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Maltratado y amado por Anafix

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Me despierto y volteo a mi derecha, me encuentro con una tez morena, que va perfecto con su cabello oscuro como la noche, y se que es Carlos. Y a mi izquierda un bronceado que se contrasta bien con con su cabello oscuro, y veo a mi romántico Al. Después trato de ver que horas son, me levanto y aun me siento todo pegajoso. Eran las cinco de la mañana, al checar en el microondas, aun así decido bañarme, ya que no sabia a que hora iban ir a trabajar, y quería prepararles el desayuno. Decido asearme en la ducha, ya que mi suciedad era superficial, pero después recuerdo que lo que hizo Carlos, y me meto un dedo para limpiarme lo poco que me metió. Ya bañado, voy por un cepillo que sigue empaquetado, lo abro y empiezo a lavar los dientes, miro mi rostro, mis ojos azules cansados, pero tranquilos y mi cabello desenredado color negro, que contrasta con mi piel blanca, y por primera vez al verme, me siento bonito. 

Ya se me decía mi padre a cada rato, pero nunca le creí, ahora que me lo dicen seis personas que amo y ellas a mi, tal vez si, no sea mentira. Me enjuago los dientes y me peino mi cabello con las manos, no quería agarrar un peine y que se fueran a molestar, aunque tal vez con el de Emilio, no se darían cuenta, ya que tenemos el mismo color de cabello. Desnudo pero aseado, salgo al recibidor y ellos siguen dormidos, creo que hasta estaban roncado, lo cual me da algo de gracia, trato de no hacer tanto ruido, y llego a donde dicen es mi habitación. Abro el armario de pesadilla, y trato de encontrar una ropa cómoda para ponerme. Logro encontrar unos pantalones de mezclilla, y quisiera ahorcarlos, ya que tenían corte que realzaba mi trasero, pero es de mujer otra vez (estoy seguro ya que que lo he visto a mi madrastra). Y no quiero hablar de la blusa, encontré una blanca, con mangas largas, aunque era cuello V, pegada y creo que era cómoda. Me puse las pantuflas, por cierto eran de conejito, pero debía admitir que también eran cómodas y me ayudarían para mas fácil cocinar.

Bueno ya en la cocina, decidí cocinar al horno para no hacer tanto ruido y ellos pudieran dormir, lo que debían para su trabajo. Trate de ser lo mas silencioso, pero cuando veía que si algunos de ellos iba a despertarse, le tarareaba la canción de cuna y se volvían aquedar dormidos. Decidí hacerles una frittata con verduras, un pan de plátano como postre, acompañado de fruta picada, y de tomar un jugo de papaya con naranja. Se que tal vez estaba exagerando, pero era la primera ves que cocinaba para ellos y quería impresionarlos. El olor empezó a reinar en el piso, -¿que huele tan delicioso?- pregunta Marco con su típica sonrisa, que me encantaba, aunque también me perdía en su cabello rubio y un poco quebrado, era tan deslumbrante como un sol en la mañana.

