, pues nunca había pasado a los dormitorios de las hermanas; no eran nada fuera de lo común. Vio a Wanda echarle llave a la puerta y levantó una ceja extrañada.

--¿Qué pasa? --preguntó una vez que la castaña le dirigió la vista.

--Supe que Pietro te contó algo sobre nuestra infancia

Magui se sentó en una de las dos camas que allí había y encogió los hombros. Luego asintió con la cabeza mientras seguía los movimientos de Wanda con la mirada.

La novicia se sentó en la cama de al lado quedando frente a Magui. Abrió la boca dispuesta a hablar, pero nada salió, se paró de nuevo y comenzó a caminar por toda la habitación de manera nerviosa.

Magui se removió un poco en la cama y frunció el ceño, se estaba comenzando a impacientar.

 

Hoy he despertado en el suelo del salón

Con la mirada esquivando un nuevo sol

Que acariciaba mi mejilla con temor

--No se porque será --comenzó a decir la religiosa-- pero desde que te conocí me inspiras mucha confianza. Tal vez será porque nunca tuve una amiga o porque de verdad tengo que decir esto.

Magui la miró extrañada y otra vez volvió a fruncir el ceño, intentaba entender a donde quería llegar su amiga, pero no podía.

--Es algo que me vengo guardando hace mucho --susurró la castaña.

--Me estas asustando, dime ya lo que tienes que decir.

Wanda suspiro, no sabía cómo comenzar a narrar.

 

Fuera discutían golondrinas y un avión

Pero el silencio en casa era ensordecedor

Estás paredes saben bien lo que pasó

--Pietro te contó que mi padre nos abandonó --Magui asintió--, luego de eso mi mamá se volvió a casar. El tipo era todo para nosotros, era nuestra figura paterna. Yo me pegue mucho a él, imagínate --dijo Wanda con su rostro duro--, como una niña con su padre.

Magui solo la escuchaba, ya había oído esa historia por parte de Pietro, pero supuso que a Wanda también le pesaba el abandono de su padre así que no la interrumpió en ningún momento.

--Yo estaba muy feliz, luego de un año entero de llorar a mares por fin sentía que esa parte que me faltaba sería llenada. Estaba tan feliz de volver a tener una familia unida que no noté cuando su trato conmigo dejó de ser inocente.

 

Ya no quiero tus disculpas, no quiero escuchar tu voz

No quiero nada, solo un poco de valor

Para decirte que no eres mejor que yo

Se acabó, tu mano al viento dibujando un cinturón

Tu voz cobarde excusando al tirador

Tus condolencias explicando la razón

Magui sintió un pesó horrible en pecho, una sensación similar a un balde de agua fría que te cae sobre la cabeza y te roba el aliento un momento. Sabía lo que venía y no quería oírlo, pero su amiga la necesitaba. Notó que la voz de Wanda ya estaba quebrada y que su labio interior no dejaba de temblar. Sintió el impulso de abrazarla, pero no pudo mover ni un musculo.

--Tenía 11 años la primera vez que pasó-- dijo ella con su voz más aguda y entrecortada-- era verano y llevaba poca ro… --Wanda comenzó a temblar, se llevó el mentón al pecho y escondió el rostro entre sus manos. No lloró, solo tembló.

Magui en un impulsó se levantó y cruzó el espacio entre las dos camas para centrase al lado de Wanda, estaba en shock, no sabía como reaccionar. Ni siquiera supo si debía abrazarla y lo dudó un momento. Pero al final decidido rodear a la novicia con sus brazos.

Wanda se sobresaltó un momento por el tacto, pero cuando fue consiente de que Magui la estaba abrazando solo dejó caer su peso sobre ella y terminó con la cabeza apoyada en el pecho de la morena mientras lloraba amargamente.

 

Y por eso me voy y por eso te digo

Ni el mismo diablo me hubiera hecho el daño que me has hecho tú

Y por eso me voy, por eso te maldigo

Pero antes quisiera decirte a la cara una vez sin temor

Que tú no vales más que yo

Wanda se incorporó cuando estuvo lista para seguir hablando, Magui la miró.

--Nunca pasó hizo nada más que tocarme --confesó en un susurro y con su cabeza baja--, pero igual era asqueroso. Y eso no le bastaba, también me golpeaba y amenazaba. Él tomaba mucho y se enojaba fácilmente --Magui cerró los ojos y apretó la mandíbula enfurecida--. Pero… luego de cuatro años no lo pude callar más.

 

Llevo tus fantasmas tatuados en mi piel

Y tú desprecio paseando en el andén de mi memoria

Que no pierde nunca el tren

Ni una noche más en vela esperando al cazador

Desorientado por la niebla y el alcohol

Mientras al alba cae vacío un cargador

Pietro notaba que algo no estaba bien y le conté --Wanda hizo una pausa y pareció meditar un poco--. Él se culpó mucho, decía que no me había cuidado. También culpó a mi padre biológico, decía que si no nos hubiese dejado eso no hubiese ocurrido. Ahora ni siquiera se lo puede nombrar frente a él.

--Teníamos solo catorce --continuó diciendo la novia. Pero Pietro le dio una paliza muy grande a ese tipo y le contó a mamá… ella no me creyó.

Magui esta vez apretó los puños con fuerza, quería golpear algo para quitarse la rabia.

--Pietro no se quedó con eso y me sacó de esa casa, denunciamos al tipo y pensé que todo se iba a calmar, que mi calvario había terminado. Pero me equivoqué, tuve que pasar por cuestionarios interminables sobre mi moralidad y exámenes físicos que solo me hicieron peor. Al final el tipo fue condenado y mi mamá no pudo aguantarlo, ella también se fue.

 

Se acabó mirar al suelo cuando cruzo el callejón

De tus miserias como si fuera mi error

En mi tristeza nadie manda más que yo

--Fue tu tío el que nos abrió los brazos, junto con la madre Peggy. Ellos saben nuestra historia y nos respetaron al no decir nada a nadie. Ya sabes, en este lugar todos saben todo y todos opinan.

Magui hizo una mueca un tanto culposa, ella había opinado sin saber; no solo con Wanda, también con la hermana Maggie y con Steve. Por un momento entendió a su tío, Steve los había ayudado cuando ellos no tenían a nadie, él tenía una responsabilidad moral y espiritual con los fieles. Ellos depositan toda su fe en la figura sacerdotal y él no podía sacarles eso. Entendió aún más la batalla interna de su tío.

 

Y por eso me voy y por eso te digo

Ni el mismo diablo me hubiera hecho el daño que me has hecho tú

Y por eso me voy, por eso te maldigo

Pero antes quisiera decirte a la cara una vez sin temor

--Y bueno, aquí me sentí bien y protegida. Así que decidí tomar los hábitos… --hizo una pausa y tomó su rosario entre sus manos-- así nadie me mira con deseo ni me dañaran otra vez.

Magui frunció un poco el ceño y no supo si hablar, pero lo hizo de todos modos.

--¿Eso te llevó al noviciado?

Wanda la miró y asintió --Sí, esta paz que me hace sentir me salvó, me libró de culpa.

--Pero… tú no tienes la culpa de nada --dijo en tono suave-- Ni tú, ni tu padre por dejarlos solos, ni tu madre por no apoyarte. La culpa de todo la tiene el enfermo que te atacó. Nadie más. Nunca más vuelvas a culparte y recuerda que nunca más tienes que callarte algo así porque ya no estas sola.

 

Que en tu viaje al olvido por el camino infinito verás

Verás como el viento que guarda mis gritos te escupe a la cara todo mi dolor

Cuando tu sientas frío en un rincón de los siglos

Oirás lo que siempre le dice la luna al cobarde del sol

Que tú no vales más que yo

Wanda la miró con los ojos cristalizados y la abrazó, ahora tenía una amiga, una hermana, una aliada. No estaba sola.

Notas finales:

Holiiiis!! No me morí, ya vine ahre. 

Mañana se estrena Capitana Marvel en Argentina!!! estoy muy emocionada, ya quiero ver a Carol en acción. Para la próxima actualización ya la habré visto, pero tranqui porque no voy a spoilear nada. 

Bueno, sé que me demoré más de lo normal pero es porque me costó decidir la historia de Wanda, es algo muy duro. Pero son situaciones que existen en la vida real y no hay que darles vuelta la cara.

También quise dejar un mensaje sororidad para todas ustedes en camino al 8M. Siempre hay alguien, no están solas.

Sin más que decir, les deseo lo mejor y que puedan esquivar todos los spoilers de CM ahr. 

Nos leemos!!! 


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