 -Buenos días- llama mi atención y me di cuenta que me le quede viendo, me sonrojo y le regreso su saludo, -buenos días-. Se para y veo que se dirige al baño, y por reojo veo su tez boceada y de allí  me pierdo en su escultural cuerpo, varonil y marcado. -Oye no se te valla a quemar algo, por estarte distrayéndote- me dice guiñando el ojo y recuerdo que deje la frittata en el horno, la reviso y por suerte no se quemo, ahora meto el pan de plátano que ya lo tenia en el molde. -Oye Tom, donde esta Marco- ahora se despierta mi moreno de ojos grises, -se metió a bañar- le contesto y Carlos me sonríe, -buenos días-, se lo regreso, y procedo a cortar la fruta. Carlos también se dirigió al baño y no me se me escapo echar una miradita, a sus sexys pectorales y espalda tonificada, -no te vayas a cortar- me advierte Carlos, y no se como se dan cuenta si el esta de espaldas a mi, termino de cortar la fruta. Escucho un bostezo y veo a Ric estirarse, y luego me hecha una mirada picarona, -buenos días, mi princesa- últimamente se le da por decirme así, aunque me divierte. Con una risa, le devuelvo su saludo, veo sus ojos verdes, mirando de arriba abajo, -aun no entiendo porque quieres ropa de hombre, si esa va bien contigo-, eso me enfada un poco y ya mejor le pido, -ya mejor métete a bañar, si quieres comer-. -Si ya deja a Tommy- era Lucas, que con su cabello y ojos del mismo tono avellana, contrastaban con su dulce personalidad, amable trato, y como el dulce también tiene sus momentos de sorpresa. Los dos terminan entrando al baño, jugando aventarse, parecían niños y por alguna razón me alegro. -Buenos días, Tom-, por ultimo se paraban Al y Emi, mi bronceado y mi moreno hércules, tampoco pude evitar verlos al entrar al baño. Termino de picar la fruta, sirvo los platos con la frittata, los vasos con el jugo y puse los cubiertos, ellos mientras iban desnudos, al cuarto del lado derecho del baño, donde supongo esta su ropa, y creo que estoy babeando. -Oye quieres que te traigamos una cubeta- brome Ric, yo me sonrojo y termino de acomodar la mesa. Me quedo viendo el cuarto, ese no lo he visto, tampoco, el que sigue y por ultimo de lado derecho por las escaleras, esta mi cuarto. 

Ellos salen, -si quieren ya empiecen a comer- los invito, -no gracias, mejor te esperamos- dice Marco. Mientras termino de sacar el pan de plátano del horno, uno de ellos me chifla y de seguro es Ric. Me paro de inmediato sonrojado, ellos se ríen y al terminar de hacerlo coloco el pan en la mesa, me dejaron en la punta del ovalo de la mesa, en la otra punta estaba Marco. A los lados, en el izquierdo mio se encontraban Al, Lucas, y Ric (que se encontraba a lado de Marco). De mi izquierdo estaba Emi y Carlos, y ya vi por que le decían su mano derecha. Espesamos a comer, todos hacen un cara de satisfacción, -Oye Tom esto esta delicioso- me felicita Lucas, con una sonrisa y yo se la devuelvo con -gracias-. -Esta buenísimo, pero no entendiendo como el chico pan y agua, sabe cocinar- me pregunta mi rubio extrañado, -bueno eso es porque cada vez que iban hacer una festividad, o iban hacer un evento, o desayunos y comidas, mi madrastra tenia que ir al salón de belleza, así que no le daba tiempo cocinar. Mi papa le prohibió contratar alguien ya que el pagaba el spa, así que a mi me ponía a cocinar, ella lo probaba para ver si me estaba quedando rica, si no me hacia hacerla de nuevo. Claro y me daba unas nalgadas muy fuertes, si me equivocaba- les explico. -Bueno al menos ahora sabemos por que no contrataron a alguien-, yo lo miro extraño ya que note su sarcasmo, -apuesto a que tu papa, te supervisaba cuando cocinabas- y me sorprendo como Ric sabia eso. -Bueno si, no quería que me robara comida- el confirmo, -si y nosotros también te observamos cuando te agachabas por el pan, a ver si te robabas la comida- me dice un sarcástico Ric. -Ni note que me estaban viendo- confesé, -si como nosotros, no notamos que nos veías al entrar y salir del baño- me guiña el ojo un coqueto Ric. Pero eso solo me hizo sentir sucio otra vez, otra vez pienso que la mirada penetrante que me daba mi padre, me daba escalofríos, me asustaba, ahora me repugnaba. -Apuesto a que también las nalgadas, te las daba tu papa-, y eso me aterro, nunca me había dado cuenta, como lo hacia cuando bajaba mi pantalón y calzón, piel con piel,  y me golpeaba hasta que suplicaba y llorara, que se detuviera, y lo hacia. Después sobaba mi pompis rojas y me decía -es tu culpa, que tenga que hacerte sufrir, ahora hazlo bien-, luego me hacia cocinar llorando y adolorido. 

Me pare, sentía sus miradas sobre mi, pero no podía verlos, me sentía tan tonto por no a ver notado eso y también tan sucio, las lagrimas salieron, entonces sentí una mano en mi hombro. -No me toques- grite y golpee su mano, y no podía creer que es lo que acababa de hacer, voltee y Al me miraba muy sorprendido. -Yo...lo...siento- me disculpe y ahora me sentía peor, sentía que mis disculpas no servirían, yo he sido mancillado por años y lo permití. Sentí unos brazos rodearme, todos estaba a mi alrededor, no sabia como sentirme, pero al sentir su cálidos brazos, llore hasta que ya no pude mas. -Ya estoy mejor, pueden soltarme- les dije con una voz muy apagada, aun así ellos lo hicieron. Marco agarro mis manos, -seguro que estas bien- pregunta protector, yo asiento y el no se convence. -bueno- puedo estar tan bien como puedo- le sonrió y no podía ni fingirla bien. -Bueno fueron años con ese tipo, tal vez con el tiempo su amor me cure- y me suelto de una de sus manos y toco su mejilla, quería sentir su calor. 

El mira mi mano y la besa, -quiero llegar y que nos esperes despierto. Llegando te haremos el amor, esta bien- me cuestiona, y yo asiento frenéticamente. -Quiero que me lo hagan, hasta que me olvide de este dolor- les ruego, -te lo haremos, hasta que estés lleno de amor- me confirma Marco. -O de semen, lo que pase primero- bromea Ric y todos lo fulminan con la mirada, pero yo me rió, ya que se que es cierto y no me molesta. -Bueno que tal si terminamos de comer, la comida deliciosa que hizo Tom para nosotros- propone Al me extiende la mano y la sostengo. Me lleva a mi lugar y me acomoda, todos se sientan y empezamos a comer el pan de plátano. Me cuentan historias de sus travesuras que hicieron en las escuelas, ya que han pasado por otras cinco escuelas, antes de llegar a la mía, yo me rió con sus historias.  Al terminar ellos me recuerdan que no puedo salir por ningún motivo, y que le van ha echar llave a la puerta, para evitar visitantes innecesarios, aunque sentía que simplemente no confinaban en mi. Nos lavamos los dientes y bajamos, Marco me lleva de la mano, no me molesta quería todo el contacto posible antes de quedarme solo y pienso que cuando me volví tan dependiente a su contacto. -Bueno Tom volveremos tarde, así que come algo- me dice y toca mi mejilla, para unir nuestros labios en un beso pasional. Bajo sus manos a mi trasero, pegando nuestras intimidades, y yo agarre su cuello, ya que quería pegar todo mi cuerpo a el, estaba necesitado de su contacto. Al separarnos -recuerda espéranos-, -de todos modos, no es como si tuviera opción-, recordandole que el me iba a encerrar y aun no me acostumbraba a la idea. Pero el me mira algo disgustado, a lo que yo me disculpo, -solo era broma- le sonrió, el suspira y me suelta.

-Ahora es mi turno- dice Ric mientras rodea mi cintura y lame mis labios por fuera, me hace cosquillas y luego la abro, dándole acceso ha ella. Jugamos con nuestras leguas, mientras nos sorbemos y al separarnos, jala mi labio juguetón. -Lo siento por lo que dije antes- entonces recuerdo que el hablo de las nalgadas, y aunque me hizo recordar algo malo, destapo la venda de mis ojos, que tarde o temprano iba suceder, pero al fin puedo dejarlo y seguir adelante. Le doy un abrazo -no te preocupes, me hiciste ver la verdad y aunque duela, al fin puedo pasar la siguiente pagina, con ustedes- miro a todos. -Lo que si puedes hacer, es amarme- le digo con una sonrisa sincera y el vuelve a robar un beso de mi labio, tierno y corto, pero sin dejar de sentirse bien, luego termina besando toda mi cara y yo rió, ante las cosquillas que me genera. -Ya deja algo para el resto Ric- me jala Al con su brazo fuerte y bronceado, me besa cariñoso y sensual, mientras pasaba sus manos bajo mi playera  y apretaba mi tetillas gentilmente, gemí en nuestro beso mientras bailábamos con nuestras lenguas, al terminarse nuestro oxigeno, nos separamos. Luego sigue Emi, que pasa su brazo por detrás de mi espalda hasta llegar a mi cabeza y empujar la hasta sus labios, como siempre a el le gusta explorar mi cavidad bocal por completo. Succiona y mete su pierna entre las mías, la sube para presionar mi intimidad, soltaba gemidos pero eran reprimidos por su besuqueo, mientras yo me pierdo es sus ojos esmeralda. Sigue Lucas que como siempre es gentil, sincronizamos nuestras lenguas, en un baile rítmico, mientras me sostiene de la cintura y yo de su cuello, rozamos nuestros cuerpos ligeramente, para no terminar duros, nos separamos y el ultimo es Carlos. Mi moreno mete su lengua, como siempre el es muy apasionado, y no puedo seguir su ritmo, perocomo se deleitaba mi boca ante su contacto, succionaba y yo temblaba. Una de su manos sostenía toda mi cintura, mientras la otra empezaba a a toquetear mi intimidad, yo gemí  y el se reia  en nuestro beso, hasta separarnos por falta de oxigeno. 

Ya el terminar todos salen, Marco me mira por ultima vez antes de cerrar la puerta con llave y dejarme solo, encerrado. Paso el tiempo y yo no sabia que hacer, primero subía las escaleras saltando y me deslizaba por el barandal, no sabia que mas hacer, necesitaba perder el tiempo, para empezar a cocinar. Decidí saltar en la cama, ya se parezco un niño, decidí echarme una siesta, pero al final después de todo esto solo había pasado una hora. 

Decidí inspeccionar todo, primero comencé por la puertas blancas de en medio, a lado de mi cuarto. Había un gym para ejercitarte, ahora entiendo por que tienen esos cuerpos. En el siguiente, del lado derecho del baño había un cuarto de lavado. Del lado izquierdo se encontraba un lavadero, a lado una lavadora y secadora, arriba unas puertecitas, donde estaba sus ropa interior de hombre, intente ponerla pero me quedaba grande. Al fondo de la habitación estaban los tendederos, y estaban las escobas, trapeadores, cubetas, recogedores. El piso era de losa y había una coladera en el centro. En el lado izquierdo estaban roperos, tres para ser exactos, y me hizo sentir mal, porque yo tenia un ropero para mi, hasta un cuarto para mis cosas y ellos se cambiaban en el cuarto de lavado. Decidí salirme me hacía sentir culpable, y es una preocupación que les expresaría cuando regresaran. Decidí bajar, iba a jugar un poco con el tubo, pero en el pasillo, donde estaba el bar, me llamo la atención que al lado contrario, al parecer había una puerta, que se camuflajeaba con la pared, creo que por eso no la había notado. 

Tenia una pequeña manija la jale y empuje la puerta, y efectivamente se abrió, al entrar vi lo mas maravilloso. Había juegos por todas partes, una pantalla plana inmensa en frente , con diferentes consolas (o al menos así las llamaba mi hermanastro, al presumirlas). También vi unos micrófonos, si los usan como mi mama cuando era niño, recuerdo que cantábamos, era uno de los poco momentos que recuerdo, aunque su cara cada vez me es borrosa (aunque mi padre decía que me parecía a ella). Había sillones obviamente, del lado derecho había mas pantallas pero mas pequeñas estaban metidas en una cajas al parecer de metal o algo parecido, abajo de la pantalla había varios botones y dos palancas, había otras dos iguales, con diferentes colores. Había otra con una pantalla grande, donde se veían muchas flechas de colores, y un tipo de personas bailando atrás, estaba conectado a un piso que también tenían flechas de colores con barandal azul. Ya en la pared mas cercana a la puerta, había un mueble lleno de películas, como las que han puesto en la escuela solo con diferentes títulos, y después de ver las portadas me di cuenta que la mitad eran porno, lo que me preocupo no fue ver tantas, si no que eran de mujeres, decidí ya no mirar. Del otro lado había tres mesitas con dos sillones individuales cada una, había un librero enorme enfrente. De la pared cerca de la puerta había un mueble largo con seis compartimientos, había unos rectángulos de metal, que al abrirse, tenia una pantalla adentro, con unos botones, que tenían el abecedario, números, y otros símbolos que desconocía, en cada compartimiento había una de esas cosas. Toda esta parte estaba alfombrada de azul, el resto del piso era negro. En medio entre el librero y la tele del frente haba una puerta blanca, que al parecer solo era un baño sencillo, con retrete y un lavabo para las manos. 

Ya de tanto a ver paseado, había un reloj en la pared del frente, arriba del televisor, marcaban las 3 y decidí que era momento de comer. Subí a la cocina y me prepare una huevos sencillos, con agua natural, la verdad no estoy acostumbrado a comer mucho y preferí no cargar mi estomago, ademas no me apetecía cocinar algo extravagante si ellos no iban a comer. Al terminar decidí otra vez entrar a la sala de entretenimiento, decidí que vería una de las pornos, para ver si por lo mínimo podría ser algo de lo que hacen allí y poder complacerlos. Pero al intentar prenderla, al conectarla, el ruido era muy fuerte, y no savia donde meter el DVD, mejor me rendí la desconecte. Decidí mejor leer uno de los libros, jale un sillón individual y me recosté con mis piernas arriba de una delos antebrazos y en el otro se encontraba mi cabeza. Termine leyendo uno que se llamaba "En linea recta", lo termine leyendo por que había una pantera rosa en la portada, pero termino siendo mas interesante de los que pensé. Un adolescente que perdió a su padre y como esta perdida afectaba a la familia, pero el reto mas importante que se enfrentaban era superar su perdida y continuar. 

Lo termine leyendo todo y me agarro las 7, decidí levantarme ya que me estaba entumiendo, me estire, y decidí darme un baño. Pero primero pase al baño, ya que no quería hacerlo después de ya estar limpio. Vendrían hacerme el amor, decidí hacerle caso a lo que Marco me dijo que debía hacer en estas situaciones. Primero me lave el cabello, luego todo el cuerpo, fui por el jabón liquido y las pinzas. Pero al ver mi entrada aun muy estrecha para ellas, primero metí un dedo con jabón y empece a darle círculos, justo como me dijo mi rubio. Luego procedí abrirlos como tijeras, y no se porque con cualquiera de ellos que metiera sus dedos gemía con intensidad, cuando yo lo hacia solo era incomodo. Por fin pude meter la pinza, abrió mas mi entrada y al fin pude limpiar mi interior con mas profundidad e intensidad. Ya cuando podía oler a rosas mi parte baja, use la regadera de mano, me enjuague y allí, si admito que se sentina bien. Me saque la pinza y me di una ultima lavada por fuera, con el jabón de rosas.

Me fui a mi cuarto par ponerme una pijama, pero termine cambiando de opinión, como era una noche especial, decidí que también los complacería con lo que iba usar. Así que me puse un calzón de encaje negro transparente, abierto de las pompas, aunque por en medio era sujetado por un pequeño moñito negro, que hacia ver a la abertura como un ocho. Un vestido igual, de encaje negro y transparente, se agarraba por mi pecho como top y se abría por toda mi pansa en V invertida. Me lave los dientes como dos veces, estaba nervioso, se que ya lo habíamos hecho antes, pero es la primera vez que me preparo para eso. Salí y eran las 10, al menos eso decía el microondas, todavía no regresaban  y como supuse no iban a cenar. Yo no tenia nada que hacer, así que me acosté un rato en la cama, y decidí cerrar tantito los ojos. 

 

Notas finales:

Gracias a uno de mis lectores por expresar que falta de mas descripcion de mis personajes, tratare de hacerlo mas seguido, para que ustedes puedan imaginarselos de mejor manera. Y espero que les siga gustando mi historia, y gracias por seguir leyendola.


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